Spawn
Batman estaba enfado, frustración e irritabilidad.
No obstante, a pesar del cúmulo de emociones negativas que experimentaba, el caballero oscuro sintió una inevitable curiosidad.
Ciertamente, desde la perspectiva de Batman, un justiciero se asemeja considerablemente a un villano; no obstante, este sujeto presentaba un rasgo que captaba su interés. Spawn. Así se hacía llamar el justiciero de Nueva York, un individuo extremadamente peligroso dadas sus capacidades. Batman había enfrentado una gran variedad de adversarios: monstruos, psicópatas, asesinos, hechiceros, terroristas, entre otros, sin mayores complicaciones. No obstante, confrontar a un hombre con habilidades mágicas, arsenal de armas y, según sus observaciones, destreza en artes marciales, representaría un desafío considerable para el Caballero Oscuro.
Se realizaron múltiples intentos por localizar e interceptar al sujeto, anticipándose a sus movimientos; sin embargo, todos ellos resultaron infructuosos. Cada intento de rastreo culminó con la desaparición del sujeto sin dejar rastro. Incluso se mantuvo por un tiempo su presencia en Nueva York para determinar su paradero o ubicar su escondite, sin obtener resultados positivos.
Batman experimentaba frustración; inusualmente, la obtención de información sobre individuos, independientemente de las medidas de ocultamiento empleadas, nunca le había supuesto una dificultad significativa. Su capacidad de investigación le permitía acceder a cualquier dato en cuestión de minutos, o como máximo, un par de horas. Sin embargo, en esta ocasión, la información sobre el justiciero Spawn resulta inaccesible.
—Amo Bruce, es hora de la cena—La distinguida voz de Alfred, mayordomo y antiguo tutor de Bruce Wayne, resonó en la estancia. El hombre, impecablemente vestido, observaba con preocupación al señor sentado ante el imponente ordenador.
Alfred, tras un extenso periodo de convivencia con su señor, tanto en su faceta de Bruce Wayne como de Batman, poseía un conocimiento exhaustivo de la situación.
Analizando vulnerabilidades, estrategias para gestionar la incertidumbre. Se manifiesta la faceta más cautelosa de Bruce Wayne ante lo incomprensible e incontrolable. Alfred amaba a Bruce como a un hijo, pero en ocasiones lamentaba su excesiva obsesión.
—Amo Bruce, su comida se enfriará— Alfred reiteró su intervención, elevando el tono de voz para asegurar la comprensión de su mensaje.
El caballero observó discretamente al anciano. —Alfred—murmuró.
—Amo Bruce, comprendo que la identificación del sujeto conocido como Spawn requiere una dedicación considerable, pero le recuerdo la importancia de mantener un horario regular de alimentación—puntualizó Alfred con elegancia.
Tras un profundo suspiro, Batman dirigió la mirada al anciano, impecablemente vestido. A pesar del rostro oculto tras la máscara, Alfred percibió de inmediato el agotamiento mental del normalmente sereno y ecuánime Caballero Oscuro.
—Amo Bruce, le recomiendo encarecidamente que descanse— sugirió Alfred mientras servía la comida en la mesita auxiliar frente al héroe.
—Ese sujeto sigue haciendo de las suyas, matando y destruyendo todo crimenal qué se le atrevise, Alfred, tengo que detenerlo ahora si no...—
—Confío en la capacidad del señor Grayson para gestionar este asunto; se encuentra, además, en la ciudad que este reside con su equipo—Explicó el exmilitar mientras miraba al hombre de negro con ojos serenos. El caballero de la noche emitió un leve resoplido inadvertido ante las palabras del mayordomo.
—Dick no sabe de qué es capaz este sujeto; no debería..—El Caballero Oscuro no pudo concluir su intervención debido a una nueva interrupción por parte de su compañero.
—El señor Grayson cuenta con un equipo excepcional—afirmó el hombre —Según los informes recibidos a lo largo de estos años, sus asociados poseen habilidades extraordinarias e impecables, suficientes para derrotar a enemigos de la talla de Deathstroke.—
Batman se quedo callado por unos segundos, mientras reflexionaba, estaba al tanto de que Nightwing había creado un equipo de héroes en la ciudad de New York conocido como los Titanes, el único problema es que este equipo era conformado por adolescente lo que al caballero de la noche no le llegó a gustar del todo, sin embargó Alfred había señalado un punto importante en todo esto.
La colaboración en equipo, un aspecto con el que no estaba completamente familiarizado, incluso como miembro de la Liga de la Justicia. El Caballero Oscuro, a lo largo de su vida como vigilante de Gotham, ha preferido generalmente trabajar en solitario, ya que su capacidad para resolver la mayoría de los casos de forma independiente le ha permitido prescindir de ayuda.
Batman colaboró durante un periodo con sus "hijos" y aliados; sin embargo, cada uno emprendió, con el tiempo, su propia trayectoria como vigilante o héroe.
Por consiguiente, la colaboración en equipo se mostraba como un desafío para Batman en numerosas ocasiones. Incluso cuando su nuevo compañero era algo cerrado.
—Solicitaré el apoyo de oráculo.— Batman continuó su investigación sobre el nuevo vigilante de Nueva York, hasta que Alfred se interpuso ante la pantalla de la inmensa computadora para impedirle continuar. —¿No me vas a dejar trabajar?—
—Eso es correcto, amo Bruce, no hasta que haya comido debidamente sus alimentos.—
—Bien.—
—Y un mínimo de ocho horas de reposo en cama.—
—Terminemos con esto.—Esa fue la última declaración de Batman antes de incorporarse, recoger la comida y dirigirse a la salida de la baticueva, Con Alfred discretamente siguiéndole, observé con certeza que en los últimos días mi señor ha estado obsesionado con el justiciero neoyorquino. Esto se debe a que el Caballero Oscuro dispone de tiempo libre, ya que la mayoría de los criminales de Gotham evitan actuar por la noche por temor a Batman; solo los más audaces se atreven a actuar de noche.
Tras un breve suspiro, Alfred apagó las luces de la cueva y procedió a supervisar el descanso del caballero de la noche, pues Bruce Wayne tenía una apretada agenda para el día siguiente.
...
Nueva York una ciudad vibrante que nunca duerme. Sus calles están llenas de vida, con el ruido constante de los taxis amarillos que recorren avenidas abarrotadas, las voces de los vendedores ambulantes ofreciendo pretzels y hot dogs, y el murmullo de conversaciones en docenas de idiomas diferentes.
Los rascacielos dominan el horizonte, como el Empire State Building y el One World Trade Center, reflejando la luz del sol durante el día y brillando con neones por la noche. En Manhattan, Times Square resplandece como un espectáculo de luces y pantallas gigantes que parecen latir al ritmo de la ciudad.
Central Park, un oasis verde en medio del caos urbano, ofrece un refugio para quienes buscan un momento de calma. Aquí, corredores, ciclistas, y familias disfrutan de los senderos serpenteantes, los lagos tranquilos y los amplios prados.
En barrios como Brooklyn, Queens y el Bronx, se respira una atmósfera más local y auténtica. Las calles están llenas de cafeterías independientes, tiendas de arte, y una rica mezcla cultural que se refleja en los murales callejeros y los aromas de comida de todo el mundo.
Por las noches, la ciudad cobra una energía mágica. Los teatros de Broadway llenan sus escenarios con espectáculos deslumbrantes, mientras los bares y clubes nocturnos atraen multitudes hasta altas horas de la madrugada.
Nueva York, aunque fascinante y llena de oportunidades, también tiene un lado oscuro que sus luces brillantes no pueden ocultar. En ciertos rincones de la ciudad, lejos de los rascacielos y los escaparates de lujo, se respira un aire de decadencia y peligro.
El crimen es un susurro constante en el trasfondo de la ciudad. Pandillas locales controlan territorios, pintando las paredes con sus símbolos como advertencias silenciosas. En callejones oscuros, negocios ilícitos florecen: intercambios de drogas, apuestas ilegales y contrabando. El estruendo de un disparo o el eco de un grito en la noche a menudo pasan desapercibidos, sofocados por el ruido interminable de la metrópoli.
Los criminales más peligrosos operan desde las sombras, utilizando el caos de la ciudad como camuflaje. Hay quienes se esconden tras trajes elegantes y oficinas de cristal, manejando redes de corrupción y lavado de dinero, mientras que otros prefieren los métodos más crudos, y salvajes, es decir los "villanos", Personas con poderes sobrehumanos que decidieron usar sus poderes para su propio beneficio.
No obstante, la situación no era del todo negativa, ya que Nueva York contaba con sus propios héroes que velaban por la seguridad de la ciudad y sus habitantes. Los Jóvenes Titanes, un equipo de jóvenes héroes unidos para combatir la delincuencia y la maldad.
Pero lamentablemente para ellos un justiciero yacia en su ciudad, alquilando a cualquier criminal que se le cruzara en su camino, algo que no le agrava al líder de los Titanes.
La luna llena iluminaba débilmente la gran cúpula de la catedral, proyectando sombras largas y amenazantes sobre las paredes de piedra. Dentro de la Catedral de San Juan el Divino, el silencio era absoluto, roto solo por el sonido del viento que susurraba a través de los vitrales rotos. Las luces apagadas y el aire frío daban la sensación de que el lugar había sido olvidado por el tiempo, como un santuario en descomposición.
En la esquina de una calle cercana, un grupo de criminales se congregaba en la penumbra. Eran apenas sombras, pero sus voces resquebrajaban el aire con un tono bajo, conspiratorio. Habían elegido esa noche para robar el banco más grande de la ciudad. Los planes estaban casi listos, y la euforia del dinero fácil se reflejaba en sus rostros. El líder, un hombre de mirada vacía y sonrisa deforme, sacaba mapas y esquemas, distribuyendo roles entre sus compañeros.
—Esta es la última oportunidad—dijo, su voz grave, casi susurrante.— El banco está vacío a esta hora; nadie se interpondrá. En diez minutos, seremos los más ricos de esta maldita ciudad.— Afirmó el hombre con firmeza y confianza impregnada en su voz.
Sus compañeros solo reían y vitoreaban ante las palabras de quien parecía ser su líder, mientras cada uno se preparaba para su rol correspondiente, listos para atracar aquel banco con todo el material explosivo que poseían.
Sin embargo, para estos criminales, esta noche no sería como ellos pensaban.
Desde lo mas alto de la catedral una figura imponente yacía observándolo todo, su mirada era aguda, fría, como la de una bestia acechando su presa. Aquella figura se mantenía oculto en las sombras, su capa ondeando detrás de él como un espectro que desafiaba la gravedad. La ciudad parecía ignorar lo que se estaba gestando bajo su manto. Sin embargo, él sabía que en las entrañas de esta jungla urbana, algo estaba a punto de romper el frágil equilibrio de la noche.
Los criminales ya se habían dispersado, ubicándose en puntos estratégicos de la calle, preparados para dar el siguiente paso en su atraco. El líder, de pie frente a la puerta del banco, miraba hacia atrás con una sonrisa confiada. Todo estaba bajo control, nada podría salir mal. Pero una sensación extraña lo invadió, como si el aire estuviera más denso, más pesado. Se giró rápidamente, pero no vio nada. Un suspiro de alivio escapó de sus labios, y volvió a concentrarse en el momento que estaba por llegar.
Fue entonces cuando escuchó un sonido bajo, un susurro que solo se podía describir como el crujir de la oscuridad misma.
De repente, aquel sujeto apareció de las sombras, descendiendo desde el techo de aquella catedral cercana como una figura envuelta en la oscuridad. Su capa negra se desplegó, envolviendo el aire en un manto de terror palpable. Los criminales se quedaron inmóviles, el miedo se apoderó de ellos antes de que pudieran reaccionar. El líder, aún confiado, dio un paso adelante, pero su rostro palideció al ver los ojos verdes brillando intensamente, como dos faros en la noche.
Se trataba de una figura imponente y aterradora. Su traje está compuesto por una mezcla de materiales que parecen ser una extensión de algun material vivo, cubriendo su cuerpo de pies a cabeza en un diseño oscuro y siniestro.
El traje está cubierto por una capa larga y fluida, que se despliega a su alrededor como una sombra viva, moviéndose por sí sola como si tuviera voluntad propia.
Su máscara es el componente más distintivo. Es un casco completo que cubre su rostro, dejando solo sus ojos visibles. Estos ojos son de un verde intenso, brillando con una luz sobrenatural que parece atravesar la oscuridad misma. El brillo de sus ojos es penetrante, como si pudieran ver el alma de quien los mirara. La máscara tiene una textura rugosa, casi como si estuviera hecha de carne quemada, fusionada con el material de su traje.
En sus hombros, antebrazos y piernas, Aquel hombre, lleva piezas de armadura negra que parecen estar formadas por fragmentos de metal y hueso, fusionados en un estilo macabro. Su cinto y botas están adornados con cadenas, que suenan metálicamente con cada paso que da.
Finalmente, y no menos relevante, portaba una katana en su espalda.
—¿Quién demonios eres? —Uno de los hombres preguntó mientras un arma de fuego yacía en sus manos, apuntándole. Su voz estaba llena de desdén, pero en sus ojos se veía el miedo ante la apariencia del sujeto que tenía enfrente.
En cambio, aquel hombre no respondió en absoluto; entonces, lentamente, el hombre de traje empezó a caminar con pasos lentos hacia su dirección.
—¡Responde, Mostruo!— gritó otro criminal, mientras sus demás compañeros empezaron a tomar posiciones de ataque: unos con armas de fuego, otros con armas blancas e incluso en posturas de combate.
—¡Un momento!- Grito uno criminal con los ojos abiertos de par en par.
— ¡Yo he oído hablar de él, es el justiciero que ha estado asesinando a los criminales más buscado en Nueva York, Spawn!— Explicó, asustado, aquel criminal; ahora todos sus acompañantes y el líder lo miraron con asombro y un profundo temor.
Ahora al descubrir la identidad de aquel hombre de traje, los demas criminales se encontraban nerviosos y asustadados ante la presencia del justiciero.
—¿¡Que carajo están haciendo!?—El líder les grito a sus subordinados , su voz impregnada de pánico y miedo.
Recrobando su sentido de valor, los ladrones estában a punto de sacar sus armas, lamentablemente para ellos, reaccionaron demasiado tarde.
En un abrir y cerrar de ojos el denominado Spawn se lanzó al ataque.
El más cercano intentó disparar, pero Spawn desvió la bala con un rápido movimiento de su cadena. Con un chasquido metálico, la cadena se enredó alrededor de la muñeca del hombre, desarmándolo con un tirón violento. Sin darle oportunidad de reaccionar, Spawn le propinó una poderosa patada en el pecho que lo lanzó violentamente contra la pared, haciéndolo caer inconsciente.
Sus demás compañeros se quedaron paralizados un momento al ver tal escena, sorprendidos por la velocidad y violencia con que había atacado, pero rápidamente retomaron su compostura.
Otro tipo de aspecto intimidante se acercó con una vara de metal. Con un giro rápido de muñeca, intentó golpearlo, pero el justiciero simplemente esquivó su ataque antes de usar un movimiento de jiu-jitsu, girando sobre sus talones para bloquear el ataque y contraatacar. Con una llave rápida, atrapó el brazo del criminal, lo torció y lo lanzó al suelo con fuerza.
El resto de criminales empezaron a disparar, lo que no le dificultó al justiciero esquivar las balas de manera rápida y precisa. Usando las cadenas, atrapó la pierna de un criminal y lo derrapo hacia el. Con un giro rápido, le dio un golpe directo al rostro con puño, dejándolo fuera de combate.
Un par más se acercaron al justiciero, ambos con cuchillos de combate. Spawn bloque el primer ataque con su brazo, usando las cadenas para desviarlo, y luego le propinó un poderoso golpe al agresor con un rodillazo al estómago, dejándolo sin aire, sin perder el tiempo, se giró hacia el otro lado encarando al otro criminal quien intento apuñalarlo, con un giro fluido tomo el brazo y lo torció de manera brusca, haciéndolo gritar y caer al suelo por el dolor.
Con la mayoría de los criminales incapacitados, tres más intentaron huir; con un suspiro, Spawn no los persiguió. En lugar de eso, sus cadenas se desplegaron como serpientes y atraparon las piernas de los fugitivos, quienes rápidamente fueron azotados brutalmente al suelo.
Por último, el líder intentó atacar desde atrás; pero Spawn simplemente le golpeó el rostro con el codo, haciendo que cayera al suelo sangrando por la nariz.
—Mal-Maldicion—fueron las palabras entrecortadas del libre. —¿Qu-que esp-esperas? Matanos—
—No es necesario, por el momento, antes tendrán que responder algunas preguntas—por primera el justiciero hablo, una voz ronca y distorsionado como si un demonio hablase.
—¿Que?— cuestionó el líder, respirando con dificultad.
—Tengo entendido que hay una red completa de todos ustedes, y los lidera alguien llamado Black Mask—El justiciero relato mientras miraba al líder que estaba en el suelo, antes de tomarlo del cuello y elevarlo a su altura.
—¿Donde esta, Black Mask?— Preguntó Spawn con voz grave, sus ojos brillantes fijos en el hombre que sujetaba.
Pero no respondió, Sus ojos reflejaban pura confusión y miedo. No tenían idea de quién era Black Mask, estában actuando de manera independiente. Spawn apretó los dientes, apretando su puño con furia contenida, listo para seguir presionando. Pero antes de que pudiera hacerlo, algo cambió en el aire. Un sonido agudo atravesó la noche.
Un objeto voló en su dirección, rozando su rostro con un silbido cortante antes de clavarse en una de las columnas cercanas. Spawn giró rápidamente, preparándose para atacar, pero no vio un enemigo. En su lugar, una figura acrobática se descolgaba desde un tejado cercano, aterrizando con gracia en el suelo.
Se trataba de un hombre que tenía un traje principalmente negro y ajustado, con un ave azul en forma de "V" en el pecho.
A su lado, un grupo de jóvenes apareció, descendiendo de las sombras como un solo movimiento sincronizado.
Detrás de aquel hombre estaba un pequeño chico que llevaba un traje colorido parecido a un semáforo y una "R" como escudo en la parte de su pecho derecho. Con una mirada desafiante, parecía una bestia a punto de atacar, y lo más llamativo era que también llevaba una katana.
un muchacho bajo, de piel, pelo y ojos verdes estaba a su lado, Tiene las orejas puntiagudas, lo cual él mismo considera un rasgo atractivo.
Su uniforme es un traje rojo y blanco elástico, en el centro del pecho que termina sobre sus muslos, como si fuera un pantalón corto.
Un poco más alejado, una persona con un llamativo traje lo observaba con cautela; el traje parecía un insecto de color azul completo, y también parecía de tecnología muy avanzada.
La otra persona parecía un misterio para él, una chica vestida con un traje azul, cubierta por una misteriosa aura que la envolvía por completo. No podía ver su rostro, debido a que estaba oculto por una capucha.
Por último pero no menos importante, una mujer de increíblemente hermosa, de cabellera roja que vestía un traje púrpura qué solo mostraba aun más su encanto.
Nightwing, sin apartar la mirada de Spawn, dio un paso al frente.
—Te hemos estado buscando, justiciero—dijo, su voz firme.
Al verlos el justiciero, entrecerró los ojos con cierta irritación; los había reconocido incluso si era la primera vez que los veía.
—Titanes— su voz grave resonó haciendo que el chico de verde se estremciera. Los profundos ojos verdes de Spawn fueron dirigidos al que parecía ser su lider. —Tu debes ser Nightwing—
—¿Me conoces?—Preguntó el denominado Nightwing con duda.
—Por supuesto, eres uno de los tipos molestos que me ha estado siguiendo, al igual que ese murciélago—contestó Spawn con indiferencia mientras lo seguía mirando.
—Ya veo, entonces debes saber por qué te busco, ¿no es así? Estás haciendo más daño que bien. No podemos permitir que sigas actuando sin control, justiciero.—Nightwing dijo.
Spawn los observó por un momento. Sabía que Nightwing y sus compañeros tenían buenas intenciones, pero la forma en que lo veía... él lo veía como una especie de amenaza, como un "justiciero" que se interpone entre Spawn y lo que él consideraba su propia justicia.
Era natural, después de todo; al fin y al cabo, ellos eran héroes con normas y códigos, personas de bien que seguían reglas. Por otro lado, él creía en su propia justicia, de manera mucho más eficiente. Tal vez no era lo mejor, pero era un bien para la sociedad y todos aquellos que sufren por los malechores.
—Esto no es asunto suyo—gruñó Spawn, su voz áspera resonando en el callejón como un eco —No tengo tiempo para jugar con ustedes héroes, no me molesten—
Nightwing dio un paso al frente, colocando sus eskrima en posición defensiva, pero sin atacar. Su mirada era seria, esperando cualquier reacción del hombre que tenía enfrente.
—Y no tengo tiempo para monstruos jugando a ser justicieros.—
—Última advertencia. No me sigan.— Spawn bufó, girando lentamente para darles la espalda
—¡No tan rápido!—exclamó el chico de traje llamativo, dando un paso adelante con la mano en la empuñadura de su espada. Su rostro estaba lleno de desafío.
—¿Quién demonios te crees que eres para ignorarnos?— Exclamó con cierta ira aquel chico.
Spawn se giró lentamente hacia el joven, su capa extendiéndose como un espectro viviente. Su imponente figura hizo que el joven apretada los dientes, pero el chico no retrocedió. Spawn lo miró con desprecio.
—¿No lo sabes? Porque no tengo interés en ustedes, Robin o prefieres ¿Chico maravilla? —
Robin estaba a punto de hablar de nuevo hasta que su compañera de traje azul alzó una mano hacia el joven, como si quisiera detenerlo.
—Espera, no lo provoques... hay algo en él, algo oscuro.— dijo la chica
—¿Oscuro?—replicó su compañero de tez verde intentando aliviar la tensión. —Pues claro, míralo. ¡Es como un cosplay gótico con esteroides!—
Spawn apenas se dignó a mirarlo. —¿Y tú qué eres? ¿Un bufón con problemas de identidad animal?—
Ahora el chico de traje de alta tecnología dio un paso adelante, interponiéndose. —Oye, oye. No estamos aquí para pelear entre nosotros... pero Nightwing tiene razón. No puedes seguir haciendo lo que haces sin consecuencias.—
Spawn avanzó lentamente hacia ellos, su figura envuelta en sombras. La calle parecía oscurecerse más con cada paso que daba.
—No necesito su permiso. Si no quieren que esto termine mal, salgan de mi camino.—
Pero Nightwing no retrocedió. —Lo siento, Spawn. No puedo dejarte ir. Eres una amenaza, y ya hemos visto lo suficiente para saber que necesitas ser detenido.—
La paciencia de Spawn se agotó. Con un movimiento rápido, desplegó sus cadenas, que se estiraron y se movieron como serpientes vivientes, clavándose en el suelo frente a Nightwing y los Titanes.
—Intenten detenerme, y lo lamentarán.—
—¡No te atrevas a subestimarnos!— gritó Robin, desenvainando su espada y poniéndose en posición de ataque.
La tensión alcanzó su punto máximo. Spawn no quería luchar contra ellos, pero estaba claro que Nightwing y los Jóvenes Titanes no lo dejarían marcharse.
Spawn se preparó, las cadenas y su capa vibrando con energía oscura mientras el grupo de héroes adoptaba posiciones defensivas.
El enfrentamiento estaba a punto de comenzar.
—¡Esto es!— la chica de azul se vio sorprendida por unos instantes
—¿Raven?, ¿Qué sucede?—Preguntó su compañera mayor, quien notó el asombro de la ya mencionada Raven. Sin embargo, Raven no la escuchó, pues ella había sentido algo que no esperaba.
—¿Energia Demoníaca?—pensó la chica con asombro. —¿Es un demonio?—
El silencio apenas duró un segundo antes de que la calle explotara en movimiento. Spawn se lanzó hacia adelante, sus cadenas azotando el aire con un sonido metálico mientras el grupo de héroes se dispersaba para evitar el ataque inicial.
Nightwing fue el primero en reaccionar, avanzando con sus eskrima en alto. Con una precisión entrenada, esquivó una de las cadenas y golpeó hacia el torso de Spawn. Pero Spawn bloqueó el ataque con su brazo cubierto de armadura, usando la fuerza bruta para empujar a Nightwing hacia atrás.
Robin, viendo una oportunidad, se abalanzó con su espada.
—¡Te tengo!—exclamó, buscando un punto débil en la armadura de Spawn. Pero el anti-héroe se movió con rapidez sobrehumana, esquivando el ataque y atrapando la espada con una de sus manos. Con un tirón brusco, desarmó a Robin, quien rodó hacia atrás para evitar caer directamente al suelo.
—¿Es todo lo que tienen?— gruñó Spawn mientras sus ojos ardían más intensamente.
Desde el flanco, el heroe de azul activó lo que parecía un cañón apuntando hacia Spawn.
—¡Atrás!—advirtió.
Spawn no esperó. Con un giro de su cadena, la lanzó hacia el heroe, atrapando el cañón y desviando el disparo hacia el cielo. El joven héroe retrocedió, sorprendido por la fuerza de Spawn, mientras el chico de verde se transformaba rápidamente en un león y corría hacia él, rugiendo.
Spawn se giró justo a tiempo, atrapando al león con sus manos y lanzándolo hacia un lado con un movimiento brutal. Starfire aprovechó el momento, lanzando un rayo de energía hacia él desde el aire. El impacto lo golpeó directamente, haciendo que retrocediera unos pasos, pero no lo derribó.
—Bien— murmuró Spawn, flexionando sus hombros. —Al menos uno de ustedes parece qué vale la pena para una pelea.—
Sin embargo, mientras la batalla continuaba, Raven se mantenía en la retaguardia, observando con atención. Sus ojos se oscurecieron, y sus manos comenzaron a brillar de un color blanco.
—Hay algo extraño en el—murmuró, concentrándose. Raven era bien conocida como una gran maga entre los superhéroes. Pero también era conocida por ser empática, alguien que podía leer y sentir las emociones de los demás. Al principio la chica no pudo sentir nada de susodicho Spawn. Casi parecía que no poseía sentimiento alguno, pero después descubrió que mantenía a raya sus emociones, porqué mientras luchaba con sus compañeros pudo notar dos emociones que salían levemente a flote del justiciero.
—El... ¿Se está divirtiendo?—se preguntó Raven dudosa. La empática había sentido cómo su felicidad y diversión salían levemente del hombre de negro, algo que ciertamente le parecía extraño y curioso. No podía entender por qué aquel justiciero se divertía mientras peleaba. Pero no era momento para eso, tenía que ayudar a sus amigos.
Spawn, ocupado enfrentándose a Nightwing y Robin, no notó la presencia de Raven hasta que fue demasiado tarde. Con un movimiento sutil, un extraño Cuervo salió disparado hacia el rostro del justiciero.
—¡¿?!— Spawn intento apartarce pero el hechizo era demasiado preciso y reaccionó demasiado lento.
Con un destello de magia, la máscara de Spawn salió volando por el aire, revelando su rostro al completo.
Los Jóvenes Titanes se detuvieron de inmediato, al igual que Nightwing. La sorpresa fue palpable en sus rostros. Frente a ellos no estaba el rostro de un monstruo ni el de un hombre adulto curtido por años de batalla. Era el rostro de un joven, alguien que parecía de la edad de la mayoría de héroes jovenes ahi presentes, con un rostro casi infantil y también lo que mas llamaba la atención de aquel chico era su peculiar cabellera en forma de palmera que se elzaba. Este consiste en tres mechones colgando a la derecha de su frente y dos colgando a la izquierda, su cabello también se levanta en la frente con cuatro picos y tres mechones por detrás. Una expresión marcada por la confusión, sorpresa y cierta irritación plantada en su rostro.
Nightwing bajó sus eskrima ligeramente, su mirada fija en los ojos del joven.
—Tú... tú eres solo un chico— dijo, su voz cargada de incredulidad.
Spawn se tocó el rostro, sintiendo la ausencia de su máscara.
—Maldita sea—Gruñó el joven; sin embargo, a diferencia de antes, aquel tono grave, distorsionado y profundo ya no se encontraba. En vez de eso, un tono juvenil y algo chillón fue escuchado por los Titanes.
Nightwing estaba por decir algo, pero el joven no le dio tiempo. Recuperando su máscara con un movimiento rápido de su capa, los miró por última vez antes de alzar la mano, de donde un brillo verde salió. Antes de que cualquiera pudiera reaccionar, unas llamas verdes aparecieron como un remolino, envolviendo por completo al joven. Y cuando estas se dispersaron, aquel justiciero ya no se encontraba.
—¿Em? ¿Qué acaba de pasar?—Preguntó el chico de verde, confundido a más no poder.
Pero nadie le dio una respuesta, después de todo, la mayoría de ellos estaba igual de confundidos que el.
—Mierda—fue lo único que salió de los labios del chico maravilla.
...
Bueno, aquí acabo el cap.
Espero que le guste.
Si es así, manden un voto.
Porque me hace feliz y los amo.
Si, no pues coman kk, los odio.
Bai
Por cierto si se preguntan del porqué los Jóvenes titanes están en New York, en vez de Jump City es porque decidí usar algunas cosas de los cómics. Asi que ya lo saben
Psd: Intente hacer un edit de Goku con el traje de Spawn, pero me dio weba. Si encuentran por ahí una de eso, pásenla no sean envidiosos.
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