18.🍤
Sábado quince de enero, la noche de mi maravilloso cumpleaños. ojalá tuviera la suerte de decir eso.
Las largas noches de invierno se hacían insufribles cuando la inmunda humedad en las sombras del mugriento edificio que caía a pedazos eran mi única compañía, Isabella me consintió dejándome aquí con un pastel y una vela de bengala, cuando ella se fue junto al resto de la "mercancía" dejé que los niños devoraran el insípido pastel comprado, quienes pudieron probarlo, se extasiaron inconmensurablemente gracias al dulce sabor del corriente glaseado a base de huevo, azúcar y colorante que lo cubría, a pesar de las deplorables condiciones en las que nos mantenían encerrados, la leche jamás faltaba en el refrigerador por alguna razón.
Después de acompañar su dulce pedazo de cielo con un frío vaso de leche le mayoría cayó rendido a eso de las diez. cuando la débil luz de las farolas aun funcionales en la colonia apenas lograba colarse por las bolsas de basura que cubrían las ventanas, y apenas se escuchaban los suaves pasos de pequeños errores recorriendo por el edificio decidí prender la vela, la luz que desprendía cada chispa me hipnotizaba y me llenaba de calidez, era casi nostálgico, salvo que, en mi memoria no resguardo ningún recuerdo excepcionalmente feliz cerca del fuego.
Pero si puedo imaginar, imaginar que fui feliz en una familia llena de amor, al menos hace mucho, envidaba a Emma por eso, definitivamente podía empatizar con la idea de jamás haber sido parte de una familia en mi niñez, no conozco el sufrimiento de haber sido apartado de una como ella lo hacía, pero al menos ella podía resguardarse en su memoria como yo jamás podré.
Cuando bengala se apagó, el vació creció, permanecíamos a oscuras durante la noche para no llamar la atención, solo unos pocos cuartos contaban con lamparas y las linternas, además de limitadas eran muy pequeñas, solo para evitar morir escaleras a bajo, y que los llantos cesaran el mayor tiempo posible, aunque quienes llevaban tiempo aquí ya se habían acostumbrado a dos cosas, o dormir temprano para evitar la oscuridad de la noche, o se había vuelto indiferente ante esta, total, la llorona no era nada en comparación a la bruja y los monstruos bigotones de miembros flácidos.
Personalmente, no era fan de dormir.
Cuando decidí que las once era muy temprano y la sobriedad insoportable, procedí a levantarme del suelo para dirigirme a la habitación de Isabella, eso hasta que las luces y el sonido de un coche desvencijado, según el sonido que emitía, no pasaron de largo, dicho coche apagó su motor justo en frente del lugar.
Ya que asumí que Isabella no usaría una carcacha como esa en su vida, asumí de inmediato que no se trataba de ella, la curiosidad hizo que me moviera de forma automática pinchando una de las bolsas de basura a través de la madera en una de las ventanas, y afuera pude verlo.
Bajando del auto con su mugrosa gabardina café en la espalda y una bolsa de dudosa procedencia en su mano izquierda, Yuugo, el alcohólico olímpico hijo de puta que me alegraba de ver, habló a través de un radio mientras miraba los alrededores caminando lentamente hacía el con fachada de abandono.
Más temprano que tarde tres de los condones rotos entraron a mi habitación, confundidos, eran perceptivos, pero yo no era Emma y no siempre estaba de humor para atenderlos, si tuvieron pastel deberían dejarme en paz, los ignoré corriendo escaleras abajo a toda prisa con una de las linternas piteras que le saqué a uno de ellos.
No me malentiendan, no sería tan descortés, pero el portón electrificado que solo podía ser cruzado por la bruja y su gorila con ayuda de un control especial, me preocupaba un poquito, al menos estaba solo en el tercer piso.
una vez en la primera planta, subí a una silla de la cocina al final del pasillo en el cuarto de lavandería para poder alcanzar el centro de carga que conectaba el edificio, sin pensar en nada más que evitar una posible tragedia, terminé bajando todas las palancas dejando a oscuras casi por completo al chiquero este.
Fue entonces que volvía a correr hacía la puerta principal solo para darme la grata sorpresa de que el ya estaba adentro.
- ¡¿CÓMO VERGA ATRAVESATE EL PORTÓN?! -
Pregunté con calma amablemente.
- Hola papá, es un gusto verte ¿Cómo estás? Ah muy bien hijo, gracias ¿Y tu? -
Arremedó con sorna, a pesar de suspirar molesto, terminé tragándome el orgullo dándole un abrazo, no podía enojarme estando tan feliz por verlo.
- Hola papá -
El gusto no duró mucho cuando olí el inconfundible a roma a alcohol provenir de su aliento.
- ¿Volviste a beber? -
Me separé de el en seguida.
- Bueno salí temprano hoy, así que de camino aquí me encontré con un expendio, una cosa llevó a la otra ¡y mira, te traje un cartón y camarones! que afortunado eres, campeón -
Dijo mientras me daba la bolsa que había visto desde la ventana, adentro había una bolsa con camarones crudos y un par de cervezas.
- Aquí solo hay dos cervezas -
- Si bueno, el resto son solo botellas vacías en mi carro ahora -
Después procedió a reírse de su mal chiste, no seguí el juego, eso de darle alas no resultaba bien.
- Oye ¿Tienen limones en esta pocilga? -
Sacudió mi cabello son su mano apestosa y se dirigió a la cocina, lo seguí obviamente, solo para presenciar como tropezaba con una silla del comedor improvisado, estoy orgulloso de haberlo visto.
- Mierda ¿Por qué está tan jodidamente oscuro aquí? -
- Ah, eso, ahora vuelvo -
regresé en mis pasos directo hacia el cuarto de lavandería para reactivar la energía, lo que no esperaba era escuchar múltiples voces que provenían del oscuro pasillo llamando mi nombre, algunas casi parecían susurros y otras se esforzaban por gritar sin poder lograrlo, un escalofrío recorrió mis espalda hasta que Olivia se acercó corriendo con su pequeña linterna.
- ¡RAY! te estuvimos buscando por todos lados, se fue la luz y todos teníamos mucho miedo -
- No había casi luces prendidas de todos modos, ven si quieres, voy justo a arreglar eso -
- cárgame -
Pinche niña pendeja, no se lo dije pero quería patearla, igual me la trepé a la espalda, de camino me encontré mas engendros que me escoltaron hasta mi destino con sus linternitas piteras, no les voy a mentir, se veía muy cagado el desfile de pendejaditas con lucecitas y todo.
Un par de minutos después de subir las palancas las luces volvieron y con ellas los niños volvieron a dejarme tranquilo para hablar con Yuugo, de vuelta a la cocina, prendí la luz y me senté frente a el.
- Ahora si ¿Me puedes explicar como atravesaste el portón? -
- Ah, eso, como te dije, terminé temprano, le dije a tu madre que vendría a verte, no quiso, le doblé el brazo y le saqué las llaves, en las llaves había un llavero con botones, apreté el mas grande y ya, easy, ahora, vamos por limón, salsa y jugo de tomate para preparar a estos bebés -
Dijo pegándole palmaditas a la bolsa de camarón.
- Está goteando -
volteó a verla, el hielo se estaba derritiendo.
- Dámelos, los voy a meter al congelador -
Dicho y hecho, metí los camarones al congelador mientras veía como se levantaba dirigiéndose a la puerta.
- ¿Qué haces? -
- Vamos a la tienda -
- Que simpático eres -
- Vamos -
Insistió
- Mira, si yo pongo un pie allá afuera, voy a acabar como colador -
- No te va a pasar nada -
Dijo restándole importancia al asunto, lo miré alzadamente con una ceja arqueada negándome a salir, entonces el, fastidiado, sacó de su gabardina un gran radio negro, lo encendió y en segundos comenzó a sonar.
- Oye cara de pinga, voy a llevar a Ray a la tienda -
Un beep se escuchó en el aparato, y luego una amable voz contestó
- Estás pendejo, si el mocoso sale les vuelo los sesos a ambos -
Yuugo rio incrédulo.
- Escúchame bien hijo de la verga, voy a sacarlo de aquí por veinte minutos de ida y vuelta, si no volvemos en ese tiempo, van, nos traen de las greñas y hacen lo que quieran conmigo, pero si le tocan un solo cabello a este niño, me aseguraré de que Isabella mande cortar las cabezas de todo tu escuadrón, y no precisamente la cabeza de arriba -
Se escuchó como del otro lado el idiota se maldijo casi inaudiblemente pero repetidas veces, para luego darnos el permiso .
- Veinte minutos Yuugo, si no vuelven se las meto doblada a ambos -
Le quité el radio a Yuugo, era inevitable de decir.
- Ay, quisieras guapo -
Después de tirar un beso lo apagué estallando en una carcajada sonora seguida por el viejo.
- Hey, yo no te crie para ser tan puta -
- Nací por mi madre, moriré por sus enseñanzas -
- WASAAA -
- WASAAA -
Haciendo el tonto partimos hacia la dichosa tienda que estaba a unas cuantas calles según me dijo el hombre homosexual.
- ¿Papá ya está en casa? -
- Si, lo dieron de alta hace dos semanas, ya te había dicho ¿No? -
- Solo me aseguraba de que no fuera otra alucinación -
- Ah... y... ¿Cómo está Clara? -
- Emma -
- Emma, perdón, es que siempre me confundo -
- Pues, bien supongo, se va la próxima semana -
- ¿Qué? ¿Cómo que se va? -
- ¿No te lo dijo Isabella? -
- ¿Por qué creerías que esa culera me contaría algo? -
Buen punto.
- Pues, en resumidas cuentas, Emma consiguió sugar y le va a pagar el pase de salida, que envidia -
- Wow, no sé si alegrarme por ella -
- Hazlo ¿Te acuerdas de el idiota que golpeaste a la salida del local en la cuarta hace poco más de un mes? -
- Déjame pensar, me suena -
Presionó su frente con las yemas de sus dedos creyendo que me engañaba.
- Déjalo, no vas a recordar, estabas hasta el culo de whisky esa noche, bueno, el bastardo resultó ser Norman -
- ¿El ángel de plata, ese Norman? -
- Si -
- No -
- Te lo juro por mi madre que si -
- ¡¿El es el sugar de Emma?! -
- Por esta que si, dice que la adoptó, Emma dice que no le ah hecho nada pero para mi que hay gato encerrado -
- Sabía que ese era un maldito hijo de puta -
- Si yo también lo creo -
Cuando llegamos a la tienda nos hicimos tontos comprando el jugo, los limones, salsas y más cervezas, sabíamos lo que todo el mundo quería saber, jugoso chisme de famosos, pero de regreso no paramos.
- A ver pero ¿Cómo estuvo que este tipo terminó por "adoptarla"?
- ¡No lo sé¡ esa niña me contó su plan para poder salir de aquí pero no sé como ese tipo que se ve tan difícil de tratar, terminó siendo manipulado por esa pendeja, en su defensa, el plan fue una obra de arte -
- ¿por qué? Cuenta cuenta -
- Básicamente, Emma le dijo a Norman "culo si no", le puso a Isabella en contra, Isabella me mandó como chivo expiatorio, Norman amenazó a Isabella, vieras el desmadre que se hizo -
- ¿Cómo que chivo expiatorio? -
- No me hagas explicarte por favor -
Yuugo se quedó callado, ya en varías ocasiones había expresado su desagrado por verme a mi en este mundo, si, eran graciosas las bromas, pero cuando hablábamos en serio de lo que sucedía... las arcadas querían apoderarse de nosotros, por eso era mejor tratar con indiferencia y humor la situación actual.
- Hijo -
Llamó mi atención solo a unos metros del portón.
- Lamento todo esto -
- No sirve de nada lamentarse, además yo no te culpo a ti, tu no me metiste aquí -
- No está bien que seas indiferente al tema -
No quería esta conversación, apenas me estaba divirtiendo.
- Si nos vamos a lamentar, mejor que sea adentro -
Presionamos el botón, abrimos la puerta, sacamos los limones, cosimos la mitad de los camarones y la otra la dejamos afuera, preparamos micheladas y ahogamos los camarones pensando poco en la gastritis.
- Ray ¿Estaba pensando en llevarte conmigo hoy? -
- Que gracioso eres, Yuugo -
- Hablo en serio, Ray, tu amiga se va a ir, y todo ya está bien en casa, es más, en unos días más tu cuarto va a estar terminado -
- Entonces dame una semana más y ya -
- ¿Por qué? -
- Para empezar, tal vez te pinchen la llanta si me llevas contigo hoy, sin arreglar nada con Isabella, estos bastardos saben donde vives, no quiero meternos en problemas... más -
- Ese no es problema, puedo manejar a tu madre -
- Deja de llamarla mi madre, me da asco -
Aclaré con los puños cerrados.
- No... aun tengo cosas que hacer aquí, pero si te voy a pedir un favor -
- ¿Qué? -
- El próximo sábado lleva mi traje a la cena por favor -
🥀🥀🥀🥀🥀🥀🥀🥀🥀🥀🥀🥀🥀🥀🥀🥀
Por favor permíteme saber si ves alguna falta de ortografía de cualquier tipo señalándola en comentarios para corregirla lo más pronto posible, gracias <3
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top