08

━━━━━━━━━━━━
CAPÍTULO OCHO
¡WELCOME TO AURADON!
━━━━━━━━━━━━


AL FIN HABÍA llegado uno de los días menos deseados para la mayoría de la población de Auradon. La llegada de los villanos.

Bianca hacía miles de llamadas verificando que todo esté en orden mientras se paseaba por toda la entrada de la preparatoria revisando que ni un adorno este fuera de lugar.

Eran las once y media de la mañana, la hora que tenían previsto su llegada era a las doce en punto, en esos instantes la limosina ya estaba partiendo rumbo a la isla de los perdidos.

Hablo con Doug solo para oír nuevamente la melodía que tocarían, sonaba perfecta. Luego fue con las porristas, las cuales vestían un vestido amarillo sencillo y un saco cómodo para bailar azul. Ensayaban ciertas partes de la coreografía que se les dificultaban, pero nada de que preocuparse simplemente tenían que concentrarse, Bianca prefirió no reprenderlas ya que se veía que ponían todo su esfuerzo.

Del otro lado se encontraban los del coro afinando su voz, atrás de ellos estaban Héctor y Tarrant, serían las voces principales, todos portaban un traje azul marino y corbatas amarillas. Los atuendos los escogió ella, lastima que no pudo confeccionarlos debido a la falta de tiempo pero aun así tenían un reglamento estricto de vestuario para ese día, igual los de la banda tenían su propio uniforme el cual constaba de un pantalón amarillo y sacó azul.

Todos portaban esos colores, ella traía una falda suelta unos centímetros más abajo de las rodillas y un top elegante amarillo.

La mayoría de arreglos eran amarillos y blancos, globos y lazos, exceptuando el letrero de "Bienvenidos" en el centro, ya era demasiada la combinación amarilla-azul por lo que trato de que pusieran los adornos cerca de árboles y arbustos con flores de otros colores llamativos.

La pelinegra estaba a punto de ir con los dos chicos musculosos pero fue interrumpida en el acto.

— Eh... Bianca — Sintió como alguien tocaba levemente su hombro.

Giro en aquella dirección encontrándose con una chica de baja estatura, mal peinado y vestido azul. No recordaba su nombre.

— ¿Si...?

— Jane.

— Oh si, Jane — rió un poco para alivianar el ambiente, pero la otra chica solo se le veía nerviosa e incómoda — ¿Qué sucede?

— Los reporteros ya llegaron y quieren una entrevista con la organizadora antes de que lleguen los villanos... — dijo otro par de cosas que la chica no oyó siendo que solo pensaba lo mal que se le veía ese listón amarillo con ese cabello. Sonreía falsamente.

— Mmm enseguida voy. — Jane asintió y se fue con los reporteros.

Bianca trotó como pudo hacia Héctor.

— Hey...

— Bianca — Exclamó este feliz de verla — Te ves hermosa.

— Gracias — dijo rápido sin mucha importancia, tenía prisa — Los reporteros quieren hablar conmigo, tú también organizaste... ¿puedes cubrirme?

El pelirrojo dio una mirada rápida a todos los presentes y tragó duro nervioso.

— S-si yo me encargo...

— ¡Gracias! — le dio un beso rápido en la mejilla sin detenerse a ver su reacción y fue a donde la esperaban las cámaras.

Tenía que ser rápido, en menos de veinte minutos sus invitados de honor estarían allí.

👑

— ¡Ya están llegando! — gritó uno de los chicos que en un rato soltarían el confeti y serpentinas en el segundo piso.

Bianca sintió muchos nervios en ese momento, como un zoológico en el estómago y no tenía idea de porqué, se había preparado mentalmente para recibirlos la noche anterior, pero había algo en su interior que le decía que quien sea que estuviera en esa limusina cambiaría muchas cosas para ella.

Dio una última mirada a su creación y sonrió orgullosa. Hace poco menos de diez minutos que ya todos estaban en sus lugares esperando a los descendientes de villanos.

Los chicos de la banda con tambores y panderos estaban a la izquierda y los de trompetas y maracas de lado derecho. Los coristas estaban en medio perfectamente acomodados y detrás de ellos se encontraban las porristas en las escaleras esperando a mezclarse y crear la coreografía.

Corrió a su lugar donde presenciaría todo junto a Ben y Audrey. Sus demás amigos estaban esparcidos por el territorio sosteniendo letreros en la parte de atrás junto a otros estudiantes que trataban de mostrarse felices y hacer un poco de alboroto.

Suspiro viendo cómo se estacionaba la limosina enfrente de ellos.

Llego la hora.

Los nervios se hacían más grandes cuando miro como el chofer se bajaba para abrirles la puerta pero esta fue abierta antes de que este pudiera acercarse por completo.

De esta salieron rodando dos chicos, uno de pelo blanco y otro de gorro que cubría parte de su cabello largo.

— ¿¡Por qué quieres esto que no se que es!?

— ¡Porqué tú lo quieres!

Escucho a lo lejos mientras todos los veían un poco ahondados. Bianca bufo frustrada, ahí está su entrada perfecta.

Segundos después se bajaron dos chicas de la limosina, una de cabello corto morado que veía todo con desinterés y asco y otra de pelo azul que miraba todo fascinada.

Bianca no perdió tiempo y siendo presa de los nervios le hizo una seña a Doug para que diera inicio a la canción.

(Pongan play a la canción. Amo esta canción y la coreografía y no puedo imaginarla de otra forma, es igual)

La música comenzó a sonar haciendo que los dos chicos que antes peleaban prestaran atención a lo que ocurría a sus espaldas mientras se levantaban del suelo.


Hector: The sun goes down
The stars come out
And all that counts
Is here and now
And this town will never be the same
We're glad you came
You cast a spell on me, spell on me
You hit me like the sky fell on me, fell on me
And I decided you look well on me, well on me
So let's go somewhere no-one else can see, you and me
Turn the lights out now
Now I'll take you by the hand
Hand you another drink
Drink it if you can
Can you spend a little time,
Time is slipping away,
Away from us so stay,
Stay with me I can make,
Make you glad you came

De pronto Tarrant del fondo entró en escena y comenzó su parte.

Tarrant: The sun goes down
The stars come out
And all that counts
Is here and now
And this town will never be the same
We're glad you came
We're glad you came

Se alineó junto a las porristas y se agachó para seguir con la siguiente parte de la coreografía.

Turn the lights out now
Now I'll take you by the hand
Hand you another drink
Drink it if you can
Can you spend a little time,
Time is slipping away,
Away from us so stay,
Stay with me I can make,
Make you glad you came

Ahora el pelirrojo y el morocho estaban hasta el frente ya con los demás alineados en sus mismas posiciones del inicio para el gran final.

Tarrant y Héctor: The sun goes down
The stars come out
And all that counts
Is here and now
My universe will never be the same
We're glad you came
We're glad you came
We're glad you came
We're glad you came
We're glad you came
The sun goes down
The stars come out
And all that counts
Is here and now
My kingdom will never be the same
We're glad you came
We're glad you came





Wow

Todo fue ¡perfecto!

Estaba muy asustada, por un momento creyó que Tarrant no saldría y los dejaría plantados o que alguien se iba a caer, pero gracias a los dioses del Olimpo no ocurrió ninguna tragedia.

— ¡Eso fue... — comenzó emocionada la de azul pero inmediatamente fue interrumpida por la de morado.

— Espantoso

— E-eh si tienes razón.

Bianca las vio ofendida e indignada aunque estas no la vieran a ella. Maldita sea ni todo el esfuerzo de todos por tratar de que se sintieran bien.

Estaba molesta no lo negaba pero trato de calmarse, es su naturaleza, no podía culparlos, no diría nada por el momento.

Ben y Audrey se sonrieron mutuamente dándose ánimos para ir y darles la bienvenida a los villanos.

Bianca iba detrás de ellos de mala gana pero justo recordó un pequeño gran detalle.

Mierda las canastas

Hizo de lado a muchos de los hijos de los personajes de cuentos para poder acercarse a Héctor.

Pss ¡fortachón! — susurró/gritó captando inmediatamente la atención del pelirrojo, era la única que le decía así — ¿Y las canastas?

El chico se dio un golpe en la frente. Demonios lo olvido por completo.

— Lo lamentó, lo olvidé, siguen en mi dormitorio — señaló el edificio detrás de ellos.

Bianca se mordió el labio nerviosa y dio una mirada rápida a los villanos. La chica de azul seguía encantada viendo todo, el chico de cabello largo no dejaba de sonreírle a Audrey, la de morado parecía hablar con Ben mientras que el chico de pelo blanco miraba todos lados menos al castaño, pareciera como si estuviera buscando algo con la mirada.

Regreso su vista hacia su amigo.

Vamos.

👑

— ¿Y bien muchachote? ¿Dónde están?

Fue lo primero que dijo la pelinegra al entrar a la habitación de Héctor.

— Sobre la cama — Miró en esa dirección y sonrió.

Tomo las dos canastas con regalos de bienvenida, una para las mujeres y otra para los chicos, los cuales seguramente ya estarían en sus respectivas habitaciones.

Ben les había mencionado que les daría un breve resumen sobre Auradon prep y mañana en clases les daría un recorrido digno. Aunque Bianca tenía planes de —si alguno quería ir— darles un paseo por la ciudad.

Los dormitorios no estaban muy cerca de la escuela y por ello se habían demorado, pero al pasar por la terraza Bianca logró escuchar los nombres de dos de los villanos. Ahora tenía entendido que Mal, era la chica de morado y el chico de pelo blanco era Carlos.

Carlos... interesante.

Sacudió la cabeza y alejó ese nombre de su mente, no sabía porque pero le causó un cosquilleo el solo pensarlo.

— Que te parece esto: Tu les dejas la canasta a los chicos y les explicas un poco sobre cómo es aquí, puedes invitarlos a que se unan a algún equipo. Yo voy con las chicas y si quieren les daré un recorrido por Auradon...

Héctor la miro con los ojos abiertos sorprendido.

— ¿Y esa cara qué? — preguntó extrañada.

— Estas siendo demasiado amable... y eso me asusta si te soy sincero.

Soltó una carcajada.

— Eres malo H... Solo... quiero cambiar un poco de rutina y caerles bien, digo no está en mis prioridades pero estaría genial tenerlos como amigos ¿no crees?

— Supongo... Oye Bee... — la llamo por su apodo.

— Dime — respondió está sin mirarlo ya que estaba acomodando ciertas cosas que se habían salido de su lugar en la canasta.

Héctor se tardó un poco en formular su pregunta, la duda lo estaba matando, quería saber que pasaba por su mente, por qué siempre era lo mismo con ella. Quería que esta vez fuera diferente y que ambos pudieran tener algo más allá de una amistad.

—... ¿Por qué te alejaste de mi? ¿Te molesto algo que hice? — preguntó en un tono triste.

— ¿Tu también? — frunció el ceño extrañada aún sin verlo ya que sus amigos también le habían preguntado lo mismo — No estoy molesta, solo estuve ocupada con lo de la bienvenida, es todo — respondió.

— ¿Estas segura? — Ella solo hizo un sonido afirmativo nervioso.

El lo noto enseguida, pensaba si seguir insistiendo o dejar que las cosas fluyan.

— ¿A qué le temes Bianca? — escuchó su susurro detrás de ella.

Giro sobre su propio eje encontrándose con el pelirrojo a escasos centímetros de su rostro.

— Basta Hector — Sabía a dónde iba todo y no quería, no estaba preparada aún.

Por el momento olvidó lo de pasar tiempo lejos de él, técnicamente era "una emergencia" y el se había ofrecido a ayudarla, entonces eran asuntos de trabajo. Nada especial.

— Quiero que me digas que sucede entre nosotros porque yo no entiendo nada, quiero saber qué pasa Bianca, quiero entenderte.

Ella lo miro petrificada sin saber muy bien que responder. Héctor también estaba sorprendido de sí mismo, no supo de dónde salió tanto valor para por fin intentar aclarar las cosas con su princesa. Tal vez era la adrenalina de un mal presentimiento en su pecho que no lo dejaba en paz. Desde que los villanos se bajaron de la limusina su instinto supo que algo malo iba a pasar, uso toda su fuerza de voluntad para concentrarse y no arruinar la canción.

— Es complicado... Ahora no Héctor — Cada vez hablaba más bajo.

Por primera vez en mucho tiempo tuvo miedo. Miedo de abrirse y que alguien vea sus sentimientos.

Sentía que al dejarlos expuestos todos la presionarían y además de alejarla de su objetivo todo se arruinaría, ella lo echaría a perder.

Pero maldición, le gustaba, lo quería demasiado. Era todo tan difícil. Temía que esta vez si fuera a caer y todo se vaya al carajo.

Además... Eric

No, no podría.

— Ya debo irme Héctor y tú también...

Tomo la canasta respectiva de las chicas y salió lo más rápido que pudo de la habitación del pelirrojo.

Héctor se tomó su cabello frustrado y resopló molesto. Esperaría a calmarse un poco antes de ir a darles los regalos a los hijos de villanos, tampoco se quería desquitar con ellos.

Mientras tanto Bianca caminaba a toda velocidad al ala de las mujeres. Trataba de alejar todo lo posible a Héctor de sus pensamientos. Si lo seguía pensando ella sola se iba a confundir más y podría acabar en desastre.

Dirigía la mirada a todos los lugares posibles. Leyó rápido la etiqueta de la canasta, la cual arrancó, se distrajo un rato en sus uñas y por último veía los detalles del papel tapiz rojo de los pasillos hasta que sintió como chocaba con alguien.

— Lo lamentó, aún no se bien dónde queda el baño.

Cuando Carlos se dio cuenta de con quien había chocado palideció.

No lo podía creer.

Bianca Snow estaba frente a él.

Estaba petrificado, no podía hablar. Estaba quedando como un estupido.

"Habla tonto"

— Emm ¿hijo de Cruella de Vil, cierto? — El seguía sin poder articular palabra solo asintió hasta que sacudió un poco su cabeza saliendo de su trance.

Por Hades era mucho más hermosa en persona.

— Ahh s-si ¿cómo lo supiste? — preguntó extremadamente nervioso.

Aunque el hecho de que ya supiera su existencia lo alegraba de sobremanera.

—La ropa, los colores que usas, tu cabello... y porque Doug los presento hace cinco minutos — señala cada una de sus prendas y sonríe amable haciendo que el también lo haga sin poder evitarlo

Segundos después al ver que él—aunque quisiera— ya no iba a decir nada decidió cortar un poco la tensión.

— Bueno, fue un gusto conocerte... ahh y... tienes un poco de chocolate en... toda la cara— se ríe mientras señala su propio rostro.

Carlos avergonzado rápidamente se lo intenta quitar.

— No,no, lo estás esparciendo más... déjame ayudarte. — Se acerca y con delicadeza y un pañuelo le limpia los restos de aquel dulce.

Carlos sentía que en cualquier momento iba a desmayarse. Nunca, ni en un millón de años se hubiera imaginado en esta situación con ella, más que en sus sueños.

No podía dejar de verla, quería apreciarla todo el tiempo que podía, era como una obra de arte.

Bianca de vez en cuando con mucha discreción cambiaba su mirada de los labios cubiertos de chocolate a sus ojos.

Carlos no supo cuánto tiempo paso, solo recobró el conocimiento cuando la vio alejarse de él.

— Listo... bien Carlos, espero verte pronto. Adiós.

El sin aliento solo pudo despedirse con la mano.

Bianca ya caminaba a sus espaldas hasta que recordó algo.

— Eh Carlos — este giro ante su llamado — ser buena persona es gratis, no sea un hijo de puta por favor.

Le sonrío y siguió su camino meneando sus caderas de forma exagerada.

— Wow...

Está bien, el no se consideraba un Don Juan ni mucho menos, pero aquello era una oportunidad que creía que nunca tendría.

Y no estaba dispuesto a desaprovecharla.








*
Omg omg estoy muy emocionada ¡YA SE CONOCIERON! No saben lo mucho que quería escribir esa parte, la tengo planeada desde hace como dos años y ya por fin se hizo realidad.
También lamentó la demora como pudieron ver esta muuuy largo el capítulo.
Voten y comenten ❤️

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top