🐺CAPÍTULO VEINTE🐺
Nos fundimos en un anhelante roce de labios con sabor a promesas. “Yo también te quiero… mi hermoso Omega” me confesó, erizando todas mis terminales nerviosas hasta clamar por él.
Una lágrima suya recorre mi mejilla hasta caer... Y daría lo que fuese por cambiarla en sonrisas ladinas mientras me aferro con más fuerza a su tembleque cuerpo. Percibiendo su lucha, su entrega, su pasión… Y me aferro a mis pensamientos: “Creo en tí, mi Alfa”. Porque así lo siento, me quema por dentro, es una sensación de apego necesaria que sanará a ambos. Así lo advierto...
—Calma, mi amor —le susurro entre caricias a su espalda con el único fin de resguardarlo del dolor —. Estoy aquí, contigo ¿sí? Recuérdalo.
—E-es q-que... me inunda la cobardía cachorro —murmura apenado y afianzado a mi cuerpo —me amedrenta tanto, pero tanto caer… Pero mas temo fallarte a tí, mi Omega —con sus fanales vidriosos, reflexiona mi rostro ambicionado mientras toma mis teñidas mejillas.
—No me fallarás… no "te" fallarás, porque sé que estás ofreciendo lo mejor de ti. —Me cautivo en él, como solo él, puede hacer que lo haga —Yo creo en ti Alfa, lo percibo aquí. — Digo juntando nuestras manos para secundarlas sobre mí pecho… Más bien, en mi desaforado corazón.
Y aunando nuestras frentes sostengo su mano. Puesta allí, palpitante y diligente resonando en mi interior. Y aunque temores alumbren, decido permanecer...
—¿Sabes lobito? —susurro cerca de sus labios, entre tanto percibo su calma al aspirar mi olor. — Prefiero sufrir por haber querido que quedarme sin querer… y aunque nunca me ha importado el querer o no querer, en tí, decido creer... Mas allá de que te quiero. Es loco, lo sé... el apenas conocerte y sentirme así por ti — confieso.
—¿Quién dijo que querer es cuestión de cuerdos cachorro? Me declaro maniaco por tu ser, adepto a tu cuerpo. Y prefiero mil veces, ser devoto de tu aroma, venerándote eternamente… que estar perdido sin ti.!
—Eso, como sonó a mucho —profiero acercando suavemente mis labios a los suyos.
—Mucho, es poco para ti susurra mi Alfa apegándome a su cuerpo.
Nos avocamos entre besos a un baile de lenguas danzantes mientras nuestros lobos retozan de júbilo repentinamente, y por primera vez en años quisiera cambiar para correr libremente, olvidando los pesares y grabarnos menesteres.
Al transcurrir de momentos entre abrazos y continuos besos, comenta.
—¿Te parece si festejamos? Quiero degustar mi postre… —susurra roncamente mi perfecto adonis, refregándose contra mi pelvis y sustrayendo dulces jadeos de mi parte.
—Me parece perfecto lobito, vamos a casa...
Cuerpos expuestos en desnudez. Manos que pierden horizonte cuando del otro se trate. Caricias que crecen paulatinamente entre deseos, donde uno inhala lo que el demandante cuerpo del otro exhala. Así me encuentro, en mi cama, aferrado entre besos a la espalda de mi Alfa.
—¡Maldita sea cachorro! Podría morar eternamente en ti, justo aquí, lamiendo cada centímetro de tu delicioso cuerpo —jadea contra mi erecto pezón derecho, que reclama por su abandonada atención.
—Nadie te lo impide, lobito —gimo entrecortado al sentirlo —tienes una bendita lengua tan caliente… que siento quemar todo por dentro —enardecido confieso.
—Tú, me calientas tanto, con tu porte malditamente sensual mientras meneas esas prominentes caderas. Enloqueces a cualquiera… Pero eres mío, mi Omega —susurra entre asiduas lamidas a mi extendido abdomen, mientras deslizo mis brazos enredando su cabellera.
—¡Demuéstralo! —solicito entregado y poseído. Jalando hacia atrás su cabellera para que me observe.
Y de un arrebato, coge mis manos en un fuerte agarre ascendente, arrastrando su dureza por encima de mis piernas y acercándose peligrosamente…
—¿Qué decías? —articula todo provocativo, delineando con su nariz los contornos de mi cara. Su respiración descompasada al igual que la mía.
—De-mues-tra-lo —socarrón lo enfrento, mordiendo mi labio inferior intencionalmente mientras atisbo sus reacciones.
Arrincona sus labios a mi sensible cuello, succionando y lamiendo y sin cercenar los vaivenes de su miembro contra el mío. Y siento las ansias de mi lobo, rasguñando el pecho por salir al encuentro de nuestra. E impresionado ante mis sensaciones, ladeo mi cuello en ofrenda absoluta.
—Tu entrega te condena cachorro, si decidiera morderte… no pondrías objeción —murmura entre sensuales lamidas.
¡Y maldita sea, si no tiene razón!
—Te deseo Alfa… necesito que me folles, llenarme de ti y desear por tenerte de nuevo. —Comento entre necesitados jadeos.
Jungkook, ataca ferozmente mis humedecidos labios, absorbiendo cada jadeo sensual proferido provocado por su tacto. Y en medio del baboseo, arrima dos de sus dedos simulando una penetración. Entonces, me aboco a la situación empapándolos con mis fluidos.
—Abre las piernas para mí — anuncia. Y haciendo retirada y completamente empapado en lubricación, desuno mis piernas en ofrenda para él.
Continuando con su agarre a una mano sobre mi cabeza y tragándome sus penas entre besos para escupirlas en placer, profana mi entrada deseosa por él.
—Más… mete otro… no me hagas esperar —jadeo acalorado.
—¿Ansioso cachorro? —se separa agitado, con su frente sudada y los cabellos pegados a su rostro, mutado a una maldita deidad del sexo.
En un movimiento veloz y soltando mi agarre, se alinea a mi entrada, tentando con su glande mi aflicción.
—Tan bueno, tan deseable… eres mío —confirma y revuelve mis entrañas de una profunda estocada.
Reiterados vaivenes resultantes en sudorosos choques de pieles con respiraciones jadeantes y alguna que otra confesión. Aparejan en concecuencia, un exquisito clímax anudando en mi interior.
🐺
Tañidos continuos y constantes, devienen en ecos marcados de nuestros voluntariosos labios.
Una marcada decadencia que nos entrega a una vehemencia cambiante. Donde los roces que al principio fueron ásperos se suavizan con caricias, que transforman lo sexual en alguna especie de amor.
—No me canso de observarte y plasmar en mi retina... y lo hago, por si decides ser una fantasía cachorro… el susurra mi Alfa entre caricias otorgadas con anhelo a lo largo de mi espalda.
Lo observo ensoñado, satisfecho y con mi latiente corazón prendado a el para confiarle.
—Soy tan real como tú lo eres para mi amor. Y si me dejas, tambien estoy dispuesto a hacerte eternemente feliz.-
HAW... CAP QUE CONLLEVA DIVERSAS SENSACIONES🥺❤
ESPERO DISFRUTEN LEYENDO, COMO DISFRUTO ESCRIBIENDO PARA USTEDES❤
GRACIAS POR LEER Y RECUERDEN QUE LOS AMITO MUCHO❤
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