13.🥃
No nos importa mucho el cómo, aun no hemos descubierto el por qué y el cuando fue de noche, esa noche en que la imprudencia pudo más que el pensamiento, pero solo ganó una batalla más no la guerra.
Después de cierto acto indecoroso Norman logró su primera meta, ver de frente a la directora de la gran orquesta, la mujer se encontraba en el segundo piso, ese que se encontraba sobre su entrañable show, ahí yacía contando dinero en fajos de billetes para luego meterlo en tres diferentes maletines negros como los de una película de mafiosos de los años cuarenta, era raro el verla sin esa mascara con la que aparentaba dulzura, cotaba y recontaba pasando su pulgar por la lengua solo para volverlo a contar los billetes con una mirada que reflejaba cansancio, molestia, pero al mismo tiempo un sentido de responsabilidad inimaginable para cualquiera de nosotros, distraerse no estaba entre sus planes.
- Pensé que el dinero era enviado directo a una cuenta en el banco -
Lástima que mamá no contaba con la presencia de cierto artista insufrible de talla mundial, al notar al intruso dentro del pequeño cuarto cubierto por empapelado rojo sin ducto de ventilación más que un triste abanico eléctrico, Isabella lo miró de reojo por debajo de las cejas justo sobre sus anteojos sin levantar la vista y volvió a contar en su mente, no fue una agradable sorpresa, tal vez el problema es que no fue tan grande la sorpresa.
- Buenas noches señor Norman ¿Hubo acaso algún inconveniente? ¿Prefiere algo diferente? -
Norman entró de lleno al cuarto paseando la vista por todo el lugar, de donde vengo se le llama zorrear, pero solo era una manera de aligerar las cosas
- Es algo curioso que preguntes, en realidad, yo me preguntaba si algo le había pasado al girasol... Mi girasol -
- Oh! nada de eso, la cosa es que tememos por la salud del girasol -
Para ese momento, al notar a donde iría la conversación y que no sería una corta o agradable, Isabella anotó un numero en una pequeña agenda, procedió a quitarse las gafas y guardarlas dentro del bolsillo de su vestido, juntó sus manos, reposó su mentón sobre estas y apoyó sus codos en el escritorio, entonces su completa atención prevaleció sobre el albino.
- ¿A qué se refiere con salud exactamente? -
- Pues verá señor Norman, nuestra pequeño rayito de sol estaba embarazada, como podrá imaginar esto no la hizo sentir muy bien, ella asegura que usted es el padre, nos contó como usted insistía en terminar dentro y le pedía que no tomara la pastilla, nos rogó que no le permitiéramos acercarse a ella, tenemos limites, señor Norman -
Para este punto, como se podrán imaginar, nuestro querido señor Norman no estaba nada menos que furioso, el hecho de que pudiera mentir con tal falta de escrúpulos sin ningún rastro de duda era algo fascinante aunque sin duda escalofriante, pero en una situación así, no podía perder la calma así como así, así no se hacen negocios.
- No necesito decirle que eso es mentira, porque eso es algo que ambos sabemos, en vez de eso, negociemos un trato -
Isabella, aun sin admitir nada, obviamente, miró con interés como el cantante millonario salía de las sombras para acercarse a la tenue luz del escritorio dispuesto a apostarlo todo por esa niña.
- ¿Qué clase de trato? -
- Quiero adoptar a la mocosa -
Por más difícil que parezca de creer, Isabella perdió la compostura, no pudo evitar reír a carcajadas, Norman la miraba expectante esperando que terminara, no fue algo gracioso para el.
- No puedo creer que haya perdido la apuesta, en fin -
La dama que recién sobaba su estomago, aclaró su garganta con un carraspeó y recuperó su posición anterior de mujer que conquistaría el mundo de un chasquido.
- Mire señor Norman, yo no sé lo que ha escuchado ni de quién, pero tampoco me importa, no puede adoptar al girasol -
- No le estoy pidiendo permiso -
- ¿A si? ¿Por qué no se la lleva ya mismo entonces? -
- Porque no soy un hombre al que le guste trabajar por la fuerza, me gusta la diplomacia, me gusta hacer tratos, también me gusta que ambas partes cumplan su palabra -
- No es algo a discutir, pero en el hipotético caso de que lo fuera ¿Qué ofrecería a cambio? -
- No lo sé, dinero, protección, silencio, jamás pasa de moda ¿No lo cree? -
- Tengo todo eso y más, gracias por la oferta señor Norman, pero tendré que declinar, ofrecerle una disculpa y pedirle de favor que se retire, si olvidamos que esto pasó podrá seguir viendo a la niña, sí insiste, me aseguraré de que eso no ocurra -
Norman colocó su mano derecha sobre su frente y la arrastró hasta su boca, inmediatamente aun con la mano cubriendo su boca miró a la mujer con esa mirada de hielo que hipnotizaba hasta a la serpiente mas venenosa en señal de desesperación, aunque no precisamente por las razones que Isabella desearía, contra todo pronostico de aquella serpiente, el albino cogió un banco que se encontraba al lado del ropero y se sentó frente al escritorio viéndola fijamente, entonces sacó una pistola con su mano izquierda del pantalón, Isabella estaba completamente en shock.
- ¿Cómo consiguió entrar con-
- Sabe, déjeme decirle tres cosas, la primera es que soy zurdo, la segunda es que yo podría darle una mejor seguridad y la tercera es que no esperaba que esto escalara tan rápido -
Rápidamente Isabella se escondió detrás de esa máscara una vez más, el echo de que el creyera que estaba en ventaja no era una opción, pero el ángel de plata no se echaba para atrás.
- ¿Planea amenazarme con mi vida? Eso es algo bajo, señor Norman, aunque bueno, cuando uno pisa este lugar no puede dejar de hundirse -
- ¿En qué me beneficiaría matarla? Sí no es usted será alguien más quien me joda la existencia, no, como dije, yo solo busco llegar a un acuerdo, pero como podrá imaginar, no me gusta que me echen y no soy alguien muy paciente así que este es solo un aditamento para... digamos que, acelerar las cosas -
- ¿Y qué planea ofrecer entonces? Después de esto no podrá poner un pie aquí de nuevo y no es como que le tema a la muerte, por algo estoy aquí -
El miró a su alrededor buscando una respuesta que dar, la verdad es que todo esto era un acto de improvisación, uno terriblemente impulsivo, en su búsqueda logró conseguir algo interesante, con sutileza, volteó la vista hacía el escritorio donde yacía la cifra de treinta millones quinientos ochenta y seis, y ahí señores, encontró una posible respuesta.
- ¿En cuanto tiempo ganas todo eso? -
- En la semana, aquí también hay dinero de otras sucursales pero entiendes la idea -
- Si pierdes a Emma no pierdes nada en comparación -
- Si pierdo a Emma, pierdo, y yo no tengo el derecho de perder -
- ¿Y si no lo hicieras? He aquí mi propuesta, a la semana depositaré el doble de lo que he depositado hasta ahora cada sábado de aquí hasta que cumpla los dieciocho que es cuando se las regresaré y podrán hacer lo que quieran con ella -
- Tu pequeño girasol cubre cuatro cuotas a la semana, el plan era usarla como hasta ahora hasta los diecisiete para poder venderla antes de que la consideren vieja, y aun si la regresas antes estaría perdiendo dinero, no puedo aceptar el trato -
- Pues entonces rapta a otra niña de su edad que la cubra -
- Sería un gasto innecesario -
- Hazlo o revelo todo a cerca de este lugar y créeme, mi palabra no es una que la gente valla a ignorar -
- ¿Crees qué podrás salir de aquí antes de que eso pase? Hacerlo ver como un suicidio no será difícil -
- conozco una persona, una persona muy amiga mía la cual sabe todo a cerca de este lugar y no solo eso, tiene un video mío donde declaro absolutamente todo, si no le llamo mañana o si mi cadáver aparece en las noticias ese videíto hará que tu pequeño negocio se desplome -
- ¿Estás tan desesperado por tu vida que no sabes que inventar? -
- ¿Cree que me hubiera atrevido a amenazarla sin una buena treta? -
- Esto es ridículo -
- Es un acertijo, no sabe si miento y no puede arriesgarse a que diga la verdad, además, a la larga tendría el ingreso de esa nueva niña y el ingreso del girasol, no veo porque poner tanta resistencia, yo lo llamo progreso ¿Qué me dice? -
La cara de resignación de esa mujer era una joya, fue vencida en una partida la cual creyó tener ganada, sin más opción solo se pudo dignar a estrechar la mano que el lobo en piel de cordero le ofrecía.
- Me parece ideal vernos en el restaurante Ratri para arreglar los detalle finales mañana, los dueños son amigos míos, como ya le dije, no soy muy aclamado por mi paciencia, no llegue tarde, nos vemos ahí a las cuatro y como última condición, le pido que lleve a Emma, ups, quise decir Mi girasol -
Norman se retiró de la habitación completamente complacido con el resultado
- Señor Norman, se acaba de hallar con poderosos enemigos lamento informarle -
- Igual usted madame, igual usted -
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No saben lo que amé hacer este capitulo <3
Por favor permíteme saber si ves alguna falta de ortografía de cualquier tipo señalándola en comentarios para corregirla lo más pronto posible, gracias <3
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