Y así llegó el día, el día donde yo decidía bajar del olimpo y escribir para los pobres mortales...

Ups...

No, así no era.

No, Aquel día de primavera, cierta pelirroja se preparaba para debutar en su nueva vida atravesando una ultima prueba esa misma noche, no parecía muy complicado, es decir, la dama de la fortuna parecía estar de su lado últimamente, no de manera gratuita, pero no era un gran precio a pagar.

Sin embargo era mejor no confiarse, que unos de sus planes hubiera resultado no podía volverla arrogante, porque hoy se verían los resultados de una estrategia que sucedió a raíz de pura suerte.

La suerte de que un pobre millonario "de buen corazón" decidiera hacerle caso a su pelele amigo, la suerte de que aquella niña niña de hábiles palabras fuera de su agrado, la suerte de que aceptara adoptar a la pequeña en poco tiempo.

Todo parecía demasiado conveniente para su gusto, la chiquilla aun dudaba de la veracidad de sus palabras mientras se colocaba su chaleco naranja, pese a esa desconfianza, ya era demasiado tarde, lo que tuviera que pasar, pasaría, ya no había marcha atrás.

Si ese señor resultaba ser un mal hombre simplemente se arrepentiría de sus decisiones el resto de su vida, nada que no hiciera ya.

- ¿Terminaste ya? -

Dijo Ray mientras tocaba el marco de la puerta y entraba sin esperar una respuesta, como ya era costumbre dicho sea de paso por la ausencia de una verdadera puerta.

- Si , solo me falta el moño, el sombrero, el saco, las medias, los zapatos y peinarme -

- O sea que no -

- Bueno, técnicamente no, pero es que no tardo nada en ponerme esas cosas -

- Bueno, porque Isabella ya nos espera, te ayudo con el moño -

Dijo mientras tomaba el listón a cuadros sobre el colchón y se acercaba con tranquilidad a su contraria.

- ¿Te vas a ir con eso? -

- Yuugo va a llevar mi traje -

- Okey -

Silencio.

- ¿Estás nerviosa? -

- ¿Quieres que te golpee? -

- Ya ya, no estés nerviosa -

- No pues muchas pinches gracias Ray, no sé que haría sin ti de verdad -

- ¿Quieres que te golpee? -

- Es que cómo eres a veces, he, te pasas -

- Si ya pues, mi error, pero ya en serio, respira, cálmate, no va a pasar nada, si, probablemente tengas que hacer un último trabajo después de catar, pero ya has aguantado mucho, esto será un paseo por el parque en comparación -

- ¿Tu no tienes un mal presentimiento sobre esta noche? -

- Na, todo va salir bien -

Dijo el pelinegro mientras los vellos en sus brazos se erizaban con pánico cada que respiraba, ere claramente una mentira, el chicho no era conocido por ser muy optimista que digamos, pero por su amiga podía ser cualquier cosa.

- No te peines, solo te lo vas a esponjar y no tenemos gel -

- Bueno, me voy a poner los zapatos, si quieres ve bajando para que calmes a Isabella, yo ahorita voy -

Asintió, sonrió, sacudió su cabello e hizo lo que la niña le sugirió con calma, al salir de la habitación dejó salir un largo suspiro desinflando su pecho, con pasos lentos y arrastrados bajó las escaleras con una cara larga.

Sinceramente, creo que no es necesario que explique el por qué de su actuar, pero lo haré de todos modos.

A pesar de haber tenido esa charla miles de veces, la idea de no volver a Emma lo derrumbaba por completo, esta noche sería probablemente la última noche.

Otra idea rondaba por su cabeza, pero ese será tema para discutir después.

En otro lugar, El aclamado artista de talla internacional discutía con extraños por internet mientras disfrutaba de su almuerzo, un rico emparedado.

Eran todo risas hasta que estrelló fuertemente su celular contra el piso de la cocina, dejándolo inservible mientras le sacaba un buen susto a Bárbara en el proceso.

- Señor ¿Y eso por qué fue? -

Norman con el seño fruncido tardó en responder, pero al final lo hizo casi refunfuñando.

- Me doxearon -

Cislo contuvo la risa mientras Bárbara frotaba su sienes con angustia, juntó las manos casi implorando.

- Jefecito -

Ahora hablaba molesta.

- ¿Cuántas veces le he dicho que no se pelee en Twitter he? algún día va acabara expuesto -

- Estaba usando un perfil falso Y locación falsa, además solo estoy bromeando, el no debió ponerse así -

- Burlarse de los judíos no es un buen chiste señor -

- Era un árabe, ¿Y a quién le importa? ¿Por qué hablamos de esto? Barbie, tráeme un teléfono, Vincent, trae la camioneta, nos vamos de compras -

- ¿Qué necesita señor? Yo puedo traérselo si gus-

- No no, me apetece un traje a la medida, esta noche es importante -

- ¿Ocasión? -

- Pues hoy adopto a la niña -

Bárbara palideció de un segundo a otro ante tan terrible noticia, al menos para ella en definitiva no era una buena noticia.

- Señor, pero si ni siquiera arregló su residencia ¿Dónde se quedará?... Ahora que lo pienso ¿Por qué decidió adoptar a una niña si no quería que se quedara aquí? Es absurdo, tarde o temprano descubrirán que tiene una hija de cualquier modo -

- Se nos va a hacer tarde, trae el teléfono -

Dijo ignorando la interrogante por completo con un tono desinteresado, Bárbara, más tensa que antes subió las escaleras pensando en como sería  jalar del cabello a su propio jefe.

De un pequeño cuarto de almacenamiento lleno de cajas, sacó de una de estas un celular común y corriente, Norman no ponía demasiado esmero en escoger los electrodomésticos de las más alta calidad debido al constante cambio que hacía de ellos, principalmente laptops, tabletas, teléfonos, televisiones y en algunos casos, licuadoras y microondas, yo que ustedes no pregunto.

Después de bajar las escalera rápidamente, Norman arrebató el celular de las manos de su... lacaya a resumidas cuentas.

- Perdón por ser hostil Bárbara, es solo que hoy tengo algo de prisa y si, ya tengo solucionado donde se quedará Emma -

La joven sonrió de manera pesada con frustración para satisfacer al diablo que tenía en frente, quien cruzó la puerta una vez dada sus disculpa mal hecha.

Cinco de la tarde en el reloj y todos daban sus vueltas apurados, bueno, quienes estaban involucrados en este desastre, incluyendo a dos hombres que vagaban por la plaza con un objetivo en mente, conseguir un traje para el emo de orientación sexual cuestionable.

- Yo recuerdo, que Ray ya tenía un traje ¿Qué pasó con eso? -

Habló el recientemente recuperado Lucas

- Ocupaba dinero ¿Está bien? No quería venderlo, pero el imbécil al que se lo renté jamás lo devolvió, así que -

- ¿Hace cuánto fue eso? -

- Ehh... déjame pensar... ¿Un año? ¿Dos? No recuerdo, fue cuando me peleé con Isabella y no le quería tomar ni un centavo, antes de ser pianista en su local de mierda -

- A, que bonito, que, bonito -

- No me juzgues, bien que tragas con ese dinero, y vas a seguir tragando con ese dinero por lo que veo -

Si, digamos que trabajar con una mano no era de lo más rentable.

- Algo se nos ocurrirá, todo por que saques a Ray de todo eso -

- Si... me da que le arruinamos la vida -

Lucas detuvo su caminar tomando de la mano a su pareja, mirándolo con profunda compasión.

- Deja de pensar en el mal que le has hecho, mejor piensa en el bien que le harás más adelante -

Yuugo pensó sus palabras un segundo, para responder con un.

- Que culero, yo pensé que me ibas a decir algo como "tu no hiciste nada malo" o algo así -

Ambos estallaron en risa al instante.

- Es que te cogiste a tu hermana, no mames Yuggo ¿Qué esperabas? -

- Eso, más alto, que toda la plaza te oiga no hay pedo -

Yuugo pasó su brazo por la nuca de Yuggo de manera abrupta.

- Vamos por ese estúpido traje y volvamos a cas a ponerte guapo -

Dijo el pelirrojo mientras empujaba ligeramente al contrario para seguir caminando.

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Por favor permíteme saber si ves alguna falta de ortografía de cualquier tipo señalándola en comentarios para corregirla lo más pronto posible, gracias <3