Puedo actuarlo pero no lo soy,
no soy un monstruo, pero vive uno en mi.
Aunque a veces el dirige donde voy,
soy yo la que quiere estar así.

Puedo ser un desastre completo,
pero no un mounstro, no.

Puede que viva dentro de mi,
despreocupate.
Lo tengo muy bien atado.

Es horrible, por lo que está encerrado:
intentó liberarse pero aún no lo ha logrado.
Trató de lastimarme para que se detenga,
pero las fuerzas se han agotado.

Vive en mi, el es mi amigo.
Le gusta salir a pasear y a recordar
cosas del pasado que nos puedan lastimar,
llegar al punto de conseguirme dañar.

Me habla constantemente,
voces en mi cabeza que escucho.
Me lástima aún más, indiferente,
y ofrece resistencia si lucho.

Le gusta contar historias,
¿sabes? dolorosas que nacen lágrimas.
Y parece que tengo dos memorias,
para mirar doble, el pasado por atrás.

Somos únicos... ¿Por qué?
Sufrimos, dañamos y nos hablamos.
Estar con quien te entienda es mejor, lo sé.
Por eso nunca nos separamos.

Es tan depresivo un monstruo como el mío,
él es tan depresivo como yo.
Mi monstruo y yo somos mejores amigos.
Ya todo está mejor...