❥ Capítulo 4



Tiempo Juntos

Renesmée se miró una vez más en él espejo, hoy saldría con Alec a Port Ángeles gracias a su tía Rosalie, una parte de ella se sentía demasiada nerviosa pero también feliz. Bajo las escaleras encontrándose con su tío Emmett.

-¿Saldrás con él lobito hoy?.-pregunto su tío Emmett elevando una ceja, Renesmée rió entre dientes sabía que su tío no estaba nada contento después de que Rosalie le exigiera su Jeep.

-No.-respondió mirando hacía abajo.-¿Sigues molesto?.-pregunto Renesmée.

-No, con que no dañen mi Jeep.-contestó Emmett con una sonrisa pícara, Renesmée sintió ruborizarse.

-Tío no haremos nada de lo que te imaginas.-repuso Renesmée mientras su tío Emmett soltaba una carcajada.

-uno nunca sabe, tal vez hoy me toque una buena ronda de sex...Auch.-se quejo Emmett al tiempo que Rosalie le daba un golpe en la cabeza aunque a un vampiro no le dolía.

-Es hora de irnos.-aviso su tía Rosalie con una sonrisa, Alec ya estaba en el auto esperándolos, Renesmée sonrió al verlo, por primera vez lo vio sin su ropa de los Vulturis a cambio llevaba una playera blanca, una chaqueta de cuero negra, Jean azul y zapatos negros.

-Te ves hermosa Renesmée.-dijo Alec viendo como Renesmée llevaba un vestido rojo, ella se ruborizó.

-Tu también te ves guapo.-si Alec fuera humano estaba seguro de que se hubiera ruborizado.

-nos llaman cuando estén de regreso.-dijo Rosalie dándole las llaves del auto a Alec.-Edward y Bella piensan que saldrás con nosotros así que tenemos que fingir llegar contigo.-Renesmée miró a Alec, él solo sonrió.

-Por mi no se preocuparan.-dijo encogiéndose de hombros, Alec condujo hasta Port Ángeles hasta llegar en La Bella Italia.

-¿Cómo sabías dónde...?.-comenzó a preguntar Renesmée, pero luego se limitó a sacudir la cabeza, sabiendo que tal vez su tía Rosalie le había dicho algo. Alec se dirigió hasta la puerta del restaurante y la mantuvo abierta.- ¿Qué haces?.-pregunto.

-Llevarte a cenar.-contestó Alec, Renesmée sonrió siempre quise conocer este lugar. Pensó la cobriza.- pero tu no puedes.-Alec rió.

-No importa.-se encogió de hombros.
Era temporada baja para el turismo en Port Angeles, por lo que el restaurante no estaba lleno.

-¿Tienen una mesa para dos?.- preguntó Alec agarrando mi mano. Vi cómo los ojos de la rubia se posaban en mí y luego se desviaban, insatisfecha por el evidente contacto entre Alec y yo. Nos condujo a una gran mesa para cuatro en el centro de la zona más concurrida del comedor.-¿Tiene, tal vez, algo más privado?.-insistió con voz suave a la anfitriona. No estaba segura, pero me pareció que le entregaba discretamente una propina.

-Naturalmente.-parecía tan sorprendida. Se giró y nos condujo alrededor de una mampara hasta llegar a una sala de reservados.- ¿Algo como esto?.-Alec solo se limitó a susurrar un "si". Ambos nos sentamos.

-Me sorprende la complicidad entre mi tía Rose y tu.-admitió Renesmée.

-Sólo quiere verte feliz, supongo que no tienes muchos amigos.-contestó Alec.

-Los lobos de la Push y en algunas ocasiones Nahuel nos visita ¿Ellos cuentan como mis amigos?.- pregunto Renesmée divertida.

-Si, ya que los perros también cuentan como amigos.-respondió Alec recibiendo un pequeño golpe en el brazo por Renesmée. Entonces llegó la camarera, con rostro expectante. Se echó un mechón de su cabello negro detrás de la oreja, y sonrió con innecesaria calidez.

-Hola. Me llamo Sofía y voy a atenderles esta noche. ¿Qué les pongo de beber?.-Renesmée no pasó por alto que sólo se dirigía a él. Alec la miró.

-Voy a tomar una CocaCola.-contestó Renesmée algo molesta.





Alec miraba a Renesmée con una calidez que nadie había visto en él Vulturi. Y otra vez Alec se sumergía en casa uno de los pequeños detalles de su rostro.

-Debes tener muchas chicas detrás de ti.-Comentó Renesmée después de que se fuera la mesera.

-Supongo, nunca me he fijado.-Mencionó Alec restándole importancia, Renesmée elevo una ceja. La camarera apareció con la bebida y una cesta de colines en ese preciso momento.

-Debes estar bromeando.-dijo Renesmée sin creerle, Alec sonrió y bajo la mirada.

-No.-fue la contestación de Alec.

- ¿Han decidido qué van a pedir?.- preguntó la camarera a Alec.

- ¿Renesmée?.-inquirió Alec incomodo ante la mirada de la camarera.

-ravioli de setas.-respondió Renesmée.

- ¿Y usted?.-Se volvió hacia Alec con una sonrisa.

-Nada para mí.-contestó.

-Si cambia de opinión, hágamelo saber.-La sonrisa coqueta seguía ahí, pero él no la miraba y la camarera se marchó descontenta.

-Siempre quise venir a este lugar.-pensó Renesmée en voz alta.

-Porque aquí vinieron tus padres cuando Bella aun era humana.-agregó Alec.

-Mi tía Rose debió decírtelo.-afirmo la cobriza con una pequeña sonrisa. Renesmée se estremeció.

-¿Tienes frío?.-Ella solo asintió.Alec se quitó su chaqueta de cuero negra y le entregó a Renesmée.

-Gracias.-dijo la pequeña Cullen mientras deslizaba los brazos en la chaqueta.

-Tu piel tiene un aspecto encantador con el color rojo.-observó Alec mientras miraba a Renesmée. Ella se sorprendió y bajó la vista, sonrojada y sintiendo que su corazón latía más rápido de lo "normal".

inconscientemente, ellos se habían ido inclinando cada vez más
cerca uno del otro, pero él momento se vio interrumpido cuando la mesera dejó el plato delante delante de la pequeña Cullen y rápidamente se volvió hacia Alec.

-¿Ha cambiado de idea? ¿No hay nada que le pueda ofrecer?.-Alec captó el doble significado de sus palabras.

-No, gracias.-respondió con irritación.

-¿Todavía no tienes fecha para irte?.-Alec negó.

-Tenemos que recibir ordenes de Aro ¿Tan insoportable soy para que desees que me vaya?.-bromeo, Renesmée rió entre dientes.

-Al contrario me alegra tenerte de compañía.-dijo Renesmée con voz dulce.

-Puedo decir lo mismo.-dijo Alec tomando una de la manos de Renesmée.

-Por cierto ¿Jane sabe que hablas conmigo?.-pregunto con cierta curiosidad la pequeña Cullen, Alec hizo una mueca y luego suspiro innecesariamente.

-Es mi hermana pero a veces es irritante, supongo que se enojaría al saberlo.-respondió Alec sincero.

Después de que Renesmée cenará, Alec pago la cuenta y se subieron al auto. Una vez dentro, Alec arrancó y puso al máximo la calefacción.

-No sabía que los Vulturis supieran manejar.-comentó Renesmée.

-hay muchas cosas que no sabes.-dijo Alec guiñandole un ojo a la híbrida, ella sólo rió algo nerviosa. Renesmée tuvo que llamar a su tía Rosalie, tuvieron que recojer a Emmett y Rosalie antes de llegar a Forks, Renesmée solo puso los ojos en blanco cuando su tío Emmett hizo un puchero diciendo que estaban a la mitad de su "asunto".

-¿Seguro que irás corriendo?.-Alec rió ante la preocupación de la híbrida.

-Soy un vampiro.-pronuncio Alec mientras Emmett murmuraba "sino lo dices no nos damos cuenta", Rosalie lo fulminó con la mirada.

-cierto.-acepto Renesmée.-me la pase bien, espero que volvamos a salir juntos.-Alec sintió volver a perderse en los ojos cafés de Renesmée.

-Que duermas bien, hermosa.-dijo Alec alejándose del Jeep para ir por su propia cuenta a la casa Cullen, para ambos fue agradable estar juntos sin preocuparse por un momento en sus familias.

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