La sirena sonó , no tan fuerte y los niños salieron en fila con la supervisora y la tutora y los niños se fueron con sus papás.

- Mamá , parque - Ryoko se lanzó a sus brazos de su progenitora y Rin la cargó riendo por su entusiasmo , debía cortar esta costumbre de hacer todo lo que ella quisiera al salir de su jardín , saludó a la profesora para que supiera que se la había llevado y se marchó al parque como le había prometido a su hija.

- ¿Hiciste amigos nuevos? - preguntó dejándola en el suelo para que pudiera caminar de la mano junto a ella y agarró su pequeña mochila en su hombro.

- Tengo una que se llama Keiko , se sienta a mi lado y jugamos juntas - le respondió con una sonrisa - ¿Puedo ir a su casa? - preguntó entusiasmada y con los ojitos amarillos brillantes esperando la aprobación de su mamá.

- Cuando conozca a su mamá y hablemos puedo llevarte y ella puede venir cariño - le respondió , su hija le miró con una sonrisa satisfecha y al final llegaron al parque y como estaban cerca del hospital , llamó a Sango su antigua doctora y acordó verla en unos minutos en el mismo lugar.

Se habían hecho amigas después del nacimiento de su pequeña y se vieron pocos días después pero después se hicieron amigas cercanas.

- Ya llegué - avisó sentándose pero esta vez vino acompañada de su novio Miroku , le caía bien ya que lo había visto un par de veces aunque al principio le había dado un poco de miedo porque pensó que tenía algún problema mental.

- Hola - los saludó y Miroku como siempre se acercó a Ryoko para saludarla y después se acercó a las dos chicas.

- Señorita Rin , buen día - le saludó - Su hija cada vez se va pareciendo más a usted y con ello me refiero a hermosa cada vez más - Rin sonrió tímidamente sabiendo a dónde iba la conversación y Sango solo se frotó la frente intentando calmarse - ¿Le gustaría tener otra preciosa hija conmigo?

- Bueno... - se rió acostumbrada a sus preguntas extrañas y sus intenciones de ligar que siempre le salían mal , al principio le había asustado pero después se dio cuenta que siempre lo hacía cuando estaba presente su novia Sango por lo que solo le seguía el juego.

- Cariño , ¿Porqué no sirves de algo y nos compras un helado? , Hace calor - le señaló el puesto de helados y este asintió.

- Piénsatelo bien señorita Rin - le pidió guiñándole el ojo y esta asintió para que se fuera tranquilo.

- No le hagas caso - le pidió y Rin asintió ya acostumbrada del comportamiento de este - Hoy no te me escapas , ¿Cómo vas con Sasuke? - preguntó jugando con sus cejas esperando respuesta.

- Bien - respondió sonriendo y miró hacia Ryoko viéndola jugar al tobogán con niños de su misma edad mientras parloteaban entre ellos.

- ¿Solo bien? , Quiero detalles - le presionó tocando su hombro repetidas veces.

- ¿Qué quieres que te diga? , Es simpático y atento conmigo , siempre trae regalos a Ryoko y ella le agrada , no le aburro cuando estoy con él ya que siempre tiene cosas interesantes de qué hablar y ... Me llama todos los días para preguntar cómo estoy y hacemos salidas de vez en cuando los tres juntos.

- owww , te pillé - le señaló y esta tocó su rostro pensando que tenía algo en él - ¡Te enamoraste!

- ¿Quién se enamoró? - preguntó Miroku acercándose con dos helados en la mano derecha y en la izquierda tenía el suyo - ¿Me has engañado teniendo una hija? - preguntó ofendido señalando a Ryoko y Rin rió sin poder creer su manera de actuar.

- Creo que yo soy la que se enamoró - respondió aceptando el helado que le acababa de ofrecer.

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Mañana actualizo a esta hora.