No parecía tan malo estar ahí, aunque muchos querían acercarse a ella. Las preguntas no faltaban, por supuesto ella intentaba ser amable pero en el fondo quería solo irse a casa y estar sola.

-Isabella Smith ¿Cierto?.-inquirió una chica de cabello marrón claro y la misma que vio hablando sobre ella.

-Si, aunque solo prefiero Isa.-aclaró Bella observando como la chica sonreía.

-Un gusto Isa, yo soy Elena Gilbert.-se presento la chica.

Al principio Bella pensó que sería incomodo hablar con Elena, pero fue todo lo contrario. Aunque tuvo que inventar varias cosas, lo curioso es que siempre fue pésima para mentir pero en esta ocasión se le estaba dando muy bien.

Tal vez porque no quería exponer a la familia Smith, quienes la habían acogido en su hogar.

-Se lo difícil que puede ser adaptarse pero verás que Mystic Falls es un buen lugar para vivir.-dijo Elena observando como Bella no parecía peligrosa a lo que había pensado al principio.

-Demasiado, aunque bueno supongo que es cuestión de tiempo. Donde vivía era un lugar lluvioso.-comentó Bella observando como automáticamente se encontraba a lado de Elena caminado hacía su siguiente clase.

Y aunque su día no fue tan malo como pensaba, necesitaba un tiempo a solas para asimilar todo.

Estuvo poco tiempo con Brenda pero se alegro al verla feliz, por otra parte ella quiso mantenerse un poco alejada de lo humanos.

Por lo que termino en un salón vacío, pensando en lo que últimamente era su vida, supuso que ahora tenía que afrontar su rutina. Tal vez en algún momento regresaría a Forks, pero por ahora trataría de aprender a controlarse completamente y sanar sus heridas emocionales.

Ahí estuvo un momento, hace tiempo que ella no leía por lo que opto recuperar un poco de esa Bella que era antes de conocer a los Cullen. Incluso de nuevo a escuchar música, la cuál se había prohibido para que la opresión en su pecho no doliera.

Caminó hasta donde debía estar su casillero, esperando por un momento no tener miradas curiosas en ella. Aunque ya terminaron todas las clases para fortuna de la castaña, muchos aun la veían.

Abrió su casillero decidió que lo mejor era dejar algunas y no cargar tantas.

-¿Chica nueva?.-Bella volteó a ver a la persona que estaba a su lado, suspiró resignada, pero no contestar seria grosero de su parte. Además la gente a su alrededor no tenía la culpa del hijo inesperado que había dado su vida.

-Si.-Se limito a contestar pero al momento de voltear observo al chico de cabello negro, ojos azulados grisáceos y facciones que simplemente lo hacían ver atractivo, por un momento quedó impresionada por lo atractivo que es él.

-¿No me dirás tu nombre?.-pudo ver una sonrisa coqueta por parte de él, la castaña evitó rodar los ojos.

-Isabella Swan, pero prefiero Isa.-contestó cerrando su casillero, no podía negar que él es atractivo sin embargo decidió ignorar aquellos pensamientos.-¿Y tú?¿No me vas a decir tu nombre?.-inquirió alzando una ceja y utilizó un ligero toque de burla.

-Damon Salvatore.-él le guiño un ojo.-Dime ¿Qué te trae por aquí?.

Por supuesto que estaba curioso, pero lo que más le llamaba la atención es la belleza de la castaña, su rostro en forma de corazón, con facciones delicadas, su piel de un color pálido, como si fuera porcelana, sus labios eran de un color rosa suaves y sus ojos dorados, pero había algo más que llamaba la atención de él.

Sus ojos de Bella no habían cambiado a los café que alguna vez tuvo como humana, aunque el don de Brenda le daba unas ventajas como no "brillar" al sol, poder comer comida humana o no tener tanta sed.

Trato de estar relajada, algo difícil dado que estar en una nueva vida la ponia tensa en pensar todo lo que tenía que afrontar…

De manera distinta a la que alguna vez pensó.

-Mis padres decidieron mudarse.-se limitó a contestar la castaña, al tiempo que cerraba su casillero.

Damon noto cierta tristeza al momento en que lo dijo, él le sonrió levemente de seguro ella extrañaba su antiguo hogar o algo más le había pasado.

-Y tú no estuviste de acuerdo.-supuso él mientras la acompañaba al estacionamiento.

Bella busco con la mirada a Brenda esperando encontrarla lo antes posible. Sin embargo no tuvo éxito alguno por lo que volteo a ver a Damon.

-Es algo complicado, no quería mudarme, aunque creo que fue lo mejor.-por un momento Bella se detuvo a pensar en que a él no lo había visto en el instituto, estaba segura que si hubiera sido así lo recordaría perfectamente.

-¿Acaso te parezco atractivo?.-inquirió Damon elevando una ceja y haciendo que las mejillas de Bella adquirieran un leve color rosa, al igual que se puso tensa.

Intenta calmarte

Pensó para si misma, de lo contrario Brenda tendría dificultades para seguir utilizando su don.

-¿Tú?.-Por supuesto que si lo era, Bella no lo podía negar pero tampoco alimentaria el ego de Damon diciéndole que si, aunque fuera una pésima mentirosa hizo su mejor esfuerzo en decirlo.-He visto a chicos mejores.

Él rió y por primera vez Bella se sintió un poco divertida ante la situación. Hace tiempo que no se sentía asi y de pronto la nostalgia la golpeo en donde más le dolía.

-Imposible.-repuso Damon notando el dolor en sus ojos, un dolor que le era algo familiar.

Bella al momento de detenerse abruptamente, observó a Elena Gilbert y al mismo chico que había visto desde al principio hablando de ella.

-Hablando de cosas imposibles, no estudias aquí ¿cierto?.-inquirió Bella con curiosidad y tratando de dejar todos los pensamientos que le dolían a un lado.

Él sonrió y negó con la cabeza.

-Aquí estudia mi hermano Stefan. Oh mira ahí esta con Elena, su novia.-Damon los señalo y los saludo amistosamente mientras Stefan fruncía levemente el ceño.

-Si, conocí a Elena en una clase. Tengo que irme de seguro mi hermana me esta esperando. Fue un gusto conocerte.-dijo Bella mirando como Brenda ya estaba a lado del auto.

-El placer fue todo mio, Bella. Prefiero ese diminutivo para ti, te queda mucho mejor.-Damon le guiño un ojo y la castaña se alejo un poco molesta pero de cierta forma le agradaba la actitud de Damon Salvatore.