Estupideces que se me ocurren a la 1:30 de la madrugada:

— ryu ha salido a buscar las vayas que encontramos siempre en los arbustos de la colina, así que me quedé a cargo — dijo el peli rojo mientras agarraba de la mano a la pequeña Sarai, que empezaba a aprender a caminar —

— ¿Aún no sabe? Ten cuidado...ya sabes, con... — el pequeño bicolor dijo con preocupación —

— lo se, no quiero presionarla, debe aprender a su ritmo...pero, si quisiera que aprendiera lo más rápido y bien que se pueda...ellos, parecen estar más enojados que otra veces

— quisiera poder brindarles algo de ayuda, pero mi padre tiene que atender varios pendientes de su trabajo, por lo que ha viajado algo lejos está vez y mi madre...ya sabes cómo es, mika-san no puede quedarse mucho

— lo se, no es tu culpa...la verdad, quisiera tener otro estilo de vida algún día

— soñar no cuesta, dice mi padre, para algunos es difícil poner los pies sobre la tierra...y para otros, saltar fuera de esta

— entonces, ni al espacio ni a la tierra, si no al cielo

— con precaución

Ambos sonrieron mirando al nombrado del pequeño juego de palabras que armaron, mientras que la pequeña agarraba la mano de su hermano, viendo a este y empezando a sonreír más ampliarmente al notar la de el y a quien podría llamar, otro de sus hermanos mayores

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