- Bebé , no llores , ahora vengo cariño - le susurró caminando rápidamente hacia la cocina para calentar el biberón de leche y cuando estuvo listo , se acercó a su bebé de tres meses y la cargó en sus brazos para que dejara de llorar y así lo hizo - ¿Quieres leche? - preguntó alzando el biberón y la niña soltó un pequeño chillido de felicidad al berlo y estiró su mano para alcanzar el biberón.

- Ahora a comer y a dormir , bebé - se tumbó en su cama y dejó que su hija hiciera lo mismo para darle el biberón y verla succionar con fuerza y poco a poco , sus ojitos se fueron cerrando y con cuidado le quitó el biberón de sus labios dejando un lindo puchero el cual besó y la arropó con cuidado solo con una sábana por el calor que hacía.

Ryoko era una bebé con una sonrisa encantadora y un rostro tierno que te daban ganas de aplastujar sus cachetes gorditos hasta ponerlos rojos , tenía el cabello blanco y ojos amarillos brillantes al igual que los de su padre y una pequeña luna por parte paterna al igual que unas pequeñas rayas en sus cachetes pero estas últimas no eran tan notorias.

En cambio sus orejas no eran tan puntiagudas como las de su progenitor , eran normales como las de Rin y aunque tenía varias características parecidas a Sesshomaru , también las tenía de parte de Rin.

Escuchó su móvil sonar en la cocina por lo que puso dos almohadas a cada lado de su hija Ryoko y se encaminó a esta para responder.

- Necesitamos que vengas el próximo miércoles a las cinco de la tarde - le informó - ¿Te parece bien? - preguntó la mujer al otro lado de la línea y Rin no tuvo que pensárselo dos veces.

- Mi hija aún es pequeña , lo lamento pero no podré - se disculpó , intercambiaron unas pocas palabras y después colgó , no podía dejar a Ryoko sola , tenía muchas personas que la podían cuidar pero no quería dejarla al cuidado de ninguna de ellas , dejaría que pasará al menos un año aproximadamente para empezar a trabajar.

Y ese día llegó , habían pasado tres años y Rin se dio cuenta que debía empezar a seguir con su vida , no podía seguir siempre apegada a su hija , y se percató de ello cuando tuvo que entrar al jardín de menores con pequeños niños y niñas de su misma edad: 3 años.

Había sido una semana de muchos llantos de parte de Ryoko al estar siempre apegada a su mamá no le agradó la idea , al principio sí , pero cuando se enteró que su mamá no se quedaría con ella comenzó a llorar y así estuvo toda la semana hasta que se fue acostumbrando al ambiente y a sus nuevos compañeros , Rin le hacía tragos como por ejemplo:

"Cuando vuelvas podemos hacer una tarta las dos juntas y la decoraremos como quieras"

" Comeremos dulces que tú elijas"

"Iremos al parque a jugar"

"Visitaremos a los abuelos"

Y la niña acababa aceptando aunque siempre se arrepentía del trato al estar delante del pequeño edificio con decoraciones bonitas.

Esas dos primeras semanas dejó que Ryoko se durmiera con ella ya que no quería dormir sola , aunque siempre se colaba en su cama cuando estaba dormida.

- ¿No quieres añadir algo más? - preguntó después de terminar sus apuntes y la pareja negó complacida con las ideas que tenía la joven Rin de 27 años , su nuevo departamento tenía un toque de estilo japonés antiguo y de estos nuevos tiempos y habían quedado impresionados con las ideas que les iba dando la joven de pelo Castaño.

- Nada más por ahora - le sonrió la mujer mirando a su pareja y este asintió dándole la razón , acababan de casarse y ahora habían comprado un nuevo departamento para vivir los dos juntos y sabiendo todo el lío que iban a tener para las decoraciones decidieron contactar con la diseñadora de interiores o más bien a la empresa y ellos les mandaban a sus empleados y en este caso les tocó Rin.

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En unos minutos subo otro💜