1.𝑷𝑹𝑰𝑵𝑪𝑬𝑺𝑨

El sonido del metal contra metal le hizo saber a Lord Cregan Stark donde estaba su sobrina, caminó hacia el patio donde ella siempre se encontraba practicando con espadas de filo, grande fue su sorpresa al ver que Vaenerys se enfrentaba contra su hijo Rickon, y como ella le llevaba ventaja. Ambos luchaban con fiereza y elegancia, negándose a dar por ganador al otro.

Llevaban varios minutos luchando, las personas que pasaban por el lugar no podían evitar quedarse a ver la lucha que se desencadenaba en el lugar, incluso algunos hacían apuestas sobre quien ganaría, el lobo heredero o la princesa de hielo.

Las personas del Norte sabían que el que Vaenerys Stark fuera una princesa, no significaba que no sabía empuñar una espada. Ella era una excelente guerrera y se los había dejado muy en claro.

Cregan veía atento cada uno de los movimientos de su sobrina e hijo, hasta que sin poder evitarlo soltó una carcajada en el momento en el que Vaenerys jaló el cabello del contrario cuando estuvo a punto de ser vencida.

—¡Eso es trampa! —exclamó Rickon, indignado. 

—¡No hay una regla que lo prohíba! —dijo ella sin dejar de lanzar golpes con la espada.

 Luego de unos minutos, Vaenerys logró tirar a su primo de un rápido movimiento. Él soltó un quejido de dolor en el momento que su espalda chocó con fuerza contra el suelo cubierto de nieve.

—Gané —le dijo con una sonrisa burlona antes de girar a ver a Cregan.

—No lo olvides —ella lo vio confundida.— Nunca le des la espalda a tu enemigo.

Apenas acabó de hablar, Rickon hizo caer a la princesa con ayuda de sus pies. Ambos, aún en el suelo, se vieron mientras soltaban risas.

Mientras ellos reían, uno de los sirvientes se acercó a Cregan y le entregó una carta que era dirigida a el. Dándoles una pequeña sonrisa se retiró del lugar. 

Vaenerys y Rickon dejaron sus espadas y se dirigieron al lugar donde el dragón de la princesa se encontraba con ayuda de los caballos. Unas semanas antes del nacimiento de Vaenerys, Daemon Targaryen voló hacia Winterfell a visitar a su hermana, llevando consigo el primer obsequio que su sobrina recibiría, y que mejor que un huevo de dragón, el mismo había escogido el huevo más fuerte y sano para su sobrina.

Puede ser una Stark, pero la sangre espesa de dragón también corre por sus venas.

El día que Vaenerys nació, una fuerte tormenta de nieve azotó Winterfell, ese día no solo ella llegó al mundo, el huevo que Daemon había llevado se rompió y de el salió un dragón tan negro como el carbón y con unos ojos violetas. 

Cuando Vaenerys nació su dragón también lo había echo.  

—¿Sabes? Rhaekhar puede aguantar más que bien el peso de dos —dijo Vaenerys mientras acariciaba a su amado dragón.

Rhaekhar era realmente grande considerando los años que tenía, su jinete creía que era por que no había crecido en cautiverio como lo dragones de King's Landing. 

La cueva donde se quedaba estaba lo suficientemente lejos del pueblo y los cuidadores, que antiguamente cuidaban del dragón de su madre, se mantenían allí cuidando que no saliera de la zona permitida.

—No —se negó de inmediato.— Si llego a subirme a esa cosa lo más probable es que termine cayéndome o perdiendo la conciencia en medio vuelo.  

Pareciera que Rhaekhar había entendido lo que Rickon le había dicho "cosa", ya que soltó un gruñido haciéndolo sobresaltar. Vaenerys sonrió burlona, pareciera que Rhaekhar no soportaba a Rickon, siempre lo veía como si estuviera reconsiderando la idea de quemarlo vivo. 

Lykiri —dijo en alto valyrio hacia su dragón.

Agradecía que su tío, el Rey Viserys, se encargara que aún en el Norte ella aprendiera a hablar la lengua Valyria que todo Targaryen hablaba.

—Me odia, si vuelo en el de seguro me vota de su lomo y se desase de mi de una vez por todas —aseguró.

—Como quieras —le dio una pequeña sonrisa antes de subir al lomo de Rhaekhar.

Rickon se recargó en una de las paredes de la cueva viendo a su primar volar por pueblo. De las pocas cosas que dejaban en el lugar, tomó uno de los libros y comenzó a releerlo hasta que Vaenerys regresara.

Mientras ellos seguían allí, dentro del catillo Lord Cregan Stark leía con seriedad la carta que había llegado de parte del hermano de su difunta cuñada.

La princesa Rhaenyra pide en matrimonio la mano de la princesa Vaenerys Stark para el mayor de los Velaryon, él príncipe Jacaerys, quien heredará el trono de hierro después de mi esposa.

Se muy bien que la princesa Vaenerys ha recibido muchas propuestas de matrimonio prácticamente desde su nacimiento debido a su indiscutible belleza, y que estas han sido a rechazas de inmediato. Pero creo fervientemente que el príncipe Jacaerys es el más indicado para casarse con nuestra sobrina.

Si en algo estoy de acuerdo con usted es en que ella merece lo mejor, y se que él se lo dará. Se que mi hermana Alyssa estaría de acuerdo con este compromiso.

Dejemos que reinen juntos.

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