🐺CAPÍTULO QUINCE🐺
Finalizando la cena, mi cachorro se ofreció a lavar los utensilios. Y como no logré convencerlo de hacerlo yo, finalmente dejé que lo haga.
Luego de pasar por esta pequeña recaída ante su ausencia debo organizarme. No puedo depender, emocionalmente, de su presencia para no enloquecer. Y eso, me provoca una tremenda angustia... Maldición.
Apoyado sobre la mesa, me dedico a examinar minuciosamente ese glorioso y contorneado cuerpo que se carga mi Omega. Entonces, los recuerdos regresan a mi mente. Rememores de cuando lo observé por primera vez, apoyado y moviéndose descaradamente para mí... Y si me empalmo de solo recordarlo, verlo en vivo y en directo, con ese tremendo culo que se carga, no contribuye demasiado.
—¿Qué haces, lobito? —pregunta mientras contornea, suavemente, sus caderas al compas de la suave melodía proveniente del sistema de sonido. Y a medida que se dedica compenetrado a su labor, todo en él me resulta perfeccion. ¡Y maldita sea si no me provoca!
—Tú sabes qué hago —contesto con mi gruesa voz que denota creciente emoción —. Y te gusta que lo haga — finalizo contenido de saltar y hacerlo mío.
Jimin, ladea su cabeza observándome de soslayo y todo socarrón. Mientras humedece, sensualmente, sus labios en un trayecto malditamente erótico.
—Estás jugando con fuego —susurro con mi gruesa voz repleta de deseo —. Y te vas a quemar —sentencio con elevada excitación.
—Te hacía más vivaz lobito. Pensé que te darías cuenta con el asunto de la salsa... Y verías que no tengo problemas con quemarme... —Murmura sensualmente, virando su cuerpo, apoyándose sobre sus codos y encima de la mesada.
La gloriosa camiseta demarca, cada maldita porción de su bellísimo torso, mientras me observa con sus abultados labios entre abiertos. Y conlleva todas mis fuerzas mantener mi autocontrol, hasta que me embebo de sus penetrantes feromonas de excitación.
Entonces, asalto sus pecaminosos labios que dan paso a mi asidua y profanadora lengua, borrando todo rastro de confusión, tragando penas ajenas y fundiéndonos en un abismo de pasión.
De un brinco, enrolla sus piernas a mi cadera, aferrándose a mis hombros y provocándome una excitación aún mayor al danzar su culo sobre mi endurecido miembro.
Deslizo (con firmeza) mis manos en sus glúteos, para acompasar sus movimientos mientras nos consumimos entre desaforados besos... Besos que se transforman en fuertes rasguños a mí espalda en el proceso.
Pero, abruptamente, me abandona. Sonriendo todo picarón para luego aproximarse lentamente a mí oído mientras mi cuerpo reacciona erizando cada centímetro de mi piel al percibirlo.
—Voy a bajar, te voy a bailar y me vas a desear, lobito —roncamente susurra, comenzando con su tortuoso descenso mientras acaricia mi pecho.
—No puedes hacerme esto... —jadeo perdido en exitacion.
—Puedo hacer esto y más... —emite girando su deseoso cuerpo, para descender tortuosamente mientras acaricia y aprisiona mis piernas.
Entonces, elevo y entierro mis manos en mi cabeza, tratando de controlar mi deseo de atacar. Hasta que siento sus juguetones dientes mordisqueando mi caliente y enfurecido miembro por encima de la tela de mí pantalón. "Maldición"
Atino a coger su cabeza y rápidamente toma mis manos en detención. Extendiendo sus rodillas para refregar su caliente culo por los muslos hasta acunar mi entrepierna... entrepierna que desea hundirse en él.
Con vaivenes de cadera lo apoyo, mientras en círculos se me restriega. Se subleva en un pasaje erótico para rodearme, sensualmente, mientras delinea con un dedo el camino que detalla.
—Te deseo cachorro... con todo mi ser —jadeo acalorado.
Siento que pierdo el poco control.
—Y me tendrás... pero primero, te voy a saborear lobito —susurra frente de mí mientras muerde su labio inferior y contornea contorneado sus caderas.
Desprendo minuciosamente mi camisa, en un maldito infierno devastador. Mi pecho asciende y desciende profundamente denotando mi ansiedad, mientras acaricio sus brazos en un vano intento de calma.
Delimita entre besos húmedos mi pecho, y no lo soporto más.
En una jugada fugaz, lo elevo y acomodo sobre la mesa, atacando sus enrojecidos y húmedos labios que me incitan a pecar.
Retiro lo que resta de mi camisa, dejando mi torso desnudo. Erizado y sediento por su roce, me deshago de su camiseta en un suspiro. Y sin dejar de besar y lamer su nivea piel.
Desciendo por su ombligo jugueteando con mi lengua, mientras mi Omega se aferra a la mesa entre gemidos ahogados, impulsando su cadera para que me adueñe de él.
Y masajeando sus hermosas piernas, mi direccióno a su bragueta. Para así deshacerme de lo que me molesta y rendirle un acalorado homenaje a rosado pene.
Retiro su pantalón, arrastrando consigo su ropa interior en un movimiento veloz. Y cogiendo su miembro con mi mano, lo acerco de su nuca para un desesperado y acalorado beso.
—A-Alfa —jadea mi Omega y me pierdo entre su aroma y sus gemidos. Manteniendo nuestras frentes unidas, mientras masturbo sin piedad su duro miembro.
—El que te va a degustar, sere yo Omega... hasta que me exijas que te folle sin piedad —susurro descendiendo hasta tomar su miembro en mi boca.
—Te sientes t-tan bien... —murmura excitado. Y aprovecho para desenfundar mi necesitado falo, tirando mis pantalones hacia abajo y exponiendo mi grosor ante sus ojos.
Poseso y jadeante, mi Omega escurre gotas de sudor por su aterciopelado cuerpo, mientras devoro con pasión su delicioso sexo.
—¡Fóllame Alfa! Necesito que me llenes...
Sin esperar ni un minuto más, dejo mi labor para embeber mi endurecido miembro con su chorreante lubricación. Y colgando sus piernas sobre mis hombros mientras lo arrastro hacia mí, me hundo profundamente en su culo con un gutural gruñido de satisfacción.
SE NOS PRENDIÓ ESTA VAINA😈😏
GRACIAS POR LEER, COMENTAR Y VOTAR😍
LOS AMITO MUCHO❤
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