XII. Metanoia
Somos relojes de arena
goteando granos de recuerdos,
como canto de bellas sirenas
que hechiza el juicio de cuerdos.
Somos la vida que sigue,
y sin seguir otro segundo siguió.
Temor que el invieno no abrigue:
la hoguera de sueños murió.
Pasos atrás, precavidos;
pasos delante, ilusiones.
Mezcla de anhelos fallecidos
y gris de las vivas visiones.
Hazme reír, que el silencio
ensordece la negra habitación,
diarios de opaco presencio...
¿será crisis o meditación?
Tu voz me es de guía,
a lo lejos el juicio, acertijo.
¿Si ella me abandonaría
porque jamás nunca lo dijo?
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