19 | GÉMINIS
Se levantó, de golpe. Como si su mente hubiese notado antes que ella donde se encontraba. No conocía en lo absoluto la habitación donde se encontraba. Sus ojos escanearon cada parte del cuarto tratando de buscar algo que le diese una pista de donde se encontraba pero todo estaba muy oscuro, no había una sola luz más que la claridad del exterior avisándole que era de día. Palpó su cuerpo, tratando de encontrar sus armas y cuchillos pero no estaban. Se lo habían quitado y entonces su mente hizo un recordatorio de lo que había pasado antes de estar en este sitio.
Habían asesinado a Francisco.
Un nudo se formó en medio de su pecho al recordar aquello. Cerró los ojos como si tratara de negarse a la realidad que ahora debía afrontar, ejerciendo presión con sus parpados y buscando que no se formaran lágrimas en sus ojos. No era momento para llorar, tampoco quería hacerlo sin embargo su corazón le decía que lo hiciese.
—Eres Géminis, no Eva. Espabila coño. —se dijo a sí misma. Tratando de mentalizarse para tratar evitar sus emociones y pensamientos sobre lo que había sucedido.
Golpeó su rostro con la palma de su mano unas cuantas veces, tratando de eliminar cualquier tipo de sensación que le hiciese sentir mal y no le permitiera concentrase en lo importante: el lugar donde estaba.
Volteó a su lado, viendo una mesa pequeña con una lámpara encima, la cual encendió e inmediatamente el cuarto se iluminó en un tono amarillo, casi naranjo. Se levantó con un dolor soportable en su cuerpo. Le dolía por completo todo pero podía soportarlo lo suficiente, así que se colocó sobre sus dos pies y observó la habitación donde estaba nuevamente. Mirando todo lo que había a su alrededor.
Avanzó hacia una cómoda que había contra una pared, viendo que encima de esta habían unos cuantos cuadros con fotos en su interior. Junto a unos floreros con flores descuidadas u secas dentro. Podía identificar por la tierra sobre el mueble que no suele cuidar ni limpiar su casa, o no suele estar en la misma por mucho tiempo.
Tomó uno de los cuadros sobre la cómoda entre sus manos, con cuidado viendo la imagen en su interior. Eran los padres de Greco y él cuando era un niño pequeño, alrededor de los nueve años. Una sensación de añoranza y miles de recuerdos invadieron su mente como un huracán de sensaciones. Estaba en la casa de Greco. Y aunque no sabía el por qué estaba allí algo le decía que estaba en el sitio correcto y en el lugar seguro, estando aquí no le sucedería anda.
La puerta a un lado suyo se abrió, y Géminis se exaltó. Era Greco. En sus manos tenía un vaso de cristal con agua en su interior. Eva le miró por unos cuantos y largos segundos estática, y luego dejó el cuadro con bordes de madera sobre su sitio nuevamente. Retomando su acción de observar las fotos que habían sobre la cómoda de la habitación. Se quitó el cubrebocas de la cara, dejándolo colgado de su cuello. Sentía que no podía respirar si lo mantenía en su lugar.
Greco entró a la habitación en silencio, cerrando detrás de sí para así caminar hacia la mesa a un lado de la cama y dejar el vaso con agua sobre la misma junto a una pastilla que le ayudara a calmar el dolor por si despertara. Se lo había recomendado Isabella. Se cruzó de brazos mientras le veía en silencio observar las fotos sobre el mueble, no le molestaba que lo hiciera, realmente le daba bastante igual que lo estuviese haciendo.
Caminó unos cuantos pasos hasta quedar a su lado, viendo que ella tomaba finalmente un cuadro con una foto particular. Eran él y Eva. Tanto Géminis como Greco, sus corazones se encogieron ante la imagen de ambos siendo unos niños pequeños que siempre fueron unidos y eran risueños, reían y vivían la vida como cualquier otro niño. Ambos extrañaban la misma cosa pero ninguno de los dos se animaba a decir algo o sabían la realidad de lo sucedido, es como si algo superior se los impidiera.
—Es Eva. —habló Greco, desviando la mirada hacia Géminis que parecía escanear la imagen.—Aunque creo que lo sabes.
Géminis no respondió, hasta que optó por dejar el cuadro en el mismo sitio donde estaba anteriormente. Tratando decir el mínimo de palabas posibles, no se sentía con las ganas de decir algo y estaba segura que si lo intentaba sus palabras iban a estancarse en su garganta y como remplazo solo saldría un chillido agudo tendido en un fino hilo. Y eso detonaría su estado de ánimo.
—¿Qué te ocurrió, Géminis? —volvió hablar Greco, esta vez haciendo que ella volteara el rostro para mirarlo. Viendo que este le observaba con un sentimiento de preocupación y desconcierto en sus ojos. No sabía por qué ahora los ojos castaños del contrario se veían como el lugar donde podía refugiarse cuando debía ser al revés.
Greco le vio abrir la boca varias veces, como un pez debajo del agua. Quería hablar, quería explicarse ante él pero no podía encontrar las palabras correctas para hacerlo y como consecuencia, cerraba la boca. Desvió la mirada hacia un lado mientras apretaba los labios haciendo una línea recta, evitando la expectación inmóvil de Greco sobre su perdonas, esperando una respuesta razonable sobre lo que había sucedido.
—Asesinaron a mi mejor amigo. —le respondió, soltando de golpe aquello. Su voz tropezó en el trayecto, fue inestable y Greco lo notó en el momento que su voz salió de sus labios. Soltó un gran suspiro, tratando de tragarse las inminentes ganas de sollozar en su lugar con las imágenes de lo que había pasado en esa noche. Cerró los ojos de nuevo, tratando de evitar que sus lágrimas salieran a la luz frente de Greco.
Cuando notó que no pudo contenerlas más, se volteó ante él. Dándole la espalda por completo mientras buscaba una forma por secar sus ojos con sus manos y detener sus lágrimas silenciosas. Se sentía idiota e incluso hipócrita llorando frente a la persona que—supuestamente—tiene que cuidar debido a lo que estaba ocurriendo en torno a él. Pero sin embargo, que su mente le mostrase una imagen de lo que había pasado anoche le hacía sostener su corazón en sus manos y no saber cómo sentirse ante aquello. Sabía que había dejado a Greco perplejo y estático en su sitio, pues no es común que alguien te diga de la mismísima nada que ha muerto su mejor amigo.
—Joder, lo siento muchísimo. —le respondió, sintiendo un sabor muy amargo en su boca ante lo 1ue ella acababa por decirle.—De verdad, no... no tenía idea.
—Tengo que irme. —sentenció. Comenzó a caminar hacia a puerta sin mirarle directamente a Greco, no quería mostrar sus lágrimas ante él. Se supone que debía protegerlo y mantenerlo alejado de todo, con esta imagen de ella perdía el respeto y profesionalismo sobre su entorno. Y esto complicaría mucho las cosas.
—¿Qué? No. —le respondió Greco. Contraatacando su decisión. La tomó por el codo, evitando que avanzara más, acto que Géminis rápidamente notó por lo que se giró sobre sus talones alterada, casi actuando a la defensiva.—Sagitario me dijo que no debía dejar que nadie de vea. Ella me mandó a buscarte.
—¿Sagitario? ¿Don-dónde estaba yo? —cuestionó confundida, no entendía.
—Estabas tirada en medio de la carretera, a las afueras de Sandi. —le respondió, sonando más tranquilo y sereno. Como si no buscase asustarla, sintiendo su corazón ser sostenido por un ligero hilo cerca de un precipicio al ver las lágrimas en los ojos avellanas de Géminis. No la conocía de, absolutamente, nada y no entendía por qué había tomado la confianza y cariño suficiente y tan rápido para preocuparse por ella—¿Por qué estabas en ese lugar? ¿Qué te han hecho?
—Greco, él murió por ayudarme. Por intentar ayudarme. —le respondió, tratando de hacerle entender que no necesitaba que la ayudara. De esa maneta se estaba condenando a sí mismo.—Dentro de mi organización, donde pertenezco, mi superior sabe algo y no quiere que me entere. Te concierne a ti. Por eso estoy aquí, para protegerte.
—¿Protegerme de qué? ¿De qué hablas?
—Greco, porque... —se detuvo. Cortando la palabra en seco al notar lo que estaba por decir. Su mente retumbaba diciendo que terminara la frase, que dijese quien era ella.
"Dites la vérité à Greco, Eva".
Inhaló aire con lentitud, llenando sus pulmones del mismo para luego soltarlo de la misma forma. Enfocó su mirada sobre los ojos confundidos y expectantes de Greco encima de ella. Cerró los ojos nuevamente, sintiendo como—dentro de su pecho—se formaba un profundo pozo donde se tragaba a su corazón y le daba aquella sensación tan odiada de angustia plantándose en todo su cuerpo.
—Nos llaman Sibilinos. La organización es Dépayser. —le dijo, y notó que la incertidumbre de Greco se multiplicaba ante la palabras extrañas que acababa por decirle. No tenía ni idea que estas existían, y una parte de él le decían que ni siquiera estaban en castellano.—Lo que pasó con Eva no fue una desaparición. Ni sus padres un asesinato. Ninguna de las dos puntas es real. Tú tienes una versión errada, yo también. Ahora bien, ¿Qué fue lo que pasó realmente?
—No entiendo a qué quieres llegar.
—Greco. Mi superior alteró ambos pasados para que ninguno supiese del otro nunca más, pero... —se interrumpió a sí misma, notando que acababa de confirmarle a Greco una de sus dudas.
—¿Estás diciendo que Eva está viva? ¿La... la conoces? —le interrogó, con su garganta cerrándose de pronto, evitando que pudiese decir más palabras ahora.
—Sí, está con vida.
—¿Don-dónde está? —el corazón de Greco se estrujó con fuerza, apretándose contra su pecho del mismo modo. Y su garganta se cerró por completo haciendo que un sentimiento de angustia y dolor se clavara en medio de su pecho junto con una pequeña pizca de esperanza ante lo que acababa por decirle Géminis.
Delante de ti.
—No puedo decirte. —le respondió entre dientes. Apretando la mandíbula de la frustración. No quería decirle quién era ella ahora, porque acababa por confirmar una de sus sospechas y sabía que decirle quién era ella realmente lo condenaría a la muerte definitiva.
Todo esto era un solo capítulo pero decidí partirlo porque se me iba lsndlala
Que F para Géminis tiene todo mezclado y encima el metido de Greco quiere saber lajdosl bueno, le corresponde 👀
Yo, el fandom, el mundo con Karchez siempre
Espero que les haya gustado este capítulo de ser así no olviden dejar un like o estrellita. Me ayudaría muchísimo a continuar escribiendo. 💖
Nos vemos.
—Homicidal_Bloody
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