El pequeño con cabeza de pudín estaba siendo seguido por el otro con su típico peinado de almohada.

-Shoyo- un saludo poco enérgico por parte de Kenma acercándose.

-¡Hey, chibi-chan!- Kuroo le dedica una media sonrisa burlona.

-¡Kenma! ¡Kuroo-san!- Kageyama y Oikawa ven como el resplandeciente sol corre hasta sus invitados, haciendo que el resto del equipo también se acerque- ¡Llegan justo a tiempo!

Kuroo no se contiene para acariciar la cabeza del de menor estatura, pensando que parecía un perrito.

Kenma gira los ojos.

-Logramos hacer que tengamos el fin de semana para entrenar con ustedes también.

-Soy increíble ¿Cierto?- Kuroo se alaba, solo sintiendo una mirada insistente sobre él.

No le interesa ver.

-¿Quienes son ellos?- pregunta Oikawa a Kageyama en un susurro.

-Kenma y Kuroo, del Nekoma- responde a secas.