Tercera parte.
Pero mientras iban caminando, Bucky se tropezó y, si Zemo no le hubiese estado tomando de la mano, hubiera caído de bruces.
— Aún estoy un poco mareado…— se disculpó Bucky mientras Zemo lo sostenía con ambas manos.
— Creo que necesitas tomar más agua.
— Quiero… me siento… — sabía que si decía "cansado" se iría a casa y no quería irse todavía —…quisiera sentarme un momento.
— Bueno, entonces vamos al jardín.
— Vaya, también hay un jardín…que guay… — susurró Bucky divertido.
Llegaron a un amplio jardín en donde se hallaban algunos grupos sentados o echados, fumando, hablando y mirando el cielo despejado. También había una que otra pareja en pleno ritual de besos y caricias.
Zemo encontró un espacio adecuado y, sorprendiendo a Bucky, comenzó a quitarse su chaqueta oscura.
— Colócate mi chaqueta.— le dijo a Bucky. Sabía que éste se veía increíblemente sexy luciendo su seductor cuerpo, el cual traslucía debajo de esa entallada camiseta blanca, pero ante todo no quería verlo resfriado o tiritando de frío sobre el césped.
Zemo se colocó detrás para ponerle su chaqueta. Bucky se dejaba hacer sin poder evitar sonrojarse de nuevo, es que podía sentir la presencia de Zemo tras suyo …estaba tan cerca…
Cuando Zemo hubo terminado de colocarle su chaqueta, tampoco pudo evitar sentirse intimidado por la presencia cercana de Bucky y, creyendo que tal vez éste no podría percibirlo, se acercó a su nuca para respirar el aroma de su cabello, pero olvidó que cuando aspiras también expiras, y él suspiró.
Bucky sintió que su corazón se detenía cuando percibió el suspiro de Zemo en su nuca. Fue algo electrizante que erizó su piel y lo llevó a morderse el labio inferior mientras cerraba sus ojos tratando de contener sus emociones.
Zemo se dió cuenta de su error y se encendieron sus mejillas. Dió un paso atrás y se empeñó en disimular bien la situación.
— Sé que prometí no dejarte, pero quiero ir por otro tanto de agua para que te sientas mejor.
Bucky respiró hondo y recuperó el dominio para darse cuenta que, en realidad, aún le temblaban las rodillas. Entonces decidió agacharse para sentarse sobre el césped. Zemo se paró a su lado y Bucky no encontró otra cosa más que decirle que:
— Con tanta agua luego tendré ganas de ir al baño.
— Te acompañaré a éso cuando vuelva. No te preocupes, no me perderé. Volveré rápido…
— Está bien… — dijo Bucky, solamente, echándose sobre el fino pasto. — Si me muero, ya sabes dónde encontrar mi cadáver… — susurró con los ojos cerrados.
Zemo lo observó con preocupación. Definitivamente no quería encontrar a Bucky muerto pero… ¡qué diablos, debía apresurarse de una vez en ir por la bendita agua!
Zemo, evitó toda distracción que se le pudiera presentar en el camino, fue directo y sin miramientos hasta obtener su objetivo. No quería dejar solo a Bucky por mucho tiempo.
Ya casi eran la una de la madrugada, y Bucky creía estar soñando con los ojos cerrados; sin embargo, no podía ganarle el sueño, era como si no quisiera dejarse ir.
En un determinado momento, tomó la solapa de la chaqueta de Zemo y se la llevó a la nariz. Quería sentir su aroma, tal vez nunca podría estar tan cerca de él como lo estaba ahora con su chaqueta cubriéndole el cuerpo. El aroma de Zemo era delicioso, embriagante, seductor y… hasta elegante. Así era él. Y ahora, sentía que todo el ambiente a su alrededor estaba impregnado de ese aroma, de él…
De pronto, Bucky sintió una presencia parada a su lado. Abrió los ojos y lo vió. Lo estaba mirando con una botella de agua en una mano y… ¿ésa era…?
— Hola James, ¿qué piensas, me tardé demasiado?
— Ésa es…¿esa es mi chaqueta? — preguntó Bucky, mientras se erguía para sentarse rápidamente, casi incrédulo. En efecto, Zemo traía puesta la que podría ser su chaqueta perdida.
— Así lo creo. La encontré tirada en una de las mesas cerca de la barra.
— Definitivamente no tengo ni la menor idea de cómo llegó allí. No recuerdo haberme sentado en alguna mesa….
Zemo se agachó para sentarse a su lado y le ofreció la botella de agua.
— En ese caso, mírala bien. Aunque estoy prácticamente seguro de que sí es tuya.
— ¿Por qué estás tan seguro? — le preguntó Bucky recibiendo la botella y examinando con la mirada la chaqueta que traía puesta Zemo y que, afirmaba, era suya.
— Por el aroma.
Bucky se detuvo a mirarlo cuando Zemo le dió esa respuesta.
— Y por ésto.— añadió Zemo, secando del bolsillo interno de la chaqueta un firme estuche que contenía unas pulcras gafas dentro.
Bucky no pudo evitar echarse a reír, y luego se dejó caer sobre el césped.
— Bebe el agua.— le dijo Zemo.
— Lo haré. Oye, la traes puesta, mi chaqueta…te la pusiste…
— Sí, es que…— Zemo sonrió —…me hacía frío.
Sí, se la había colocado, y al igual que Bucky, también sintió el aroma de éste por todo su alrededor.
Zemo también se dejó caer sobre el césped, con las manos rendidas sobre su abdomen. Ahora estaban echados, uno al lado del otro, mirando el limpio firmamento… aquellas estrellas realmente se veían inalcanzables…
Bucky sonrió cuando pensó que el que ambos tuvieran puesta la chaqueta del otro, era casi igual a haber intercambiado votos, o igual a un pacto…un lazo, una unión.
Después de un minuto compartiendo el silencio, Bucky, al ver las estrellas, recordó aquella canción de Coldplay, ésa que había estado escuchando por la mañana y que, curiosamente en ese entonces, le hacía pensar en Zemo. Ahora tenía sentido para él. Así que, sin nada más que perder, comenzó a cantar:
Look at the stars
(Mira las estrellas)
Look how they shine for you…
(Mira cómo brillan por ti…)
Zemo, al escucharlo, giró su cabeza en dirección a él y lo contempló con sus intensos ojos marrones.
…and everything you do
(…y por todo lo que haces)
Yeah, they were all yellow
(Sí, eran todas amarillas)
Zemo sonrió.
I came along…
(Yo vine…)
I wrote a song for you
(Escribí una canción para ti…)
Bucky giró su cabeza, sin dejar de cantar, para encontrarse con la mirada de Zemo. Tenía temor, pero quiso ser valiente…
…And all the things you do
(…Y para todas las cosas que haces)
And it was called Yellow
(Y se llamaba Amarillo)
Zemo, de pronto, se irguió de costado para observar a Bucky y preguntarle:
— ¿Conoces el significado de esa canción?
Bucky lo contempló con sus ojos azules, y le respondió:
— Creo que es una canción de sentimiento más que de significado.
— Y qué sientes…
Entonces Zemo se colocó boca abajo sobre el césped apoyándose sobre sus antebrazos sin dejar de observar a Bucky
— Creo que… — Bucky buscó las palabras, su cercanía con Zemo lo ponía nervioso — …el sentimiento que me transmite es…es ese sentimiento que te hace entregar lo mejor de ti, hacer lo mejor por esa persona… con profundo amor…— miró a Zemo — …con devoción. Es devoción.
Zemo fijó sus ojos en los de Bucky; éste último sabía que, en esas condiciones, no podía mantener fija su mirada por más de 5 segundos. Esta vez, quiso aguantar más. Y de pronto, Zemo le dijo casi susurrando:
— Que me mires así no me ayuda.
"Qué" se cuestionó Bucky en su mente, frunció su entrecejo y separó ligeramente sus labios; finalmente, sólo preguntó:
— ¿Qué quieres decir?
— Sabes a lo que me refiero.
Bucky guardó silencio. Sus manos comenzaron a sudar. Si no decía algo…si Zemo seguía mirándolo con esos benditos ojos marrones…
— He escuchado que se burlan de ti diciendo que sueles quedarte "buckyabierto".
— Ah, sí…— dijo Bucky en un hilo de voz.
— Sí… — Zemo no podía dejar de mirarlo, estaba fascinado con él —… Ahora también lo estás.
Se refería a que Bucky, inconscientemente, tenía los labios separados y, además, lo observaba haciendo un sobre-esfuerzo para no dejarse vencer por esa mirada intensa que Zemo tenía puesta sobre él.
Zemo ya no pudo resistirlo y cedió a la tentación. Con una mano tomó la cabeza de Bucky y cerró sus ojos para acercarse lentamente a él. Bucky, al saber lo que iba a suceder, comenzó a temblar y cerró sus ojos en una súplica. Casi se le detuvo el corazón cuando sintió el roce de sus narices y luego…la calidez de los labios de Zemo sobre los suyos. Estaba temblando…
Bucky sintió como Zemo lo besaba depositando cortos y suaves besos sobre sus labios. Sí, se sintió como estar … en el cielo, allá, junto a esas estrellas lejanas, flotando… flotando…
Bucky, con esas sensaciones, correspondió al beso de Zemo rodeándolo con sus brazos y deslizando sus dedos por su cabello, atrayendolo hacía sí para que nunca más se aleje de él.
Tu piel…
Oh sí, tu piel y tus huesos
Se convierten en algo hermoso…
Y lo sabes…
Sabes que te amo tanto
Sabes cuánto te amo… (1)
Los suaves besos de Zemo se intensificaron y Bucky sintió un leve espasmo en su abdomen, esa calidez…era tan deliciosa… Así que se atrevió a plantar un fuerte beso sobre la boca de Zemo haciendo que la punta de sus lenguas se tocaran. Bucky escuchó un suave quejido por parte de Zemo y ésto lo excitó un poco, así que intensificó sus besos. Ya no tenía control.
Zemo, por su parte, estaba anonadado en este acompasado, y casi desesperado, beso. Solo quería más y más… Con cada roce de su lengua con la de Bucky, una sensación electrizante lo invadía, estimulando todos sus sentidos. Pero…cada vez era más intenso, y comenzó a faltarle el aire. Ya no podía…ya no podía respirar…
— Hm…— Zemo apenas pudo soltar un quejido. Hizo un esfuerzo para separarse — …James James… — finalmente pudo separar sus labios de los de Bucky —…vamos a ahogarnos…
Y de hecho, apenas podían respirar. Zemo recuperó un poco de aire y se apoyó temblando sobre la palma de sus manos con ambos brazos a cada lado de la cabeza de Bucky.
— Vas a matarme, James Barnes…
Bucky lo miró con la respiración agitada. Sólo entonces se percató que ambos tenían sus piernas entrecruzadas. Tan lejos habían llevado su beso…
Zemo también se dió cuenta de este último detalle y, con un pequeño esfuerzo, pudo dejarse caer a un lado para recuperar un poco el aliento. Otra vez estaban uno al lado del otro, echados de espaldas, con la mirada perdida en el firmamento, pero agitados.
Algo había cambiado ahora, Bucky lo sabía. Ya no existía esa distancia que los contenía, las cosas ya no eran como antes, como ayer, como esa mañana… Ya no. Ahora eran algo más, habían cruzado esa línea. Entonces Bucky sonrió.
Zemo sabía que ésto sucedería; así mismo, sabía que si se rendía a Bucky no habría camino de retorno. Estaría sumergido en eso, viviría ahí y por ello. Se convertiría en su mayor obsesión…en su mayor devoción.
Entonces Zemo apoyó su cabeza en el hombro de Bucky y cerró sus ojos. De esta forma aceptó su rendición.
Pensando en el pasado, pensando en ti,
El verano, creo que era junio,
sí, creo que era junio.
Tumbados, la cabeza sobre la hierba,
masticando chicle, echándonos a reír,
Sí, riéndonos.
Me hiciste sentir como el único.
Me hiciste sentir como el único.
El único.
Bebiendo en el pasado, bebiendo por dos,
bebiendo contigo,
Cuando beber era algo nuevo.
Durmiendo en la parte de atrás de mi coche,
nunca llegábamos lejos,
No necesitábamos llegar lejos.
Me hiciste sentir como el único.
Me hiciste sentir como el único.
El único. (2)
[🎶Escucha "Dakota" de Stereophonics]
**************
— Podríamos bailar y beber toda la noche ¿sabías?
Bucky estaba en la cúspide de la felicidad, ya no sabía qué más decir. Y Zemo, sonriente, sólo lo observaba moverse graciosamente mientras caminaba tras suyo.
— No vamos a irnos aún. No. Hay mucho que podemos hacer… — Decía Bucky sacudiendo sus brazos como un demente. — Mírame, mírame…Puedo volar. ¡Sí!… ¡Soy el Capitán América!
— El Capitán América no volaba así, James.
Zemo estaba, a su vez, tratando de descifrar la causa de la euforia de Bucky. El efecto de la droga que hubo tomado ya había pasado hace tiempo, y ahora por qué estaba así…¿qué tipo de droga traía dentro?.
Bucky estaba "enamorado".
Sí, pensó en la palabra "enamorado" entre comillas, porque para Zemo el amor era algo subjetivo e idílico. Hasta podría decir que ése amor en sí no existía en la vida real; sin embargo…
— Soy un Capitán caído… Sí. — Bucky se detuvo delante suyo de repente — . The Captain Crash… — y entonces tomó su mano mirándolo fijamente — …And The Beauty King From Mars.
Zemo sólo se limitó a sonreír. Bucky volvió a darse la vuelta pero Zemo sujetó firmemente su mano haciendo que éste se gire de nuevo hacia él.
— Qué sucede.
Zemo no respondió, sólo llevó la mano de Bucky hacia su rostro colocándola sobre su mejilla. Seguidamente tomó la otra mano e hizo lo mismo, dejando caer su brazos mientras lo miraba indiferente. Ahora James tenía ambas manos sujetando el rostro de Zemo. No pudo evitar adorarlo con la mirada.
— Estoy loco por ti. — le dijo Bucky. No quería decirlo, pero él mismo se delataba.
Aún sosteniendo el rostro de Zemo con ambas manos, Bucky se inclinó hacia él y lo besó con suavidad.
Cuando Zemo sintió ese contacto tibio, otra vez una corriente eléctrica atravesó su cuerpo, es que Bucky era su adoración. Entonces lo rodeó con un brazo y acarició su nuca mientras aún lo besaba.
Cuando Bucky separó sus labios de los de Zemo, apoyó su frente sobre la de él, y sonriente le dijo:
— También ví Vision Quest.— Zemo comenzó a reír, no esperaba esa observación respecto a esa película, de la cual había imitado una escena para que Bucky lo besara — Qué gran beso. — añadió Bucky sin dejar de sonreír, entonces Zemo se hecho a reír. — I'm crazy for you. And you know it's true,
— le cantó Bucky divertido mientras comenzaban a caminar — I'm crazy, crazy for you…
(3)
**********
Finalmente Bucky había ganado. Siguieron juntos haciendo cualquier cosa las próximas horas, como si la fiesta fuera hecha exclusivamente para ellos, y para lo que estaban sintiendo. Cualquier lugar estaba bien, podían ser lo que quisieran y hacer lo que sea.
Y así terminaron en el baño de hombres. Estaban uno al lado del otro en el relajante proceso de la micción, frente a los urinarios, mirando indiferentes la blanca pared. Hasta que la curiosidad le ganó a Bucky y giró su cabeza para ver el miembro de Zemo. Lo vió, se ruborizó un poco, luego miró su propio miembro masculino, e hizo una breve comparación de ambos.
— Qué tal — Zemo se había percatado de las miradas evaluadoras de Bucky — ¿Crees el tuyo es mejor?
— En realidad creo que el tuyo es más grande.— respondió Bucky con tranquilidad.
— Sí, pero en un estado de flacidez.— observó Zemo con seriedad—. En erección podría ser diferente.
Ambos finalizaron y se subieron las cremalleras, mientras tanto Bucky comentó:
— Claro, a eso se le llama pene de sangre.
— Exacto. ¿Cuánto mide el tuyo en erección?
— Creo que…— Bucky subió sus dos dedos índices a la altura de sus ojos y trató de establecer una medida aproximada.— … Así. Unos…13…12…
— El mío mide aproximadamente 15 cm.
— ¿En serio?
—Tienes que tomar en cuenta que el largo va desde la base…
— Ah, entonces, creo el mío mide igual…15…tal vez… Bueno…
Hablar con tu crush sobre tus y sus partes sexuales es otro nivel. Bucky era consciente de ello y no sabía si reírse o ruborizarse, y terminó haciendo las dos cosas. Y Zemo, que lo veía, sabía que amaba verlo reír, así que se apresuró a decir algo.
— Sin embargo, éso definitivamente no determina tu rendimiento sexual.
— Claro que no…pero, debe doler, ¿no?
— Qué.
Bucky no supo cómo había terminado diciendo su último comentario, sudó frío y no supo qué decir.
— ¿Zemo? — un joven alto, rubio y, lo suficientemente atractivo, entró y vió a ambos.
Zemo se volteó al escuchar su nombre y reconoció a uno de esos modelos que siempre andaban tras suyo.
— Épale, Jhon…
— Zemo… — el joven rubio no escatimó y se acercó a abrazar a Zemo como si no lo hubiese visto en años. — Qué bien que te encuentro…
Por alguna razón, a Bucky, esa escena de otro chico como él, abrazando de esa forma a Zemo (a su Zemo), lo hizo sentir incómodo. Quería saber quién era ese tal Jhon, y por qué lo abrazaba así… ¿qué no veía que Zemo era muy bajito para él y que lo estaba asfixiando?
— ¿Encontrarme? ¿Para qué, qué sucedió? — dijo Zemo una vez que pudo librarse de ese efusivo abrazo.
— No, nada. Sólo para saludarte.— respondió Jhon con tranquilidad. Luego, vió a Bucky y exclamó — Oh, mira… ¡Pero si es el famoso Bucky Barnes en persona!
Bucky simuló una sonrisa y aceptó el apretón de manos de Jhon con diplomacia.
— La envidia de nuestro rubro…— añadió Jhon con una sonrisa — Me encanta tu trabajo. De hecho, me encanta el trabajo que hacen ustedes dos…
— Merci beaucoup — agradeció Zemo con sus ademanes carismáticos.
— … Las fotos que ustedes dos hacen…es arte, simplemente.
Zemo se apoyó contra el lavamanos, cruzando los brazos.
Miró a Bucky y comentó al azar:
— También está involucrado un juego de luces y sombras…los contornos y el movimiento.— Bucky también se cruzó de brazos apoyándose contra la pared, al lado de Zemo, mientras lo escuchaba sonriente— Nos ofrecen la posibilidad de añadir a la imagen potencia… atractivo, e interés.
(4)
— Sí. Y, yo estaba pensando…—comentó Bucky, ladeando su cabeza para ver a Zemo— …hay gente que valora tu capacidad como fotógrafo, por ejemplo, dicen que los planos improvisados que tomas son los mejores. Y yo quería saber si a ti te sirvió más formarte en la técnica o… desviarte de…
— Desviarme.— afirmó Zemo mirando a Bucky a los ojos — A mí me sirvió más desviarme.
—… Tú no crees que haya una manera…— dijo Bucky sin dejar de mirarlo.— …Una manera adecuada para tomar fotografías…
— …No, no la hay…— Zemo apenas bajó su mirada para volver a enfocarla en los azules ojos de Bucky que no dejaban de mirarlo con ensoñación.
Por su parte, Jhon, sentía que sobraba en esa conversación, y solo podía observarlos en silencio.
— Y qué piensas cuándo la gente dice … "Yo admiro el trabajo de Zemo, yo respeto mucho lo que hace" — preguntó Bucky a Zemo, mirándolo con ternura.
— Yo lo percibo tan tibio…— respondió Zemo besándolo con la mirada. — Hasta pareciera que el respeto es tan básico…
— Totalmente. Yo pienso exactamente igual…— le dijo Bucky sin abandonar ese contacto visual.
— Sí, y sabes, yo me pongo a la defensiva frente a los elogios así como a las críticas. — le dijo Zemo sonriente — No puedes ser receptivo a todo éso, porque estás en un proceso interno de crecimiento. — y le dedicó una sonrisa increíblemente hermosa a Bucky.
— Hay elogios que son peor que las críticas…— le dijo Bucky apoyando su cabeza sobre la pared, enbelesado por la sonrisa de Zemo.
— Totalmente… — confirmó Zemo en plena ensoñación— …hay elogios que son…— estaba atrapado en la hermosa mirada de Bucky —… aniquilantes…
— Ah, por dios, ya bésense.
Bucky y Zemo giraron sus cabezas en dirección a Jhon cuando éste dió su burlesco comentario.
— En serio, ¿ya se vieron?. — añadió Jhon sonriente— Cielos, ¡cuánta tensión! — y rió.
— ¡¿Jhon, estás por ahí?! — Exclamó una voz femenina desde afuera del sanitario.
— Te buscan, Jhon — le dijo Zemo divertido.
— Me buscan. — confirmó Jhon acercándose a Zemo para darle un beso de despedida en la mejilla. —Nos vemos, Zemo. Te deseo buen viaje… Escuché que te vas a Nueva York.
— Sí — afirmó Zemo — correspondiendo amablemente a la despedida — Me llevo a James. — añadió señalando a un orgulloso Bucky.
— Tenía que ser, tenía que ser…— le dijo sonriente Jhon.
Jhon se despidió de Bucky y salió corriendo del sanitario dejándolos solos y en un silencio que finalmente Bucky rompió para decirle a Zemo:
— Me prometiste un baile.
— Soy muy malo bailando, James.
— No es cierto. Te ví bailando en el estudio, cuando no había nadie…
— ¿Me espiabas, James…?
— Fue sin querer. Bailas, con tus audífonos puestos, moviendo tus puños así…
Bucky hizo un movimiento gracioso imitando el baile que había visto a Zemo realizar.
Zemo se echó a reír y Bucky lo rodeó con un brazo.
— Oh vamos, ven conmigo…Hace un rato tenías ganas…
Zemo accedió moviendo su cabeza afirmativamente, mientras Bucky, sin dejar de rodearlo con su brazo, lo conducía afuera. Y al sentir su cercanía, no pudo evitar ladear su cabeza para respirar el aroma de su cuello. Bucky también giró su cabeza, y besó la cabellera castaña de Zemo; siempre creyó que ese cabello era hermosísimo, y que de seguro tenía un aroma exquisito… No se equivocaba.
*********
En la pista de baile, Zemo a penas se defendía haciendo movimientos extraños pero agraciados. Bucky se encantaba cada vez más de él, y ahora que sabía que ambos tenían algo especial, se desbocaba de felicidad, llegando incluso hasta la euforia.
Creo que estás hecho para mí, lo siento en tu energía
Veo lo nuestro escrito en las estrellas
Podemos ir a cualquier lugar, así que lo vamos hacer ahora o nunca
Amor, nada nunca está, nunca está demasiado lejos. (5)
Bucky tenía mejores movimientos que cualquiera, la música fluía a través de él, y ahora que también estaba feliz, hasta se había vuelto extrovertido.
Ambos solo podían sonreír cada vez que se miraban. Bucky se acercó más a Zemo hasta que sus mejillas se rozaron y ambos fueron presas de un frenesí excitante que hizo suspirar a Zemo y nubló los pensamientos de Bucky.
Zemo deslizó sus manos sobre el pecho de Bucky llevándolas hasta su nuca. James, al sentir ese contacto como una caricia necesitada, dejó caer su cabeza hacia atrás dejándose llevar por ese fuego que ardía desde su interior. Luego, ambos juntaron sus frentes y cerraron los ojos mientras un montón de gente indiferente bailaba a su alrededor. Estaban estableciendo una conexión arrasante e increíblemente profunda, mientras un fuego interno corría ardiente por sus venas.
Finalmente, Zemo acercó su boca a la comisura de los labios de Bucky, ansioso, buscando satisfacer ese deseo que lo invadía hasta sobrepasar sus límites. Bucky sentía exactamente lo mismo, y a penas sintió la calidez de Zemo sobre su piel, lo aprisionó entre sus labios. Ese beso fue más intenso que los anteriores. En un compás desenfrenado, se besaban como si quisieran comerse el uno al otro. Sus cuerpos estaban adosados, y los roces los excitaban haciendo que ni ese beso ni esas caricias desesperadas fueran suficientes para aplacar ese ardor que los quemaba por dentro.
Bucky comenzó a temblar, sintió que sus piernas le fallaban, y que estaba perdiendo el control sobre su cuerpo. Se tambaleó, casi se cae, pero Zemo lo sostuvo riendo.
— Qué te sucede, James…— le dijo riendo.
— No lo sé…— rió Bucky — Creo que me mareé…
— Ven, vamos a tomar aire.
En el camino, pasaron por el jardín y Bucky se dejó caer de imprevisto sobre el césped. Zemo se asustó creyendo que Bucky se había desmayado, y se volteó de inmediato solo para encontrar a un Bucky sonriente con la mirada perdida entre las estrellas.
— Qué te sucede…— le reclamó Zemo de buen humor.
— Ya no puedo más… — fue lo único que dijo Bucky.
Zemo se quedó mirandolo con las manos apoyadas sobre su cadera, y finalmente le dijo:
— Iré por tu mochila para que nos vayamos.
— Por qué quieres que me vaya a casa…
— Porque no puedes quedarte a dormir aquí.
— Bueno, ve… Eres mío de todas formas.
Zemo soltó una carcajada con ese último comentario, y le dijo:
— En realidad, tú eres mío. Ya vuelvo.
Zemo se fue a recoger la mochila azul de Bucky del área de resguardo de pertenencias. Siempre había encontrado simpática la forma en que Bucky usaba esa mochila, era algo que le gustaba…
Tomó la mochila y la sostuvo entre sus brazos. No quería entender por qué ahora todas las cosas que fueran de Bucky eran especiales para él. Recordó que traía puesta hasta su chaqueta y supo que ya no había vuelta atrás.
Divisó a Bucky todavía echado sobre el césped y, anonadado por ese maldito sentimiento que lo había apresado, se agachó y comenzó a arrastrarse, como quien acecha a su presa, para acercarse sigilosamente a Bucky por el lado de su cabeza. Quería tomarlo por sopresa, y además se sentía algo loco.
Cuando hubo llegado hasta él lo miró. Sus cabezas estaban al revés.
— Cielo santo…si no estuviera tan colocado te hubiera golpeado. Me asustaste. — le dijo Bucky cuando vió ese adorable rostro sobre su frente. — Por qué viniste así, por detrás.
Zemo no le respondió, tan sólo se quedó mirándolo. Los mechones de su cabello le caían, rozando la barbilla de Bucky.
— Qué ¿Me darás el beso del Hombre Araña? — le susurró Bucky.
(6)
Zemo se fijó en sus hermosos labios y lo rodeó con ambos brazos. Bucky, que sentía esa energía, llevó su mano hacia la nuca de Zemo y lo acercó para besarlo. El aroma de Zemo lo atrapó por completo y supo que ese beso era perfecto. Si pudiera elegir un lugar y un momento para morir sería ahí y en ese beso exquisito. Moriría satisfecho.
Con cada contacto entre sus lenguas, Bucky sentía cómo el músculo de su abdomen se contraía y cómo su miembro se excitaba llegando a una inevitable erección. En pleno frenesí, movió sus caderas involuntariamente y dejó escapar un gemido ahogado. Al escucharlo, Zemo se apartó un poco de él y comenzó a besarlo en intervalos de segundo, como si sus labios fuesen una fruta deliciosa cuyo sabor quisiera disfrutar para guardar siempre en su paladar.
Bucky ya no aguantaba más, sujetó la cabeza de Zemo y lo apartó para decirle:
— Tú vas a matarme.
— Una condena evidente, ¿no?.
— Sobretodo inevitable.
Ambos rieron y siguieron besándose como si no existiese un mañana, como si las horas no transcurrieran llevándose sus sueños y sus recuerdos para siempre.
Aún siguieron dándose mimos y besos en cada rincón de esa efusiva fiesta. Iban a cualquier lugar, hablaban con cualquier persona, pero al final eran solo ellos dos. Zemo acercaba sus dedos hasta rozar la mano de Bucky y deslizaba su pulgar sobre el dorso haciendo que éste cerrara los ojos imaginando que todo podría ser un sueño, y si así fuera no debería acabar nunca, porque con Zemo había comenzado a sentir cosas que jamás en su vida había experimentado, y jamás hubiese llegado a imaginar.
_________________________________
(1) "Yellow" de Coldplay.
(2) "Dakota" de Stereophonics.
(3) "Crazy for You" de Madonna. (canción principal de la película Vision Quest de 1985).
(4) Basado en la conversación de G. Cerati y D. Melero en el documental Haciendo Colores Santos de 1992.
(5) Levitating de Dua Lipa.
(6) Escena inspirada en este FanArt hecho por Freckles & Dimples.
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