24 | GÉMINIS | F I N A L
Los ojos de Reven o Géminis estaban sobre mí, al igual que la interrogante mirada severa de la chica de piel morena. Ambas esperaban una respuesta directa y certera sobre el anillo que me mostraban en una mano.
La ansiedad que corría dentro de mi era desesperante a tal punto que podía jurar que podían oírse perfectamente en el silencio, sin embargo los relámpagos de las nubes sobre nuestras cabeza minimizaban los latidos alterados de mi corazón en mi pecho. Mi garganta estaba cerrada y no dejaba que ni una sola palabra o sonido pudiera salir de mi sin salir tendida en un fino y delicado hilo prácticamente inaudible. Me sentía tan bajo presión que no se podía comparar con la sensación acelerada de un robo a un Banco o QRR, era una decisión-literalmente-de vida o muerte.
Los ojos avellanas de Eva delante de mi carcomían mi alma y me hacían sentir vulnerable. Sus ojos parecían expectantes, serios, preocupados y suplicantes. Como si deseara que la respuesta fuese real, que realmente dijera que sí lo sabía. Quería ir hasta ella, sollozar delante y decirle mil y unas veces el tiempo que soñé y lloré por su-supuesta-partida, quería abrazarla por completo y sentir su calor corporal abrazarle del mismo modo. Yo quería estar cerca de ella de nuevo, sólo una vez más. Tan sólo un poco, pero ella el mundo que le rodeaba era más peligroso que una mafia, era más hiriente que una bala, era más siniestro que un secuestro. Era Géminis, sibilino de Dépayser.
Mi corazón dio un vuelco dentro de mi pecho, sintiendo como las lágrimas se acumulaban en mis párpados pero no quería demostrarles lo que ellas querían ver en realidad. No podía hacerlo o esto terminaría con Eva realmente muerta, y no quiero volver a perderla, y esta vez, de forma definitiva. Quería, algún día, o tal vez en otra vida, volver a sentirla cerca, a tocarle y oírle de nuevo pero en otras circunstancias. No en un momento donde ellas rogaban que conociera mi verdadera historia como sibilino descendiente de Leo.
Sagitario pidió, me rogó y me contó la realidad poco antes que ella llegara. Ella me dijo todo lo que había sucedido desde el primer día en el cual nuestros padres fueron asesinados a manos de Albino porque estos habían encontrado las verdaderas intenciones del jefe; destituir a Apus y gobernar cada organización criminal hasta crear una red impenetrable y capaz de atentar cualquier gobierno del mundo con el fin de ser el único gobernante. Y tenía el acceso y el poder para hacerlo.
Albino le obligó traicionar descaradamente a Sagitario, aunque ella nunca quiso hacerlo, pero si no lo hacía iba a matar a Géminis también. Y no quería perder a otra gran amiga, no era uno de sus planes. Sin importar que doliera decepcionar a Eva, debía tomar ese camino para protegerla de Albino, como ella había elegido cuidarme desde el primer momento como Géminis a pesar de lo que significaba hacerlo.
Sagitario me mostró cada fotografía, cada evidencia y cada dato sobre lo que éramos Eva y yo antes. Sobre quiénes éramos antes de ser un comisario y ella una sibilino. Y luego me contó la historia de Eva durante su trayecto en Dépayser, contándome con detalle las formas en las cuales ella me investigaba en silencio hasta que Albino lo supo y encontró el momento indicado, usando a Louis, disfrazándolo de ser una rata traicionera, para secuestra a Géminis e intentar matarla al simultáneo que a mí. Pero sus signos hermanos (Libra, Aries, Escorpio) siempre lograban dar con ella y sacarla antes de que acabaran con ella, y al mismo tiempo me salvaban a mí.
Toda el aura que rodeaba a Dépayser era tan densa y oscura, que de tan solo pensarlo, se me erizaban los pelos del cuerpo como piel de gallina. No quería estar involucrado en algo así y mucho menos con mi puesto en la policía como uno de los comisarios. Me daba miedo saber qué pasaría si decía que sí; ¿La matarían? ¿Me matarían? ¿Qué pasaría? Pero y si decía que no; ¿Volveré a verla de nuevo? ¿Sabré de ella? ¿Nos dejarán en paz?
Sin importar cuál de las dos respuestas diera, cada una tenía un pro con varios contras. Pero no importaba los pros o contras, sino el seguir vivo, ¿No es así?
-No... es un anillo. -respondí y sentí como una daga se clavaba en mi pecho y cruzaba por completo hasta mi espalda.
La mirada de Eva pareció palidecer y unas gotas de lágrimas comenzaban acumularse en sus ojos hasta comenzar a caer. Mi corazón se partió por completo, sintiendo como si me faltara el aire. Mis pasos avanzaron en silencio hasta ella, sin querer hacerlo realmente, no tenía la intención de acercarme porque no sabía cuál iba a ser su reacción. Pero su cuerpo tiritante y su mirada expresaban el dolor que tenía acumulado en su interior y que ahora estaba expresando mediante un sollozo.
La abracé por completo. Ella se paralizó unos segundos antes de entender la situación y me devolvió el abrazo con fuerza. Tomé su cabeza con cuidado, acariciándole para intentar calmar su llanto pero eso parecía intensificar su sollozo. Su rostro escondido en mi hombro y sus débiles lloriqueos que buscaba reprimir hacían que mi corazón fuese extirpado de mi pecho para luego aplastarlo con un mazo de metal con púas.
La chica de piel morena, Lara, miraba la escena enternecida y con unas ligeras lágrimas acopladas en sus párpados. Como si le doliera también a ella la respuesta dolorosa que había dado.
No quería decir que sí, no quería que la mataran por mi culpa. No me permitiría perderla en definitiva. Al menos diciendo que no reconocía aquel anillo me haría saber que ella está con vida junto a sus amigos, quienes también la aprecian y aman tanto como yo. Y estoy seguro que ellos serían capaces de continuar cuidado de ella como siempre lo han hecho hasta el día de hoy. Esto es todo lo que podía llegar a hacer por ella para protegerla, de la misma manera que ella me estuvo cuidando por meses para evitar que me mataran y lo hicieran parecer un homicidio común y no un complot.
Me aparté de ella hasta que nuestros cuerpo se separaron y creé una barrera entre ambos, y fue cuando mi corazón dejó de latir al ver a Eva mirarme con dolor y desilusión en mis palabas. Sus mejillas mojadas y también rosadas junto con sus ojos cristalinos que parecían observarme de la misma forma que ve un cachorro a su dueño cuando sale de casa un día. Su rostro triste y las líneas de agua salada de sus ojos me destruía cada vez más y más, intentando no llorar delante de ella y decirle que sí, reteniendo mis impulsos.
Sagitario dijo que estaría bien mientras finja que no conozco nada de Dépayser. Que al fin y al cabo, ese era el problema principal de mi búsqueda e intentos de matarme, junto con la protección que Géminis trataba de darme continuamente. Mi conocimiento sobre los sibilinos y su mundo debían parecer nula para cuidarla a ella.
-Si él no sabe nada, entonces es mejor irnos ahora. -la voz tendida en un hilo de Lara interrumpió la dolorosa escena con una daga.
Eva asintió con dificultad mientras limpiaba su rostro con sus manos, quitando de por medio cualquier rastro de llanto. Se giró sobre sus talones y caminó hacia el pasillo para entrar a una habitación y cerrar la puerta detrás de ella. Miré a Lara con el dolor carcomiendo mi alma de forma tortuosa y ella me sonrió con debilidad, que más bien pareció una mueca a medio camino.
-Gracias. -murmuró con tristeza. Entonces supe que ella también estaba involucrada con Sagitario y sabía lo que yo acababa por hacer por el bien de Eva.
Buscó algo dentro de sus bolsillos hasta sacar una pastilla del interior. Miré el medicamento que me ofrecía como si fuese algún caramelo y luego alcé la mirada hacia ella en silencio, entendiendo lo que quería que hiciera.
La pastilla me dormiría.
La tomé y le agradecí con la mirada, ella sonrió de forma diminuta, como si buscara tranquilizarme y hacerme sentir bien por la decisión que había tomado. Me dolía como mil apuñaladas-y sufrí varias a lo largo de mi trabajo-pero estas eran tan dolorosas que superaban cualquier tipo de dolor físico, era lento y silencioso, no había forma de sanarlo directamente. Estaba ahí, doliendo contantemente y eso me mataba cada vez más y más.
-No soy quién para decirte esto pero, -habló interrumpiendo el silencio lúgubre que se había formado y parecía consumir las emociones de todas las personas en aquel departamento.-Eva realmente te ama y te aprecia desde el día en el que desapareciste. Espero que algún día, de algún modo, puedan volver a estar juntos... al menos en otra vida. -ella tomó mis manos entre las suyas, sintiendo el frío que estas poseían y como temblaban. Le miré en silencio, tratando de tragarme mis emociones todo lo que me era posible.-Prométeme... prométeme que en otra vida la buscarás.
Asentí lentamente, mientras soltaba una sonrisa amarga ante la promesa que Lara me pedía hacer.
-Lo prometo. -le respondí, con la voz colgando de un hilo de araña débil.
Le vi sonreír agradecida y luego me abrazó con fuerza y sentí como si mis dolores se disipaban un poco ante el consuelo que Lara trataba de darme. Le devolví el abrazo del mismo modo por unos cuantos segundos hasta que ella se separó para mirarme con una deslumbrante sonrisa que parecía iluminar con mayor intensidad que el mismísimo sol.
-Tómate la pastilla ahora, te dormirá por unas cuantas horas. Es para que Géminis no haga o diga algo innecesario. Cuando despiertes vete a Comisaria y dile a Conway que Reven Ge volvió a Detroit. Él entenderá. -me pidió Lara y asentí, sin el poder para emitir alguna palabra.
Miré la pastilla en mi mano derecha sobre mi palma. Viendo como esta sería la última vez que vería en carne propia a Eva Williams, pero esta vez con la diferencia de que sabré que está viva en otro país junto a sus amigos haciendo una nueva vida mientras ejerce como Sibilinos.
Inhalé una gran cantidad de aire antes de cerrar los ojos y tomar a la pastilla blanca. Sentí como esta pasaba por mi garganta hasta caer dentro de mi cuerpo. Abrí los ojos para ver a Eva caminando lentamente hacia mi con un semblante destuído y dolido. Mis ojos comenzaron a pesar demasiado, mi visión comenzó haciéndose borrosa lentamente hasta que la oscuridad me ganó por completo y todo lo que veía era un manto negro que se apoderaba de mis sentidos. Finalmente no sentí nada más que la nada. No había ruidos, no habían emociones, tampoco olores e imágenes.
El mundo no gira entorno a lo que vives, sientes o escuchas. Muchas cosas no existen, muchas de las cosas que hemos viso a veces no son reales o no son como pensamos que realmente son. Aquella fachada manipulada puede distorsionar cualquier realidad sin nada más que una mentira.
Las mentiras pueden ser pequeñas e insignificantes, pero si se cree lo suficiente en ellas, pueden hacerse realidad. Pueden ser reales y pensar que lo son, pero no dejan de ser aquello. Y una vez que se destapa la realidad, finalmente te darás cuenta lo cruel y dolorosa que puede llegar a ser la vida con una sola persona.
Las decisiones que tomes pueden afectarte de una u otra manera, tal vez era una pequeña elección de colores, un camino, o tal vez una palabra de sí o no, pero si algo aprendí. Está en ti elegir las decisiones que elegirán el camino que tomarás, siempre sacrificarás algo y obtendrás otra cosa a cambio. Porque nunca se gana sin dar algo.
Greco eligió por encima de sus emociones y deseos el bienestar y la vida de Eva, por su bien. Como ella decidió cuidar de él sin importar que aquello conllevara a colocar una soga en su cuello. Al final, ambos cruzaron sus caminos de nuevo y ambos decidieron el cuidado y bienestar del otro. Protegiéndose a sí mismos y confiando plenamente en el otro, porque el amor también es sacrificio.
[ ⚔️ ]
Cargó el arma que tenía en manos y la dejó sobre la mesa de cristal, azoándola y casi partiendo la misma del golpe. Su rostro fruncido en enfado era bastante visible y demostraba que, si le molestaba, te partiría el cuello de una patada. Cargó su pequeña arma de bolsillo para luego colocarla en su cinturón en la espalda para que así nadie pudiese verla.
Sus ojos marrones notaron la presencia de la persona que menos quería ver en ese momento. Soltó un suspiro mientras se giraba sobre sus talones para caminar hacia un gran armario empotrado de la habitación blindada, abrió las puertas y de allí sacó un chaleco negro con bordes rojos. Se lo colocó también en silencio y de forma apresurada.
-¿En serio estás enfadada? -preguntó el chico de tez morena, tomando el arma sobre la mesa con cuidado y apuntaba hacia ella con una mirada que parecía vacilante. Aunque el semblante duro y severo cargado de odio de la peli-naranja fuese capaz de destruirlo con solo mirarlo.
Abrochó su chaleco hasta dejarlo seguro en su sitio para que protegiera su cuerpo. Y caminó hasta él, dando unos cuantos y escasos pasos para quitarle el arma de un movimiento y cargarla entre sus manos enguantadas. Volvió a caminar, chocando su hombro con él con fuerza pero él la detuvo tomándola por el brazo y obligándola a mantenerse en la habitación.
-Te conviene soltarme, Jones. O te juro que te lleno de agujeros. -amenazó, sin ni siquiera moverse del sitio ni mirarlo. Pero él tampoco la soltaba.
-Inténtalo. -le enfrentó y entonces la chica de pelo naranja se giró por completo sobre sus pies y le apuntó severa contra él. Quién no pareciera inmutarse de aquello, sino que le veía con una intensa sonrisa como si estuviese orgulloso.-Morir por ti, es mi cometido.
-Me das asco, Derrick. -bramó con la ira controlando su cuerpo y mente.
A pesar del odio que Melania tenía en su cuerpo, no pareciera que aquello le afectase en mayor o menor medida a Derrick. Al final, ella estaba agradecida con él por haberla salvado del fusilamiento en Federal. No podía evitar salvar a lo que él llamaba como, Artemisa moderna.
-Me debes las gracias, Artemisa.
-Sigues dándome asco.
Al final, la promesa que Greco le había hecho a Lara sí se había cumplido.
¡Este es el final definitivo de Géminis!
Espero que esté libro les haya gustado tanto como a mí al escribirlo, la verdad es que me la pasé bien creando y narrando las historias como también los capítulos.
Quiero agradecerles por hacer llevado hasta aquí conmigo, estoy totalmente agradecida con ustedes por el apoyo constante que me dieron durante estos meses dejando sus comentarios llenos de amor y ánimos como también sus preciosos votos.
Espero volver a escribir otro libro próximamente dónde pueda volver a estar en contacto con ustedes.
Muchas gracias y hasta aquí llega Géminis.
Bloody les ama. 💖❤️
-Homicidal_Bloody
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