Capitulo 12: Mercernarios

(Esto es lo que hicieron Hazard, Primal y Ballista en su descanso por su las dudas)








Después de la misión exitosa y la inesperada noticia del día libre, Ballista, Hazard y Primal decidieron aprovechar al máximo su tiempo fuera de la empresa de Victim. El bar que eligieron estaba lleno de luces neón, música alta y una multitud animada que les permitió relajarse de inmediato. Para estos ellos, era una noche para olvidarse de las responsabilidades, aunque fuera solo por un rato.

Ballista: "¡Vamos, chicos, que esta noche es nuestra! No todos los días tenemos la oportunidad de salir y disfrutar."

Hazard: "Ya era hora. Estoy cansado de ver las mismas cuatro paredes todo el tiempo. Necesito un respiro, y este es el lugar perfecto."

Primal: "Mira, mientras nadie esté serio aquí para arruinarlo todo, yo estoy feliz."

Ballista rio y pidió las primeras rondas de cervezas, mientras que Hazard y Primal se acomodaban en la mesa central del bar. El ambiente estaba lleno de risas y música, algo que no experimentaban hace mucho en su trabajo habitual.

Ballista: "Vamos, brindemos por nosotros, los mejores mercenarios de esta ciudad."

Hazard: "¡Salud por eso! Y por un jefe que finalmente se dignó a darnos un descanso."

Primal: "¡Salud! Aunque, honestamente, necesito más de una para olvidarme de todo."

Las cervezas empezaron a desaparecer rápidamente, y a medida que la noche avanzaba, la conversación se fue haciendo más relajada y casual. Hazard, siendo el más consciente de los tres, notó cómo Primal y Ballista empezaban a perder el control poco a poco.

Ballista: "Sabes, Hazard, te lo digo en serio, ¡no sé cómo Smith aguanta estar todo el día con esa cara de piedra! ¡Jaja!"

Hazard: "Y tienes razón, no entiendo como aguanta ser tan frío..."

Primal: "¡Smith! Ese tipo... Ese tipo es un robot o algo, ¿no? ¡Siempre tan... tan serio! Pero yo te digo algo... algo... ¡Smith y Victim! ¡Ja, seguro que están en algo! ¡Seguro!"

Hazard levantó una ceja, un poco incómodo con la dirección que tomaba la conversación. Mientras tanto, Ballista, que ya estaba más que entonado, empezó a soltar sus pensamientos sin filtro alguno.

Ballista: "¡Exacto, Primal! ¡Smith siempre pegado a Victim! Seguro le lleva café, se lo pone en el escritorio y... ¿qué más, eh? ¡Se miran a los ojos y... y boom, chispa! Se besan."

Primal se echó a reír, dando un golpe en la mesa con tanta fuerza que hizo que algunas botellas se tambalearan.

Primal: "¡Boom, chispa! ¡Jajaja! Me apuesto que... que Victim le dice: 'Oye, Smith, ¿no crees que hoy estás más guapo que ayer?' Y Smith... Smith le responde: '¡Sí, jefe! ¡Pero no más que usted!' ¡Jaja!'"

Hazard negó con la cabeza, sabiendo que intentar calmar a los dos sería inútil, pero decidió intervenir de todos modos.

Hazard: "Vamos, chicos. Creo que están empezando a decir cosas que no deberíamos ni pensar, y menos en voz alta. Sabemos cómo es Victim, ¿quieren terminar en la lista negra?"

Ballista: "¡Bah! Victim no nos va a escuchar, está ocupado con su "adorado Smith".¿Verdad, Primal? ¡Jajaja!"

Primal: "¡Sí, sí! Y Smith... Smith seguro que cuando nadie mira, ¡le da un besos a Victim! Y luego... y luego lo lleva a la cama... Porque 'necesita relajarse'... ¡Jajaja!"

Las palabras de Primal y Ballista se volvían cada vez más ridículas y groseras a medida que el alcohol tomaba control de ellos. Hazard suspiró, mirando a su alrededor para asegurarse de que nadie más los estaba escuchando. Aunque el bar estaba lleno, la música alta y las risas de otros clientes cubrían la mayor parte de sus conversaciones, por suerte para ellos.

Hazard: "De verdad, chicos, debería bajarle un poco a las cervezas. Mañana no quiero tener que cargar con ustedes."

Pero Primal y Ballista no estaban para razones. Ya estaban en ese punto de la borrachera donde todo parecía hilarante, y los filtros simplemente no existían.

Ballista: "Hazard, eres tan... tan aburrido. ¡Estamos aquí para divertirnos! ¡Y además...! además... ¡Victim y Smith seguro ni se acuerdan de nosotros ahora! Están... están... ¿sabes qué están haciendo?"

Hazard: "¿Qué están haciendo, Ballista?"

Ballista: "¡Están en... en la oficina devorándose."

Hazard: "¿Qué?"

Primal: "¡Romántico y todo! ¡Jajajaja!"

Primal, casi cayéndose de la silla de la risa, trató de intervenir.

Primal: "¡Sí, sí! ¡Y luego... y luego Smith... le dice a Victim: "Oh,  no sabes cuánto te amo. ¡Muah!' ¡Jajajaja!"

Hazard: "Por el amor de Dios, ¿cuándo se convirtieron en un par de  borrachos idiotas?"

Ballista: "Están juntos"

Primal: "¡Sí! ¡Y si no lo están, pues... pues deberían estarlo! Porque... ¡¿quién más va a querer a ese par de locos?! ¡Jajajaja!"

Hazard decidió que ya era suficiente. Se levantó de su silla y trató de convencer a sus compañeros de que era hora de irse.

Hazard: "Muy bien, caballeros, creo que ya tuvimos suficiente por una noche. Vámonos antes de que digan algo de lo que se arrepientan mañana."

Ballista: "¡Hazard, el aguafiestas! ¡Jajaja!

Primal: "Si, concuerdo.."

Ballista: "Pero... pero sí, sí... Vamos antes de que Victim y Smith aparezcan aquí para... ¡para mostrarnos cuánto se aman! ¡Jajajaja!"

Ballista se acerca a Primal y dice:

Ballista: "Seguramente están viéndose así el uno al otro mientras se acercan"

Ballista agarra de la cara a Primal mientras lo obliga un poco a verlo.

Primal: "Y después, se agarran a besos, tanto así que no pueden respirar. Después uno carga al otro hasta llevarlo a un lugar dónde se empiezan a quitar todo y después...!"

Hazard: "¡Basta ya! No quiero saber sobre lo que piensan que pasa..."

Primal: "De lo que te pierdes"

Primal, tambaleándose, trató de ponerse de pie, pero Hazard tuvo que sostenerlo antes de que se cayera.

Primal: "¡Voy, voy! ¡Hazard, eres un buen tipo! Pero no puedes negar que Smith y Victim... ¡son pareja y nos lo esconden! ¡Jajaja!"

Hazard: "Sí, claro, lo que tú digas. Ahora, vamos, antes de que les de por decir que TDL también está enamorado de alguien."

Ballista: "¡No lo está! TDL está... está enamorado de sí mismo, ¡y nadie más! ¡Jajaja!"

(O talvez alguna vez lo estuvo, nya)

Con mucho esfuerzo, Hazard logró sacar a Ballista y Primal del bar. Mientras caminaban tambaleándose por las calles de regreso a la empresa, Hazard no pudo evitar pensar en lo ridícula que se había vuelto la noche. Pero al menos, aunque estaban completamente borrachos, sus compañeros parecían haber encontrado algo de alivio en sus bromas absurdas.

Hazard: "Mañana no se van a acordar de nada, y yo tampoco... Eso espero."

Primal: "¡Smith y Victim por siempre! ¡Jajajaja!"

Ballista:  "¡Sí, sí, y TDL... TDL... TDL puede irse a tomar por...! ¡Jajaja!"

Hazard solo pudo reírse y seguir adelante. Sabía que la resaca sería su castigo, pero al menos, por esa noche, habían logrado liberarse de la presión que los acompañaba todos los días. Y aunque sus palabras no tenían mucho sentido, había algo de verdad en su amistad y en la lealtad que los unía, incluso si la expresaban de la manera más torpe posible.

Finalmente, llegaron de vuelta a la empresa. Hazard los ayudó a entrar sin llamar demasiado la atención y se aseguró de que llegaran a sus habitaciones a salvo.

Ballista y Primal se dejaron caer en sus camas, murmurando algo ininteligible, pero con una sonrisa en el rostro. Hazard se fue a su propia habitación, agradecido de que, al menos por un rato, todos habían podido soltar un poco de su carga. Sin embargo, sabía que cuando despertaran, las bromas se habrían desvanecido, y la realidad de su misión los estaría esperando nuevamente.





































Primal y Ballista mis papis

El autocorrector siempre atacando.

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