No solo ese día [2/4]
Bueno, especial 2 de 4 v:
Este trataré de Sarai y sumi ^^
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San Valentín, un día que peculiar mente la gente escoge para regalarle chocolates, flores o cualquier otra cosa a esa persona especial
por un lado tenemos a personas felices con su pareja dándole regalos ese día 'especial'
por otro tenemos a personas con más cuernos que un reno
Y por último a las personas tristes porque las rechazaron
Ella no entraba en ninguna de esas, más bien era de los que andaban sin poder confesar su amor
Pero ese día solo era un recuerdo de eso, de que no se atrevía a confesar sus sentimientos a aquel hermoso ángel que tenía como su primer y único amor
Pues ¿Por qué darle algo solo en ese día? Le parecía estúpido el darle solo chocolates y flores ese día cuando podía darle hasta más todos los días
- Un ramo de flores para esta hermosa princesa que cumplió la petición de una simple mujer de venir a su casa - la peli blanca se arrodilló y le extendió aquel ramo de flores, agarrando suavemente la mano de la bicolor -
- Gra-gracias sumi, son muy lindas... - aunque esos tratos eran bastante cotidianos para ella por parte de la albina, se seguía sonrojando fuertemente, le parecía bastante lindo el como la trataba, como lo más hermoso y preciado del mundo -
- hoy es San Valentín ¿No? Entonces quisiera pedirte que pases conmigo el día otra vez...Y-ya sabes, día del amor y la amistad - dijo mientras se sentaba a su lado y, aunque no lo demostrara, le dolía tener que agregar eso, agradecía que la bicolor parecía tomarse todo como un buen gesto de amistad y por la promesa que le hizo cuando eran niñas -
"Tu serás la princesa y yo ese soldado que siempre estará ahí para protegerte, para servirte, que siempre estara para ti"
Aunque a veces tal vez se pasaba un poquito...solo un poquito
- me encantaría sumi, gracias - sonrió cálidamente dándole un beso en la mejilla -
La peli blanca se sonrojo y sonrió estúpidamente por la acción
- ¿He? ¿Sumi? ¿Estás bien? - paso su mano enfrente de la cara de la peli banca para ver si reaccionaba - ¿Sumi?
Si...el pan de cada día desde que Sarai despertó de aquel coma, incluso desde antes aunque la bicolor no estaba escuchando o viendo lo que sumi decía o le traía
Su habitación de hospital había estado siempre con flores, algún peluche y con sumi leyendole algún poema o libro, contándole algunas cosas, hablando con ella... nunca se había separado de ella, y las cosas no habían cambiado mucho
Aun recuerda la primera vez que ella estuvo consciente y que sumi le regaló algo con tan hermosas palabras
Claramente se desmayó.
Y aunque al principio o se desmayaba o quedaba sin poder hablar, ahora se sonrojaba y agradecía, con un abrazo, palabras o un beso en la mejilla o frente
Era algo que ellas hacían todos los días, no solo en una fecha específica.
- me gusta estar siempre así contigo, te quiero mucho sumi, de verdad que gracias por todo - agradeció la bicolor me tras apoyaba su cabeza en el hombro de la peli banca, habían decidido el quedarse viendo un maratón de peliculas y luego salir en la
noche -
- no me lo agradezcas, lo hago porque te quiero mucho...eres la chica más importante para mí, para mí mundo - sonrió pasando su brazo por encima de su cuello y apegarla mas a ella - y también porque quiero disculparme - esto último lo pensó con algo de tristeza -
- ¿dijiste algo? Perdón no pude escucharte bien...
- no te preocupes princesa, no es nada
- sabes, me preguntó por qué te esmeras tanto en cumplir esa promesa que hicimos de niñas...¿No es mucho para ti? - pregunto Aldo dudosa, desde hace tiempo quería saber el por qué -
- pues yo siempre cumplo mis promesas, además nada es suficiente para mí cuando se trata de ti, si pudiera te bajaría las estrellas, aunque su brillo sería opacado al lado tuyo por su puesto - bajo un poco la cabeza para darle un beso en la frente -
- rio un poco y se sonrojo por las palabras de la mayor - eres muy linda sumi, gracias por este día y los anteriores
- y aún quedan más, no me lo agradezcas, con tan solo quedarte a mi lado es más que suficiente mi querida princesa
- entonces estaré contigo hasta el final de mis días, guardiana mia - siguió las palabras de la peli blanca -
Sin duda, no solo ese día le demostraba cuanto la amaba, cuando la apreciaba, siempre lo hacía, porque ella era lo más hermoso y apreciado para su mundo, ella, era su mundo.
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