3 marzo 2020
V

—No salgas de casa de acuerdo —habló terminando de guardar todas sus cosas en la mochila—En cuanto salga de clases, vendré a ti, ¿Está bien?

—Entendido "jefa"— comenté haciendo comillas y la chica sonrió por la cara que puse.

—Ja ja, muy gracioso, oh, por cierto, deje una muda de ropa sobre tu cama ¿De acuerdo?—cuestiono para verificar que la había escuchado, yo asentí—Me voy —agito su mano y salió del lugar sin nada más que decir.

Rápidamente me cambie, tomé un abrigo, coloqué un cubrebocas y salí del lugar a buscar respuestas. Durante los últimos días, había comenzado a notar una serie de cambios respecto a mi "cuerpo".
Cambios de los cuales no había hablado con Jojo.
La verdad es que la había notado tan emocionada, que no me atrevía a desilusionarla, mucho menos, lastimarla, no otra vez.

Yo no estaba vivo.

Al menos aún no.
Hacia unos dos días, el mismo dolor en el pecho había vuelto y yo comenzaba a desaparecer nuevamente. Sin embargo, había sido solo un momento. Un instante preocupante.

—Buenos días —hablé entrando a aquella tienda en donde se encontraba aquella mujer que Hyun Joo conocía y a quien le tenia un gran afecto.

—Oh, eres el chico de la otra vez—sonrió plenamente acercándose a mi —Creí que estabas en la escuela. De hecho, deberías estar en la escuela.

—Mucho gusto, mi nombre es Kim Taehyung—hice una corta reverencia

—Yo soy la señora Kang Mi Rae —volvió a sonreír —Pero, ¿Qué te trae por aquí tan temprano? ¿Dónde está Hyun Joo?

—En realidad, solo vine a comprar algunas cosas—dije algo avergonzado—Pasaba por aquí y...bueno.

—Claro, entiendo —caminó emocionada hacia las mesas afuera de la tienda —Siéntate, traeré un poco de café y después, me lo contarás todo.

—Tiempo sin verte —habló Jun una vez logró alcanzarla y llegó a su lado emparejando su paso.

—Hola, lo lamento, he estado muy ocupada —le dijo sin detenerse.

—¿Hoy no vendrá ese chico por ti?

—¿Chico?—pregunto entrecerrando los ojos—Oh, hablas de Tae, no, hoy no vendrá. Se quedó cuidando la casa.

—Y..¿Quién es? ¿De donde lo conoces?—pregunto dejando que la curiosidad lo dominara—Digo, jamás lo había visto en mi vida y ahora resulta que, incluso viven juntos.

—Mmm me salvo de algo en lo que pudo volverse tragedia—Y...—guardo silencio un momento—Es mi novio —murmuró dejando que un rubor invadiera sus mejillas—Se que es algo precipitado pero...

—Wow, ¿Tu novio?—interrumpió tomando su nuca, volteando a otro lado—¿Desde cuándo?

—Si no mal recuerdo, fue por el 15 o 16 de febrero—respondió haciendo memoria—Pero ya lo conocía desde antes.

—El día de la fiesta—recordó bajando la mirada.

—Ahh—soltó olvidando ese hecho por completo—Si, el día de la fiesta.

El freno en seco y ella se detuvo una vez lo noto.
No sabia que decir, o como interpretar este incómodo momento.

—Mmm debo, debo irme —dijo por fin tratando de escapar —Necesitó llegar temprano a casa.

—Ahh, si, claro—contestó con la mirada baja—¡Jojo espera!—interrumpió antes de que se alejara lo suficiente.

—¿Si?

—Aún...somos amigos ¿Cierto?

—Si, claro, amigos—respondió sonriéndole con sinceridad—Te veo luego Jun, deberíamos salir algún día.

—Por supuesto, yo siempre estaré para ti—contesto recibiendo sólo una sonrisa por parte de la chica, para después finalmente seguir con su camino.

V

—Me alegra que ella haya encontrado por fin algo que la haga feliz—agradeció dándole un sorbo a su café mientras el aire le revolvía la coleta.

Hice lo mismo sin saber que contestar, ni que pensar. Todo comenzaba a complicarse.

—Sabes—volvió a hablar dejando el vaso sobre la mesa—Conocí a Jojo desde que estaba en el estómago de su madre—comenzó acompañada de una risa graciosa—Éramos buenas amigas, y mi difunto esposo conocía al suyo, fue algo trágico el que no haya vivido para ver en la gran persona que poco a poco se convierte su hija.

Sonreí. Hyun Joo sin duda era una chica grandiosa, que estaba destinada a algo grande.

—Fue difícil para ella, perder a su padre y lidiar con esos problemas, tú sabes—se aclaró la garganta—Ni siquiera sabe que le pasó, su papá, un día simplemente, no regreso.

—¿No lo hizo?—cuestione frunciendo el entrecejo por tan repentina confesión.

—No, desapareció justamente un día antes del cumpleaños de su Hyun Joo, 16 de Enero, jamás lo olvidaré—contestó tranquila.

Abrí mis ojos como giradiscos y mi respiración se volvió acelerada.

—¿Que ha dicho? ¿16 de enero?—balbuce tropezándome con las palabras—¿De que año? —pregunté comenzando a sentirme intranquilo.

—Hyun Joo cumplió 16, así que fue en el 2013—contestó.

—No puede ser —susurré paranoico—De casualidad, ¿Tiene alguna foto?

—Aguarda un momento, tienes suerte, creo que tengo una—mencionó sacando su cartera —Aquí está, es el de la derecha, el otro es mi esposo.

La tomé rápidamente y al verlo sentía que mi mundo se desmoronaba lentamente. Era el mismo hombre que vi cuando visite el museo.
Era el mismo hombre, estaba seguro.

—Lo siento Señora Kang—me disculpe levantándome con tanta rapidez, que incluso la silla terminó en el suelo—Necesitó, necesitó irme.

Después de la pequeña plática con Jun, se había dirigido a una librería, en donde, hace un tiempo, Tae había visto un libro que llamó su completa atención. Quería regalarle algo ahora que podía hacerlo.
Una vez terminó, con tranquilidad se dirigió a casa. Pero al llegar frente al departamento, noto que la puerta se encontraba ligeramente abierta, por supuesto, ella no recordaba haberla dejado así.

—Ya volví—exclamo entrando y cerrando detrás suyo —¿Tú dejaste la puerta abierta Tae?—pregunto caminando a la sala una vez dejo la mochila en el suelo.

Extrañamente no había ni un solo ruido, lo cual era preocupante.

—¡Tae!—volvió a gritar y caminó para verificar los cuartos, pero como ya se imaginaba, estaban completamente vacíos—Demonios Tae, te dije que no salieras.

Regreso de vuelta a la entrada para tomar su mochila del piso y saco aquel libro.

—No puedo esperar a dártelo—susurró emocionada y lo coloco sobre la mesa, pero al hacerlo notó una carpeta color azul que se posaba en esta. Por supuesto, la curiosidad terminó por invadirle.

Así que, con confusión lo tomó y abrió con delicadeza para revisar lo que había dentro.

—¿Qué hace esto aquí?—frunció el ceño confundida, puesto que recordaba haberlo guardado en su habitación—Kwong Dong Gu —susurró al leer aquel informe que hace un tiempo habían tomado de la policía.

Entonces recordó lo que Taehyung le había dicho afuera de los juzgados.
"El señor que está ahí, siento que jamás lo he visto"
"Él se me hace un completo extraño"

La chica, sacó su celular rápidamente de la bolsa y tecleo aquel nombre en el buscador.

—¿No hay antecedentes?—dijo leyendo aquella información—¿Porqué no hay antecedentes?

—Justo como lo recordaba, eres muy inteligente—habló una voz masculina a sus espaldas.

Ella volteó rápidamente visualizando a un hombre alto, pantalón negro y chamarra color militar, llevaba un cubrebocas consigo tapando la mitad de su rostro.

—¿Quién es usted?—dijo con una voz entrecortada acercándose a la cocina—¿Y que hace en mi apartamento?—con rapidez tomó un cuchillo de la cubertería y apuntó hacia él desconocido— ¿Cómo entró?

—No cambiaste la clave—respondió quitándose él cubrebocas.

Al instante se sorprendió, no lo podía creer. Sus ojos no podían asimilar a la persona que estaban viendo.

—Tú—susurró y las palabras comenzaban a jugar a las escondidas, sentía que en cualquier momento sus piernas no responderían—Pero tú estás...

—¿Muerto?—completo por ella—Estoy aquí, y estuve detrás de ti todo este tiempo.

—Esto es prácticamente imposible—habló con suma rapidez, bajando el arma lentamente—Los policías dijeron que...incluso traían consigo tus...fui a ver tu cuerpo—las lágrimas no tardaron en hacerse presentes y comenzaban a recorrer sus mejillas.

—Lo siento—susurró bajando la mirada.

—¿Eso es todo?—exclamó negando repetidas veces—¿No crees que necesitó una buena explicación?

—Es todo mentira—confesó mirándola de vuelta —El hombre que viste, yo deforme su rostro, incluso quite sus huellas dactilares, no era tu padre, en cuanto a las pertenencias, yo las deposité en el, yo lo planeé todo para que tú...

—Tú me abandonaste—solto sin poder creerlo.

—Hija, escucha, todo tiene...

—¡¿Porqué lo hiciste?!—grito alterada—Iba a cumplir 16 años, sabias el gran problema con el que estaba lidiando y aún así, me dejaste.

—Hyun Joo, no tienes idea de cuanto te extrañaba, yo...—comenzó a caminar hacia ella.

—No te acerques—le frenó colocando nuevamente él cuchillo frente a ella para hacer que se detuviera—Estaba tan perdida.

Las lágrimas a este punto eran imparables. Su corazón dolía tanto que incluso llegó a pensar que en algún momento se rompería en miles de pedazos y moriría ahí mismo.

—Era una niña perdida que no importaba y que pensaba que nunca lo haría, una chica que lloraba todas las noches porque quería de vuelta a su padre.

—Hyun Joo, amor...

—¡No me llames así!—grito aún más fuerte haciendo sobresaltar sus venas—Espere durante años a que aparecieras frente a mi—respiro profundo tratando de que el aire le regresara a los pulmones—Pero ya no soy más esa chica a la que dices extrañar tanto. ¿Qué esperabas? ¿Qué te abrazara y dijera que te extrañe?

Soltó secándose las gotas que resbalaban por sus mejillas bruscamente con la manga de la sudadera.

—Terminaré la universidad, conseguiré un gran empleo, y estoy segura de que no te necesito para eso—dijo con firmeza —¡Esa chica estaría mejor ahora si nunca te hubiera amado en absoluto!

—Hija por favor, sólo...

—Sólo, respóndeme esto—lo interrumpió —¿Porqué me hiciste algo así?

—Tú madre, estaba enferma y a punto de tenerte—comenzó—Estaba aterrado, angustiado, la llevé al hospital más cercano, necesitaba ayuda, pero el Doctor Kim, no quiso recibirme

Guardo silencio por un momento y luego continúo.

—Intente y volví a intentar sin tener éxito, así que di la vuelta, cuando estaba a punto de rendirme—se detuvo bajando la mirada—Un amigo me llevo con un monje, pero sólo logro salvarte a ti.

—¿Y eso que tiene que ver con tu desaparición?—se atrevió a preguntar.

—No tenía dinero, había perdido mi trabajo, y tú...Siempre fuiste diferente a los demás niños—habló nuevamente—Pero el mismo amigo, volvió a ayudarme, Dong Gu.

—¿Dong Gu? ¿Kwan Dong Gu?

—Teníamos la misma situación, todo pasó tan rápido, no pensamos en la consecuencias

—¿Qué pasó tan rápido?—cuestiono frunciendo el ceño—¿Papá que hiciste? —preguntó mirándolo incrédula.

—Yo...asesine al hijo del doctor Kim —soltó—Yo maté a Kim Taehyung.