Prólogo

Esta historia se me ocurrió debido a la imagen de la multimedia no pude evitar querer escribir una historia con esta temática, así que bueno espero que disfruten de esta historia  que haré con mucho cariño
Créditos al autor de la imagen

Muzan Kibutsuji el rey de los demonios, uno de los seres más crueles en el mundo, estaba caminando por el bosque el cuál lo cubría una capa de nieve dándole al paisaje una vista magníficamente pacífica, el ser de ojos carmesí trataba de pensar cómo podía conseguir la maldita flor que lo haría conquistar el sol cuando un fuerte olor a sangre llegó a su afilado olfato, comenzó a seguir el olor para ver dónde provenía tal masacre ya que el olor era tan fuerte que no podía ser una simple muerte.

Cuando llegó al lugar procedente del olor quedó sorprendido por la masacre que estaba frente a él, el que antes había sido un pueblo ahora estaba vuelto cenizas; cuerpos tirados por todos lados desde niños hasta ancianos ninguno se había salvado del destinó desafortunado, había algunos hombres los cuales se veía que habían peleado hasta el último suspiro, sangre mancha la nieve haciendo que el paisaje pareciera sacado de una pesadilla misma

Las casas destruidas y algunas todavía estaban quemándose, el ser de cabellos negros siguió caminando por aquel destruido paisaje cuando de repente escucho unos pequeños latidos, se detuvo en seco, no podía ser posible que alguien allá sobrevivido a tal nivel de destrucción, cuando volvió a escuchar los pequeños latidos los cuales ahora estaban acompañados con pequeños balbuceos, comenzó a caminar al lugar de donde provenía tal sonido

Llegó a una casa la cuál al igual que las otras estaban en completo destruido, entro con cuidado y encontró dos cuerpos, los cuales supuso debían haber sido una pareja casada, camino ahora por un pasillo el cuál llevaba a unos cuartos, a unos centímetros de una de las puertas encontró un cuerpo más pequeño que los anteriores, era una niña la cual no debía tener más de 9 años. Paso con cuidado de no pisar a la pequeña, miro el cuarto de dónde provenía el sonido y pudo sentir en el aire el dulce olor a leche y lirios, el olor de un infante de tal vez unos 6 meses...

Comenzó a buscar la fuente del olor por toda la habitación, pero no encontró nada, hasta que pudo ver qué la alfombra cerca de la ventana se había movido dando vista a una pequeña compuerta; se acercó apartando la alfombra del camino y con cuidado abrió la compuerta, dejando al ser de extraños orbes sorprendido

Dentro había un pequeño bebé de tan solo 6 meses envuelto en suaves mantas de color granate y blanco, vestido con una pequeña yukata de color azul rey con pequeños diseños de flores, el pequeño ser tenía una pequeña cabellera de color azabache la cual estaba decorada por un bonito broche de flor, la piel del bebé era tan blanca como la nieve y tan suave y sin ningún rasguño en ella, sus grandes e inocentes ojos eran de un impresionante azul, los cuales brillaron al ver al hombre de ojos rojos y alzando sus bracitos comenzó a balbucear. Con dudas este lo cargo con cuidado de que su cabeza no se fuera a golpear con nada, el pequeño comenzó a jugar con el cuello de la yukata negra del mayor el cuál miraba con un brillo único al pequeño en sus brazos, nadie nunca había estado tan cómodo con su presencia y mucho menos alegre

"Eres especial pequeño, no sé cómo, pero me tienes enrollado en tu pequeño dedo

Eres como una pequeña hada del bosque, con una belleza única y una presencia extraordinaria" estos eran los pensamientos que pasaban por la cabeza de aquel oscuro ser

Muzan con cuidado fue acercando su dedo al pequeño infante el cuál agarro el dedo del mayor con sus pequeñas manitas y comenzó a soltar suaves risitas que llenaron de calidez el pecho del demonio. El pequeño poco a poco se fue quedando dormido acurrucado en el pecho del mayor el cuál arropó bien al pequeño y se levantó, no iba a dejar a este pequeño ser aquí, se lo llevaría y lo criaría como suyo, comenzó a salir de aquel lugar, se iría para nunca volver, su pequeño nunca tendría que pasar por nada de esto otra vez, él lo protegerá de cualquier cosa, su pequeña hada del bosque estaría a salvó

Y poco a poco la silueta de aquel ser de extraños ojos rojos se fue desvaneciendo en la oscuridad de la noche con un pequeño infante en brazos, al cual protegería, era su pequeña hadita la cuál sería criada y protegida por el rey demonio

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