IV. ¿Lo Ves?

Mi voz rota no ha sido escuchada:
solo la soledad quiere oírla.
Tengo mi ser muerto y mi alma destrozada
llena de mentiras, rehuso abrirla.

El dolor se extiende como un abismo,
tiempo corre y sigo siendo el mismo.
La persona que desea el fin de su aflicción,
aquella que espera que no rompan su corazón.

Atrás quedan promesas sin cumplir,
frente a mi el misterioso porvenir.
Y conmigo, en este momento quiere residir
un silencio que no deja dormir.

Llamo la atención de lo oscuro,
quiero que no sea real, pero lo juro,
no importa siquiera el día ni la hora,
de compañía mi alma entera implora.

Busco razones para ser feliz y dan las doce,
no sé si estoy en el mañana, ahora o ayer.
"Alegría", mi vocabulario no conoce,
"Lamentos", los que siempre puedo ver.

La máscara en mi rostro te explica,
que no soy lo que digo o aparento.
A menudo mi temor básico justifica,
que lo que expresó no es igual a lo que siento.

Una voz desértica, sin preguntas,
la escucho, porque soy el que grita,
Aunque sé que nadie me oirá nunca,
el deseo se extiende y multiplica.

Lo que corre por mis venas es lágrimas,
no sangre fría;
respiro veneno,
mas no muero todavía.
Camino en bosques de sueños y depresión,
no tengo casa, pero de recuerdos una prisión.

Y mientras respire, pienso mostrarte una poco
de lo que tras el tiempo soy realmente.
Nunca me conocerás completamente,
prefiero ocultar mi lado diferente:
El deprimente.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top