YuKi miraba atentamente como HoSeok quitaba la piel de ciervo y cortaba la carne en otros para guardarla en una caja de madera con hielo y unas grandes hojas verdes causándole una gran curiosidad.
Consideraba que la existencia humana como tal era muy inteligente pero débil de cierta manera, controlando siempre sus impulsos e instintos. También sabía que si estuviera en su celo ella se lanzaría sobre él para olerle el cuello, mordisquearlo hacer lo que se suponía que debía hacer. Aunque siempre tubo la duda.
— HoSeok— Le habló haciendo que el kudzu levantara la mirada hacia ella quien permanecía sentada aferrada a sus piernas en tranquilidad a unos pasos de él —. ¿Cómo lo hacen los tuyos para tener bebés?
HoSeok se vió sorprendido ante la pregunta y la miró extrañado sin saber que responder en primer lugar. Podía notar que la pregunta iba en serio por la curiosidad que desprendía de aquellos ojos con un brillo dorado y su aspecto serio así que fue sincero.
—Bueno, creo que como todo ser vivo. Nos unimos en un acto que es privado y esperamos a que llegué el regalo— Siguió cortando la carne sin mirarla.
—También son dos individuos a solas, ¿no?— Pregunta nuevamente —. ¿Sin importar si uno es mas puro que otro?
—¿A que te refieres con puro?— HoSeok deja de lado su cuchillo y lava sus manos que chorrea en sangre de ciervo.
—Bueno, en mi manada hay muchas especies y nos dividimos practicamente por jerarquías. Alfas y omegas que son mas puros y los betas y gamas estamos por debajo. En mi manada no hay gamas pero si hay betas, yo y un par de cachorros pero soy solo yo de las mayores— YuKi miró tras de HoSeok hacia la zona más oscura del bosque, perdida a lo lejos.
—¿Y eso interviene en la unión?—HoSeok, ahora curioso por lo que YuKi le contaba se quedó expectante a la respuesta.
—Sí, el Alfa de la manada ha decidido que los Alfas puros y los omegas se mezclen y los demás quedáramos fuera o más bien que podríamos ser elegidos pero nuestros cachorros no serían tan contemplados en la manada—Suspiró —Aunque para mi es mas difícil porque soy una beta, mi capacidad de traer cachorros al mundo es más baja—.
—¿Por qué?
—Pues mis feromonas son más sutiles que las de resto de hembras en la manada, por lo tanto los machos alfas prefieren más a las omegas que a las betas—Su mentón reposó en sus rodillas juntas y miró a HoSeok con algo de lastima.
—Bueno si te hace sentir mejor yo no puedo tener una pareja hasta dejarla esperando un bebé y eso no ha pasado desde que inicié mi hombría—HoSeok guardó su cuchilla en el estuche de cuero al costado de su pantalón —. Todos los meses hay un ritual donde se juntan a las mujeres en sus días fértiles y ellas eligen a los hombres de la tribu para unirse y yo nunca he logrado que se conciba un hijo de esa unión—.
—¿Cuántas hembras han sido? —YuKi lo miró alzando la mirada.
—Unas diez quizas, tengo 28 años y a veces me han elegido las mismas mujeres hasta que logran concebir con otros hombres. He comenzado a ser rechazado por la mayoría así que tomé la decisión de venir aqui a cuidar la frontera—Miró el lugar contemplando lo que lo rodeaba.
—¿Y que hay que hacer en ese momento, para unirse?—YuKi miró a HoSeok y este detuvo sus ojos en ella notando que el ambiente volvía a oler a castañas.
—¿Nunca te haz unido con alguien entonces?
—No, nadie me ha marcado—YuKi ilusionada con que HoSeok le contara se acercó a él quedando a centímetros de él.
—¿Marcar?— HoSeok sintió un cosquilleo inusual al escucharla hablar de aquello.
—En el cuello las hembras tenemos una zona desde donde brota nuestro olor primitivo que nos permite atraer a los machos y es ahí donde ellos nos muerden y nos marcan como suyas y ningún otro macho se nos puede acercar— YuKi se movió su cabello castaño y le mostró la zona y lo volvió a cubrir.
—Entonces es algo para toda la vida—HoSeok sonrió ligeramente ante la información —. Hay algo que tenemos los hombres o machos como tu dices que va directo entre las piernas de las hembras o mujeres. Es como la forma de conectar con nuestros cuerpos y hacer que dentro de tu vientre crezca un ser— HoSeok se levantó del piso y tomó la caja entre sus manos para entrarla a casa y guardarla en un espacio especial en el piso junto a la chimenea.
YuKi se levantó y caminó tras él para hacerle más preguntas y cayó en la idea de algo que le llamó la atención de su relato.
—¿Eso quiere decir que ambos nos reproducimos de igual forma?—YuKi algo confundida decide sentarse en la cama y mirar el piso algo pensante —Si las hembras de tu tribu y yo nos parecemos entonces tenemos lo mismo— YuKi toca su vientre con ambas manos.
—Bueno, ellas no se transforman en lobos grandes—Aclara HoSeok caminando hacia el sector donde se sirve agua y comenzó a beber.
—Pero tenemos eso en las piernas ¿No? Dices que hay algo entre las piernas tuyas y mías que conectan—Ella mira a HoSeok de espaldas notando que él no tenía mucha diferencia con JungKook en su figura humana salvo la musculatura —. ¿Podrías unirte conmigo?
HoSeok escupió el agua atorándose al escuchar aquello y cuando estuvo más repuesto la miró pensando en que cosas estaban ocurriendo en su cabeza.
—No creo que sea posible, YuKi— Respondió el cuidando no romper sus ilusiones —Tu eres licántropa y yo un kudzu, eso no puede pasar—.
—¿Por que no?— YuKi cuestionaba cual era la prohibición en la frase.
—La leyenda lo dice, mi tribu hace muchos años dejaron de relacionarse con otras criaturas del bosque debido a una guerrilla entre las tribus y manadas, por eso tenemos fronteras—HoSeok le extrañaba que YuKi no supiera de ello cuando Mama Jung siempre recalcó que los licántropos dividieron las tierras debido al odio hacia los kudzu.
YuKi miró a su alrededor viendo los detalles que envolvían a HoSeok y lo diferente que era a su manada y comprendió que no había ningún lugar para ella en este ni en otro lugar. Si una leyenda limitaba la búsqueda de ser parte de algo más grande, nada le daría paz.
—Entonces no puedo quedarme—Asumió ella levantándose de la cama —Su tu tribu prohíbe que nosotros podamos tener esta interacción es mejor que me vaya—caminó hacia la puerta y este le tomó la mano sintiendo calor en su piel.
—Pero tu no eres como los otros lobos de las leyendas que me contaron— Los ojos de HoSeok se fijaron en los de ella. YuKi sintió la mano tibia de HoSeok sobre ella haciendo que un cosquilleo nuevo se sumara a las múltiples sensaciones que él le otorgaba desde que la ayudó —Quédate—. Replicó él sintiendo la agonía de no querer estar solo en la inmensidad del bosque.
YuKi se giró hacia él y se cercó reduciendo el espacio entre ambos cuerpos, HoSeok sintió como esta emanaba un calor como si estuviera bajo el rayo de sol cubriéndolo por completo. La cercanía de ambos se hizo cada ve más mínima y ambos no tenían muy claro lo que debían hacer así que solo se miraban y respiraban cerca del otro hasta acoplarse en un abrazo.
—No creo que pueda volver a mi manada y estoy asustada, no quiero estar sola otra vez—Suspiró ella con un dolor de infancia atrapado en el pecho.
—Entiendo como te sientes—Sus manos cubrieron su espalda conteniéndola haciendo que Chestnut se despertara y moviera la cola de felicidad dentro de YuKi.
—A Chestnut le gusta que hagas eso—YuKi le habló en susurro.
HoSeok comprendió que le hablaba a su loba así que siguió dándole caricias sintiéndose bien con el contacto caliente de la piel de ella contra la suya, tanto que comenzó a rozar su rostro con la cabellera de la castaña sintiendo su olor a castañas a plenitud.
—No te vayas, YuKi—Le dijo este al oído logrando calmarla. Y comprendió finalmente que era lo que ella buscaba como la unión, relacionándolo con lo que ella conocía con su realidad.
Ella quería ser marcada y pertenecerle a alguien.
JungKook luego de volver de su cacería junto a los alfas novatos encontró al Alfa supremo fuera de su choza e intuyó que buscaba a YuKi, sin embargo él no tenía información de su paradero como para poder ser de ayuda.
—Alfa Supremo— JungKook reverenció y este abrió la puerta de la choza haciendo que el menor entrara junto a él.
JungKook le miró con cierta culpa que no le correspondía.
—Donde esta YuKi— Preguntó el Alfa supremo con su voz de mano obligando a JungKook a hincarse y hablar.
—No la veo desde la Luna Rosa porque la ayudé a escapar de Ordu y los otro alfas que buscaban marcarla a la fuerza y matarla— El alfa Supremo miró a su alfa sucesor desplomarse en el suelo debido al llanto y dolor que le provocaba evocar ese recuerdo.
—¿La haz buscado?
—Sí, desde ese día que huyó y Ordu no ha dado señales de donde está o que hizo con ella Señor—JungKook a penas podía hablar.
—Buscaré a Ordu y le interrogaré. Tu levántate y prepárate para la búsqueda— El Alfa Supremo salió de la choza rubo a la suya para reflexionar lo ocurrido y tomar decisiones sensatas respecto a lo que había pasado.
Él sabía la rivalidad de los alfas en la manada y lo mucho que envidiaban a JungKook por sus destrezas y esta era la unica forma de debilitarlo mentalmente, quitándole a su amiga oculta.
No muchos debían de la conexión de JungKook y YuKi debido a que los alfas no se llevan con los beta debido a la jerarquía pero JungKook en el momento en el que vió débil a la loba de YuKi, Chestnut se imprimó de ella sin poder controlarlo a sus 9 años de esas, cuya interacción descubrió el alfa supremo ahora despues de la interrogación.
Sin embargo aun no era el momento de salir a buscar a YuKi quien en sus pensamientos, no estaba muerta y ni lejos del territorio.
Lobitas en celo 𓃠
Se que muchas están esperando el contenido spicy de esta historia y ya viene, las quiero leer para cuando eso llegue.
Preparen sus aullidos
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