Estaba en España. Había viajado por un evento, pero ahora solo tenía que hacer stream, hablarle a la cámara y boludear un rato.

Mientras jugaba, una donación interrumpió una de mis tonterías: "Liv, ¿irás a algún GP ahora que estás en Europa?"

—No creo. Como no sabía si iba a venir, no compré boletos y, bueno, ahora no encuentro dónde conseguir entradas de último momento —expliqué a la cámara.

Mi amor por la Fórmula 1 comenzó desde pequeña. No es algo fácil de explicar; le da un sabor único a mi vida. Es el momento donde logro desconectar mi mente del resto, concentrarme en otras cosas y sentir algo diferente: la emoción, los enojos, la intriga... todo.

—¿Saben qué es lo peor? Que tengo amigos que conocen a los pilotos o conocen a alguien que los conoce, pero no me llevan por ser mala leche.

Las horas pasaron. Terminé el stream y agarré mi celular. Tenía varios mensajes, pero hubo uno en especial que me llamó la atención. Era de Ireland, la novia de un amigo, una chica muy linda.

Ireland:
"Hola, vi tu stream y, si quieres ir a alguna carrera, yo estaría encantada de llevarte."

Ireland también es prima de Lando y amiga de varios pilotos, así que va mucho a las carreras. Me parece lindo que me invite a mí cuando puede llevar a cualquier otra persona.

Yo:
"¿En serio? ¡Claro! Gracias, Ire, eres muy dulce."

Ireland:
"No hay de qué, Liv. Dime a cuál y yo consigo todo."

En cuanto caí en cuenta de que esto era real, la emoción me invadió. ¡Iba a ir a un Gran Premio de Fórmula 1! Había ido antes a uno, pero por alguna razón esto se sentía diferente.

Siempre dejo mi agenda libre los fines de semana de carrera, así que, sin pensarlo mucho, le respondí:

Yo:
"¿Al próximo se puede? Es el de Hungría, pero ya es en una semana, así que entiendo si no se puede."

Ireland:
"Por supuesto que se puede. ¿A qué garaje quieres ir?"

Yo:
"Al que sea, yo con cualquiera soy feliz."

Es cierto. Si bien soy tifosi de corazón, con cualquier garaje soy feliz. Ni siquiera creí que iría, así que no puedo ponerme exigente. Ella no lo sabe, pero me acaba de alegrar todo el mes.

Ireland:
"Muy bien, a Red Bull será."

En cuanto leí eso, sentí una felicidad enorme. Apagué el celular y fui por mi bolsa. Quería comprarle algo a Ireland como agradecimiento. Además, necesitaba ropa de Red Bull para ese día. No es que no tuviera, solo que no la puse en mi maleta.

Pasó una semana y finalmente llegó el día de la carrera. Tomé mi chaqueta de Red Bull y me fui. Durante todo el camino estaba que me moría de emoción. La vez pasada ni se compara con esta. Ahora iba a un garaje. Mi niña interior estaba tan feliz, aunque no fuera a Ferrari.

En cuanto llegué, iba a escribirle a Ire. Nunca había estado aquí y me asustaba perderme o que me vieran como una extraña que no tenía por qué estar ahí. Pero antes de que pudiera mandarle el mensaje, escuché una voz que me sacó de mis pensamientos. Su inconfundible acento británico: era Lando Norris.

—Hola —dijo con una sonrisa. Yo lo saludé con la mano, intentando ocultar mi emoción. —Yo te conozco. Una vez vi un clip tuyo —continuó.

Al oírlo, sentí vergüenza. ¿Qué habrá visto? Digo puras boludeces en mis streams. Nerviosamente me reí, repasando mentalmente mis clips más famosos. Después de unos incómodos segundos, respondí:

—¿En serio? ¿Qué clip viste? Esto es lo más surreal que me ha pasado. Jamás esperé que mis clips llegaran a un piloto de Fórmula 1.

Jugaba con mis manos, deseando que no lo notara.

—Uno donde decías que los pilotos son muy guapos —comentó en un tono entre juguetón y coqueto.

Me puse más roja que una frutilla. Creo que debería cuidar más lo que digo en stream. Me quedé en silencio, pensando qué poronga decir. Cuando imaginé este día, eso definitivamente no pasaba.

—Tranquila, no tienes que decir nada —dijo Lando en un tono más suave—. Bueno, por tu ropa, supongo que vas a Red Bull, pero... ¿No prefieres venir a McLaren?

—Es un honor que me invites, pero Ire debió esforzarse por hacer que vaya a Red Bull. No se siente correcto rechazarlo. Perdón —dije tímidamente.

Lando Norris, el piloto principal de McLaren, me invitó a su garaje. Eso no estaba en la lista de cosas que creí que me pasarían, no solo en este año, en toda la vida.

—Está bien, pero al menos, ¿me dejas acompañarte? —preguntó algo tímido. Yo solo asentí.

Camino al garaje, él intentaba hacerme reír y me enseñaba distintas cosas del paddock. Me hizo sentir cómoda, a pesar de estar muriéndome de nervios, vergüenza y ansiedad.

—Bueno, adiós. Fue lindo conocerte —dijo cuando llegamos a la entrada del garaje de Red Bull—. Espero que disfrutes la carrera y, para la próxima, tienes acceso VIP a McLaren.

—Gracias, Lando. Lo aprecio mucho. Suerte —respondí en un tono suave, intentando demostrar que era verdad. Él asintió y se fue.

Cuando entré, empecé a explorar cada pequeña parte como si fuera una niña chiquita. Total, la emoción ya la tenía. Sentía una mirada, así que dejé de tocar todo lo que veía. Volteé. Era el campeón del mundo: Max Verstappen.

Me estaba mirando. Se acercó a mí. Seguramente Ireland les dijo tanto a él como a Lando que lo hicieran, pero aun así no sé si es un sueño. Si lo es, definitivamente no quiero despertar jamás.

—Hola, tú debes ser Liv, ¿no? Bienvenida al garaje. Ire me dijo que ibas a venir —dijo el neerlandés con un tono cálido.

—Gra... gracias por la bienvenida —respondí.

Él me sonrió. Pude ver que había algo detrás de esa dulce sonrisa, pero lo ignoré.

—Tengo que hacer media, pero cualquier cosa me dices —hizo una pequeña pausa, como tomando valor para algo—. Te ves linda.

Otra vez me sonrojé. Él volvió a sonreír y se fue. Seguí explorando el garaje. Unos minutos después, saqué mi celular para escribirle a Ire.

Yo:
"¡GRACIAS! Estoy en el paddock. Hablé con Lando y Max. Es el mejor día de mi vida."

Ireland:
"No linda, es el mejor día de la vida de ellos"

Ireland:
"Mierda, me van a matar"

Ireland:
"Olvidalo"

Yo:
"¿Por qué dices eso, hermosa?

Ireland:
"Pues"

Ireland:
"Puede ser que ellos ya te conocían y que les pareces muy hermosa"