12 | GÉMINIS
El cielo estaba siendo abandonado por el Sol, despidiéndose del mismo para dejar que Luna sea quien cuide de las estrellas junto al manto negro sobre la ciudad para ser quien vigile a los seres humanos y la ciudad a sus pies. Siendo quien se enterara de todo lo sucedido. El clima era demasiado caluroso, tanto que parecía el interior de una tostadora encendida y las tostadas fuesen los ciudadanos, era un calor insoportable y molesto por más que el Sol ya no estuviese sobre sus cabezas.
Reven observó por el espejo retrovisor del patrulla mientras este se detenía detrás de un vehículo, esperando el semáforo que acababa por colocarse en rojo. Su brazo estaba sobre la ventanilla abierta mientras conducía con tranquilidad, patrullando la zona con Dan, pues Serjay estaba de baja debido a lo sucedido hace una semana en el Banco Central. Pasarían unos cuantos días para que las heridas de las balas que había recibido se sanaran por completo.
El chico con pasamontañas negro observaba en silencio la pantalla de su móvil sentado en el lado del acompañante. Entre ambos se escuchaba el sonido de la radio con su música programada, donde cada tanto el locutor de la emisora comentaba y charlaba para hacer más llevadera la calurosa noche de Los Santos.
—¿No tienes calor con eso en la cabeza? —le preguntó Reven, mientras desviaba la mirada hacia él unos segundos al mismo tiempo que tomaba su cabello en una coleta y lo enrolla hasta dejarlo en un rodete alto.
El chico de ojos azules desvió la mirada del móvil, apagando su pantalla.
—La verdad sí, me estoy asando. —le respondió con sinceridad y Reven rio con ligereza ante el tono bromista que había usado.
Devolvió la mirada al frente en tanto los autos comenzaron a moverse para avanzar en el carril, y ella comenzó hacer lo mismo. Dan dejó el teléfono móvil sobre la guantera, mientras enfocaba su mirada al exterior de la ventanilla, viendo desde su lugar a las personas caminar y pasear por la acera, yendo y viniendo de un lado al otro. Saliendo de sus trabajos y volviendo a casa.
Reven hacía lo mismo que él, miraba a su alrededor con tranquilidad mientras conducía haciendo su código 10-33 (patrullaje), cumpliendo sus horas de trabajo como debía ser con todos sus compañeros. Hacía unas horas había quedado como H-50 (superior a cargo), siendo la mayor a cargo de la malla debido que el Superintendente y el Comisario Volkov habían salido de servicio para estar de incógnito, sin embargo estaría en radio por si llegase a suceder algo imprevisto. Reven sabía por qué habían realizado el 10-10 (salir de servicio), se debía a que seguramente se reunirían con Freddy o algún informante anónimo que le proporciona la información sobre bandas y mafias.
—H-50, ¿Me recibe? —cuestionó Vega, por radio.
—10-4, Vega.
—Informo, estábamos en un 10-33 con Arsacio, hemos recibido el llamado de un Bar de la ciudad por dos personas en estado grave de ebriedad.
—Vale, pues llévalos a Comisaria para llamar algún familiar.
—Son el Comisario Greco y el oficial Louis.
No me jodas, Vega. No me jodas ahora.
—Joder. Vale, déjalos en la sala de enfermería y que pasen a noche ahí.
—10-4, Ge pero tenemos un problema.
—¿Qué problema?
—No acata las órdenes porque reafirma su autoridad como comisario. Se niega a subir al patrulla. —le respondió y Reven aplastó los labios haciendo un puchero decepcionada y molesta al mismo tiempo. Observó unos segundos a Dan que estaba a su lado, viendo como este trataba de tragarse la risa que tenía ante la imagen mental sobre la ebriedad del comisario y el oficial Girardon.
—10-4, envía 10-20. —habló esta vez Dan por radio mientras Reven se detenía nuevamente en un semáforo en rojo.
—10-20 enviado. —avisó Arsacio, y segundos después el sonido de aquella notificación sonó en el GPS del patrulla. El subinspector se inclinó hacia la pantalla del mismo para marcar la ruta de la ubicación que había enviado el agente.
—H-50, se dirige al 10-20.
—10-4.
Reven soltó una risa que no pudo contener más en su interior y Dan acabó haciendo lo mismo, viendo a la castaña bajar la mirada hacia su regazo tratando de contener su risa y evitando que cualquier persona del exterior e viera tratar riéndose dentro del patrulla.
—Cuerpo de élite. —comentó Reven, mirando al chico de pasamontañas a su lado riéndose al igual que ella.—Greco y Louis tienen una suerte de cojones, llega estar Conway a cargo y estoy segura que les saca la borrachera a porrazos.
—Madre mía. —contestó Dan, riéndose nuevamente. No entendía como un comisario podía estar en un estado de ebriedad una noche de Lunes, ni siquiera había acabado de anochecer. Eran alrededor de las ocho.—¿Pero que hacen bebiendo a esta hora, tío?
—Yo que sé. Disfrutando que no estarán de servicio por unos días.
—Pss. No lo lleves a Greco a su casa, hay movimientos raros. Espera confirmación. —escuchó la voz de Sagitario por el pinganillo.
Entonces la sonrisa divertida de Reven se borró al instante, al parecer alguien estaba esperándolo en su casa estando él en estado de ebriedad, como la segunda vez, algo que le hizo sospechar demasiado de aquello y que Reven ahora tendría más ojo. Posiblemente tenga que provocar esa situación por una tercera vez y eliminar dudas, para corroborar que aquello no se trataba de una coincidencia. Algo estaba vigilando a Greco en todo momento y no estaba siendo atenta a quién estaba observándolo, pero estaba segura que de cerca no era.
Reven siguió la ruta que se había trazado en el GPS, el cual Dan había indicado el camino donde sus compañeros estaban reteniendo al Comisario Rodríguez y el oficial Girardon. Realmente nadie entendía por qué ambos estaban alcoholizados tan temprano por la noche, era demasiado raro. Aún así ella debía acudir al aviso para llevarse a los agentes que estaban fuera de servicio a la Comisaría donde pasarían toda la noche, ya que estaba segura que no dormirían en sus casas. Era más preferible retenerlos en la sala de enfermería hasta que su borrachera se disipara y fueran conscientes de lo que sucedía a su alrededor.
—H-50, tuve que tasearlo. Está agresivo.
—H-50, le tengo miedo. Por favor apresúrese. —escuchó la voz de Arsacio del otro lado, sonando temeroso aunque más bien lo imitara.
Reven sonrió como si le doliera hacerlo después de escuchar lo que había dicho su inferior a modo de broma; siendo la sonrisa más falsa que había gesticulado en tanto tiempo. Desvió la mirada a su compañero, espiándole por el rabillo del ojo viendo como este solamente se limitaba a observar el exterior del patrulla, notando como Dan estaba sumido en su propio mundo pensando y recordando quién sabe qué. Podía percibir a través de sus ojos un diminuto brillo de inocencia y calidez en ellos, de aquellos que hace años ella no ve ni recuerda tener. Sabía que Dan era realmente Horacio quien estaba metido con la mafia El Sistema, y quien según Escorpio, lo tienen demasiado vigilado por ser una persona muy empática y compasiva. Era lo que Aries definió como: osito de peluche abrazable pero con cuchillo oculto. Ya que solo debías picarlo un poco para que fuese agresivo.
Se detuvo finalmente cuando vio que el punto morado en la pantalla del GPS se detenía finalmente, observó delante de ella una patrulla del mismo tipo que el suyo. Giró la mirada hacia la acera donde estaban sus compañeros con dos personas más las cuales estaban contra la pared de ladrillo del local de alado, con las manos esposadas detrás de sus espaldas.
Suspiró como si le pesara la vida ates de salir del patrulla junto con su nuevo compañero temporal. Arsacio se volteó sobre sus talones al ver a su superior caminar hacia ellos con una mirada neutral observando a las personas que caminaban y esquivaban la pequeña escena de los oficiales y los dos civiles.
—Vais a soltarme ahora, hijos de puta. Soy vuestro jefe. —ordenó Greco, atropellando las palabras con fuerza. Incluso no podía sostenerse de pie del estado en el que se encontraba, se mantenía en sus dos pies gracias a Vega parado a su lado que lo sostenía del brazo. Mientras Louis estaba apoyado contra la pared del local observándole con una mirada fulminante, algo que hizo a Reven recorrer una corriente eléctrica por su espalda.
—Usted se encuentra fuera de servicio, Greco. H-50 soy yo, y como tal ordeno que sea encerrado en los calabozos hasta que su borrachera se vaya. —le respondió Reven con firmeza caminando hasta el castaño de barba, que le observó tambaleante mientras usaba sus ojos como un escáner que pasó desde sus pies hasta su cabeza.
—Ni de coña. Tú me obedeces a mí.
—Me temo que no, Greco. —le respondió, sonriéndole con vacilo dejando a la vista el pequeño hoyuelo de su mejilla derecha para después enfocar su mirada en Vega a su lado.—Súbelo a mi Z, llevaos a Louis en el vuestro.
—Grequi, ten cuidado con ella, ¿Vale? —le advirtió Louis a Greco, mientras Dan tomaba al francés del brazo para hacerlo caminar hacia el patrulla estacionado a un lado de la acera.
Todos observaron en silencio al oficial, un silencio incómodo y bastante extraño ya que nadie entendía exactamente por qué había dicho aquello y por qué de pronto había formado un ambiente tenso. Reven le miró por el rabillo del ojo viendo como Dan metía a Girardon al patrulla con cuidado, como si tratara de eliminarlo con la mirada. Más que extraña y preocupada por lo que había dicho se sentía confundida y estaba armando varias teorías en torno a Louis, si era cierto que conocía al francés en su infancia pero estaba segura que él no recordaría a Eva con claridad. Y menos tendría idea que se trataba de ella siendo Reven, pues había cambiado bastante en apariencia y actitudes, lo que Louis recordara sería más bien a ella como Géminis y Dépayser.
Hace varios años estaban persiguiendo a un informante de una mafia la cual su equipo estaba tratando de eliminar, había llegado a los Estados Unidos, Géminis había seguido sus huellas junto con White muy de cerca; estuvieron varias veces a punto de perderle la pista por ser una de las mejores ratas en escabullirse y ocultarse. Había llegado a Detroit, donde Géminis residía desde hacía unos pares de años, estaba al tanto de la rata que estaba buscando Dépayser. Ella lo había encontrado y perseguido por semanas hasta que dio con él, sin embargo estaba sola, por lo que cuando llegó se lo encontró con tres personas más que la encañonaron y secuestraron a cambio de información valiosa a cerca de su equipo, la sacaron de su ciudad y fueron hacia Los Santos donde se encontraba oculto él y la mafia a la que servía.
Viajaron por avión durante horas, infinitas e incontables para Eva que perdió la noción del tiempo varias veces por el trato horrible que había recibido. Su equipo ya se había enterado que la chica estaba desaparecida debido a que ninguna cámara la encontraba, y ni los GPS la ubicaban. La retuvieron varios días más, mientras el jefe de la banda la cual Dépayser quería destruir trataba de quitarle información en vano. Al final decidió que lo mejor sería matarla, si la dejaban suelta irían a por ellos en menos de un día.
Grave error.
La policía se había enterado del secuestro que había sucedido, pues la policía de Detroit notificó la desaparición de uno de sus agentes. Los agentes de Los Santos habían detectado algo fuera de lo normal hacía unos días con la entrada de un avión desde el Norte, solo fue cuestión de un operativo bien planeado para salvar al policía secuestrado. La malla y Conway lograron salvarla antes de llevarse un tiro en medio de la frente.
Después de haberla salvado y que Conway notificara de la aparición de Reven en Los Santos, Eva fue con el Superintendente para hablar con él; agradecerle por haberla salvado y que jamás dudara en pedirle ayuda cuando no sepa a quién acudir. Conway se lo agradeció y lo tomó muy en cuenta ya que sabía quién era ella en realidad gracias al CNI; Eva le pidió por parte de Dépayser, que vigilara de cerca a la rata de Louis hasta que su organización se asegurara de haber terminado con la mafia que estaba tratando de matarlos.
—¿Inspectora Ge? —la voz de Dan se hizo muy lejana. Reven pestañeó un par de segundos antes de enfocar su mirada en su compañero de pasamontañas negro.—¿Se encuentra bien?
—Sí, solo estaba pensando. —le respondió, evadiendo la verdad de lo que sucedía dentro de su mente. Aclaró su garganta antes de notar que Greco estaba metido dentro de su patrulla y sus agentes estaban parados frente a ella esperando nuevas instrucciones.—Realicen 10-8 con 10-3.
—10-4. —respondió Vega antes de darse medía vuelta y caminar hacia su patrulla con Arsacio detrás de él.
Reven inhaló aire hasta llenar sus pulmones, exhaló con lentitud como si buscara calmarse a sí misma al mismo tiempo que caminaba hacia su patrulla estacionada en la acera delante de un coche negro. Dan se apresuró de subir al vehículo policial, mientras Reven lo rodeaba en silencio y su mente le atosigaba con el pasado de lo ocurrido. Subió frente al volante en silencio mientras veía la mirada de Dan clavada con preocupación sobre ella, sabía que él quería decir algo pero no estaba seguro de hacerlo. Encendió el patrulla en silencio nuevamente haciendo que la radio comenzara a sonar nuevamente con una canción programada, rompiendo el silencio dentro del auto mientras comenzaba avanzar detrás del coche de Vega y Arsacio en dirección a Comisaria.
—Wiu wiu wiu wiu wiu. —comenzó Greco a imitar las sirenas de manera infantil. Dan retuvo todo lo que pudo su inminente carcajada mientras Reven presionaba sus labios entre sí tratando no soltar una carcajada por la forma en la que había dicho aquello.—Ya que vosotros no ponéis las sirenas, yo os hago sonido de amiente.
—Sonido full HD sin copyright link mega, ¿Cierto?
—Link Mediafire. —corrigió Greco atropellando sus palabras nuevamente, dejando caer su espalda contra el respaldar del asiento donde estaba.—Por cierto, ¿Cuál es su nombre, señorita?
—Reven Ge, Inspectora segunda, Greco.
—Ah vale. —respondió, y soltó un sonoro hipo desde el asiento trasero. Tanto que rebotó de su ligar.—Pensé que eras Rebecca.
Los ojos de Eva se desencajaron totalmente mientras parecía que todo su cuerpo había entrado en un estado de pausa repentina en el tiempo. Reven podía jurar que sus ojos podrían salir de su cara. Su rostro era un total poema representado digno de una fotografía para exhibir en un museo de Arte. Estaba incrédula y estática esperando el semáforo en rojo como si lo que acababa de escuchar no fuese realmente lo que había oído. No esperaba por nada en el mundo escuchar aquello saliendo de la boca de Greco en su vida, y menos en un estado de ebriedad.
Rebeca era su madre. Rebecca Green.
¿Por qué Greco acababa de decir el nombre de su madre tan a la ligera de repente?
—¿Quién es Rebecca, Greco? —le preguntó con calma tratando de fingir que no se había quedado de piedra por unos largos segundos. Pestañeó un par de segundos antes de ver que el semáforo pasaba a ser verde y los vehículos a su frente comenzaban a moverse.
—Ah, era la madre de una vieja amiga. ¿Usted la conoce? Su nombre era Eva. —le preguntó, mientras desviaba la mirada al techo sobre su cabeza y cerraba los ojos del dolor que sentía.
Bueno... ¿Cómo le explico que soy Eva?
—No, no conozco esos nombres, Greco. ¿Por qué pregunta por ella? ¿Quiere que llame a Eva? —le preguntó mientras seguía la patrulla de Vega y Arsacio.
Escuchó una risa débil detrás de su espalda, como si le doliera que Reven preguntara aquello. La castaña le miró por el espejo retrovisor colgado del techo viendo como el castaño de barbas desviaba la mirada melancólico hacia la ventana del lado derecho, viendo el exterior del patrulla con una diminuta sonrisa débil.
—No creo que le conteste.
—¿Por qué lo dice?
—Desapareció hace años.
¿Desaparecer? ¿Qué versión tenia Greco sobre ella y su familia?
¿Greco realmente tiene amnesia o recuerda a Eva? ¿A Greco le mintieron o le contaron lo que sucedió? ¿Louis trama algo contra Eva/Reven o trata de cuidar a Greco?
Muchas preguntas y pocas respuestas aldjosalpsñ
Tomen una foto bonita que encontré de Tako sobre la cima 😔✊
Lloro 😔😔
Espero que les haya gustado este capítulo de ser así no olviden dejar una estrellita o comentario. Me ayudaría muchísimo a continuar escribiendo.
Nos vemos.
—Homicidal_Bloody
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