XIX. Nocturnal

Mira, amor mío, la hora:
las finas tinieblas se van.
La noche, serena y callada
mi voz desde que te vi.

Mis poemas de ahora
listos y muertos están.
Siento que ya más nada
late por dentro de mí.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top