𝚇𝚇. 𝙻𝙴𝚈𝙴𝙽𝙳𝙰𝚂

NARRADOR OMNISCIENTE

Pasó el tiempo, Alba y Seth estaban en una sintonía única... Ésta vez, con la noche estrellada de testigo, mientras vigilaban la casa de Bella Swan.

Todo parecía estar en orden, no había ningún indicio de algún intruso... Este momento, lo aprovecharon los tórtolos para estar juntos y conversar telepáticamente.

"¿Escuchas eso?" Alba le decía a su impronte.

"¿Qué?" Seth, por un momento, se alarmó.

"El canto de los grillos. Es hermoso, y combina perfectamente en esta noche tan espectacular" la chica jaguar comentó.

"Es la música de la naturaleza" Seth respondió.

"Saben, quiero echarme una siesta, ahí me avisan de cualquier cosa" dijo Leah, luego se acurrucó en un árbol y se quedó dormida en su forma lobuna, en tanto, Jackson le cuidaba su espalda.

"Es encantadora" el Cheetah beta añadió.

Alba miró hacia la ventana de la humana, quien la miraba atentamente... Hasta que la Cheetah alfa se adentró en su mente.

"Debes de valorar todo lo que hacemos por ti, Bella".

"¿Cómo rayos puedes hacer eso?" la chica se asustó por tener otra voz en sus pensamientos.

"Es magia avanzada. Pues puedo romper protecciones y escudos a voluntad" Alba explicó brevemente.

Los rayos de sol estaban reemplazando a la oscuridad, por lo que el turno de los metamorfos y los Cheetah había terminado...

—Gracias por su ayuda —Edward llegó por detrás de los seres sobrenaturales.

—Sí, no hay problema —dijo Alba, luego de transformarse a su forma humana—. Esto durará un largo rato.

"Algo grande se acerca" la chica no podía dejar de pensar en lo que había visto en la mente de Izel... Si todo concordaba perfectamente, entonces, el destino de la tribu Cheetah estaría anclada al amor prohibido entre un vampiro y una humana.

En eso, Seth y Leah se fueron a cambiar detrás de un árbol. Mientras que, Jackson, igualmente, se transmutó a su forma humana.

—No pasó nada de nada —Wang comentó con un poco de cansancio mental, luego de estar aburrido por horas.

—Gracias, ya pueden irse —Edward agradeció sinceramente—. Llevaré a Bella a la escuela.

—Sí, luego nos vemos en su residencia —Alba dijo, pero a la vez, pensó en que debía de visitar a Lee Yeon y Lee Rang quienes se opusieron de cuidar a la humana, por lo que, sólo sus guardias se limitaron a buscar a Victoria, aunque sin éxito alguno.

Edward asintió ante las palabras de la chica, y en un parpadeo se fue de su vista, adentrándose en la casa de su novia.

—¡Alba! —Seth salió de entre el bosque, estaba vestido con sólo un short negro de mezclilla y con unos tenis del mismo color, y claro, como todo Quileute chico, estaba sin camisa, dejando a la vista su cuerpo increíblemente en forma.

—Uff qué sexy te ves —Alba soltó un comentario sin filtro alguno, lo que hizo que Seth se sonrojara.

—Quería... —él dijo casi sin aliento, por lo rápido que corrió para llegar a su impronta, y a la vez, la tensión del momento lo estremeció, haciéndole mariposas en el estómago—. Quería invitarte a una fogata que se hará en un par de días. Estaremos todos, incluido el consejo de los sabios...

—Claro, ahí estaré... —la chica no dudó en aceptar—. Las fogatas dan un ambiente inigualable —tomó la mano de su chico.

—Tú también estás invitado, Jackson —Leah, también, salió ya cambiada de entre el bosque.

—Genial —él respondió, para luego pasar su brazo por los hombros de su mate.

—Vamos a comer ramen —Alba sugirió con una gran sonrisa.

—Por fin es hora de la comidita —Jackson dijo.

Luego de ello, los cuatro se fueron hacia la reserva. 

Pasaron los días, y las guardias eran tranquilas. Los Cheetah y los Quileutes una vez más unieron fuerzas, tal y como lo hicieron en el pasado, todo para defender a los suyos...

El día de la fogata llegó, y con ello, por fin los jóvenes Quileutes iban a conocer más en detalle la historia de sus orígenes... Era la primera vez que Seth, Leah y Quill iban a adentrarse en las historias de sus antepasados...

—Nos vemos más al rato, debo de ir a una visita rápida a México, tengo que resolver algunos asuntos con otras tribus de nahuales —Alba le comunicó a su mate, quien se sorprendió de manera inmediata.

—¿En serio? —Seth dijo, tenía tanta curiosidad de saber lo que hacía su impronta como alfa en otras tierras—. ¿Puedo ir contigo? Quisiera visitar México, aunque sea por un ratito —añadió con una mirada de cachorro tierno, él no quería separarse de ella, ni un solo segundo.

—Ojalá pudiera llevarte... —Alba contestó en un tono avergonzado, pues no le gustaba decirle NO a su mate—. Pero, esto es un asunto muy secreto entre nuestra tribu —dijo tomando la mano de Seth para apaciguar la respuesta negativa.

—Sí, lo entiendo —el chico bajó los hombros con pena. Luego, recordó que también había asuntos privados entre el consejo de los Quileutes y el alfa Uley.

—Aunque, cuando todo esto termine —Alba pensó en lo que se avecinaba—, podría llevarte a mis territorios, y conocerás un mundo más mágico.

—Alba —Seth la miró a los ojos, directamente—. Tú eres la que llevas la magia a todos lados... Contigo es más que suficiente para sentirla.

En ese instante, ella pudo sentir las palabras cálidas de Caleb, y recordó cómo era él y su tan distinguida forma de hablar. Aunque claro, Alba amaría cada versión de su mate, lo amaría en todos los universos...

Ambos se sonrojaron por la situación, en verdad, Seth se lució con ese cumplido tan halagador y romántico a la vez.

—Te amo, te he amado durante siglos y lo seguiría haciendo —Alba sin dudarlo, abrazó a su mate... Sus temperaturas corporales se mezclaron con el susurro de sus almas... Ellos eran únicos, quienes debían de ser felices desde un principio.

—Es hora de irnos, hija —Tonantzin habló, poniendo a todos los Cheetah en estado de concentración.

Posteriormente, los hermanos Meztli y Mixtli abrieron un portal, y todos los guerreros Cheetah ya estaban cruzándolo. 

Al llegar al sureste de México, todos se reunieron en una gran ceiba ubicada en Villahermosa, Tabasco, para enseguida, empezar a dialogar sobre lo que se venía en un futuro.

—Tribu —Alba fue la primera en hablar, su tono era claro y conciso—. Tiempos de guerra se acercan... Esto no se compara con la conquista española, pues recordemos que no pudimos interferir en ella, porque teníamos miedo de ser descubiertos por los fríos de Volterra. Sin embargo, todo ha cambiado, el mundo sigue avanzando, y con ello, nuevos escenarios se nos han cruzado, nuevos aliados han llegado, y un futuro de libertad se acerca... —dijo, recordando piezas fundamentales que había hurgado dentro de la mente de Izel.

—Tal vez, todo sea confuso en un principio, pero, debemos de ser fuertes cada día. El enemigo en número siempre crecerá, como el mal en el mundo. No obstante, si nos preparamos para las caídas, con suerte y estrategia podemos levantarnos, luchar y sobrevivir —Izel agregó.

—No olvidemos que hemos estado escondidos por mucho tiempo, es hora de alzar la vista y enfrentarlos... Recuerden que ellos se creen los dueños del mundo —Tonantzin comentó con cierto rencor, pues los fríos mataron a su Ocelotl.

—He visto diversos escenarios, y si todo lo hacemos al pie de la letra, entonces, y sólo entonces, nuestro futuro puede prosperar —Alba dijo—. Los Vulturis por muchos años se les ha conocido como el clan vampírico más impenetrable... Pero, eso puede cambiar con nuestros poderes y estrategias. Por ejemplo, Jackson es uno de los pilares, pues su don de copiar poderes nos será útil para vencer a los gemelos... Inclusive habrá una miembro más... —en eso, la alfa voltea a ver a Axayacatl, pues sabía que la chica que vio en la mente de Izel tenía un lazo con aquel Cheetah—. Y ella, aunque su naturaleza es prohibida, será clave para nuestra estrategia.

El mencionado se quedó pensativo mientras Alba asentía en conspiración.

—Hablando de otro tema —interrumpió Nezahualcoyotl—. Ultimadamente, algunas Tzitzimime, han aparecido en nuestros territorios...

En ese preciso momento, Alba se alarmó demasiado:

—¡¿Aquellas mujeres demonio que salen en el crepúsculo para alimentarse de las almas humanas?!

—Tu padre una vez me habló sobre ellas... —Tonantzin hizo memoria—. Él decía que parecían mujeres esqueléticas hermosas con cuerpos de serpiente... Se dice que ellas, alguna vez, fueron diosas que vivían en el paraíso de Tonacatecuhtli, nuestro creador, y que por desobedecerlo cayeron muy bajo...

—¡Y justamente ahorita se aparecen! —Izel estalló en preocupación, pues no había visto a estas criaturas en sus visiones.

"¿Acaso tengo un punto ciego como Alice Cullen?" ella pensó.

"Podría ser" Alba respondió aquel pensamiento de la chica.

—Una cosa a la vez —la alfa jaguar se talló la sien, estaba pensativa y con un nudo en el estómago, pues los problemas se estaban juntando—. ¿Han causado problemas estas criaturas? —dirigió su mirada hacia Nezahualcoyotl.

—Todavía no, aún están explorando el mundo moderno —él respondió.

—Ojalá no causen alborotos por ahora... No en medio de una guerra —Alba susurró, negando con la cabeza.

—Debemos de advertirles a los nahuales mortales y a algunos nahuales inmortales que se quedaron en el territorio mexica —Tonantzin sugirió.

—Sí, eso debemos de hacer —la alfa estuvo de acuerdo—. Los que no tengan mate, aconsejo que deben de hacer esa tarea... Pues esto llevará días, y los que tenemos un impronte o impronta de los Quileutes, pues nos costará estar lejos de él o ella.

Todos se miraron entre sí, y dedujeron que tener a su alma gemela conllevaba a tener un punto débil... Y esto mismo, los asustaba en estos tiempos difíciles.

—Ustedes los mexicas, sí que tienen unas criaturas bien bélicas —Jackson comentó para amortiguar la situación.

—Igual en China hay demonios y son demasiados —Alba respondió.

Luego, de dialogar el plan momentáneo los que no tenían mate como Tonantzin, Tlali, Nezahualcoyotl, Cuauhtli, y Axayacatl, se encargarían de divulgar la noticia fatídica. Cabe de recalcar, que los hermanos Meztli y Mixtli se imprimaron de las gemelas Xali y Yali, y viceversa, por lo que, para ellos, estar separados por tiempos breves ya no era una debilidad. Así que, ambas parejas también se quedaron en México para ayudar a advertir a los otros nahuales de las Tzitzimime. 

Con todo ya planeado, los restantes de la tribu regresaron a la reserva Quileute con un portal que crearon los hermanos Meztli y Mixtli. Volvieron justo a tiempo para la noche de fogatas.

—¡Alba! —Seth al verla, corrió con entusiasmo hacia ella, para enseguida darle un fuerte abrazo—. Llegaste —deshizo el abrazo, y luego le dio un beso en la mejilla.

Él estaba vestido con una sudadera gris y unos pantalones de mezclilla... Se veía tan tierno a los ojos de la chica, quien sólo vestía con un pantalón negro skinny y una blusa con estampado de jaguar, con unos botines negros a juego con todo.

—Claro, no quería hacerte esperar mucho —ella respondió con un leve sonrojo.

—Justo a tiempo para las historias —Leah dijo mientras se acercaba a su mate.

Jackson, para dicha ocasión, llevaba siempre su traje negro con tirantes rojos y sus guantes de piel de color rojo, y, por si fuera poco, llevaba unos zapatos negros brillantes que resaltaban por sus calcetines rojos.

—Ya quiero escuchar más sobre tus orígenes, mi vida —el Cheetah beta le dijo a Leah.

—¡Chicos! Al fin llegan, siéntanse cómodos, les preparé hamburguesas —Emily habló desde la distancia, mientras llevaba a la mesa de picnic una gran cantidad de comida.

Todos, en ese momento, se juntaron con sus mates, y devoraron toda la comida... Sobretodo Paul, quien se comió 5 hamburguesas, a lo que Izel, se sorprendía del apetito de su impronte.

Sin embargo, Seth le guardó un poco de alimento a Jacob y a Bella, quienes no tardaban el llegar.

—Eres muy noble —Alba le comentó a Seth.

Al poco tiempo, el consejo, los Quileutes y los Cheetah se sentaron alrededor de la fogata, dando así, inicio a la narración de las leyendas.

En eso, llegaron Jacob junto a Bella. Por lo que, Seth corre a saludarlos.

—¡Jake! —se aproximó hacia ellos en un santiamén.

—Hola —Jacob dijo, para después darle a Seth una gran palmada en el hombro.

—Ya era de que llegaras. Paul ha devorado toda la comida, pero les guardé unas hamburguesas —el lobo tierno informó.

—Gracias, hermano —Jacob agradeció—. Bella, él es Seth Clearwater, hermano de Leah —los presentó.

—Hola, que tal —ella le extendió la mano al chico.

—Es el más nuevo de la manada —Jake expuso.

—El nuevo, el brillante, el mejor —Seth dijo con una sonrisa.

"Sí que es un lobito tierno" Alba pensó, mientras veía la escena con ternura.

—El más lento —Jacob declaró, para enseguida, envolver a Seth con una llave en el cuello y rascarle su cabeza, bruscamente, con sus nudillos, un juego pesado para los lobos.

—Vamos, tu papá va a empezar —Seth interrumpió el juego, para correr hacia Alba, y sentarse junto a ella. 

En eso, Billy Black, comenzó a narrar las leyendas Quileute:

—Los Quileutes han sido pocos desde el principio —enunció con un tono claro—. Pero en nuestra sangre, siempre ha habido magia —volteó a ver a Alba y a los Cheetah—. Éramos grandiosos espíritus guerreros, capaces de transformarnos en poderosos lobos. Eso nos permitía defendernos de nuestros enemigos y proteger a nuestra tribu —dijo mirando directamente a la fogata—. Un día, los guerreros se encontraron con una criatura, parecía un humano, pero era duro como una piedra y frío como el hielo. Los filosos dientes de los guerreros, finalmente lo desgarraron, pero sólo el fuego lo destruyó completamente. Vivían con el temor de que el hombre frío no estuviera solo... Y tenían razón.

Al escuchar la historia, Alba recordó cuando su madre le contó sobre la primera vez que los Quileutes y los Cheetah trabajaron juntos contra una gran amenaza.

»—Una vampiresa desató su venganza contra la aldea. Nuestro viejo jefe Taha Aki, era el único espíritu guerrero que quedaba para salvar a la tribu cuando mataron a su hijo. Por suerte, él se había aliado con la tribu Cheetah, quienes fueron en su auxilio... Llegaron como majestuosas águilas, para convertirse, en un segundo, en poderosos jaguares, quienes aniquilaron a la fría por completo. Desafortunadamente, había más vampiros, lo cual complicó más la situación. No obstante, la tercera esposa de Taha Aki, sabía que era difícil sacarse de encima a los fríos, la esposa no era un ser mágico, sólo tenía un poder especial... El valor... El sacrificio de la tercera esposa, distrajo a los fríos lo suficiente para que Taha Aki y los Cheetah destruyeran a las criaturas. Ella salvó a la tribu... Con el tiempo, nuestros enemigos desaparecieron, pero quedan algunos, los fríos. Nuestra magia despierta cuando están cerca, y lo sentimos ahora, su amenaza en la sangre... Algo terrible se aproxima y debemos de estar listos, todos nosotros —Billy concluyó la historia viendo a cada uno de los presentes, y en especial a Alba, quien asentía a todo, pues las visiones de Izel eran claras...

Seth, al escuchar de los Cheetah se emociona bastante, pues pensaba que Alba es una heroína, quien salvó a sus antepasados.

—¡Wow! Enserio ustedes hicieron tal hazaña —el lobito tierno dijo—. Tú nos salvaste, amor —miró a su impronta, pero ella negó rotundamente.

—En ese acontecimiento, sólo mi madre, Nezahualcoyotl, Cuauhtli, Axayacatl, Xali y Yali, estuvieron en dicha pelea. Por mi parte, estaba en otros horizontes buscando aliados para protegernos —Alba respondió.

—¿Ni siquiera tú estuviste? —Leah le preguntó a Jackson.

—En ese tiempo, aún no nacía —el beta contestó.

—Y tú, ¿fuiste a pelear? —Paul le cuestionó a su impronta.

—Esa vez me quedé en México, cuidando a la tribu —Izel dijo.

—Todos y cada uno de nosotros, Quileutes y Cheetah, vinimos de un dios mexica... —Alba empezó a relatar—. Ocelotl se llamaba, él era mi padre... Uno de los primeros dioses en convivir con humanos... Así nació Nahual, el primer espécimen cambia formas. Él salió entre las cenizas de su difunta madre, quien fue aniquilada por un rayo de un dios quien aborrecía a los humanos, sin embargo, Nahual logró traspasar sus conocimientos a muchos y tuvo muchos hijos con grandes habilidades, lamentablemente, él fue asesinado por su mate quien era una híbrida vampiro-sirena... Desde ese momento, mi padre se deprimió, y vagó por la tierra en busca de la felicidad... Fue así, que en el año de 1519 conoció a una mujer hermosa... Ella era la reencarnación de su antiguo amor, por lo que, enseguida ambos contrajeron matrimonio y me tuvieron en el año de 1521. Desafortunadamente, con la conquista española todo se fue abajo, así como, los Vulturis nos encontraron, por eso, mi padre se sacrificó para que ellos nos dejaran en paz... Y no fue suficiente, estos fríos querían vernos hechos polvo... En consecuencia, los Cheetah por siglos han estado buscando aliados, para hacerse más fuertes... Así fue, como nos aliamos con ustedes, porque son parte de la descendencia de Nahual, son parte de nuestra magia...

»—¿Y cómo es que se hicieron inmortales? —el abuelo de Quill preguntó con curiosidad.

—Un frío nos dio su ponzoña, y con esa creamos un elixir de la inmortalidad, que sólo los nahuales puros pueden poseer... Pues, soy la púnica que puede transformarlos —Alba replicó—. Ese frío era mi antiguo impronte, Caleb, quien dio su vida para protegernos de un segundo ataque de los fríos de Volterra, los Vulturis.

—¿Reencarnación? —Bella cuestionó.

—Sí, eso existe, una prueba de ello somos Seth y yo, y Jackson y Leah... Tanto mi beta como yo perdimos a nuestros mates por culpa de los vampiros, no obstante, el destino nos volvió a reunir —la chica jaguar dijo.

—Hay muchas leyendas, las imprimaciones es algo característico de los metamorfos, pues es la única forma de encontrar a nuestra alma gemela y mejorar la especie... —Billy declaró.

—Bella, hay mucha magia entre nosotros —Jacob le comunicó a la humana—. El mundo no gira alrededor de los vampiros, hay más seres.

—Así es —asintió Alba—. Inclusive hay demonios y espíritus malignos en otras partes del mundo. Ya has visto otras especies fuertes como los zorros de nueve colas quienes son Lee Yeon y Lee Rang.

—Es un gran mundo mágico —Seth agregó.

—Por eso, debemos de estar más unidos que nunca... Ser más fuertes cada día —el jefe Black expuso.

—Por segunda vez, los Quileute y los Cheetah se enfrentan a los fríos que nos amenazan... Ninguno de nosotros debe de quedarse atrás... Debemos ser uno mismo y luchar hasta el cansancio... Juntos somos invencibles —Alba manifestó con su voz de alfa, aquella que era fuerte, clara y con un tono de seguridad—. Una vez más, seremos leyendas. 

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