Capitulo [ III ] Aniversario 3°

Evy.| Aniversario

Pasado.
Evy.

Estoy en el baño, mirando el reflejo de mi cuerpo metido en un conjunto de encaje color rojo diminuto en cada pieza perfeccionada en mi cuerpo hace resaltar cada curva que tienen mis caderas y el bra hace un juego divino al juntar mis senos y el contorno que les hice los hace más grandes y jugosos.

Solo falta una cosa, el labial.

Escucho abrirse la puerta de la casa, de inmediato me salgo del baño tomando a prisas el perfume dejando varias veces en mi cuello y cuerpo corro para recibirlo en brazos.

— ¡Mi amor!

Hola, nena. —me contesta después me deja un beso en los labios, pero me ignora enseguida y sigue su camino hacia la sala metido en su teléfono llega y se tumba al sillón.

En sus manos no llevan nada, no trajo mi regalo de aniversario. O tal vez se le olvidó en el trabajo. No importa porque yo si tengo el suyo tal como físico; un hermoso Rolex que deseaba estrenar y sentimentalmente yo deseando darle la mejor noche de su vida.

Sonrió y me dejó llevar hacia el sillón abriendo la bata de los hombros dejando al descubierto mis pechos y quedando al frente.

Mi amor.

Dime... —sigue sin mirarme.

—¿No te recuerda algo está fecha en especial? —trato de perseadirlo un poco.

Asi... —piensa por varios segundos.— Ya tu tarjeta está desbloqueada.

No tonto. Mírame. —quito el teléfono de sus manos por fin atrayendo su atención a mi cuerpo.

Observa todo mi cuerpo desde los pies a cabeza y regresa a mi ojos, se notan rojos y cansados. En cambio los míos siento ese brillo del cual me derrito cada vez que sé que es mi esposo.

Ahora no, estoy cansado. Sabes cuántas mujeres así tengo que ver todos los días, miles.

Yo sé, pero ellas no son tu mujer y yo si.

Dejo el teléfono aún lado de sus piernas, y metiendo en sus brazos y su regazo. Sonríe a tal acto y deja que lo haga.

Déjame hacerte sentir bien, amor.

Abriéndome de piernas tumbó su cuerpo hacia el respaldo del sillón, con mi cuerpo sobre sus piernas lo aprisionó, soltando toda la bata, atrapando en mis manos su cara y buscando su boca para besarlo sin importar dejarlo lleno de labial rojo...

Por segundos se dejó llevar por mis besos en su cuello y el movimiento de mi cadera en su pelvis. Era un gusano con sal encima en una llamada de necesidad por sentir la verga de mi esposo dentro de mi, cabalgarlo hasta que se derramará en mi y terminar cansados en el piso o envueltos en las sábanas.

Tal vez después de esta noche al mes siguiente darle la noticia de esperar un hijo como el deseaba antes pero después de tres años estar juntos, ese deseo no se realizaba aún por las pildoras y todos los métodos anticonceptivos que usábamos y éramos libres de hacerlo sin condón, no pildoras el día de nuestro aniversario

Bajo mi mano hacia su pene por encima de la ropa lo estaba tocando, este estaba dormido aún así intento meter mi mano en su pantalón pero me detiene...

—¡Ya, ya! Te comiste un chile y por eso tanta calentura. —retira mi mano y deja de sostenerme.

Mi amor, no es eso solo que no hemos tenido relaciones...

—¿Y estás tan urgida? —lo soltó tan crudo.

Tanto fue oir eso que me calo el corazón, hasta bajar la cabeza apenada con ganas de llorar y solo jadear porque me estaba matando por dentro ya que si quería algo de el. Aunque fuera una caricia y una noche en sus brazos.

No, no ni chilles porque tengo un dolor de cabeza y oir tus lloriqueos me da una jaqueca. Mejor ve a alistarme el baño para bañarme. Anda ¿si? —levanta mi mentón con su dedo, al verlo a los ojos y mostrar su sonrisa se me olvida el desplante.

Asiento con la cabeza y me levanto de su cuerpo, enseguida que lo hago el vuelve al teléfono al final de la sala vuelvo a verlo esperando que me mirase el trasero al caminar pero vuelvo con la desilusión que el teléfono le es más importante que yo.

Llevando la bata hasta los hombros y subiéndolo con un profundo dolor que me dan en los huecos que se abren cada vez más en mi corazón y mi autoestima se arrastra por el suelo en cada uno de sus desprecios, ¿Desde cuando se nos fue el amor? O ¿Desde cuándo yo ya no le lleno como mujer?

Ahora que es nuestro tercer aniversario el sigue siendo tan seco como en el mes anterior que también volvía a intentarlo. ¿El mes siguiente lo volvería a intentar.? Para que hacerlo si recibía esto.

Feliz aniversario, amor. —me susurro al perderme en el pasillo hacia la habítacion.

Vuelvo al baño y dejando el pestillo puesta en la puerta, me detengo al frente del espejo con ambas manos mirando mi reflejo... ¿Mujeres así como yo? Al seguir viendo mi reflejó notó como está mi presencia con la ropa muy provocativa encima y el cabello ondulado encima el labial rojo me deja tan estúpida al tener conciente que así las chicas de su trabajo se pasean en sus ojos todos los días.

Me dejo derrumbar junto a mis lágrimas caen como cascada ante la desilusión de otro aniversario y otro mes queriendo celebrarlo estaba siendo arruinado por su trabajo y el cansancio de que trae consigo.

Tanta era la frustración que sentía, y lo desquitaba quitándo la ropa mi cuerpo pieza a pieza con ambas manos; en cada jalón me recordaba a mi escogiendo toda la tarde buscando la ropa adecuada que le gustaría y ahora la estaba tirando al bote de al basura dejándo desnudo mi cuerpo.

Hasta que las ganas de sexo se esfumaron en la regadera y el sueño se apoderó de mi hasta quedar tendida en la cama con la ropa de siempre y ahora los ojos rojos e hinchados me mortifican al estar abrazada de una almohada mientras espero que las sábanas me den calor.

Te amo, Imaushi. —dije en total silencio al quedarme dormida.

| Narrador.

El después de varias horas estando en la sala, la batería del teléfono le hizo dejarlo en el sillón y su sed lo llamo a la cocina en busca de alguna cerveza.

Levantándose del sillón hacia la cocina, al dar un paso en el interior miro un comedor perfecto con mantel blanco, la cena estaba servida y las velas estaban ya acabadas con los hielos en la champagne derritidos.

Evelyn, ¿Y este mierdero.?

Lo pensó, y empezó a mirar los detalles hasta que se encuentra una pequeña caja en la silla, la toma y abre el interior. Observó lo que escondía y una sonrisa aparece en su rostro alegrandose del detalle de su esposa hacia el. Era el reloj que el deseaba tener y por el valor que tenía hasta el día de hoy, costaba demasiado dinero.

Evy...no debiste preciosa.

Al final había una pequeña tarjeta.

"Feliz aniversario número Tres."
"Te amo ❤️"

Mierda, mierda, mierda.

Deja el reloj en la mesa atravesando la cocina a gran velocidad, subiendo hacia la habítacion, en cada paso recuerda la insistencia de su mujer y lo hermosa que se había vestido para el siendo una fecha importante y tambien por estar íntimamente y el solo la rechazó como si fuera cualquiera.

Abre la puerta sigilosamente, mirándola en la cama arropada de pies a cabeza con las sábanas. Se acerca lentamente hasta su lugar.

Se inclina sobre la cama y pasando sus manos por si rostro acariciando las mejilla y los párpados rojos, por dentro se muere porque le hizo daño hasta el punto de hacerla dormir llorando. Se digna a darle un beso en la frente.

Evy... —susurra en espera de que se despierte pero no lo hace.

Se levanta, resignandose para disculparse con ella. Yendo hacia el baño para limpiarsw y ir con ella a la cama solamente para dormir, ya que la noche de pasión el mismo la pospuso.
Al salir de la ducha, la toalla se le cae y al alzarla si mira echa de ver qué el bote de basura está el conjunto rojo que tenía puesto haces horas.

Las saca y revisa cada parte. Negándose con golpes de martirio por ser un desgraciado con el cariño que su mujer inocentemente le dedica todos los días y en los meses que el aniversario cae es peor.

¿Que cambio en su matrimonio? Si durante los meses de noviazgo ese chispa de pasión se desbordaba en la cama...¿tendría otra mujer? O si serían las jaquecas que le causa cuando su día se basa en ver chicas semidesnudas.

Tener el conjunto en manos, sus ganas de probar la piel de su mujer se acumulan en su mente y los recuerdos le llegan de las veces que recorría su cuerpo sin control y con necesidad de ser el único en su vida. Deja el conjunto en el piso y sale con la toalla atada en su cintura dispuesto a estar con su mujer en la cama.

Mi amor... — susurra en su oído intentando despertarla con toques en su vientre con sus manos frías.

Pero es imposible, Evelyn está profundamente dormida, tanto que no siente nada de lo que el hace en su cuerpo, sus caricias siguen por sus piernas y trasero. Pero al no tener reacción por parte de la femenina se da la vuelta en la cama dejando su espalda.

Nota autora.

Capítulos cortitos como el nepe de mi ex.

Tiktok : Baebaeranrin

ayúdenme a compartir el fic y videos para que suba está historia que estará buena como ustedes.🥺

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