Necesita que su alma grite.

Quiere oírla.

Quiere soñar.

Quiere poder elegir.

Sabe que es fuerte, pero es su debilidad.

Sabe que puede, pero se abruma.

Sabe lo que necesita, pero no lo entiende.

Sabe lo que merece, pero no lo suficiente.

Necesita que su alma grite y le haga saber.

Porque todas esas cosas que nunca dijo, lo sofocan.

Porque todo lo que nunca hizo, lo está matando.

¿Qué es lo que está mal?

Sigue corriendo de algo.

Continúa huyendo de algo.

Una vez más, se esconde sintiendo la presión de

un millón de cosas que no pudo decir.

Y la fatalidad de este asunto lo deja adormecido.

Soñando con las buenas cosas y luciendo una bella sonrisa.

Inventando un paisaje de la vida genial y pura.

Olvidando el dolor que inunda su débil ser.

Sintió sus ojos cansados de tanto llorar y se desvaneció en el querer y no poder sentir.

Se durmió creyendo en un mundo mejor, en la paz.

Añoranzas son las que lo atormentan.

Sus sueños se volvieron dulces torturas.

Y él duerme con una sonrisa de oreja a oreja.