VI. Gélido
Estoy demasiado confundido:
no sangro y me siento herido.
Aunque nada aún he decidido
deseo nunca haberte conocido.
Al principio no pedí nada,
desde el inicio nada rogué.
Y creí en todas tus palabras,
estoy perdido y no sé que hacer.
Entre aquella discusión,
tan solo recuerdo una oración:
"Lo que no sirve para el corazón,
déjalo sin emoción".
Nos lastimamos mutuamente
no somos indiferentes,
pasa por nuestras mentes:
Que sí no hay amor,
al mundo le basta gente.
Ni me mereces ni te merezco,
de manera clara, soy honesto.
Pero ya he puesto de manifiesto
que importan poco mis gestos.
A lo nuestro le faltaba exceso,
una caricia tal vez, un beso.
Amores fríos de esos...
¿Mutuo? Sin nada de regreso.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top