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CAPÍTULO CUATRO
OLD FRIENDS
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      LAS BLANCAS CORTINAS dejaban entrar perfectamente la bella luz de la mañana haciendo que nuestra princesa se despertara con los rayos de sol.

Abrió sus ojos poco a poco y al despertarse por completo recordó lo de anoche. Inevitablemente sonrió mientras se cubría el rostro.

Eso había estado bien, fue una gran compañía y distracción. Ya no se sentía tan frustrada por todo el tema de los hijos de villanos ni por tener que planear la bienvenida. Estaba muy feliz y complacida.

Tratando de hacer el menor movimiento posible alcanzó su teléfono y checó la hora: 8:27 AM. Ya había perdido su segunda clase, entonces ya no tenía porque darse tanta prisa, su receso es a las nueve todavía tenía una hora completa para estar lista. Considerando el tiempo en que tardaba en arreglarse si era poco, más porque no estaba en su casa, pero quería pasar más tiempo con Eric.

Con cuidado de no despertarlo quito su brazo de su cintura y se escabulló de la cama para ir directo hacia la cocina a preparar algo de desayunar, lo intentaría.

Se puso lo primero que vio tendido en el suelo, al ponerse la camisa vio que obviamente era de él ya que le quedaba muy larga pero no le importó, eso le serviría más tarde.

Puso a trabajar a la cafetera y buscó en el refrigerador pensando que hacer con las cosas que humildemente el hotel regalaba de comida.

Minutos más tarde había ya se había servido una taza de café y dos panes tostados. Esperaba paciente a que su acompañante despertara.

En tanto en el cuarto donde anteriormente se encontraba la pelinegra recién despertaba el cazador del bosque.

Imágenes pasaron por su cabeza como flashbacks y se golpeó en el rostro lamentándose. Ni siquiera entendía porque fue corriendo en cuanto ella se lo pidió y más sabiendo perfectamente para que. Se había jurado no volver a caer pero le fue imposible, sus impulsos ganaron otra vez.

Escucho ruido en la cocina, resignado fue hacia allá encontrándose con la menor de espaldas con su camisa aparentemente preparando algo. Se quedó viéndola un rato sintiendo un cosquilleo en el estómago y espalda baja. Dejo de culparse por su "momento de debilidad" él la quería. Había olvidado lo bien que se la pasaba con ella.

Bianca sintió una presencia y a sabiendas de quien se trataba giró con una sonrisa mientras sorbía de su café. Pero al girar completamente se atragantó con este causando que se quemara la lengua.

¡Por Zeus y todos los dioses del Olimpo!

Eric se dirigía hacia ella sin camisa, al final si había funcionado su táctica. Quería ver qué tal estaba después de tiempo, por la noche no pudo apreciarlo bien en la oscuridad.

— ¿Estás bien?

— S-Si... s-solo —sacaba su lengua en busca de aire fresco — me quemé un poco. —El rió.

— Buenos días...

— Buenos días a ti también — le sonrió de vuelta al mayor — Ou, te hice de desayunar — recordó y fue en busca de los platos.

Frente a él puso dos panes tostados con mantequilla y mermelada. El la vio con una ceja alzada.

— ¡Hice lo que estuvo a mi alcance! ¿okay? Aquí son muy tacaños y por obvias razones no podemos bajar al restaurante...

Asintió dándole la razón.

— No te preocupes, de verdad agradezco el gesto...

Segundos después de silencio él seguía dando vueltas a la situación en la que estaban.

— Habíamos acordado no volver a hacer esto... — Rompió el silencio de repente.

— Tu un día dijiste que jamás te cortarías el cabello... y henos aquí — Sonrió divertida mientras le servía café.

No podía creer que había vuelto a caer a sus pies. Era el jefe de los cazadores, uno de los mejores guerreros de todo el reino. Indestructible ante muchas amenazas. El más fuerte, el más ágil... pero no para esquivar los encantos de la princesa. Al principio creyó que fue una debilidad siendo que se parece mucho a Blanca Nieves, pero esto va más allá. Su historia con la madre de Bianca fue demasiado triste, el que a pesar de todo estuvo ahí para ella, que la rescato y que la ayudo, terminó yéndose con el lindo príncipe azul, y temía que con Bianca fuera a pasar igual.

— Está mal... y ambos lo sabemos — se terminó el pan tostado.

— A mi me gusta ser mala — se inclinó hacia adelante por encima de la barra — Y yo se que a ti también te gusta portarte mal. — terminó con una sonrisa traviesa.

Se miraron por largos segundos a los ojos sin decir alguna palabra hasta que el lo rompió levantándose  de su asiento a dejar el plato en el fregadero. Se concentraba internamente para que ese momento no terminara como anoche. Todo se fue al caño cuando sintió dos brazos rodando su cintura y una cabeza recargada en su espalda dándole leves masajes en su torso desnudó.

— Te extrañe mucho... ¿lo sabes, no? — dijo con voz suave ya no seductora.

Se tensó ante su tacto y palabras pero poco a poco y con duda terminó posando sus manos sobre las de ella acariciándolas. Después de unos momentos por fin contesto.

— Lo se... yo también te extrañe.

Sonrió travieso y en un movimiento rápido se dio vuelta y la cargó mientras que ella enrolló sus piernas en la cintura de el para después dejarla recargada en la mesa en la que ambos estaban comiendo momentos antes y ahora besándose de la manera más apasionada.

Ella ya estaba replanteando la idea de no asistir a clases otro día mas. Total, tenía buenas notas y nunca faltaba, ademas que estos días los profesores no se daban cuenta quién iba y quien no. Todos estaban atareados por la próxima llegada de los nuevos; creados talleres, nuevas clases, etc. Aparte con un poco de soborno a Ben lo convencería de que dijera que estaba demasiado ocupada planeando la bienvenida que no pudo asistir a clases... otra vez.

Definitivamente no era la mejor semana... académicamente hablando.

(👑)

Al final si termino yendo a la escuela a petición de Eric aunque ya se hayan terminado las clases, pero además había decidido usar la idea de Eric e incluir a las porristas en el número de canto y ella siendo la capitana de estas no podrían negarse.

A los que si tendría que convencer es a los del coro, que si bien no eran muchos más sin embargo tampoco era amiga suya, más que de Ben, Audrey, Chad y Nicholas. Con los dos primeros no podía contar ya que al igual que ella estarían dando la bienvenida de otra forma y tampoco podría pedirle a su hermano y a su amigo que convencieran al resto, digamos que la actitud de ambos no era muy del agrado de la la personas, pero con lo vanidosos que son ni importancia les daban.

Ya era tarde ahora los únicos que estaban en la escuela a parte de ella eran los que se quedaban a practicar algún deporte o eran parte de un club.

Primero fue con las porristas donde Mariela estaba liderando, ella era la sub capitana y siempre que Bianca no estaba era ella la que tomaba las riendas del equipo, así fue los dos anteriores días pero hoy la hija de Blanca Nieves traía su uniforme de entrenamiento dignó y representativo de Auradon con sus colores tradicionales; amarillo, blanco y azul. Ya si iba a darles una orden también tenía que guiar a su equipo. Además podrían ir practicando cuáles serían los pasos para el "tan esperado día".

— Hola chicas...— saludo al resto de integrantes

Muchas contestaron cosas como "por fin volviste" "ya era hora" entre otros, pero las mando a callar con un movimiento de mano.

— Basta basta... Necesito pedirles algo — todas se pusieron en grupo enfrente de la pelinegra para oírla mejor a excepción de Mariela y Audrey, estas se colocaron a su lado — Como habrán escuchado ya los hijos de villanos vendrán a Auradon... —algunas de las presentes hicieron muecas de desagrado mientras que otras agachaban la mirada asustadas — Y yo estoy encargada de preparar la bienvenida — la miraron sorprendida todas, más sus dos amigas a sus costados.

— ¿Es en serio? — preguntó Audrey, Bianca solo levanto los hombros resignada y asintió con la cabeza.

— Por lo que necesito un número de apertura, y aquí es donde ustedes entran — las señaló a todas menos a la rubia y pelirroja a su lado.

Las porristas se miraban entre ellas dudosas hasta que una castaña salió entre la multitud.

— De acuerdo, ¿habrá nuevos pasos? O podríamos usar la que llevamos practicando para el partido... al fin y al cabo falta un mes para eso, podemos crear otra rutina, pero esto es para la próxima semana...

Bianca sonrió complacida al ver de detrás de ella había chicas que asentían a sus palabras sumándose a la causa. Al menos no dieron problema e hicieron un drama por ello, lo bueno de Auradon es que muchos no se negaban a hacer favores siendo que los educaron para ser muy bondadosos.

Ahora la chica le había dado una idea, no se le había ocurrido antes y era mucho mejor en todo caso, tampoco eran robots que podrían aprenderse una coreografía en menos de una semana.

— ¡Está listo entonces! Iré con el club de coro para que ellos hagan la música y poder practicar todos juntos, mientras tanto calienten — dejo su mochila en una de las gradas y fue directo a la salida en busca de esos chicos.

— Te acompañamos — dijeron Mariela y Audrey mientras las seguían.

Querían saber cómo pasó de "odio la idea de que los villanos vengan" a "les daré una bienvenida perfecta".

Bianca pensó mucho en si dejar a la luz la fechoría de su amigo contra ella pero después de muchas insistencias del par sólo dijo "ya, el se lo busco" y terminó por decirles absolutamente todo. Sin olvidar hacerse la víctima y dramatizar la situación.

Ahora ambas estaban indignadas igual o peor que ella. Audrey prometió hablar con el y convencerlo de que Doug sea el que vuelva a planear todo mientras que Mariela solo quería golpearlo.

Ya casi estaban por llegar al auditorio, que es donde el club de coro practica casi todas las tardes a esa hora. Pero el bullicio dentro de este detuvo a las princesas.

A unos metros de ellas vieron sorprendidas como el maestro de música y el profesor de deportes salían sujetando a Nicholas y Chad de los brazos evitando así que ambos se alcancen, al parecer estaban peleando, y fue una pelea fuerte ya que por sus rostros y la resistencia que ponían si habían llegado a los golpes.

Suspiro cansada y enojada.

— ¿Ahora que diablos pasó?

Estoy tratando de actualizar rápido y no alargar tanto lo que sucede antes de la llegada de los villanos (ahh ya me urge escribir eso) pero si quería que se familiarizaran con los personajes que no son originalmente de descendientes y que los conocieran y así, pero ya casi viene lo bueno, ya casi.
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