01

Dolor: es lo único que Bella Swan podía sentir, se sentía vacía y por lo mismo había decidido ir al prado. Donde pasó tanto tiempo con él.

Cuanto más se adentraba al bosque respirar comenzó a ser difícil, no por él cansancio sino porque sentía de nuevo ese dolor en él pecho. Pero tal vez lastimarse la ayudaría a ver que ya no volvería a estar con él.

El sentimiento que tenía adentro le provocaba que sintiera que todo su mundo se había quebrado en pedazos. Le dolía quería ver otra vez el prado para así poder sentir un poco más cerca de él. 

El camino estaba perfectamente en su cabeza sí, pero ella era difícil hacer senderismo.  

Cuando finalmente llegó él lugar no resultaba ser como ella recordaba, posiblemente fuera por la estación del año. Sin embargo se trataba del mismo lugar pero no era lo mismo sin Edward Cullen ahí.

Ella hizo una mueca, los recuerdos se volvieron grises, nada la retenía en Forks solo aquella esperanza de que volviera. Grande fue su sorpresa al notar a alguien más ahí era Laurent, frunció él ceño ya que se suponía que él iría con él clan Denali.

-¿Laurent?.-inquirió Bella confundida.

-Hola Bella.- habló viendo a la castaña.- ¿cómo has estado?

-No esperaba verte aquí, pensé que te habías ido a Alaska.-dijo Bella viendo como Laurent se acercaba a ella con expresión divertida.

La parte racional de ella le decía "corre" pero no lo hizo.

-Tienes razón.-admitió él vampiro.-solo vine de visita, no me imaginaba encontrar abandonado él hogar de los Cullen.-explico.

La castaña suspiró ante la mención de ellos.

-Se mudaron…-por un momento algo le decía que desconfiará de él.-pero Alice… Viene a visitarme seguido.-trataba de mentir sin embargo su nerviosismo era evidente.

-Yo te soy sincero estoy aquí para hacerle un favor a una amiga que tenemos en común… - hablo Laurent mientras se acercaba a ella. 

La mente de la castaña la traicionó pensando en un solo nombre. 

-Victoria .- pensó en voz alta la castaña mientras miraba al vampiro que estaba enfrente de ella

-Así es, miralo como un favor Bella no te mataré… Sería mucho mejor que tu terminarás enfrentado con Victoria de igual a igual.-habló Laurent confundiendo a Bella.

-¿Qué estás diciendo?.- Bella negó con la cabeza convertirse no tenía sentido sino estaba a lado de Edward, por lo que retrocedió unos pasos.

Laurent se movió muy rápido yéndose encima de la castaña que trató de moverse para quitarse, pero no pudo contra la velocidad sobrehumana del pelinegro. 

Con un movimiento la inmovilizó para así poder incrustar le los dientes en el cuello a la castaña para así transformarla.  

Bella cayó en la hierba seca sintiendo como cada parte de su cuerpo se estuviera quemando, nunca había sentido algo así, quería levantar sus brazos y arrancar su corazón o hacer algo para dejar de sufrir de esa forma.

Pero ni siquiera podía moverse, él fuego ardió más y ella quería gritar para rogar que la mataran de una vez, en vez de seguir viviendo con ese dolor.

No sabía por cuánto tiempo estaba en completa agonía, lo único que había era el dolor, la tortura encendida, sus chillidos silenciosos, suplicando que ya todo terminara.

Y lo peor es que no tenía a nadie.

Sus pensamientos se dirigieron a Charlie y Renée, sus padres. ¿se alejaría de ellos? Ahora se sentía egoísta por hundirse en su propio dolor y hacer sufrir a los demás.

Pero no tuvo tanto tiempo de pensar en aquello, ya que él dolor se hizo insoportable en su corazón, sintió él último latido de su corazón. Y después todo él dolor físico desapareció por completo.

Abrió los ojos de repente mirando todo de forma distinta, estaba sola en él prado pero ahora la forma de ver las cosas eran distintas ahora ella era un vampiro.

-No…No esto no está pasando.-murmuró Bella sintiendo un dolor en la garganta.

Sus pensamientos se dirigieron rápido a sus padres, no les quería hacer daño pero tampoco quería desaparecer de sus vidas. 

Miro a todas direcciones recordó al vampiro que la había convertido pero ya no estaba al parecer solo la había mordido y se había ido.

Idiota

Pensó la castaña, pero Laurent había sido listo pues no quería enfrentarse a la ira de un recién nacido así que solo la había dejado en transición y se había ido de ahí lo más rápido posible antes que los lobos que había visto antes llegarán. 

El ardor se sintió más fuerte en la garganta de la castaña, a lo lejos sintió el olor de una persona, fue como si un interruptor se encendiera en ella salió corriendo hacia donde sentía el olor de esa persona.

Era como un león cazando a una gacela pero en este caso la gacela no había visto al león y ni lo vería hasta el momento en que el enterrara sus colmillos en la piel de el. 

Después de alimentarse de la sangre de un humano Bella se sintió culpable, no planeaba lastimar a nadie sin embargo sus instintos fueron más intensos.

¿Debería irse?

Definitivamente sí, por lo que corrió de vuelta a casa. Donde estaría Charlie de seguro preocupado, no sabía a dónde ir pero si pensó en que se alejaría por un tiempo de sus padres para no lastimarlos.

Se mordió él labio nerviosa, ¿Cómo explicarles su nueva condición? Y lo peor es que estaría en completa soledad o por lo menos eso pensaba.

Subió por la ventana y para su sorpresa ahí estaban Charlie y Renée.

-Papá, mamá.-murmuró Bella observando como ellos estaban a punto de abrazarla.-No se acerquen… No quiero lastimarlos.-agregó, dejando de respirar tal vez así sería un poco más fácil explicarles que ella se iría por un tiempo.

-Bella, ¿estás bien?.-preguntó Charlie viendo a la castaña mientras trataba acercarse a ella pero Bella dió un paso para atrás. 

-Papá no...- hablo ella viendo a Charlie que se trataba de acercar ignorando lo dicho por su hija.-No te quiero hacer daño. 

-¿A qué te refieres Bella? Hace tres días desapareciste sin dejar rastro.-habló Renée viendo como su hija tenía la vista hacía él suelo.

-Es lo mejor… y … Y no les puedo decir mucho sin ponerlos en riesgo… - no sabía qué les diría a ellos del porqué estaba así o si notaban su cambio a vampiro. Aunque no creía que hiciera un gran milagro o hubiera cambiado mucho.  

Ella trató de caminar a su closet para empacar, sabía que no tenía que decirle a sus padre sobre la existencia de los vampiros porque sino eso los pondría en peligro. 

Estuvieron tres días buscándola pensando que Bella estaba muerta ahora no entendían su comportamiento.

-En este mismo instante vienes conmigo.-dijo Renée a lo que Bella negó con la cabeza.

-No puedo explicarlo en este momento, pero no me iré contigo.-repuso Bella empacando sus cosas en una mochila.

-Bella entiende que ellos ya no volverán… - habló Charlie viendo a su hija la cual negó. 

-Lo se, solo que ahora necesitó estar alejada de todo por lo que me iré un tiempo, estaré llamándolos.-aclaró Bella mientras se ponía su mochila lista para irse.

-Irte… de verdad desapareces tres días y ahora vienes y dices que te tienes que ir, así como así. - habló Renée  Exaltada.- ¿que te uniste a una secta o que?

-Peor que eso…-murmuró.-Será un tiempo, confíen en mi.-dijo mientras empezaba a bajar de las escaleras.

-Y tu que te vas a quedar ahí parado sin decir nada.- hablo René viendo a Charlie.

Charlie notó algo extraño en Bella, sin embargo algo le decía que probablemente era lo mejor.

-¿Quieres que te lleve al aeropuerto?.-inquirió en tono resignado.

-Gracias papá, pero no yo… Quiero ir sola.-contestó Bella.

-Enserio eso dices… no la regañarás o le dirás algo.- habló indignada Renée viendo a Charlie. 

La castaña vio a su madre para después ver a su padre no creía que ella se comportara así toda su vida cuidando de ella y ahora estaba se ponía así aunque la entendía en cierto punto. 

Sus padres se sorprendieron al ver los ojos rojos de ella.

-Creo que sospechan por qué necesitó irme, lo siento por desaparecer tres días no fue mi intención pero ahora es necesario que éste lejos.-explicó Bella mirando a sus padres y pensando en todo lo que estaba perdiendo.

Para cualquier vampiro viejo le sorprendería el gran autocontrol que la castaña estaba teniendo pues tenía a dos humanos enfrente y no se había alimentado todavía. 

Charlie vio los ojos de su hija y los recuerdos de escuchar las historias de la reserva sobre a los que ellos llamaban caras pálidas y ojos rojos. Así que ¿su hija podría ser una de ellos? Aunque algo le decía que mejor se tenía que mantener callado. 

A sus padres no les quedó más que aceptar la decisión de su hija. Al principio no sabía a dónde ir, Alaska no sería buena opción ya que ahí estaban los Denali… Canadá no sonaba mal por lo que correr hacía allá sería fácil de llegar.

Con todo lo que pasó ni siquiera había tenido tiempo de procesar todo, tal vez todo sería más fácil si estuviera él o Alice pero no tenía sentido pensar en aquello cuando la habían abandonado.

Tal vez estar en Canadá no sería tan malo y menos al conocer a una familia algo peculiar.




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-Capítulo dedicado a NaomiMuoz422

¡Espero que les guste él primer capítulo de esta historia!

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