Especial "ChangLix"
Casi tres años al lado de la persona más perfecta del mundo, aunque tú no lo veas así, pero ante mis ojos, eres lo más apreciado que tengo.
Tú, mi lindo Lix.
Recuerdo como sí fuese ayer cuando te conocí. Sentado en una banca, con tus piernas cruzadas. Bien alejado de los juegos de niños, en un lugar perfecto para pensar.
Pasaba como todos los días por ese parque, luego de la escuela. Te ví llorando, pero yo pasé de largo, sin embargo, me gire y volví a mirarte, ¿cómo alguien tan lindo, estaba llorando?
Así que, me acerqué a tí y te extendí un pañuelo, el cual, luego de dudar unos segundos lo aceptaste con una débil sonrisa.
Entonces, tus ojos hinchados, tus mejillas infladas y esas pecas que la adornaban, hicieron latir mi corazón.
Tomé asiento mirando hacia el frente mientras largaba un suspiro, esperando a que te calmaras un poco.
¿Por qué lo hice? no lo sé, pero fue la mejor decisión que he tomado.
Entonces decidí dar el primer paso y presentarme.
—Soy Seo Changbin —mis ojos se encontraron con los tuyos, a la par que extendía mi mano.
—Lee... Lee Félix —y tu piel hizo contacto con la mía, preguntándome enseguida el por qué era tan suave.
¿Es posible enamorarse de un acento? sí, creo que sí.
Me acerqué un poco más a tí, con mi vista pegada en tu mano, la cual descansaba sobre tu pierna. Inspeccioné un poco tu rostro, pero caí rendido ante esas pecas que parecían estrellas en el cielo.
—¿Quieres decirme qué es lo que te pasa? sé que soy un completo extraño, pero tal vez te haga bien hablar o... ¿tienes a alguien? ¿quieres que llame a... —tus brazos rodearon mi cuerpo, formando un cómodo abrazo.
Llevé mis manos hacia tu suave cabello naranja, mientras que el otro rodeaba tu cintura.
Y desde ese instante, supe que debía cuidarte, no importa como, lo haría.
—Lo siento —dijiste al separarte, absorbiendo tu naríz, limpiando algunas lágrimas en tu rostro—. Es que... solo llevo unos meses aquí y no tengo a nadie. Vengo de Australia, junto a mis padres.
—¿Extrañas estar allí? ¿por eso estás llorando? —niega lentamente. Alzo mis dedos para correr un mechón de cabello en su frente—. ¿Entonces? —dejé mi brazo sobre el respaldo de la banca, sin apartar la mirada.
—Tal vez, si lo digo, alejaría a la única persona amable que se me acercó —baja la cabeza, pellizcando sus dedos.
—A menos que seas algún criminal buscado por la CIA, no iré a ninguna otra parte, si tú no lo quieres.
—Mis padres... se han... se han enterado de que me gustan los chicos y no reaccionaron como lo esperaba —tomo de su barbilla para que sus ojos se conecten con los míos, formando una cálida sonrisa para que se sienta a salvo.
—Lo entenderán pronto, nadie quiere más a un hijo que un propio padre. Si, tienen pensamientos de la era cavernícola, pero te aceptarán y te amarán, porque se habrán dado cuenta que no pueden oponerse a tu felicidad... pasó lo mismo con mis padres, por eso estoy seguro de ello.
—¿A tí te...?
—Sí, Félix, me gustan los chicos también —aparto mi mano, no sin antes limpiar una lágrima que caía—. ¿Quieres ir a tomar un café? trabajo en una cafetería, yo invito —y por fin logro ver una sonrisa sincera.
¿Y si hubiera ignorado aquel chico llorando? nunca habría encontrado el amor.
Aún no entiendo como casi han pasado tres años.
Sí, los mejores de mi vida.
Hemos reído, llorado y sufrido, pero juntos. ¿Sabes que me has enseñado el significado del amor? ¿y qué sin tí no sería la persona que soy ahora?
Eres mi sol, ¿te lo he dicho?, tus ojos son el cielo despejado y tus pequeñas pecas son las estrellas más hermosas que he visto.
Eres ese ángel enviado a salvarme del infierno.
║▌║▌║█│▌║▌║▌║█│▌
Hoy es el cumpleaños de papá, le he dejado un mensaje que no creo que vaya a leer. Sinceramente, ya no me lastima eso, simplemente quiero que sepa que no lo he olvidado.
Cómo tampoco olvidé que me echó de la casa al saber que tenía novio.
Cuando lo confesé, mi gusto por los chicos, él me había dejado de hablar, solo lo justo y necesario.
Pero escuchaba cuando decía que era repugnante ante sus ojos.
Mamá... mamá solo se quedó callada, pero al día siguiente, me despertó con un gran desayuno y un extenso abrazo, que sabía que no iba a durar para siempre.
Me encantaría seguir sintiendo esa sensación y vivir entre tus brazos, pero supongo que ya no soy un niño.
Pensé que todo iba bien, que papá ya lo había aceptado que volvería a verme como a su hijo y no como un error.
Pero el error fue mío.
Changbin esperaba afuera de casa, sentía vergüenza y miedo por como iban a reaccionar si él estaba junto a mí.
Ellos estaban tomando el té, mientras conversaban de trabajo. Mis padres no son adinerados, de hecho, nos mudamos a Corea por una oferta mejor. Decidí tener mi propio dinero, así empecé a trabajar con Changbin en la cafetería.
Inhalé profundamente, llamando su atención. Sus ojos se encontraron con los míos, haciéndome sentir tan pequeño, como si fuese comida y ellos los osos hambrientos. Agaché mi cabeza y entrelaze mis manos por encima del abdomen, mi corazón latía y mis músculos temblaban, como si fuesen a partirse en mil pedazos.
Y recuerdo cada palabra dicha esa noche.
—Tengo novio —solté en un hilo de voz.
No tenía valentia de alzar la mirada ni decir otra cosa o de solo irme de ahí.
Me quedé en el centro de la sala por unos largos minutos, pensando en como defraudé a mi familia.
A veces el amor no daña, salva... porque el verdadero infierno son los padres, sin ser capaces de comprenderlo.
Entonces, mamá se levantó del sofá y fue cuando por fin, pude mirarla; se acercaba a mí, con una sonrisa y los brazos en alto, pero las carpetas de mi padre, siendo azotadas contra el suelo, me dice que la pequeña aceptación que pensé que había, solo era una máscara.
Señaló con su dedo hacia la puerta, diciendo alto y claro.
—Vete de mi casa, tú no eres mi hijo —comencé a derramar lágrimas, la que he estado consumiendo durante el día. Todas y cada una de ellas, inundaban mi rostro, haciéndolo parecer como si fuese un río con una corriente muy fuerte.
—Pero... papá —logré decir, luego de un rato. Abrazaba fuertemente a mi madre, pero me alejé para mirarla, pidiéndole que haga algo, pero ambos sabíamos que mi padre no era de cambiar de opinión.
No es el padre que pensé.
—¡No me llames así! ¡vete! tú madre te llevara tus pertenencias mañana, no quiero verte —desajustó su corbata y luego subió las escaleras.
Salgo de ahí corriendo, encontrandome con Changbin, quien estaba sobre la puerta del conductor.
Avanzó rápidamente, rodeandome con sus brazos, haciéndome sentir a salvo.
Mis piernas se ablandan, pidiendo descansar sobre la acera. El suelo estaba frío, pero en sus brazos todo estaba mejor.
—No tengo... no tengo a donde ir... él... me echó —mi llanto no paraba, tanto que terminé mojando su camiseta.
—Claro que sí, me tienes a mí, vendrás conmigo el tiempo que quieras pequeño, te protegeré ¿sí? —inhalé profundamente, calmando mi corazón y mis lágrimas, aferrándome a él—. Puedes vivir conmigo dos días, dos semanas... o por siempre si así lo deseas, pero estaré contigo.
¿Por qué tú me defiendes más que mi propia madre? ¿a caso los padres no están para enseñar, proteger y amar? ¿Por qué el mío me echó de casa?
¿Por que tú, mi Binnie? ¿por qué eres mi ángel?
Aunque eso me siga doliendo, sé que sirvió de algo, encontré el amor por casualidad y eso que no creo en ellas.
║▌║▌║█│▌║▌║▌║█│
La próxima semana es nuestro aniversario, sé que cada fecha salimos a cenar o terminamos viendo alguna película para llegar a casa y follar toda la noche...
Esa es la mejor parte.
Claro, luego de tomarte la mano por encima de la mesa y decirte cuánto te amo. Mirarte a los ojos y perderme en ellos por un buen rato, hasta darme cuenta que la carne fría no sabe tan bien.
Entonces decidí hacer algo un poco distinto. Con ayuda de Jisung y Minho, logré encontrar un bonito lugar en la playa. Cenaremos a la luz de la luna y de las velas, así como tú me lo dijiste.
Luego, nos podríamos acostar en la arena, tú puedes escuchar el sonido de las olas, pero yo necesito escuchar tu voz. Diría que podríamos ver las estrellas, pero sé que no te gusta que te mire fijamente por un largo tiempo, así que esperaré a que te duermas y dibujaré en tu rostro constelaciones con tus preciosas pecas. Luego, miraré hacia arriba, dibujando los mismos trazos entre las estrellas y así corroborar que tú eres el cielo y que lo tengo conmigo, a mí lado.
Aún no he decidido que nombre ponerle a esa constelación...
¿Amor?... no, muy corto. ¿Debería llevar su nombre? no, algo muy simple.
Algo especial pero a la vez no tan cursi... ¿amo tus brownies? sí, acabará con nuestra relación. ¿Félix sunshine? ¿Félix de mi corazón?
—Dios mio, no puedo ser tan cursi —siento la mirada de Jisung y Minho.
—¿Recién te das cuenta? —el rostro de Han forma una sonrisa burlona, pero es reemplazada con una expresión de dolor cuando su novio impacta su mano con su hombro.
—Tú también eres así, Jisung.
—Pero a tí te encanta que lo sea.
Ignoro la falsa discusión de éstos dos y me concentro en mis pensamientos.
Entonces, cuando esté dibujando en el cielo, lo único que diré es... te amo más que a nada y ese pequeño trazo simboliza nuestro amor.
Al diablo el nombre, lo importante es lo que quiero expresar.
A lo largo de estos casi tres años, nunca te he regalado nada especial... bueno, aquel anillo que compartíamos, pero se me escapó.
Yo me sentía tan mal por aquello, pero tú solo me sonreíste, tomaste mis mejillas y solo dijiste, "el amor que sentimos el uno por el otro, está en nuestros corazones, no en un anillo". Luego de llorar por unos minutos, culpándome por ser un desastre a veces, me abrazaste mientras reías suavemente, porque sabes la manera en como calmarme.
║▌║▌║█│▌║▌║▌║█│
Como era de esperarse, luego de dos años, papá sigue sin responderme los mensajes, ¿tanto me odias?
Por alguna razón oculté a Binnie por un año.
Pero tampoco me arrepiento de haberlo dicho, si no hubiera sido así, no me habria dado cuenta de la clase de padre que me tocó.
Pero como yo ya no soy tu hijo, ¿por qué me sigo preocupando, cuando ni siquiera tú lo haces?
¿Te dije la clase de persona que es mi Changbin? ¿no? ¿será por qué me echaste antes de saberlo?
Hace unos días he soñado algo lindo, pero se quedó como lo que fue, una simple imagen.
¿A caso la mente manifiesta lo que el corazón quiere? por que si, quiero que conozcas a la persona que me hace feliz, a la cual elegí amar. Quiero contarte lo maravilloso, precioso y atento que es mí novio, pero supongo que faltará mucho para eso.
Y entonces seguiré soñando.
Me he levantado por el sonido irritante de la alarma. Quería abrazarte, esconderme en tu cuello e inhalar tu aroma, escuchar tu voz ronca diciéndome que soy lo más hermoso que has visto, pero tendrá que ser mañana.
He olvidado que tenías turno temprano en la cafetería, asi que solo me volví un total perezoso.
Entro en la cocina, encontrandome encima de la mesa una nota en un papel amarillo, acompañado de un pequeño y tierno peluche de patito, el cual en su cuello, sostenía un collar con un sol dorado, realmente hermoso. Tomo el papel y lo comienzo a leer con una sonrisa.
"Sin un sol, no hay cielo, y tú ya sabes lo que significas para mí, ¡feliz aniversario, mi pequeño Lix!
Lamento no haber despertado contigo hoy, aún tenía que arreglar algunos detalles para esta noche...
Tú y yo, en la playa, ¿qué dices? pues, espero que digas que sí porque todo está casi listo.
Preferiría llenarte el rostro de besos y hacerte cosquillas, pero ya tendremos tiempo para eso, te amo mucho.
P.D: eres lo más hermoso que visto hoy y siempre.
Por cierto, prometo no perder mí collar.
—¡Feliz aniversario Binnie! —exclamo, dando un par de saltitos mientras doblo el papel.
Meto la nota en una pequeña cajita y al patito lo guardo en un pequeño espacio libre de unos de los estantes del mueble de la sala.
Prendo mi celular, buscando su contacto para enviarle un mensaje.
—Gracias por esto, ¿te he dicho que eres el mejor novio del mundo?
Pongo el celular en alto, con la cámara encendida. Aún no me despierto del todo, pero se que a él le gusta. Poso con una sonrisa y con mis dedos haciendo la típica seña de corazón, mostrando el collar. Presiono el botón para capturar y luego le envío esa pequeña foto o intento de ella.
Bajo una taza del gabinete y la lleno con café. Voy al sofá con dos trozos de brownies que he horneado ayer. Prendo la televisión, dando en un canal, el cual está pasando un maratón de Harry Potter.
—Vaya, Chan seguro se desveló... —mi teléfono vibra y lo saco del bolsillo de mi pijama, envolviéndome con una manta que estaba sobre el sillón.
Realmente no sé la temperatura afuera, pero aquí está helado.
La pantalla se ilumina, dejándome ver una notificación de Binnie.
—Hagamos como que no y me lo dices esta noche con besos incluidos.
¿te dije eres hermoso?
Le estoy sonriendo a un mensaje hace varios minutos. Pago el celular y me dispongo de ver la película.
Claro, pensé que solo eran las tres de la tarde cuando terminó Harry Potter y comenzó Star Wars, ¿cómo el tiempo puede pasar tan rápido?
¿Qué haremos en la playa? ¿cómo debo vestirme? acabo de ducharme y solo estoy sentado en el borde de la cama esperando alguna idea.
¿Es de idiota decir que no tengo que ponerme, cuando el armario está casi lleno?
Bien, por lo menos he salido al balcón y sé que mucho abrigo no debo llevar, solo por si refresca.
Luego de estresarme y tener una crisis existencial, tomé el primer jean azul claro, una camiseta blanca con letras en ella y una linda camisa con detalles en negro y en azul... supongo que a Binnie no le molestará que la use.
Ya estamos en la playa, ¿a dónde vamos? hemos bajado del auto y ahora solo caminamos por la arena, tomados de la mano, mientras las olas se escuchan como una canción tranquilizadora.
Sí, esto es hermoso.
Luego de dejar de mirarlo por algunos minutos, puedo ver a pocos metros, como un montón de velas forman un camino y una mesa para dos se encuentran en medio de la playa. Paro de caminar y lo miro con una sonrisa.
—Esto... es para... —ni siquiera puedo hablar. Mi corazón late a más no poder y mi entusiasmo le gana a mis palabras.
He visto una película en donde había una escena cómo esta y desde ahí, siempre quise una cena en la playa, pero nunca pensé que me escucharía, había dormido sobre mi regazo mientras que yo hablaba solo.
—Esto es para nosotros, para tí —me toma de la cintura y acerca sus labios a los míos.
—Eres —dejo un beso—. El mejor —otro—. Novio del mundo —finalizo, mirándolo a los ojos.
—Ese eres tú, mi pequeño —acaricia mi mejilla.
Tomo su mano y comienzo a correr hacia la mesa.
¿Puedo decir que eres la casualidad más linda que he tenido?
Mi Binnie es tan atento, ¿cómo no enamorarme más de tí? si me salvas de todos mis infiernos.
Prefiero guardarmelo, pero sé que cuando seamos viejitos, te diré que tú eres ese ángel guardián, enviado a cuidarme en vida.
Es el último especial y solo quedan dos capítulos 🤧
Espero que les guste 💖
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top