25.🧁
(Precaución: pensamientos intrusivos/suicidas)
- En otras noticias, se han rescatado los restos de otras tres victimas del atentado de Hunts Point la noche del primero de mayo, un trágico y sobre todo misterioso incidente que trajo consigo la muerte de un numero indeterminado de niños de entre 4 y 11 años, hasta el momento no se han encontrado culpables pe-
Mujika apagó la televisión.
- Es temprano y estoy de buen humor ¿Podrías pasarme la leche por favor, Emma? -
Tragué en seco mientras asentía e iba por el mandado al final de la cocina, sacqué la leche del refrigerador, temblando, coloqué el embace sobre la islita donde Mujika preparaba masa para muffins.
- ¿Norman va a venir hoy? -
- Papá -
Me reprendió con una simple palabra y un fuerte tono.
- ¿Crees qué papá vaya a venir hoy? -
Corregí, aun no acostumbrada a llamarle de esa manera, no creo que algún día lo esté.
- Dijo que vendría, aunque la verdad yo no lo creo, ha estado muy ocupado estos últimos días, con el concierto que viene y todo eso -
- Ojalá pueda probarlos -
- Primero que queden bien ¿No crees? -
- Si, tienes razón -
Una sonrisa forzada escapó de mi boca por impulso.
El día había comenzado de maravilla, nueve de la maña, recibí a Mujika alegremente mientras yo aun estaba en pijama, pusimos manos a la obra mientras platicábamos a cerca de cosas triviales, cómo por ejemplo la larga fila que había tenido que esperar para que le cobraran en el supermercado, yo soló así uno que otro comentario ocasional, no porque no quisiera hablar, sino porque no tenía demasiado por compartir.
Mis días en la gran mansión comenzaban a ser rutinarios, no que me molestara.
No llevaba más de dos semanas en este lugar, Mujika venía casi cada día a pesar de haber afirmado antes que solo vendría una o dos veces por semana, tampoco me molestaba su compañía.
Venía entre las nueve y las doce del medio día para preparar comida, comer a mi lado y luego regresar a trabajar, por eso mismo ya comenzaba a acostumbrarme a levantarme a eso de las ocho y media para recibirla, poco más poco menos.
Norman no había venido más que en un par de ocasiones, en las cuales no se quedó por mucho tiempo de cualquier modo, saludó, dejó dinero y se fue.
No sé nada de el, de vez en cuando Mujika menciona algún evento en su agenda pero nada más, eso si me molesta un poco.
Mujika era muy buena cocinando, todas sus comidas eran exquisitas, cada vez preparaba algo diferente y yo cada vez quedaba impactada por el sabor, todo gracias a sus mil libros de recetas propiciados por el patrón, tampoco es como que tuviera algún limite a la hora de comprar ingredientes, desde salmón a maracuyá, sabores que en mi vida imaginé probar, menos en aquel agujero.
Pero no hablemos de eso.
Por otro lado, se encontraban mis peculiares colegas.
Todos unos personajes, unas divas y unos hijos de puta con sentido del humor sub desarrollado.
Legravalima.
Una perra descarada hipócrita e imbécil que no perdía oportunidad de verme de arriba a abajo cómo si fuera la peor desgracia que hubiese pisado este planeta, cómo si nunca se hubiese visto en un puto espejo.
Remilgaba constantemente de su físico mientras se cambiaba, a la vez que otros días bramaba sin descanso "Dios, ¿Cómo puede alguien estar tan buena?" mientras miraba al espejo y acariciaba sus senos.
Porque no conforme con pasear semi desnuda por la casa el noventa por ciento del tiempo, también parecía modelar su cuerpo desnudo en media sala mientras intentaba ver televisión o leer algún libro, no sé si era a propósito para molestarme, pero era molesto principalmente porque nunca cerraba la puta boca, nunca.
Peter era algo más bien neutral ante mi presencia, siempre me aconsejaba alejarme de Legra, especialmente cuando comenzaba a hablar de Norman, si no alcanzaba a echarme, entonces me cubría las orejas, aunque igual escuchaba todo lo que tenía que decir, una barbarie tras otra, casi todo de índole sexual, nada que no haya supuesto o confirmado antes.
Aparentemente estaba harta de que el albino le pidiera usar arnés.
No diré más.
Peter también me prestaba su ropa, o algo así, me prestaba sus hoodies y camisetas holgadas, entonces la mayor parte del día me la pasaba en calzones solo cubierta por algún trapo que me quedaba extremadamente grande, porque así le gustaba usarlos a Ratri.
Ellos se comían las sobras de la comida que Mujika preparaba, entonces nada se tiraba realmente.
Además de eso, gran parte del tiempo simplemente era ignorada, por eso me entretenía con la gran pantalla plana y libros, pero de esos no había demasiados.
Y eso era con la cotidianidad con la que debía lidiar ahora.
Se sentía casi irreal.
Ahora era simplemente una niña mimada de padre ausente.
¿Qué más puedo pedir?
Literalmente nada.
Miraba a Mujika sacar los muffins del horno cómo si se tratara de alguna especie de comercial navideño.
La tele estaba encendida, el par de locos bichis discutía sobre algo cómo era costumbre, yo estaba sentada sobre un banco al lado de la mesa, miré mi reflejo en un gran cuadro enmarcado y ahí me pregunté.
["- ¿Y qué sigue? -"]
No sentía nada, las noticias en la tele fue lo que me volvió a recordar una vez más de dónde vengo y lo que soy.
Nada más que una un animal de zoológico que cambió de hábitat.
Tuve suerte
¿Tuve suerte?
¿Por qué mierda tuve tanta puta suerte?
¿Por qué ellos no?
¿Es tonto? ¿Es estúpido pensar que tal vez no debí escapar?
Causé mucho daño a acosta de los demás, a espaldas de por quienes juraba sentir compasión, en serio fui tan egoísta.
¿Y cómo debería sentirme? ¿Qué es correcto sentir en este momento?
Si soy feliz, soy una miserable, pero ¿No debería simplemente serlo para que valga la pena? ¿Valió la pena?
¿Tal vez sea mejor simplemente no sentir nada?
Pero es que eso tampoco se siente correcto.
¿Entonces debería escapar otra vez?
¿A dónde?
¿Por qué lo haría? ¿Con que dinero? Estaría siendo una estúpida en cualquier caso, y una malagradecida, y una molestia.
De por sí ya soy una gran molestia aquí, y se nota que a leguas soy una molestia para Norman, por eso no viene a verme, tiene mejores cosas que hacer, de seguro Mujika también tienen mejores cosas que hacer pero yo le estoy quitando tiempo.
Debí morir en ese lugar de mierda, ¿Por qué me aferré tanto a una esperanza? solo hice más difícil la vida de todos.
No podría morir aquí, mi cuerpo solo ocasionaría más problemas.
Nunca debí-
- Emma -
No debí...
- Emma ¿Estás bien? ¿Viste algo? -
No me di cuenta de mi expresión hasta que Mujika habló, simplemente me quedé viendo un punto fijo del vidrio mientras sentía mis ojos cristalizarse.
- Creo que... cometí un error muy grave, Mujika -
Me miró con pesar, abrió sus brazos y me ofreció un abrazo, hablé con mi voz algo quebrada solo para que ella me escuchara.
- Yo no debería estar aquí -
- ¿Necesitas hablar? -
- Si -
🥀🥀🥀🥀🥀🥀🥀🥀🥀🥀🥀🥀
Ojalá les guste, perdón por tardar tanto, me falta mucha inspiración últimamente, además hay muchas cosas que quiero editar y no lo he hecho por lo mismo, en serio quiero que este sea un fanfic de calidad pero además de la inspiración también están mis hermosisimas faltas de ort-grafía, por eso si ven una me avisan.
feliz Halloween, nada más aterrador que los pensamientos intrusivos uy quieto.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top