Soy débil

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Ambas familias seguían gritando en la sala mientras Jimin y Jungkook tenían sus manos enlazadas observando con detalle como sus padres seguían peleando con sus esposas diciendo cada inútil y tonta cosa.

—¡Deja de ser un homofóbico! —grito la señora Park ya harta.

—¡No me importa que sea gay, lo que me importa es que sea gay con Jeon Jungkook! —se excusó su padre señalando a la pareja que estaba sentada en el sofá hombro con hombro y sonriendo sin importarles el caos frente a ellos.

La señora Jeon suspiro como por cuarta vez y miro a sus hijos.

—¡Es que esto es inaceptable! —grito Jeon mirando a su rival.

—¡Ya cállense que me estresan! —por fin se desesperó la señora Jeon y no evito gritar.

—Pero.

—Me estresas.

—Pero amor.

—¡ME ESTRESAS! —volvió a gritar.

Su esposo se quedó en silencio por fin.

Ambas mujeres suspiraron y miraron a sus hijos con sonrisas cálidas.

La señora Park habló —¿Cómo fue que paso todo esto? Solo quiero saber cómo llegaron a ser pareja. —acuno las manos de ambos chicos.

—Sean libres de contarnos. —le apoyo Jeon acariciando ambas cabelleras.

La pareja suspiro y se dieron una mirada para hablar.

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Jungkook miraba con aburrimiento por la ventana del lujoso auto mientras iban camino a la cena de ejecutivos que el dueño de las empresas donde trabajaba su padre había organizado.

Su madre hablaba animadamente con su padre mientras él estaba ahí, a un lado de la ventana notando la noche apenas caer en el cielo lleno de colores anunciado que el atardecer terminaría y la noche llegaría.

Suspiro como por quinta vez y miro a sus padres.

—¿Es necesario que vaya? —pregunto con cautela.

Su padre rápidamente lo miró y sonrío.

—¡Claro que sí! Ese de Park también traerá a su hijo y quiero restregarle como eres mejor que ese chiquillo. —se cruzó de brazos altanero. —Escuche que es dos años mayor que tú y además que es una rata de biblioteca. Puede que sea un adefesio. —se estaba pasando, llevándose por el coraje ante su enemigo.

Jungkook le iba a decir algo, que no debía hablar mal de nadie sin motivos, pero se quedó callado ante la mirada filosa de su padre.

Así que en silencio volvió a mirar hacia la ventana.

Esperando que esa noche acabara pronto.

La señora Jeon suspiro decepcionada ante las palabras de su marido, el conocía a el hijo de los Park y era una de las personas más educadas y aplicadas que conocía, además que era una hermosura andante. Cuando lo vio no evito pensar que bonito se vería junto a su hijo.

Ambos siendo amigos. Pero descarto esa idea al recordar la relación que tenía su marido con el padre del pequeño Park.

Ignoro por completo los comentarios altaneros de su esposo que seguía en esa nube de querer humillar al señor Park ocupando a su hijo como apoyo.

Llegaron a la cena minutos después y los tres caminaron para entrar a ese lujoso salón lleno de decoraciones doradas y blancas. Además de algunas cosas plateadas.

Se veía muy elegante y las personas invitadas ocupando el código de vestimenta solo hacían ver el lugar más lujoso.

Jungkook analizo todo son sumo cuidado, las lámparas en el techo, las luces en las ventanas y paredes, las lujosas mesas y los cubiertos de plata, todo sumamente limpio y brillante.

Nadie aun comía, todos estaban platicando con demás personas, intercambiando palabras y logros.

Y eso hizo su papá minutos después.

Lo tomaba por los hombros mientras hablaba maravillas de él frente a un grupo de ejecutivos. Todos lo observaban con curiosidad y alardeaban de él.

Pero llego el momento que su padre estaba esperando.

—¿Alguien sabe de Park? —pregunto con una sonrisa torcida.

—Aun no llega. —dijo una mujer con su vestido verde moldeado a su cuerpo mientras limpiaba algo que estaba en su ropa.

Jungkook sintió que algo malo estaba pasando cuando el agarre de su padre en sus hombros aumento.

Muchas personas empezaron a murmurar.

Y miró hacia donde todos miraban. La entrada del lugar.

Y sus ojos se abrieron considerablemente al ver lo que los demás admiraban.

El señor Park caminaba con su esposa a un lado y su hijo junto a ellos con una encantadora sonrisa y las manos detrás de su espalda, un traje gris elegante adornaba su cuerpo y moldeaba su esbelta figura.

Jungkook no pudo evitar sonrojarse.

Su padre al ver lo encantador y el aura que transmitía el joven Park acerco a su hijo y le susurro: —Sonríe.

Jungkook dudoso acato la orden y una sonrisa adorno su rostro, no era la sonrisa más hermosa de su sistema debido a que era una falsa sonrisa.

La familia Park se acercó a donde estaban.

El mayor de los Park sonrío ante su rival.

—Un gusto verlos este día. —saludo cortésmente.

Su esposa se disculpó, pero quería ir a la mesa de bocadillos.

Jimin hizo ademán de querer ir con ella, pero su padre no lo permitió.

Y entonces su mirada triste hizo contacto con la de Jungkook.

No pudieron despegar su mirada del otro.

—Les presento a mi hijo, Park Jimin. —le nombrado hizo una reverencia.

—Pues yo te presento a mi primogénito, Jeon Jungkook.

Y así mientras sus padres seguían alardeando ellos no dejaban de verse en ningún momento, estaban hipnotizados por la mirada del otro.

Todos a su alrededor estaban concertados en la pelea de miradas de los mayores y como seguían presumiendo a sus hijos.

Hubo un momento donde ya no hubo más que decir y siguieron viendo más personas con las que hablar sin dejar a sus hijos descansar un momento.

Jungkook estaba más que cansado, sus pies dolían de estar de pie y caminando de un lado a otro.

Entonces cuando su padre por fin lo soltó miró como se acercaba amenazante al señor Park que le sonreía con altanería.

Jungkook suspiro aliviado y decidió huir de ahí, estaba más que agobiado.

Salió al jardín del salón y miró el solitario lugar.

Se adentro a este observando las bellas decoraciones en las plantas y las iluminaciones.

Pero algo o mejor dicho alguien llamo su atención.

Jimin se encontraba sentado en el suelo mientras miraba el cielo. Desprendía un aura calmada y relajada al estar solo en ese lugar.

Pero un paso en falso de Jungkook lo sacó de su momento de soledad provocando que lo mirara.

Ambos volvieron a conectar miradas.

Jungkook se puso nervioso pensando que Jimin lo tomaría como un acosador, pero el de cabellos dorados le regalo una sonrisa.

Le devolvió el gesto sorprendido y se acercó con toda la valentía de su cuerpo.

—Hola... —saludo.

—Hola. —contesto Jimin de igual manera sin borrar la sonrisa de su rostro. —¿Te quieres sentar? —le señalo el lugar disponible a su lado.

Jungkook asintió y tomo asiento junto a él.

Jimin se volteo para poder observar al pelinegro.

—¿Tú también te agobiaste allá dentro?

Jungkook asintió.

—Estaba más que cansado.

—Yo también, desde que entre sabía que nada sería tranquilo. —comentó soltando una pequeña risa.

—¿También te obligaron a venir?

Jimin negó.

—Vine por los bocadillos, mi papá me dijo que podría comer los que quisiera, pero hasta el momento no he podido comer nada. —murmuro decaido.

Jungkook sonrío ante eso —Yo tampoco, es una cena y nadie está comiendo. Solo están hablando.

Jimin suspiro.

—Lamentablemente este mundo social me tocara vivir en un futuro.

—A mí también... —suspiro. —preferiría estar en mi casa escuchando música.

—¿Qué tipo de música? —pregunto interesado en saber más de ese chico.

—Alternativa.

—Yo amo la música pop contemporánea.

Y con eso empezaron a platicar por horas.

Las conversaciones fluían con naturalidad y se sentían cómodos con el otro, incluso sentían que se estaban divirtiendo mucho más de lo que se hubieran imaginado. Ambos estaban encantados con el contrario.

Se conocieron por ese rato y hablaban, se reían, comentaban, sonreían y se sonrojaban.

—A mí también me obligaron a aprender a tocar un instrumento musical. Me obligaron a aprender a tocar guitarra.

—A mi tocar el piano, pero mis dedos son algo... —miro sus dedos. —Algo lentos. —sonrío con timidez.

Jungkook movió su mano hacia la de Jimin comparando el tamaño.

—Para ser dos años mayor que yo tus manos son más pequeñas. —dijo encantado al ver como las manos delicadas de Jimin se mantenían juntas a las suyas.

Jimin sintió una calidez en su pecho y siguió observando ambas manos aun juntas.

No tenían intensiones de separarlas.

Se sentía... bien.

Pero miraron hacía el salón notando que sus padres los estaban buscando.

No pueden saber que estuvieron hablando, así que se levantaron con rapidez y compartieron números para seguir comunicados, era obvio que querían seguir conociéndose.

—Hasta pronto, Jungkook. —se despidió Jimin sonriendo. —Fue un gusto hablar contigo.

—Igual, fue encantador conocerte. Nos vemos pronto. —contesto Jungkook igual sonriendo.

Y así ambos tomaron caminos diferentes con sonrisas en sus rostros.

Pero esos caminos no estarían separados por tanto tiempo, el destino y ellos mismos se encargarían de volver a encontrarse.

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—Después de eso seguimos teniendo comunicación, una cosa llego a la otra, otra a la otra, nos enamoramos y ahora somos novios. —relato Jungkook.

Después de minutos de silencio mientras estos relataban como había pasado todo, sus padres por fin hablaron.

—Owww, desde un inicuo tuvieron una gran química. —dijo la señora Park encantada.

—Fan de su relación. —dijo la señora Jeon.

Ambos adultos se quedaron aun en silencio.

—Aun sigo odiando a Jeon.

—Y yo a Park.

—Pero no somos nadie para discutir su relación después de haber conocido la historia, así que hagan lo que quieran. —por fin acepto el señor Park ladeando una sonrisa.

—En las comidas familiares me niego a que este Park. —volvió a atacar Jeon mirando a su rival.

—¡Yo también, no porque nuestros hijos sean parejos signifique que te soportare!

Y otra pelea empezó.

Pero nuevamente no les importo a la pareja de adolescentes, después de todo ahora podían gritar a los cuatro vientos que se amaban.

Sonriendo Jimin recargo su cabeza en el hombro de su novio y sonrío cuando este lo abrazo.

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Espero que les haya gustado :3 y con eso me pongo a trabajar otra vez en mis demás historias jsjsjjs

Los amo♥

Bye~🦋