XLV. Negociable

Nuestros instantes muertos
te reclaman vida:
lápidas saliendo
a finales de octubre
aunque estemos bajo tierra
tus aperlados huesos
se ven mejor en mi ataúd
y las flores de mi tumba
te sonríen a vivos grises
mientras algún descarado
en mi epitafio triste
colocará tu nombre
como causa de aliento
o de deceso fatídico,
¿por qué no lo decidimos
mientras aún respiras?

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top