XI. Rubí
Rosa fragante de anhelo,
estrellas en mi amanecer...
Causa de tantos desvelos,
tu mirada culpable ha de ser.
Desprendes aires de poesía,
el verso y la inspiración.
Hermosa cual sinfonía
de una dulce canción.
Enseguida busco en sueños,
tu figura en una ilusión,
No son pensamientos pequeños:
es locura y desesperación.
En días de oscura tormenta,
me refugio en tu sonrisa.
Sentir que mi ser en ti encuentra
una suave y cálida brisa.
¿Que sentido tendría,
cuál sería vida mía?
Si las letras huyeran
de tu luz y alegría...
Bella flor, frágil y delicada,
llena de encanto y pasión.
Aurora que ilumina y aclara
mi cielo y toda su creación.
Rosa de mil colores,
brillante estrella perdida.
Apura y más no demores,
de los errores descuida.
Tus labios color carmesí,
de tu mirada creo enloquecí.
En tu rostro el suave amanecer,
destino del arte jamás renacer.
Única y diferente,
siente el amor y el mar,
profundo como lo que siento
tratándome de enamorar.
Yo por ti espero, te quiero.
Sentimiento verdadero
es el que lo más sincero
he tratado de explicar...
Y en versos me esmero
en demostrarte primero,
mientras a tu alma me adhiero
por tu cariño atesorar.
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