23.🎁
- ¿Qué es eso? -
Preguntó la rubia confundida, mientras veía a una niña tímida con asco.
- Oh ¿Esto? una herida de bala nada grave, en serio -
- No eso, eso, lo que sostiene tu brazo -
- Ah, eso, bueno este pequeño tesoro de aquí se llama Emma y va a quedarse aquí por un tiempo -
- No, eso claro que no va pasar -
Renegó de manera directa cruzándose de brazos
- Ay Legra por favor, no seas así -
- Norman, no soy ni tu esposa, ni soy tu novia, más bien soy una concubina, y que decir de Peter -
Sorpresivamente para nadie, nuestro querido ángel salvador de niñas secuestradas, había resuelto el dilema de la estadía de Emma sin consultarlo con absolutamente nadie, total, no es como si fuera un inconveniente para alguien ¿Verdad?
- Mira, creo que no te has dado cuenta todavía, pero estamos cansados, acabo de mencionar que tengo una herida de bala, gracias por preocuparte por cierto, y honestamente no te estoy preguntando, se quedará aquí porque no hay opción y punto -
- Norman-
- Shht, cállate un rato, mejor entra y mañana hablamos -
Interrumpió con descaro el joven rubio semidesnudo a la estresada dama, colocando sus dedos índice y pulgar por en sima y debajo de sus labios con suavidad, como si los tomara con pincitas.
Seguidamente siguió hablando, esta vez dirigiéndose al patrón.
- ¿Me puedes decir que demonios está pasando aquí? -
De un segundo a otro, cambió su semblante tranquilo por uno casi histérico.
- Tu bracitoooo, tu carritooo, están todos hechos mierda y mira a la niña, parece chihuahua, mírala como tiembla, espera ¿De dónde chingados la sacaste? ¿A quien se la estás cuidando o qué? mañana vas a resolver todas nuestras dudas -
- A ver, primero, yo no les debo absolutamente nada, viven bajo mi techo, comen mi comida, se ponen mi ropa, usan mis juguetes y mi dinero, yo no voy a explicarles nada y esta niña solo les dirá lo que les quiera decir, ni más ni menos, capisci? -
No solía enojarse rápido, menos en la casa a la que se dirigía para relajarse, pero ciertamente luego de tantas emociones por una noche, no era algo por lo que pudieran culparlo
- Capisci madres que, la vas a dejar así cómo así, Si no me vas a decir nada a cerca de ella mínimo dinos que hacer ¿Crees que Legra y yo queremos hacerla de niñeras? ¿Qué hacemos? -
- NO SÉ PETER, NO SÉ ¡yo tampoco planeaba tener hijos en lo que me restaba de vida y aquí estamos! solo vigílala un poco ¿Quieres? que no se muera, lo básico, mínimo fíjate que coma, ya está grande y es muy lista no tienes que hacer demasiado, en serio, ahora si me disculpas necesito ir al hospital, adiós -
Miró hacia abajo nuevamente encontrándose con la atenta mirada de una pelirroja confundida.
- Dijiste que me quedaría contigo -
Norman se hincó en su pierna izquierda como pudo para estar más a su altura.
- Bienvenida de vuelta al mundo real, la gente no cumple siempre sus promesas, ya te consentí mucho por hoy, entiende la situación ¿Si? vendré luego a platicar sobre todo este desastre, estate tranquila, pórtate bien y evita a Legra lo más que puedas, no la hagas enojar -
- ¿Qué hay de ese? -
- ¿Peter? Es básicamente un Golden Retriver, no te hará nada -
- ¿No es algún tipo de degenerado? -
- Pues si, pero no esa clase de degenerado sabes, estarás bien -
- Bueno, haré como que te creo -
- Esa es mija -
Dijo con orgullo sacudiendo su puño solo un poco.
- No me digas así -
- Okey -
Duró poco la celebración, dicha la última afirmación, hizo un ademán a Vincent para que lo ayudara a levantarse del suelo.
- Bueno creaturas, ya me tengo que ir o tal vez muera, nos vemos -
- Ya vana varias eh, te lo estoy dejando pasar porque andas malo, pero en un ratito ya me dijiste, "esto","mija" y "creatura" -
- Ajá si cómo digas pulga, bye -
Dijo quitándole importancia mientras despeinaba el cabello de la niña y se despedía con la misma mano de el rubio en la entrada de la gran casa de campo.
- Cuídense -
Exclamó desde la camioneta, para luego cerrar la puerta e irse rápidamente.
- Deberíamos entrar -
Dijo Peter imitando el gesto del viejo colocando su mano en la cabeza de la preadolescente, acto que la incomodó al punto de moverse por reflejo.
- No hagas eso -
El joven Ratri decidió simplemente levantar las manos intentando demostrar de manera poco válida su inofensividad.
- Bien, no lo vuelvo a hacer, ahora entra -
Una alfombra roja tapizaba todo el piso de la casa a primera vista, eso incluía las dos escaleras que llevaban al mismo piso de manera ostentosa, las cortinas de la entrada también eran rojas y gruesas, contrastando con las paredes blancas y candiles dorados de pedrería de fantasía transparente, repartidos en la entrada y la gran sala de estar, a donde se dirigían nuestros mantenidos y donde reposaba la, no muy contenta, mujer de la casa.
- Legra, voy por una camiseta y unas sábanas para que duerma, ahorita vengo, intenta hablar con ella en lo que voy y vengo -
- ¿De qué se supone que hablemos? -
- No sé, pon reglas si quieres, conózcanse o algo, piensa un poco, solo, trata con cuidado o que hacemos aquí -
- Eres de tanta ayuda -
- ¿Verdad? -
Dijeron ambos irónicamente, ambos se sacaron la lengua y su hermosísimo dedo medio mientras el rubio aun semi desnudo se alejaba de la habitación.
Legravalima miró a Emma de pies a cabeza sin ninguna intención de ocultar su rechazo hacia ella, suspiró amargamente y comenzó a hablarle directamente a la susodicha creatura.
- Siéntate -
Claramente incómoda, la chica procedió a sentarse frente a ella en un sillón rojo aterciopelado pequeño, que contrastaba de manera peculiar con las cortinas finas y blancas, casi traslucidas que dejaban entrar la luz de la luna, aunque su luz no era suficiente para iluminar aquella gran sala de estar, así que la luz de tono cálido en el candil era la que iluminaba sus rostros disgustados.
- Mira, no tengo nada en contra tuyo, no es personal, ni siquiera te conozco niña, pero los niños no me caen muy bien ¿Okey? cuidé a mis hermanos, y Dios, fue una tortura total, no me interesa mucho ser cariñosa así que espero que-
- Si quieres podemos interactuar lo menos posible -
La reina, acostumbrada a las palabras de su rey y a su irritante insistencia en cuanto a modales se refería, se indignó al mismo tiempo que sorprendió por la falta a su palabra, aunque no era algo que debiera sorprenderla, era mocosa después de todo, de manera indulgente le siguió la corriente.
-¿A qué te refieres? -
- Sé lavar, planchar, cocinar no mucho pero un poco si, y como podrás imaginar, puedo ir al baño sola, puedo atender perfectamente mis necesidades básicas así que si crees que te atormentaré tanto como dices, simplemente ignórame, tampoco tengo algo en contra tuya y sinceramente ninguna se puso a propósito en esta situación, simplemente sucedió -
Era inteligente, y frunció el ceño notoriamente debido a eso, Legra comenzaba a sospechar de una ligera subestimación de su parte, pero siendo honestos, podía esperar cualquier cosa del solista extravagante, con esa ultima respuesta no le sorprendería si la "niña" resultara ser una mujer de su edad con algún problema crónico.
Claramente la niña era especial en algo ¿No? la había llevado específicamente a esa casa por algo, y seguramente no era bueno.
Entonces, mil ideas comenzaron a entrelazarse en la mente de Legra, teorías descabelladas que, aunque no estaban tan lejos de la realidad, estaban hechas un completo embrollo en su mente, algo que podía colapsar en un feo malentendido.
- ¡PEEEEEETEEEEEEER! -
Gritó desesperada, para luego salir corriendo en busca del joven de pelo rizado, que bajaba las escaleras con todo lo que había mencionado anteriormente, sabanas y una camiseta de su autoría.
No duraron mucho en sus manos, la desesperada mujer había corrido hacia el sacudiéndolo con brusquedad, destendiendo sin querer la sabana sobre las escaleras en un arrugado bulto.
- Tenemos que hablar, vamos al cuarto -
Y así lo jaló del brazo escaleras arriba encerrándolo en cuarto asegurándose de que la pequeña señorita no estuviera espiando a hurtadillas.
- Creo que Norman por fin perdió la cabeza -
- ¿Hasta ahorita? Según yo no la tenía desde hace ya rato -
- PETER esto es serio, creo que Norman podría ser una pederasta -
- ¿De qué hablas Legra? -
- Ay por favor, ¿Por que traería a una "niña" a esta casa? -
Exclamó haciendo comillas
- Tiene cientos de millones de dólares ¿No pudo contratar a una niñera? ¿Dejarla con alguien que no fuéramos nosotros? -
- Okey pero, a ver, espera, vas muy rápido, y ¿Por qué "niña"? -
- Hace un segundo esa mocosa me dio un argumento sólido y valido de cómo coexistir en paz, no digo que no haya niños inteligentes, pero la manera en que lo dijo, sin ninguna expresión, solo estática ahí, unido a eso tenemos todo este contexto, creo que podría ser una actriz de porno infantil -
Dijo señalando todo a su alrededor, Ratri lo meditó un segundo, y entonces prosiguió.
- Bien, ya entendí, primero, tienes mucha imaginación, y con respecto a todo eso, aun no me convence, es que lo he escuchado hablar de niños y, la manera en que se despidió de ella, no, no creo, nos falta información Legra, no puedes sacar una conclusión así de la nada -
- ¿De la nada? sabes bien de lo que Norman es capaz ¿No esperas cualquier cosa de el? porque yo en definitiva lo hago -
- Bien, pues prefiero que me lo diga el mismo, si es así como dices en algún momento nos lo tiene que decir -
- No Peter, tienes que pensar como pederasta ¿Le dirías a alguien de una filia así? -
- ¿Crees que Norman se avergonzaría de algo frente a nosotros? -
Y ese fue el momento en el que la rubia guardó silencio, porque el artista podía guardar secretos, pero por algo tan ajeno como la vergüenza, jamás, no a ellos, tampoco es como si pudieran hacer algo legalmente así que aunque no despejaba sus dudas por completo, la dejaba un poco más tranquila, solo un poco.
- Pensaremos mejor mañana con un buen café -
Dijo el chico de tez blanca mientras recogía lo que antes se había caído.
- Hoy, hay que dormir -
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Buenas noches
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