XXIII. Rumor

Llega la medianoche...
fantasmas, pesadillas de azúcar.
Vienen tus visiones, cerca,
inmóviles y frágiles.

Pero entre letras muchas,
siento que no me escuchas.
Te evocan, no te tocan
un solo cabello o parte de tu ropa.

Llega medianoche...
hora de dedicarte mi insomnio.
De enamorarme de tu oscuridad
y tú de mis demonios.

Lento, poco a poco
pasa imperceptible la brisa.
Voy a volverme loco
sí vuelvo a mirar tu sonrisa.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top