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Capitulo Cuarenta y cuatro| Con amor: Miranda

Un padre debería amar a su hija sin importar sus debilidades, cambios o forma de ser. Una madre debería ser la mejor amiga de su hija, apoyándola en sus decisiones, escuchándola y aconsejándola. Desde pequeña, veía a otros padres disfrutar con sus hijos, llevándolos al parque, jugando y divirtiéndose. 

En cambio, yo tenía que soportar sus discusiones constantes, ya fuera en las mañanas, durante el almuerzo o en la cena. No les importaba que yo los estuviera mirando; sus discusiones escalaban hasta los gritos y, a veces, papá se iba de casa y no volvía hasta el día siguiente. No se hablaban, se ignoraban y solo se ocupaban de la única responsabilidad que tenían: yo.

No sabía cómo reaccionar ahora; si sentir tristeza, culpa, decepción, enojo o ira. Sabía que tenían derecho a odiarme, pues nunca fui su verdadera hija, solo una intrusa que había arruinado sus vidas y probablemente su matrimonio. Las leyendas sobre los suplentes decían que solo traían desgracias y tragedias. 

Preferí no pensar en eso y concentrarme en las visiones que había tenido en el Reino de las Sombras. Para encontrar la tumba de Merlín, debíamos destruir su amuleto, una decisión que no parecía agradar mucho a mis amigos.

—Pero si Jim rompe su amuleto, nos quedamos sin armadura —la voz de Toby me sacó de mis pensamientos—. Y sin armadura, adiós espada del eclipse. ¿¡Cómo vamos a derrotar a Gunmar?! —Estoy segura de que casi me dejó sorda con su grito.

—Si no conseguimos el báculo, nada de eso importará —intervino Clara, cruzándose de brazos.

¿Debería opinar en esta conversación o más bien discusión? Ni Jim ni yo habíamos dicho una sola palabra desde que subimos a su habitación. Él tenía la mirada fija en su amuleto y yo jugaba con las pulseras que cubrían mis muñecas. Sin embargo, después de unos minutos, ambos cruzamos miradas. Jim soltó un suspiro y movió su silla para acercarse a nosotros.

—Tal vez tenga que destruir mi amuleto —decidió, alzando la mirada y dedicándome una sonrisa antes de dirigirse a Dictatious—. Dijiste que Gunmar tiene cautivo a AAARRRGGHH.

—Y AAARRRGGHH podría ser usado como ancla emocional —opinó Blinky.

—Transportémonos con él —agregó Clara.

—Tenemos un plan: salvar a AAARRRGGHH y detener a Gunmar por cualquier medio necesario antes de que consiga el báculo —indicó Jim.

･ ﾟ ﾟ･ ✧ ｡.｡.: *

[<< No es tu culpa lo que otros decidieron hacer, no eres responsable de las heridas que otros no supieron manejar ni de las promesas que no supieron cumplir. Nada de lo que no hayas decidido o hecho puede ser tu culpa, no puedes cargar con la responsabilidad de los actos de los demás, no es tu  culpa que tus padres se hayan separado ni que alguien se haya burlado de ti.

No es tu culpa que alguien no haya sabido amarte, que alguien haya elegido lastimarte en lugar de cuidar de ti. Tal vez sea momento de dejar ir esa carga, de soltar esa idea que nunca debiste llevar sobre tus hombros. No es tu culpa querida, nunca lo fue. >>

Con amor: Miranda. ]

Una de las razones por las que amaba leer los diarios de mi abuela era por sus palabras tan profundas. Desde pequeña, me había dicho cosas que lograban aliviar mi tristeza. Mi abuela siempre estuvo a mi lado; se quedaba conmigo cada vez que mi madre me dejaba para ir a trabajar o cuando discutía con mi padre y, cargada de problemas, me dejaba con ella. Miranda, a pesar de ser su hija, detestaba a mi madre por la forma en que me había criado, sin amor maternal.

Los demás habían regresado a sus casas para preparar sus cosas antes de embarcarnos en nuestra próxima misión de rescate y búsqueda. Yo temía regresar a casa; incluso Jim quiso acompañarme, pero preferí enfrentar esto sola. Sin embargo, al llegar a mi antiguo hogar, no había nadie... La casa estaba completamente vacía. Se habían ido.

¿Me afectó? Por supuesto que sí, pero supongo que debía entenderlos. Les hice pasar por muchas cosas y era evidente que no querían tenerme cerca. Me limité a empacar algunas cosas en mi mochila: una linterna, fósforos, binoculares y algo de comida. Me da hambre en los viajes, no me juzguen. Finalmente, salí de aquella vieja casa que guardaba la mayoría de mis recuerdos, tanto buenos como malos.

Al llegar a la casa de Jim, mis amigos ya estaban allí despidiéndose de sus familias. Mi ceño se frunció al ver a Farah, pero luego miré a Jim, quien me sonrió. Eso me hizo entender que había sido él quien la había llamado.

—Antes de que diga algo, estoy bien... Sé cómo manejarlo —le dije al acercarme, intentando sonreír, aunque mi sonrisa se transformó en una mueca.

Farah me sonrió por unos segundos—. Las mentiras pueden salir de tu boca, pero son tus ojos los que dicen la verdad.

Me tomó unos momentos entenderlo, y traté de que mis ojos no tomaran el control y comenzaran a derramar esas lágrimas que ardían al deslizarse por mis mejillas. No puedo engañarme a mí misma, ni a mi corazón.

Sorbí un poco mi nariz mientras mi mentora me abrazaba. Yo correspondí con debilidad en mis brazos; supongo que un abrazo era justo lo que necesitaba. Cuando alguien te abraza, tus emociones se desbordan, pierdes el control y, sin darte cuenta, comienzas a desahogarte en el hombro de quien te sostiene. Un abrazo es lo que todos necesitamos en momentos como este.

[ << Un abrazo representa al contacto humano, que es nuestra primera forma de comunicación: Tranquilidad, seguridad, confort. Todo eso cuando te abrazan o simplemente te toman de la mano, o el rose de unos labios en una mejilla suave. Nos conecta cuando estamos felices, nos anima cuando nos ataca el miedo, nos excita cuando hay pasión... De amor.

Necesitamos tocar a los que amamos tanto como el aire que respiramos. Así que si estas leyendo esto y puedes hacerlo, tócalo, abrázalo. La vida es muy corta para desperdiciar un segundo >>

Con amor: Miranda. ]

･ ﾟ ﾟ･ ✧ ｡.｡.: *

—Estén alerta, Gunmar podría estar cerca —advirtió Jim al cruzar finalmente el portal.

El lugar era tétrico y oscuro, con humedad por todas partes y un frío tan intenso que me obligó a abrazarme para intentar entrar en calor. Un jadeo escapó de mis labios al ver una rata correr junto a mí, pero esta explotó al caer en una trampa. Al levantar la vista, ahí estaba AAARRRGGHH.

—¡Copiloto!.

—¡Espera! —sujeté a Tobías por los hombros cuando intentó acercarse—. Es una trampa de estasis...

—Es obra de Angor Rot —completó Blinky, situándose a nuestro lado—. Y la ha perfeccionado.

—Esas son rocadwark —reconocí al instante mientras me enderezaba—. Si desactivamos la estasis, todo este lugar explotará.

—AAARRRGGHH, amigo mío, te usaron como carnada para matarnos a todos —dijo Blinky. Le di un codazo al notar que sus palabras no ayudaban en nada.

—¡Tenemos que sacarlo de ahí! —suplicó Toby.

—No, copiloto, deben irse —logró decirnos AAARRRGGHH con dificultad.

—No nos rendiremos.

Debe haber una forma de desactivar la trampa sin que las rocas exploten y nos entierren aquí. Miré en todas direcciones, pero mi vista se fijó en dos ratas que pasaban cerca y se adentraban en un orificio en el suelo. Mi mirada se cruzó con la de Jim y ambos sonreímos al tener una idea.

･ ﾟ ﾟ･ ✧ ｡.｡.: *

Tenía tantas expectativas con este plan y rogaba a los dioses que funcionara. Toby tuvo que estrellar su martillo mientras nos dirigíamos al cuarto inferior; al hacerlo, la trama de estasis se desactivó, liberando las rocadwark. El suelo comenzó a temblar bajo mis pies, y Jim me sostuvo por detrás antes de que tropezara. En cuestión de segundos, caíamos entre gritos.

No quise abrir los ojos, ni siquiera cuando AAARRRGGHH se arriesgó a sostenernos para protegernos de los últimos pedazos del suelo que caían.

—¿Están todos bien? —preguntó Jim, ayudándome a levantarme y asegurándose de que no tuviera algún rasguño en el rostro.

—¡Copiloto! —exclamó Toby antes de abrazar a AAARRRGGHH. Los demás nos unimos rápidamente.

—¿Dónde estamos? —pregunté al separarme del abrazo, observando a mi alrededor totalmente extrañada.

—Huele a viejo.

El grito de Toby me sobresaltó y rápidamente lo tomé de la mano cuando estuvo por caer de una superficie. Al lograr enderezarlo, se aferró a mi cintura con la respiración agitada, agradeciéndome por haberle salvado la vida. Suspiré y me acerqué al resto.

—Un giro antiguo —menciono Blinky.

Cuando logré apartar a Toby, con un poco de ayuda de Jim, quien parecía no estar contento con que Toby se aferrara a mí, finalmente descendimos a la plataforma y entramos en aquel giro que parecía haber estado allí durante milenios.

—Ni siquiera tiene controles —se quejó Blinkuos, pero pronto se sorprendió al notar algo inusual—. Maese Jim, ¡su amuleto!

Jim se acercó, quitándose el amuleto y despojándose de la armadura. Intentó colocarlo en el centro del único control que tenía el giro, pero no encajaba.

—¿No encaja? —pregunté, frunciendo el ceño.

—No, pero la piedra azul dentro sí —reconoció, girándose hacia mí—. Bree', lo que viste en tus visiones. Si rompo el amuleto, nos llevará a la tumba de Merlín —susurró, dejando su amuleto sobre una piedra.

—Maese Jim, ¿está seguro de hacer esto? —preguntó Blinky, observándolo mientras tomaba el martillo de Toby—. El amuleto es su encargo sagrado.

—Lo sé —respondió Jim con firmeza.

—Si destruye el amuleto, será para siempre.

—Para siempre y para siempre, entiendo.

—Solo me aseguraba —dijo Blinky, con un tono de preocupación.

Jim rodó los ojos, pero una mueca de indecisión apareció en su rostro. Noté cómo sus hombros se tensaban. Dudé un momento en acercarme, pero finalmente coloqué una mano en su hombro, sintiendo cómo se erizaba su piel al contacto.

—Si te equivocas, entonces nos equivocamos juntos —le susurré con una sonrisa. Él también sonrió y soltó una pequeña risa cuando dejé un suave beso en su mejilla.

Retrocedí un poco para darle el espacio que necesitaba. Poco a poco, comenzó a alzar el martillo, sin apartar la mirada del amuleto, como si el destino de todos nosotros dependiera de ese instante.

—Por la gloría de Merlín.

･ ﾟ ﾟ･ ✧ ｡.｡.: *

Poco a poco el destello azul fue desaparecieron y cuando la mayoría logro recuperar su visión, el amuleto ya había sido destruido, estaba hecho pedazos. James tomó los pedazos y los guardó, después tomó la piedra azul y lo interceptó en el mecanismo del control. Bastaron solo segundos para que la piedra comenzará a brillar.

El giro se activó por voluntad propia empezando a tomar impulso antes de que se activara y se pusiera en marcha. Bridget tuvo un deja vu la primera vez en que habían montado el giro, y aunque en ese momento se había divertido ahora solo sentía mareos, trato de no vomitar cuando llegaron a su destino bajando del mecanismo siguiendo el camino a una enorme cascada.

—Gunmar debió entrar por aquí —teorizó la pelirroja al ver la entrada oculta.

La piedra del amuleto se apagó, después el martillo de Toby se desactivo volviendo a su tamaño compacto.

—Aquí no hay magia —menciono Blinky ante las dudas de los jóvenes—. Parece que esta tumba esta hechizada contra brujería.

Bridget miro la palma de su mano tratando de formar una leve llama, sin embargo solo pequeñas chispas llegaron a sobresalir, eso la hizo suspirar y cruzarse de brazos. Sin embargo arqueo una ceja al notar algo en una de las paredes.

—Estos rasguños parecen recientes —dijo la pelirroja pasando su mano por las marcas de los rasguños.

—Si, como si lucharán —Blinky estuvo de acuerdo cuando se colocó a su lado entrecerrando sus seis ojos.

Toby soltó un quejido cuando tropezó con una cadena llamando la atención del grupo.

—Draal —murmuro AAARRRGGHH

—Draal esta libre —expresó el de piel azul.

—Si no hay magia aquí, tal vez Gunmar dejó de controlarlo —concluyó el azabache—. Muy bien, no venimos solo por el báculo, podemos salvar a Draal.

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No sabían cuánto tiempo habían estado caminando, pero estaban seguros de haberse adentrado en lo más profundo del lugar. La temperatura había bajado tanto que tuvieron que acercarse unos a otros para aferrarse al calor. Finalmente, se detuvieron al llegar a una vieja sala abandonada.

—No podremos escalar eso —se quejó la pelirroja al observar la única salida, que estaba demasiado alta.

—Debe haber algo por aquí que podamos usar, tal vez una escalera —comentó el de seis ojos.

Cada uno tomó caminos distintos, esperando encontrar algún objeto o un pasadizo que les permitiera salir de aquella sala. Bridget pasó sus manos por un viejo librero y soltó un pequeño estornudo al sentir el polvo en su nariz. Comenzó a jalar algunos libros, intentando descubrir un pasadizo secreto como en las películas, pero no tuvo éxito.

De repente, se sobresaltó cuando las luces se iluminaron en toda la sala. Los cuadros, que al principio estaban completamente destrozados, ahora se mostraban renovados. La comida vieja, llena de hongos, había recuperado su estado comestible. Incluso el libro que sostenía Bridget había cambiado su aspecto a uno más nuevo.

Segundos después, la habitación volvió a su estado original.

—¡Tobías, presiona esa roca otra vez! —exclamó Blinky. En cuanto el castaño volvió a presionar la roca, la sala regresó a la iluminación anterior.

—Fabulojoso, esto se siente super raro —admitió el de frenos.

—Espera, el interruptor renueva todo —dijo la de mechón blanco, observando los cuadros.

—O de algún modo nos lleva al pasado —corrigió el azabache, mirando el reflejo de sus ojos en una espada—. Es una locura, ¿no?

—Quizás sea cierto, Maese Jim —dijo su mentor, encogiéndose de hombros—. Parece que de algún modo hemos viajado al pasado, al menos el cuarto lo hizo —agregó—. Pero por el desgaste de las rocas, diría que estamos a cientos de años de distancia —opinó.

Bridget suspiró, asombrada, mientras su mirada se detenía en un hermoso cuadro decorado. La pintura era la misma que había visto en el libro de su mentora: ella de bebé con su verdadera familia. Intentó tocarla, pero al hacerlo, el cuadro volvió a su estado original. Cuando alejaba la mano, el cuadro se reparaba; cuando la acercaba, volvía a deteriorarse.

Con un bufido, se giró para ver al responsable de aquella broma. Toby borró su sonrisa y dejó de jugar con el interruptor, colocando la bolsa de semillas sobre la piedra.

—¡Ya sé cómo salir! —exclamó Clara al ver las semillas. Tomó un par junto a una maceta y las plantó—. Okey, Toby, quita la bolsa de ahí —pidió, haciendo retroceder a sus amigos.

Al desactivarse el interruptor, las ramas de la planta comenzaron a crecer, formando una especie de escalera hacia la salida.

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Un bufido escapó de los labios de la pelirroja al encontrarse con otra sala aún más espeluznante que la anterior, sin ningún rastro del báculo. Sacó la linterna de su mochila y comenzó a iluminar el camino. Levantó un poco la linterna para alumbrar unos garabatos en las paredes, que más bien eran extraños dibujos.

—Gran Gorcus, esto parece una representación de la historia, una línea de tiempo —mencionó el de seis ojos con asombro mientras se acercaban. Bridget siguió iluminando más arriba, observando varios dibujos pintados en casi toda la cueva—. Incluso parece llevar a otras dimensiones.

—El Báculo de Avalon —murmuró Jim al observar un par de imágenes.

—La reliquia más poderosa de Merlín —dijo su mentor—. La construyó para canalizar las energías arcanas del universo mismo.

Bridget se separó un poco del grupo cuando Clara sacó una linterna que su padre le había dejado en la mochila. Comenzó a recorrer el lugar, observando la cantidad de dibujos tallados en las rocas. Uno de ellos parecía mostrar su nacimiento, y otro donde Marion la entregaba a aquellas brujas; prefirió borrar esa imagen de su mente y se concentró en otras pinturas.

Se sorprendió al ver incluso dibujos de varios dragones sobrevolando un antiguo reino, que se parecía un poco al de Camelot. Sonrió al darse la vuelta y regresar con su grupo; no quería perderse en toda esa línea del tiempo.

—Se parecen a nosotros —el comentario de Toby captó la atención del grupo, llevándolos a observar un extraño dibujo de los cuatro.

—Imposible, la línea del tiempo continúa más allá del presente —teorizó el de seis ojos.

La pecosa arqueó una ceja, moviendo un poco su linterna y frunciendo el ceño al ver un dibujo que apenas podía diferenciar. Parecía ser una especie de troll. Ladeó un poco la cabeza al ver otro dibujo del mismo troll, que parecía estar abrazando a alguien... a una persona sin...

—¡Bridget! —el grito de sus amigos la hizo girarse, y sus ojos se abrieron al ver a Angor Rot delante de ellos.

—Nos volvemos a ver, Cazatroles —habló nuevamente aquella voz, con una sonrisa macabra que erizó la piel del grupo.

—¡CORRAN POR SUS VIDAS!.

Sus cuerpos reaccionaron en automático mientras comenzaban a correr, siendo perseguidos por Angor. Blinky les indicó un camino, pero antes de que el joven azabache pudiera avanzar, el troll se interpuso en su camino. AAARRRGGHH, dio un golpe en la pared, dejando caer algunas rocas, mientras James le atizaba un golpe en la cara, logrando que lo soltara.

Bridget lo jaló del brazo antes de que terminara siendo enterrado por las rocas, y cuando intentaron volver a escapar, Toby tropezó.

—Draal —murmuró Jim al ver que lo que había hecho tropezar era el brazo de madera del troll.

—¡Cuidado! —la pelirroja lo tomó por los hombros, alejándolo justo a tiempo. Después de que quitaron el brazo de aquel agujero, este se abrió, mostrando varias cuchillas que no dejaban de girar.

—No hay salida —dijo Clara, nerviosa, mientras escuchaban cómo Angor Rot comenzaba a salir entre las rocas.

—¡Alguien diga un plan! —suplicó el de frenos, aferrándose a la cintura de su mejor amiga.

—El brazo de Draal —mencionó el de seis ojos—. Gunmar debió detener las cuchillas con él.

—Vamos a ver qué pasa —dijo James, tomando el brazo y encajándolo nuevamente en las cuchillas, logrando hacer que se detuvieran.

Uno a uno, entraron por el agujero, finalizando con el azabache, quien quitó el brazo, impidiendo que el troll los siguiera.

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Cuando cayeron sobre los cristales, apenas lograron estabilizarse, excepto Toby, quien se resbaló y comenzó a deslizarse hacia el borde. Bridget intentó agarrarlo del brazo, pero solo consiguió caer de rodillas.

—¡Jim! ¡Bridget! —exclamó el castaño antes de caer al vacío.

—¡TOBY!.

—¡Copiloto! —gritó AAARRRGGHH mientras corría hacia la orilla, extendiendo su mano para sujetar al de frenos—. ¡Te tengo!.

Toby soltó un chillido—. No creí que me fuera a gustar el calzón chino —dijo entre risas mientras el troll de piel gris lo bajaba con cuidado—. Nana tenía razón, ¡necesitaré esos calzoncillos!.

Bridget no pudo evitar reír al escucharlo. Cuando finalmente llegó hasta él, lo abrazó junto con Clara, aliviadas de que el robusto no hubiera salido herido.

—Por la gracia de Deya, parece que estamos en el santuario más profundo —comentó Blinkuos, observando a su alrededor—. El corazón de la tumba de Merlín.

—Si este es el corazón, apuesto a que el báculo de Merlín está cerca —aseguró el de chaqueta azul, justo cuando un par de pequeñas rocas cayeron sobre ellos, resultado de los intentos de Angor por entrar.

—Draal debe estar cerca —mencionó Bridget, soltando un suspiro pesado.

—Busquen el báculo; yo iré por Draal —ordenó el azabache con seriedad.

Se dividieron en grupos para descender de los cristales. Blinky iba con Clara, mientras que Toby se unió a AAARRRGGHH. Jim y Bridget se ayudaban mutuamente para bajar. Con cuidado, el chico dejó a un lado el mecanismo de Draal y sostuvo la cintura de la pelirroja, ayudándola a bajar.

—¿Cuánto tiempo llevamos haciendo esto? —preguntó la pecosa, dejando entrever su cansancio. Jim le sonrió, acariciando suavemente su mejilla.

—Solo un poco más —respondió, tomando su mano para que continuaran su camino—. Este lugar parece no tener fin.

La pelirroja suspiró, asintiendo con la cabeza, pero su ceño se frunció al escuchar un ruido extraño. Con cuidado, se soltó del agarre de su novio y avanzó un poco más. James la siguió, y ambos se sorprendieron al ver a Draal atrapado entre los cristales.

—Draal —intentó llamarlo el azabache. Sin embargo, al querer tocarlo, un gruñido lo sobresaltó, haciendo que cogiera la mano de Bridget y la pusiera detrás de él, un acto instintivo de protección.

La chica tragó en seco y asomó un poco su cabeza, apretando el agarre que tenía en la mano de su pareja.

—¿Cazatroles? —murmuró Draal con debilidad—. ¿Frambuesa?

Una sonrisa iluminó el rostro de la pelirroja. Se separó de Jim y abrazó al troll con cariño. Draal sonrió, sintiendo la calidez de aquella revoltosa cabellera pelirroja que tanto había extrañado.

Una sonrisa iluminó el rostro de la pelirroja. Se separó de Jim y abrazó al troll con cariño. Draal sonrió, sintiendo la calidez de aquella revoltosa cabellera pelirroja que tanto había extrañado.

—¡Chicos, encontramos a Draal! —anunció el de ojos azules, lleno de emoción.

—Hice un juramento para protegerte, y lo he roto —se lamentó Draal, con una mueca de tristeza—. Recuerdo los ataques; he perdido mi honor —un suspiro profundo escapó de sus labios—. Les he fallado.

—No es tu culpa, Draal —lo reprendió Bridget, mientras se separaba—. Estabas bajo el control de Gunmar. No nos has fallado y no has perdido tu honor —le aseguró con una sonrisa reconfortante.

—No solo eres mi protector, Draal, eres mi amigo —agregó Jim, abrazándolo de nuevo. El troll, sorprendido, sonrió ante el gesto. Sin embargo, el grito de Gunmar hizo que el chico tuviera que separarse rápidamente.

—Debemos ir por ese báculo —farfulló la pecosa, entrecerrando los ojos con determinación.

—Vamos, Draal.

—En nombre de mi padre, probaré la venganza —sentenció el troll, logrando que sus dos amigos soltaran una risa

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—¡Gunmar casi tiene el báculo! —exclamó Jim mientras descendían por los cristales.

—¡Ustedes vayan por el báculo! ¡Yo me encargo de Gunmar! —indicó Draal—. ¡Resiste, Cazatroles! —gritó antes de lanzarse, llevando consigo a los dos jóvenes.

Draal logró llevarse a Gunmar, y los dos adolescentes cayeron sobre el cristal. Bridget apartó a Jim para evitar que resbalara, mientras ella soltaba un grito ahogado al quedar colgando del borde.

—¡Bree! —Jim intentó acercarse a ella, pero cada paso que daba lo hacía resbalar.

—¡Estaré bien! ¡Ve por el báculo! —ordenó la joven pecosa, aferrándose al borde con todas sus fuerzas.

James soltó una maldición, pero decidió obedecer. Se plantó frente al báculo y, con esfuerzo, logró extraerlo. El báculo comenzó a brillar y el cristal bajo ellos empezó a temblar.

—¡Cazatroles! —el grito de Angor resonó en la distancia y, en cuestión de segundos, ya estaba frente a él.

El cristal comenzó a tambalearse y Bridget logró sujetar a su novio antes de que cayera por la orilla; ambos hicieron un esfuerzo por estabilizarse. La pecosa ahogó un grito cuando la cuchilla de Angor pasó cerca de su rostro.

—¡Qué chiquillo más malcriado! —exclamó la pelirroja, soltándose un poco para poder agarrarse más abajo, casi a la altura de Gunmar—. ¡Ay, por amor de...!

Draal agarró primero al azabache y lo lanzó hacia arriba, luego sujetó a la menor por la cintura. Aunque ella suplicaba que no hiciera lo mismo, él lo hizo de todas formas. Bridget cayó en medio de las dos peleas: a la derecha, Draal contra Gunmar; a la izquierda, Jim contra Angor.

El cristal se deslizó un poco hacia la derecha, pero ella simplemente se agachó y se deslizó hacia la izquierda, levantando una de sus piernas para detenerse y golpear a Angor Rot en la entrepierna.

—Regla número tres —festejó Bridget con una sonrisa burlona.

—No otra vez —se quejó Angor, adolorido, justo antes de recibir otro golpe con el báculo. En ese momento, Draal apareció para encestar el golpe final.

—Me alegra que volvieras, Draal —admitió James—. ¿Carrera a la cima? —propuso con entusiasmo.

—¡El último es un huevo podrido! —exclamó la pelirroja, soltando una risa burlona.

—¡Reto aceptado, bolsas de carne! —respondió Draal, listo para la competencia.

Bridget y Draal lograron llegar a la cima mientras Jim era interceptado nuevamente por Angor Rot. La pelirroja bufó, completamente harta de ese troll. Miró a su alrededor y una sonrisa se formó en su rostro al ver unos pedazos de cristal.

—Draal.

—Copiado, frambuesa —respondió el troll de piel azul, devolviéndole la sonrisa al captar su plan. Tomó uno de los pedazos más grandes y lo lanzó al vacío, acertando en el rostro de Angor Rot y derribándolo—. Lo siento, estuvo cerca —admitió, extendiendo su mano—. Toma, no lo hagas incómodo.

—¡Draal! —Bridget abrió los ojos cuando Gunmar apareció de repente, sorprendiendo al troll y asestándole un golpe que lo dejó en el suelo—. ¡No!.

Intentó acercarse, pero Gunmar la tomó por el cuello, soltando un gruñido amenazante cerca de su rostro. Sin previo aviso, la lanzó lo más lejos posible, haciéndola caer sobre otro cristal, adolorida.

—El protector, eso es todo lo que hay debajo de esa armadura letal —espetó Gunmar, tomando a Jim—. No eres más que un bocadillo —lo soltó después de haber obtenido el báculo.

La pecosa trató de recuperar la visión, y cuando finalmente lo logró, solo pudo ver cómo la cuchilla de Angor Rot estaba a punto de alcanzar a Jim. Sin embargo, el golpe nunca llegó, porque Draal se interpuso, recibiendo el ataque como un sacrificio para protegerlo.

—¡DRAAL!

—¿Darías tu vida por un humano? ¿Por qué? —preguntó el troll mientras intentaba liberarse del agarre que Draal tenía sobre él.

—Porque... es... mi amigo —respondió Jim con una sonrisa débil, sintiendo cómo su cuerpo comenzaba a convertirse en piedra.

—Draal...

—Para mí, fue un placer, bolsa de carne —fueron casi sus últimas palabras. Draal levantó la mirada y sonrió a su pelirroja favorita—. Sigue luchando, frambuesa —y sin más, se lanzó al vacío, cruzando los brazos mientras le daba la bienvenida a la muerte.

[ << Perderás a alguien que amas y tú corazón se romperá en mil pedazos. La mala noticia es q ue nunca superarás la perdida del ser amado, pero la buena es que vivirá por siempre en la huella que dejó en tu corazón.

Es como tener una pierna rota que no sanó del todo y todavía duele cuando hace frió, aprendes a caminar con ella, así también no sé supera la pérdida del ser amado solo se aprende a vivir con ella. Duelar es honrar por qué es la forma natural en la que el amor le rinde tributo a lo que extraña. 

El duelo y el amor van en conjunto, no puedes tener uno sin el otro, por eso el duelo nunca termina por qué el amor no termina. El duelo es el precio que pagas por amar y aún así no quisiera amar ni un poco menos.

Por qué el dolor del duelo no se compara con la dicha de haberte tenido en mi vida. >>

Con amor: Miranda. ]

Años pasaron para que yo tuviera que volver jajajaja. Ahora les vengo a decir que solamente quedan seis capítulos y con esto damos finalizada la historia, ya verán por qué. Apenas termine esta historia seguiré con otra, publicando una por una para no tener un fuerte bloqueo.