Las hojas anaranjadas de los árboles caían. Días como hoy, le daban el privilegio o la maldición de recordarlo.
Recordar a aquel chico con la sonrisa más bonita y los ojos más coquetos.
Aquel que se había adentrado a su vida antes de que la última hoja cayera. Y al que llevaba escribiéndole desde primavera.
Hacía tanto no lo veía, pero seguía saboteándole. Después de un año de no verlo, de no saber de él. Todo había sido tan diferente.
No había ruido, ni días de campo, no había madrugadas con bailes raros, o noches en vela cantando.
Todo estaba en orden.
Rogaba porque alguien inventara ya las máquinas del tiempo que aparecían en películas, porque se moría por regresar a esos días...si, a esos en donde todavía lo tenía.
La casa sin en él era solo eso, una construcción destinada a ser habitada, nunca más un hogar.

Caminaba lentamente mientras el viento revolvía su cabello, cuando el perro a su lado se detuvo abruptamente y comenzaba a ladrar todo alborotado.

—Yeontan ¿Qué ocurre?—se colocó de cuclillas para tratar de calmarlo mientras acariciaba su bonito pelaje.

Sin embargo no parecía detenerse.
Fue cuando su mirada se dirigió a aquello que llamaba por completo su atención.

Ahí se volvió a topar con él.
Se volvieron a mirar con los mismos ojos. Pero sintiéndose extraños. Su mente explotaba de preguntas y su boca se enredaba con palabras confusas. Su nombre se le escapaba como dos gotas danzando al tocar el océano.
¿Realmente él estaba frente a ella?

La vida había seguido. Pero si lo estaba viendo, mientras esbozaba una sonrisa dudosa y lágrimas acumuladas en mis ojos.

Sabía que en este lugar vivía o moria.
Pero el enamorarse de él ya era una forma de morir.

Él con lentitud se acercó.
Lo había buscado esperando no encontrarlo, él era un nuevo el, ella era un nuevo yo, pese a prometer que jamás cambiarían. Pero seguramente amaban lo que ahora eran.

Aquella extendió la palma de su mano hacia su rostro pero no se atrevió a tocarlo, no quería que esto fuese solo un momento creado por su gran imaginación, así que solo se dispuso a cerrar su puño y a bajar la mirada.
Con una sonrisa melancólica él la tomó eh hizo esa acción que ella no se había atrevido a realizar.

Si estaba aquí. Todo era real.

—¿Cómo es esto posible?—susurró atónita—Se supone que tú...

—¿Estoy muerto?, Si—completó —Fue difícil llegar hasta aquí nuevamente como el fantasma que conociste—contestó con esa grave voz que estaba a punto de olvidar por completo—Pero...necesitaba reinventar un reencuentro, odie sentir como tu corazón se distanciaba de mi, el jodido tiempo que transcurrió lejos de ti, en verdad fue eterno.

—¿C-cómo pasó?

—Estás aliada conmigo, fue como tratar de traspasar un campo magnético que nos separa de otro mundo. Como un cortocircuito entre dos eternidades—explicó—No estaba preparado para dejar todo atrás. Para dejarte...a ti.

Sin dejar que hablara más, prácticamente se lanzó hacia él para sentirlo nuevamente entre sus brazos. Y sabía que no era una casualidad, esto estaba escrito por el mejor guionista. Y si pudiese tener el privilegio u oportunidad de pedirle que cambiara una sola letra a esta historia, por mucho que doliera.
Decidiría quedarse con esta versión.
Porque cada momento le había llevado hacia el, y él hacia a ella.
Todo los había llevado hasta ese glorioso momento.

Donde con todo este amor infinito hacia un pacto.
Un pacto de amarlo...

Amarlo aunque la muerte los separará.

Hasta aquí termina mi primera historia, tiene errores en la narración, en su gramática, etc. Yo estoy consciente de que no es perfecta.
Aún así, espero que haya sido de tu agrado.

Si es así, por favor hazme saber en los comentarios.
Eso me ayudaría bastante para seguir mejorando, y cumplir con sus expectativas.
Si has llegado hasta aquí. En verdad...Gracias por leer.
Los quiere. @Esojairam20

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Mención especial: VivianaNorelys
Por tan bello obsequio que se convirtió en tan hermosa portada. 🤍🍂