10 | GÉMINIS
La noche estaba totalmente oscura, quizás demasiado para lo que es habitual. La Luna estaba sobre sus cabezas reinando sobre el manto negro lleno de puntos blancos dispersos a su alrededor. Observando como una monarca a sus súbditos debajo de ella, a los pies de su trono. Expectante a todo lo que ocurría en la ciudad de Los Santos, silenciosa y guardando millones de secretos alrededor del mundo.
Ella era la única en saberlo todo y en verlo todo, no había nadie que pudiese superarla. La Luna siempre sería la primera en enterarse sobre lo que llegase a suceder en las noches oscuras de la ciudad. Y como cómplice, nunca habría la boca al final el Sol era su enemigo y el bien, donde las cosas eran normales.
El viento azotaba a las personas en aquel desértico monte alejado de la ciudad y la población humana. Nadie en su sano juicio se presentaría en aquel lugar tan apartado. Su silencio y el sonido de los coyotes aullar a lo lejos, el viento zumbando con fuerza. El tétrico ruido de las hojas secas de los árboles y la hierba seca... era un escenario para nada agradable ni tampoco donde estar; era apto para una buena película de suspenso o terror.
—¿Cuánto crees que tardarán estos? —cuestionó Aries, caminando de un lado al otro en línea recta con una carabina en sus manos. Vistiendo de blanco, simbolizando su unidad White. Su guante dorado derecho ahora era rojo.
—Yo que sé. Pero si no aparecen les voy a cortar la puta yugular. —masculló Escorpio enfadado, cruzándose de brazos. Sus pantalones eran rojos carmesí como el guante de Jazmín.
—¿Géminis? —interrogó Acuario, dejando de lado su francotirador observando a sus cuatro compañeros de blanco en medio de la polvorienta carretera que subía hacia una pequeña montaña a sus espaldas. Detrás de ellos había dos kamacho, uno negro y otro rojo vino.
—Estoy a su alrededor. Acabo de ver pasar una Dubsta y escucho un helicóptero. Deben ser ellos. —le respondió por radio.—Déjame corroborarlo.
—¿Cuántos creen que serán en esa mafia? —cuestionó Leo, bajando del kamacho negro cerrando la puerta detrás de sí con el subfusil en manos. Aries se volteó para ver el uniforme rojizo.
Aquella unidad era única de Escorpio y Aries. Se le conoce como Bullet y se encargaban de los contactos directos de las mafias, personas o entidades. Se los caracterizaba por los colores rojos. Suelen ser mezclado con otra unidad o equipo de Dépayser, dependiendo sobre qué misión o trabajo estén hablando. En este caso, Bullet estaba trabajando con White para la obtención de información que les sea de ayuda de encontrar e investigar las mafias alrededor de la ciudad, necesitaban saber quiénes eran y qué papel portaba cada uno.
El atraco en Banco Central fue una buena idea por parte de Albino en torno a las mafias y bandas de la ciudad, ya que ellos por lógicas se enterarían del gran e impecable trabajo que habían hecho, por lo cual confiarían en ellos más rápido y de forma más profesional. Nadie dentro de Dépayser tiene idea sobre lo que está pensando Albino o Sibilino, pero aquello fue una táctica perfecta que vino como anillo al dedo para realizar los operativos necesarios simulando ser una mafia tan grande como las que habían en la ciudad. Y White sería quien se encargue de aquello, siendo comandado directamente por Escorpio y Aries como parte de Bullet. En tanto Géminis se encargaba de la información que entrara o saliese de la unidad, el CNP y la misma mafia si fuera necesario.
—Son ellos. —se oyó Géminis por radio después de unos minutos contados.—Matricula HMB 780.
Acuario fijó su mirilla en tanto el ruido de un vehículo acercándose comenzó a retumbar por el terreno desértico del Norte de Sandi. Notó una Dubsta de seis ruedas de color negro conduciendo por el camino polvoriento, siendo delatada por sus faros iluminando la carretera a su paso.
Eva estaba sentada sobre el césped seco sobre la llanura, a unos cuantos kilómetros de la carretera. Recostada sobre el suelo boca abajo con unos prismáticos, usando el uniforme blanco con su guante y pantalones de un color azul marino. Mientras su camisa de cuello y su guante izquierdo eran de color blanco. Sobre su cabeza usaba un pasamontañas azul con el símbolo sobre su frente de color blanco.
—Al nombre de John Walker. —respondió Sagitario por radio, informando a sus compañeros y Géminis sentada sobre el césped un poco más adelante que ella. Sobre sus piernas había tenía su apreciado portátil que usaba para la investigación y búsqueda no legal de datos.
—¿Ese quién es? —cuestionó Eva en susurro, mientras volvía a fijar su mirada en la carretera desolada. Tratando de observar algún movimiento extraño y vigilando cada auto que se moviese por la zona o tratase de entrar en dirección a sus compañeros y la mafia.
—Suena a un actor famoso.
—Comienza el intercambio. —avisó Aires por radio.
—Estamos a su alrededor. —le devolvió Géminis al igual que Sagitario y Acuario, sonando casi al unísono. Diciéndole que ellas tres estaban listas por si algo llegase a salir mal, serían quienes se encargarían de perseguirlos y exterminarlos lo antes posible.
Entonces dentro de la radio solamente se oía el absoluto silencio, nadie decía nada. Todos cumplían al pie de la letra sus tareas. El equipo Bullet se encargaba de hacer el intercambio de droga con aquella mafia, a cambio de una gran cantidad de dinero negro. Mientras lo hacían trataban de memorizar movimientos, tonos, características físicas o actitudes inconscientes que les permitieran avanzar un poco sobre aquella mafia. Evidentemente con un solo trato no podrían sacar tanta información sobre ellos, su sede, sus miembros y su poder como mafia. Deberían hacer aquello unas cuantas veces hasta que El Sistema lograra sembrar confianza sobre ellos.
Sobre Bullet y los cuatro integrantes de la mafia había un helicóptero negro sobrevolando la zona, observando desde las alturas los movimientos y el intercambio rápido de la droga con los sujetos vestidos de blanco y negro con pizcas de color rojo en algún atuendo. Nadando no vio en ningún momento a Acuario sobre un tejado de la zona ni tampoco se había percatado de Géminis y Sagitario sobre una llanura enfrente a la carretera por la cual habían avanzado debido a la pesada oscuridad sobre la ciudad donde no había una sola pizca de luz por los alrededores.
Escorpio le advirtió que había un francotirador posicionado para observar el perímetro y advertirles por si algún intruso quisiese llegar hasta ellos, para que, si encontraban a Acuario no sospecharan ni desconfiaran. Algo que Xiaomi entendió y no se preocupó por aquello, ya que él solía hacer lo mismo con Nadando en los intercambios o atracos. Él preguntaba sobre cómo es lograron salir intactos del Banco Central abatiendo a la mayoría de los policías sin matarlos, diciendo que aquello había sido algo fuera de lo normal y que—prácticamente—nadie había logrado. Aries le dijo que su organización está dividida en distintas partes cono enfoques y áreas distintas, le dijo que poseen un entrenamiento específico y suelen jugar bastante sucio a la hora de ganar. Algo que Xiaomi entendió y le gustó aquello, ya que dedujo tener a una organización de gran magnitud y poder a su frente. Lo cual también le sembró una duda sobre, ¿Por qué una mafia tan potente querría hacer tratos de este estilo? ¿Buscar aliados? ¿Confianza con las mafias a su alrededor?
—¿De dónde sois? No los he visto pol la ciudad nunca.
—Francia. —respondió Escorpio cerrando la puerta trasera del kamacho rojo a espaldas de sus compañeros, llevándose la atención del chino frente a Aries.
La cara de Sagitario pareció desfigurarse, sus ojos por poco escapaban de sus cuencas y una sensación de adrenalina se enterró con furor en su pecho. Despegó la mirada de su pantalla para enfocarla en su compañera que aún seguía recostada sobre el césped seco con los prismáticos mirando hacia la carretera vacía.
—Géminis. —murmuró llamándola y la chica se giró para verla, notando el terror que se había plantado de repente en el rostro de su compañera.
Si no fuese porque llevaba un pasamontañas como Eva, juraría que estaba tan pálida como una hoja de papel. Con solamente observar lo desencajados que estaban los ojos de ella supo que algo andaba mal o había visto. Sagitario giró su portátil hacia ella para que pudiese ver lo que tanto le impresionó. La pantalla de la computadora enfocaba más de seis puntos esparcidos por la zona donde estaban ellas y sus compañeros, aquello era el geo-localizador de los policías que Géminis les había proporcionado en tanto entró al cuerpo nacional de policía.
Eva imitó la misma expresión de pánico que Sagitario antes de levantarse del suelo con rapidez.—Me cago en la puta ostia.
La policía se había enterado de lo que estaba sucediendo en el Norte, aunque no tenía ni idea de cómo. Al parecer algún civil notó cuando la mafia estaba llegando al punto o cruzaron por un lugar donde no debieron. Pero aún así no entendía exactamente como llegaron al sitio tan rápido ni tampoco tenía idea de cómo iba a salir de aquello sin que algún policía los encontrara o abatiera al momento que se moviesen, y si encontraban a Eva iban a saber que se trataba de Reven.
—Conway, ¿Qué coño haces con la malla? —habló Géminis por el radio, tratando de tragarse el enfado y la adrenalina.
—Estamos peinando la puta zona. ¿Por qué?
—Estamos aquí, Conway. —le recalcó mientras comenzaba a caminar con rapidez. Se volteó retrocediendo en sus pasos, para mirar a Sagitario apagar con velocidad su portátil al igual que se levantaba del suelo.—Avísales. Que se piren hacia el Norte, no hacia Sandi.
—¿Qué coño dices?
—Enseguida. —obedeció Sagitario.—Informe, movimientos desconocidos alrededor de la zona. Abandonen hacia el Norte, eviten Sandi. Avisad a la mafia.
Géminis corrió rápidamente hacia el vehículo aparcado a unos cuantos metros de ellas, en medio de dos pequeñas llanuras donde la sombra de una de ellas cubría la camioneta negra con perfección y se mezclaba con la misma. Se apresuró todo lo que fuera necesario para abandonar la zona junto a Sagitario, mientras sus compañeros abandonaban el lugar de intercambio ellas estarían por la carretera rumbo al Norte para dar un informe más certero de la situación, ahora estando en movimiento debido a los agentes del CNP por la zona. Apoyó su espalda y cabeza contra el asiento mientras observaba todo a su alrededor con suma atención y cuidado, tratando de corroborar que no había nadie a su alrededor o de lo que debería preocuparse. Esperando a Sagitario quien anteriormente venía detrás de ella bajando la colina.
—Cuéntame, Conway. —habló Géminis por el radio en tanto subía a la camioneta negra encendiendo su motor al mismo tiempo.—¿Qué coño haces en el Norte? ¿Peinando que mierda?
—Los verdes. Debes estar al tanto de eso.
Géminis iba abrir la boca para responderle por el radio, sin embargo sus ojos enfocaron la cima de la pequeña colina en la que se encontraban. Notando una silueta negra—por la sombra que proyectaba ante la Luna a sus espaldas—, más bien eran dos pero una estaba sujetando a la restante como si la tomara de rehén. Géminis pudo percibir el color rojizo del atuendo de Sagitario entre la sombra de las figuras sobre la pequeña colina y se maldijo fuertemente ante aquello. Apretó los labios haciendo una línea recta al igual que ejercía presión con su mandíbula. Su mente soltaba insulto y maldiciones una tras otra.
Alguien había agarrado a Sagitario y ella no lo había notado.
Suspiró, tomando el arma pequeña que estaba debajo del asiento para colocarla en su bolsillo de la pierna. Abrió la puerta del auto para bajar del mismo como si fuese algo totalmente normal y cotidiano, como si frente a ella encima de la pequeña montaña no hubiese una persona encañonando a su compañera. Comenzó a subir el cerro a pasos ensanchados con cuidado de tropezar y caer, metió las manos en los bolsillos de sus pantalones azules mientras su mirada se enfocaba en la figura negra por encima de ella, que desapareció de su vista cuando ella estuvo demasiado cerca.
Cuando llegó a la cima del cerro donde habían estado por horas se encontró con Sagitario enfrente de ella, con los brazos alzados por sobre su cabeza. En el suelo estaba su portátil, en cual estaba roto junto a un cuchillo de mango rojo simbolizando el equipo Bullet. Le observó con desinterés y aburrimiento, como si realmente tener a su compañera siendo encañonada por una persona con una carabina no le importara menos.
Estiró un poco su cuello para observar detrás de su compañera y notar a la persona, viendo perfectamente que portaba un traje de GEOS, sosteniendo con firmeza el arma de gran calibre ente sus manos, apuntando hacia Sagitario. Él le devolvió la expectación, observando a Géminis en silencio. Pantalones azules militares, borcegos negros, camiseta blanca de cuello sin mangas blanco, guantes largos donde el izquierdo del mismo color que la prenda superior, mientras el derecho era del mismo color que sus pantalones. Sobre su cabeza portaba un pasamontañas del mismo color con el símbolo de Géminis en medio de su frente.
—Levanta las manos. —le ordenó Greco. Y Géminis inhaló una gran cantidad de aire con lentitud antes de elevar las manos por sobre su cabeza, lejos de su cuerpo donde portaba cuchillos y armas pequeñas de defensa propia.
—Tenéis los mismos signos que las personas que atracaron el otro día el Banco Central. —comentó.—Solicito un 10-32 en mi 10-20, estoy sobre la colina frente a la carretera de Sandi. Tengo a dos personas sospechosas.
Géminis torció la cabeza de lado, observando el pedido de refuerzos por el radio. Greco notó la expectación vacilante y al mismo tiempo aburrida de ella sobre su persona. Se alejó varios metros de ellas, guardando distancia de precaución ya que parecían ser el tipo de persona capaz de lanzarte una roca y dejarte inconsciente con la misma.
Eva volteó hacia su compañera a unos metros, con los brazos en su nuca. Esta le devolvió la mirada en silencio.
—¿Lo hiciste?
—Síp.
Géminis se rió para dentro, tragándose la risa que había salido. Y Greco no le agradó absolutamente nada las tres palabras que habían soltado las dos chicas a unos metros de ellas. Realmente no parecían asustada ni frustradas por tener a un agente de la Ley apuntándoles con una carabina en la cabeza.
—¿Qué coño hiciste?
—¿Qué hiciste, Sagitario?
—No sé, ¿Tú sabes, Géminis?
—¿Sabes quién sí sabe? —Géminis enfocó su mirada en Greco, quien le apuntó con la carabina sin piedad. Luego hizo un ademán con su cabeza, diminuto para señalar en dirección al agente.—Él.
Unos brazos rodearon inesperadamente el cuello y boca de Greco, evitando que este soltara un grito. Géminis se apresuró en quitarle la carabina de las manos, de un arrebato brusco mientras la tercera persona, con fuerza bruta, lo empujaba hasta lograr tirarlo al suelo terroso. Greco se desorientó por unos ligeros segundos en cuanto su cuerpo hizo contacto seco contra el suelo polvoriento. Cuando se recompuso notó a la persona que lo lanzó al suelo, viendo que usaba el mismo color rojo pero mezclado con blanco al igual que la chica llamada Géminis. Miró a unos metros, notando a la misma chica desarmando su arma, quitándole las municiones, guardándolas en sus bolsillos.
—Hijo de tu puta madre, ¿Avisaste? —cuestionó Sagitario a Escorpio.
—Joder, encima que os salvo el culo me lo pagáis así, ostias. —masculló el chico a su lado.—Lo mismo y le doy mi SMG a Greco y que os meta un puto tiro. —habló Escorpio, tomando por el hombro al castaño para levantarlo del suelo con fuerza.—Sí, coño. Acuario me dio la ubicación y vine volando, literalmente.
¿Saben mi identidad?
—Géminis. —llamó Sagitario a la chica mientras comenzaba a enfocar su mirada en la carretera para asegurarse de que no llegasen los refuerzos.
—Bolsillo derecho de la pierna izquierda. El segundo. —le explicó dónde estaban los grilletes para esposarlo e inmovilizarlo.
¿Géminis tiene conocimiento sobre la policía o el CNP?
Sagitario buscó en los bolsillo que la chica de azul le había indicado, hasta que encontró los grilletes y se los entregó al chico a su lado. Aún no entendía por qué no le metían un puto tiro en la cabeza, si no lo hacían era porque, posiblemente, lo secuestrarían. Y con sinceridad no sabía cuál de las dos opciones prefería más, al fin y al cabo, por lo general terminaban en el mismo desenlace: muerte. Sagitario comenzó hacer lo mismo pero miraba hacia las montañas a sus espaldas, con tranquilidad y meticulosidad.
—Debemos irnos, Greco pidió refuerzos por dos personas enmascaradas. Vendrá la mitad de la malla. Vámonos.
—¿Puedo...?
—No.
—Joder...
Escorpio lo soltó. Greco observó a las tres personas de colores blancos, negros, rojos y azul. Vio como las dos personas de rojo se apresuraban a bajar la colina por la que anteriormente Géminis había subido para estar junto a la chica que él había tomado como rehén para llevarla a la patrulla pero se negó de moverse por unos cuantos segundos hasta que la chica de blanco y azul estuvo a su lado. La misma que antes de moverse le miró por unos cuantos segundos, en silencio y estática. Se despidió de él haciendo un movimiento con su cabeza hacia la derecha, como si le indicara que estaba a su servicio.
Se volteó sobre sus talones y comenzó a bajar la colina con rapidez para llegar hacia la camioneta negra en el valle. Dejado solo e inmóvil a Greco con su carabina sin municiones a unos cuantos metros a su frente.
Avanzó unos cuantos metros para, por lo menos, poder ver la matrícula del vehículo y así poder saber de quién se trataba. Sin embargo con la lejanía y la luz tenue de la luna a su contra era imposible, por lo que, lo único que pudo hacer es ver como el coche negro se unía a la carretera a sus pies y luego se metía por un camino de tierra que llevaba a Sandi por un sendero distinto. Obviamente allí le perderían la pista de inmediato sin importar que Greco avisara hacia donde habían huido.
Ahora la única interrogante que flotaba dentro de su mente y se mantenía allí era: ¿Por qué no le hicieron nada? No lo tomaron de rehén para hacer una negociación importante contra el CNP, ni tampoco le dispararon. Se trataba de las mismas personas que hacía unos días habían atracado el Banco Central y que con un plan perfectamente planeado lograron salir ilesos y dejar fuera de combate casi toda la malla que había acudido. Teniendo ese potencial y poder, ¿Por qué no lo hicieron?
La respuesta era muy fácil pero él no lo sabía: Porque Eva sería incapaz de hacerle algo de tal magnitud a él, únicamente a él.
Ey msxkoalsosslsl
—Bullet: bala.
Ustedes tratando de entender qué es lo que realmente está pasando:
Perdonen por no actualizar tanto tengo que pensar seriamente si matar personajes o dejarlos vivos nah es broma igual si lsjdoqla
Espero que les haya gustado este capítulo de ser así no olviden dejar una estrellita o comentario. Me ayudaría muchísimo a continuar escribiendo. ❤️
—Homicidal_Bloody
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