No le sorprendía el ambiente tenso, de hecho tampoco las discusiones. Miró a Harry quien parecía molesto y podía adivinar porque.

Estuvo a punto de decir algo, cuando la voz de su hermana resonó por la habitación.

-¡Orión, apresúrate!.

-Será mejor que vayas rápido.-habló Harry sabiendo como era Hermione, él asintió riendo entre dientes.

-Nos vemos después Harry.-Se despidió Orión agarrando su baúl y salió a la escalera tras su hermana. Estaba contento de volver a Hogwarts pero eso no impedía que estuviera preocupado por toda la situación.

Debió habérselo imaginado, desde el primer año. Los problemas siempre estaban relacionado a ellos por estar cerca del "Elegido", sin embargo él no se alejo por eso, al contrario es considerado como uno de los mejores amigos de Harry, a pesar que en ocasiones pase más tiempo en Hogwarts con Neville.

Al llegar al tren, Orión evito las despedidas además de que no le gustaba tanto las muestras de afecto en público, por lo que solo sonrió levemente al despedirse de la Sra. Weasley.

El tren iba cada vez más deprisa, tanto que las casas pasaban
como flashes, Orión se sintió un poco incómodo al no saber que decir.

-¿Qué les parece si vamos a buscar un vagón?.-inquirió Harry.

Ron y Hermione intercambiaron miradas, algo que no paso desapercibido para Orión.

-Nosotros…quiero decir….Ron y yo deberíamos ir al vagón de
los prefectos.-habló Hermione incomoda, Ron no miraba a Harry; parecía estar muy interesado en las uñas de su mano izquierda.

-Bien, ya entendimos.-dijo Orión encogiéndose de hombros.

-No creo que tengamos que pasar allí todo el viaje.-dijo Hermione
rápidamente observando a su hermano.-Las cartas decían que recibiríamos instrucciones y
patrullaremos los pasillos por turnos.

-No necesitas explicar nada, Harry y yo buscaremos un vagón.-Orión le resto importancia el asunto, era de esperarse.

No estaba enojado, ni molesto de hecho últimamente era como si ya todo no tuviera importancia tal vez se debía a sentirse un poco fuera de lugar en todo el asunto que rodeaba a Harry. Ni siquiera tenía las habilidades que su hermana tenia, tal vez eso lo estaba molestando a veces la comparación entre ambos hermanos, lo que más lo caracterizaba es su valentía no por nada estaba en Gryffindor.

Negó con la cabeza tratando de alejar aquellos pensamientos molestos. Recorrieron el pasillo, mirando por la ventana de cristal de todos los compartimentos que pasaban, que estaban todos llenos. Mientras buscaban un vagón, los dos hablaban de quidditch.

En el último vagón se encontraron a Neville Longbottom, Estaba rojo por el esfuerzo de llevar su baúl y mantener en las manos a su escurridizo sapo, Trevor.

Orión lo saludo con entusiasmo y le comentó que no habían encontrado algún vagón vacío.

-Aquí hay espacio, solo está Luna Lovegood.-Neville dijo algo parecido a que no quería molestar a nadie.

Por un momento se pregunto que tenia de malo estar con ella, observo su cabello rubio largo, las cejas muy claras y los ojos grandes, que le daban aspecto de estar siempre sorprendida pero sin duda alguna es bonita. Pero entendía porque Neville había escogido pasar ese compartimiento.

La chica daba la impresión de estar loca, quizás fuera el hecho de que tenia su varita a la altura del oído
para protegerse, que llevaba un collar de corchos de cerveza de
mantequilla o que estaba leyendo la revista boca abajo.

Curiosidad.

Es lo que sentía Orión por Luna. Se sentó en frente de ella pero él miraba hacía la revista que tenía en sus manos, ladeando la cabeza tratando de leer el título.

-el Quisquilloso.-Leyó Orión en voz alta.

-Sí, es una revista. Mi padre es el editor.-aclaró Luna con una leve sonrisa.-Tu eres Orión Granger.-pronunció haciendo que él estuviera un poco sorprendido.

-Lo soy.-Afirmo preguntándose porque no la había visto antes en Hogwarts.

-Luna va a mi curso, pero ella es de Ravenclaw.-hablo Ginny.

-Eso explica porque no la había visto antes.-Si era honesto consigo mismo casi nunca se fijaba en los demás excepto por las personas que le importaba.

-Eres muy distraído para las cosas que no suelen ser de tu interés.-Comentó Luna levantó su revista girada hasta que tapó su cara y se calló.

Harry y Neville se miraron con el ceño fruncido, Ginny se rió tontamente. Mientras que Orión solo se limitó a reír entre dientes.

El tren siguió adelante, corriendo a campo abierto, por un momento volteo a ver a Luna, quien permanecía con su revista pero él sabía que ella estaba atenta a su entorno.

-¿Como te fue en las vacaciones?.-pregunto Neville de repente.

-Divertido, fue bueno volver a estar con mis padres ¿Y a ti, como te fue?.-Orión presto casi toda su atención en la conversación que mantenía con Neville y Harry, de vez en cuando veía a Luna de reojo.

En el momento en que Hermione y Ron aparecieron, Orión aprovecho para intentar tener una conversación con Luna.

-¿Puedo verlo?.-inquirió Orión.

Luna alzó la mirada y asintió extendiéndole la revista, al principio pensó que no encontraría nada interesante. Sin embargo se dio cuenta un dibujo muy mal hecho de Cornelius Fudge; solo lo reconoció por su sombrero verde lima. Una de las manos de Fudge estaba agarrando un saco de oro, el dibujo tenía un titulo: ¿Hasta donde va a llegar Fudge para conseguir Gringotts?.

Debajo estaban los titulares de las demás noticias de la revista.

-¿dice algo interesante?.- pregunto Ron notando como Harry se unió a Orión para ver la revista.

-Por supuesto que no.- dijo Hermione antes de que Harry contestara.-La
revista...

-Hermione, ¿no tienes que ir a vigilar los pasillos?.-Orión la interrumpió abruptamente ya sabía lo que iba a decir su hermana.-Aquí, tienes Luna. Gracias.-Él le sonrió levemente.

Su hermana entrecerro sus ojos y se fue de ahí molesta.

-De nada.-Luna levantó la vista y le sonrió dulcemente, sus ojos grises mirando a los ojos café de Orión.-Creo que piensan que soy un poco raro, ya sabes. Ahora ella se preguntará el porque le hablaste así.

-No importa, estoy acostumbrado a eso y no creo que seas rara, solo distinta. ¿Por Qué no me cuentas como estuvieron tus vacaciones?.-Inquirió Orión sentándose a lado de la rubia.

De lo único que él estaba seguro era que no sería la última vez que hablaría con Luna Lovegood sin importar lo que dirían los demás.