El pequeño italiano se hallaba en su cama abrazando su peluche favorito mientras su padre le cantaba una canción de cuna. Sentía la mano del mayor acariciar sus cabellos con dulzura, sus párpados pesaban, observaba el rostro sonriente y tranquilo de su padre. Su respiración se tornó más lenta y suave mientras sus párpados se cerraban lentamente viendo a su progenitor.

El mayor permaneció observando a su hijo, el sonido casi inaudible de su respiración le traía paz. Sus ojos se desviaron al reloj, ya era tarde, la hora perfecta, volvió a ver a su hijo, sabía lo que se venía, no permitirían que se saliera con la suya tan fácilmente. Se levantó de su lugar silenciosamente, caminó fuera de la habitación de su niño con destino a la sala.

Al llegar tomó asiento en el sofá, frente a su chimenea, no era tonto, sabía perfectamente que Reino Unido no le dejaría ir tan fácil. Había firmado el tratado de París, era cierto, pero conocía a esos hijos de puta. URSS mató a Third Reich en medio de un bosque y luego se llevó al mayor de sus hijos mientras que Reino Unido se quedó con el otro. USA lanzó dos malditas bombas para matar a Imperio Japonés quedándose con sus hijos además de repartirse los territorios con URSS.

Sólo quedaba él y sabía que vendrían por él, sabía que se llevarían a su pequeño Italia, lo sabía. Oyó el crujir de la madera bajó sus pies, tragó en seco, su momento había llegado, respiró hondo y cerró los ojos con fuerza. De repente sintió un fuerte golpe en la nuca para entonces caer inconsciente.

Abrió los ojos lentamente sintiendo un insoportable dolor de cabeza, notó que estaba atado a una silla. No se molestó en tratar de escapar, levantó la mirada, allí estaba, URSS junto con USA y detrás de ellos el Reino Unido con Francia. Su sangre hirvió al ver que Francia cargaba a su niño en brazos, observó la sonrisa burlona en el rostro del francés para ver entonces como salía de la casa junto al inglés.

-Sabías que no íbamos a dejar que te salgas con la tuya, verdad?- dijo el norteamericano. El europeo les miró con asco, Third Reich siempre tuvo la razón, siempre. -Don't worry, será rápido y Francia cuidará muy bien a Italia- dijo el estadounidense. Observó como este salía del lugar dejando sólo al soviético frente a él. -Sabes URSS, terminarás igual que nosotros, después de todo ERES como nosotros, pero finges ser el bueno, alguna vez te has preguntado quiénes son los buenos?- dijo el italiano.

-No, no hay buenos, todos hemos hecho cosas malas y todos hemos hecho cosas buenas, dime URSS, tú te consideras el bueno de la historia? Mataste a Third Reich haciendo así "justicia"? Pero al final, tú colaboraste con la destrucción de Europa, un acto de bondad no te va a redimir de tus pecados- dijo. El soviético mantuvo su mirada fija en el italiano, quería escuchar verdaderamente lo que tenía para decir.

-Un acto de bondad jamás borrará el sentimiento latente que desarrollaste por un psicópata, ellos no lo saben pero yo sí, me matarás para ignorar la realidad de lo que tu corazón te dicta día a día, ese remordimiento, ese odio, dime URSS, acaso Third Reich confesó el pequeño secreto que guardamos Imperio Japonés y yo acerca de uno de sus hijos, la verdadera identidad de uno de ellos... No verdad? Pues que lástima porque yo arderé en el infierno junto a los otros dos guardianes de este secreto, que Dios se apiade de tu misera alma que llorará el resto de tu vida en este Tierra por la muerte de tu amado Third Reich- dijo. URSS observó las pupilas dilatadas del contrario, sabía que estaba diciendo la verdad... No, era mejor pensar que había caído en la locura.

-Buen viaje Italia Fascista saluda a Third Reich por mí- dijo. Tras sus palabras sacó un mechero para entonces lanzarlo al sofá, caminó fuera del lugar mientras escuchaba como el fuego se expandía por todo el lugar debido a la gasolina que echaron antes de que despertara. Se sentía confundido, Italia Fascista no había mentido por lo que él sabía pero a la vez era más cómodo pensar que sí.

-Bien hecho, ahora todos estaremos en paz- dijo el inglés. El soviético mantuvo su mirada perdida, algo andaba mal, por qué estaba con ellos? Los odiaba, no compartía la forma en la que ellos pensaban, sabía en el fondo que lo traicionarían pero acepto su ayuda sólo para vengarse de Third Reich.

Sin pronunciar palabras se alejó del lugar bajo la atenta mirada del resto, nada estaba bien, todo se sentía mal, su nombre se volvió temido por el resto. Asesinó al monstruo europeo, pero a qué costo? Al costo de perder a la única criatura con la cual encajaba al 100%, continuaba negándolo, negaba que había sentido cosas reales por Third Reich, prefería negarlo, era eso o sufrir, sufrir por haberlo asesinado. Aunque algo no le cuadraba, había algo que lo molestaba, las palabras de Italia Fascista no cuadraban, a qué se refería con secreto? Qué más le ocultó Third? Identidad de uno de sus hijos? De qué estaba hablando? Su cabeza era un laberinto, estaba abrumado por todos esas palabras, lo tomaron desprevenido, fueron demasiado repentinas. Ahora tan sólo quería regresar a casa para descansar y olvidar. Olvidar que Third Reich lo había abandonado.

×La muerte de Italia Fascista×

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Hoal, dos one-shots en un día, lo sé, pero es que jamás había visto que nadie escribiera la muerte de Italia Fascista así que aquí esta. Al igual que la muerte de Imperio Japonés y la de Third Reich la muerte de Italia Fascista (en mi canon) deja muchos hilos sueltos, deja muchas posibilidades de supervivencia, por qué hago esto? Pues porque así me da más libertad de explicar como sobrevivieron jajsjasjsjjd. No estoy diciendo que siguen vivos, eso depende de los AUs que yo escriba por supuesto, pero esto lo hago para que no tenga que romperme la cabeza buscando una forma para que sobrevivan. Sin más que decir, espero que les haya gustado y nos veremos en el siguiente one-shot.

Shau

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