Hinata quería alejarse lo más que pudiera de Kageyama. Él tenía toda la culpa de lo que estaba pasando el chico, aunque no le gustaba admitir que se sentía un poco mejor.

Tenía el camino casi libre, si lograba borrar los sentimientos del más alto existía la posibilidad de que, por fin, notara sus sentimiento y con suerte no los rechazaría.

Necesitaba dejar a Oikawa fuera de Kageyama, necesitaba tomar el puesto que tenía Oikawa en el corazón de Kageyama. Lo necesitaba.

—Shoyo— Kenma nota el camino de sus pensamientos—, eres realmente egoísta.

Siente como las palabras golpean un poco a su corazón. Tenía la razón, eso no se podía negar, pero no creía que se lo diría.

—Kenma— sus ojos se tornan inexpresivos, terroríficos—, esto solo es una parte de mi.

El nombrado gira los ojos, cansado.

—Esto es lo que el amor les hace.