04
-Se ve fatal. -el omega pelinegro tocó su frente viendo que estaba seguía igual de caliente que hace unos minutos. -Yoongi hyung, no vaya a trabajar hoy.
-Es mi segundo día y ya empecé a faltar. -su cuerpo temblaba de frío y sus dientes titiritaban sin poder controlarlos. Fue mala idea olvidar su paraguas ayer.
-Llamé y avisé que hoy faltaría a su trabajo, lo mejor es que descanse. -se levantó dándole un vistazo a la ventana de la habitación donde surcaban pequeñas gotas. Al parecer la lluvia no cesaría hoy. -Llámame si necesita algo.
Yoongi apretó sus sábanas con fuerza intentando inútilmente calmar el frío y esperó que los medicamentos hicieran efecto. Había pasado algún tiempo desde que había enfermado de esa forma, pero su suerte siempre era tan miserable.
Antes de cerrar por completo la puerta principal Jungkook ladeó su cabeza dudoso. Su hyung no estaba en condiciones siquiera de ponerse de pie, había dejado su desayuno y su almuerzo preparados. Lo conocía bastante bien y siendo el perezoso que era no querrá levantarse a comerlo.
Alguien debía ayudarlo.
Cerró al fin la puerta y caminó hasta el departamento de su vecino. Dio dos toques suaves esperando pacientemente a ser recibido. El omega de cabello castaño hizo su aparición detrás de la puerta blanca y sonrió al ver a su vecino.
-Jungkook hyung, hola. -dejó un beso corto en su mejilla. ¿Hyung? Se le hacía extraño escuchar su nombre junto a ese honorifico ya que siempre era el menor en su grupo de amigos. Un olor a bosque y tierra mojada llamó su atención, era un alfa sin duda. ¿Jimin estaba con un alfa?
-Sí, hola Jimin.
-¿Cómo está? ¿Cómo está Yoongi hyung? -esto último lo dijo con cierta alegría pensando en el alfa de cabellos rubios extremadamente atractivo.
-Yo estoy bien, pero Yoongi...
-Jiminnie esta enamorado~ -canturreó el alfa de cabellos grises sentado en el sofá del departamento.
Jimin asintió mientras entrelazaba y jugaba con sus dedos tratando de calmar su emoción. Le había contado absolutamente todo a su hyung, Namjoon, quien era uno de sus amigos más cercanos. Al menos no era tan sobreprotector como sus hermanos.
-Dices que es atractivo.
-¡Como no tienes idea! -su rostro estaba rojo de solo pensar en Yoongi, sus feromonas sueltas estaban afectando un poco al mayor frente a él. Decidió dejarlo pasar -Su piel es muy clara y parece un gatito, ¿recuerdas el gatito que rescatamos juntos? ¡És como él!
-Jimin nadie puede parecerse a un gato.
-Te lo digo yo que desde el primer día que lo conocí no pude evitar compararlo con uno. -dio golpecitos a su cojín sobre sus piernas descubiertas.
Escuchó la puerta ser golpeada por alguien y se levantó pensando en encontrarse con el alfa del que hablaba. Aún no olvidaba la extraña actitud que tuvo con él ayer por la mañana. Se sintió mal al ser ignorado de esa forma, pero pensó que quizás surgió algún problema en su trabajo.
-Jungkook hyung, hola. -del otro lado de la puerta se encontraba el omega que compartía departamento con Yoongi. Se puso de puntillas y besó su mejilla.
-Sí, hola Jimin. -se le veía dudoso.
-¿Cómo está? ¿Cómo está Yoongi hyung? -su solo nombre era bonito, podría decirlo cientos de veces sin cansarse.
-Yo estoy bien, pero Yoongi...
-¿Qué sucede? -el omega revolvió sus cabellos pensando en si era buena idea decirle. Estaba casi seguro de que Jimin no se negaría, cualquier oportunidad de estar con el alfa la aprovecharía.
-Hyung está enfermo.
El menor abrió su boca preocupado -Eso es muy malo.
-El tonto olvidó su paraguas ayer y terminó mojado y pescando un resfrío. -explicó Jungkook -Te quería pedir un... ¿favor? -sonrió tímido ante esto último. No tenía el consentimiento del mayor para hacer eso y su muerte estaría casi asegurada. El omega de cabello castaño asintió enérgico. -¿Puedes cuidar de Yoongi hasta -
-¡Sí! -respondió sin pensarlo. Fue más fácil de lo que pensó el omega pelinegro.
-Espero que esto no interrumpa tus clases o tareas.
-Entro a la universidad en dos semanas, además tengo todo el día libre para cuidar de Yoongi hyung. -lo dejó solo por unos segundos para volver a la sala donde se encontraba Namjoon observándolo con una ceja enarcada.
-Así que tienes todo el día libre. -susurró.
-Nam, esta es una oportunidad que no puedo desperdiciar. -explicó acomodando algunos cojines que estaban en el suelo.
-Vas a estar solo con ese alfa en su departamento. -trató de hacerlo entrar en razón. Jimin estaba más que emocionado y era reflejado en la sonrisa bonita que adornadaba su rostro. -Jimin.
-Hyung, él no me hará nada. ¿No escuchaste que está enfermo?
-Eso no le impide aprovecharse de ti. Jimin eres solo un omega cuidando de un alfa que no conoces bien.
-Lamento haberlo hecho venir solo por una hora. -se disculpó y antes de volver donde Jungkook fue detenido por el brazo.
-Yo iré contigo.
-No. -puchereó zafandose del agarre -Sé que soy un omega y parezco débil, pero ese alfa no es como todos los que has conocido y han intentado acercarse a mí.
El mayor dejó salir un suspiro y dejó que volviera a la puerta. Jungkook ya tenía en su mano la llave de emergencia. -Solo tienes que tomar su temperatura, hacer que tome los medicamentos y darle de comer. Si se opone me llamas y yo lo obligaré.
El castaño rió por lo último dicho y asintió entusiasmado.
-¿Yoongi hyung? -pinchó con su dedo la mejilla suave del alfa que se encontraba dormido. Por momentos sorbía su nariz roja y eso no pudo parecerle más tierno al omega. -Hyung, despierte.
El mayor se removió incómodo por el dolor de cabeza que sentía. Abrió sus ojos tratando de ver en la oscuridad de su habitación. Olfateó un olor diferente, pero no era cualquiera, lo había olido antes pero no estaba en condiciones de recordar de quien se trataba.
Jimin al ver que ya comenzaba a reaccionar encendió la lámpara sobre la mesita de noche iluminando su rostro. Sus ojos quisieron salir cuando notó la cercanía del omega de cabello castaño.
-Ji-jimin. -tartamudeó frotando sus párpados. ¿Que hacía él aquí? La única respuesta segura era Jungkook. Le haría pagar caro por todo esto. Hizo el intento de levantarse, pero una pequeña mano se lo impidió empujándolo para que volviera a acostarse.
-Hyung está enfermo y yo debo cuidarlo. -estuvo a punto de apartarlo cuando vio su mano cerca de su rostro. El castaño tomó su temperatura con su mano y por suerte ya se encontraba mejor.
-¿Que haces aquí? -preguntó escondiendo la mitad de su cara bajo su cobija de peluche -¿Cómo y a que hora entraste? -bombardeó con preguntas.
-Jungkook hyung, con la llave de emergencia y hace una hora.
-¿Desde hace una hora estas ahí... viéndome?
La risa suave del omega hizo que se sonrojara... ¿Por qué se sentía así con tan solo eso? Esa tarta debió tener algún hechizo. Podría ser brujo y nadie lo notaría.
-Sí.
Aquella confesión no ayudó en nada en sus palpitaciones aceleradas. -No necesito que nadie me cuide.
Hizo un puchero triste y manipulador. Porque si en algo era bueno aquel omega en controlar todo aquello que quisiera, obviamente no lo usaba en situaciones que no tenían más opción que hacerse. Namjoon era uno de sus puntos claves cuando quería que lo ayudara con algo.
-¿Entonces quiere que me vaya?
-No es eso. -se quejó por el fuerte dolor de cabeza.
-¿Duele mucho? -se acercó más y se sentó en el borde de la cama. Su instinto siempre era de alejarse de cualquier contacto con otra persona, sentía sofoco al estar en una espacio tan reducido acompañado o el bullicio exagerado. Aún no sabía como podía convivir con alguien más, pero hablar con Jungkook sobre eso hizo que prometiera respetar su espacio.
Su habitación era grande, sí, ¿pero porque se sentía tan diminuta con la presencia de aquel omega? Su olor no tardó en impregnarse en cada rincón del lugar y no podía quejarse. Era dulce, tan dulce como el chico.
-¿Hyung?
-Tengo hambre. -se levantó despacio para evitar marearse. Jimin se hizo a un lado y lo siguió hasta llegar a la cocina. ¿Acaso era su mascota como para seguirlo a todos lados donde iba? Quizás el omega había olvidado el significado de la palabra incomodidad y espacio personal.
-¡Le serviré lo que Jungkook hyung preparó! -se apoyó sobre la pequeña isla de la cocina y le sonrió. Yoongi pensó en que no había necesidad de hacer eso, aunque de alguna manera calentó ciertas partes de su cuerpo no iba a retractarse de su opinión.
Jungkook era realmente bueno en la cocina, debía ser un chef y no estar trabajando en una oficina. Apesar de no habérselo confesado, esa era una de las principales razones por la que le propuso vivir juntos. Él era pésimo cocinando y el omega pelinegro no estaría dispuesto a comer comida quemada o con mucha sal.
-Aquí tiene. -sin borrar esa sonrisa de su rostro dejó los platos, uno con arroz y otro con bulgogui*. Definitivamente su platillo favorito. Colocó dos palillos de metal y una cuchara junto a un vaso de agua.
-Deberías comer tú también.
-¿Puedo?
-Si, no querrás pasarte una comida por cuidar de mi.
Jimin asintió preparado para hacer caso en todo lo que le ordenara. No tenía problemas en eso, había sido criado para obedecer a cualquier alfa que impusiera reglas sobre él. Incluso si no estaba de acuerdo, lo haría.
Es necesario recalcar que el silencio incómodo se mantuvo durante los veinte minutos que tardaron en compartir aquella comida. Entre miradas discretas y uno que otro cambio de posición sobre sus lugares tanto omega como alfa no pudieron evitar sentirse extraños.
Ese sentimiento lo había sentido varias veces el mayor, pero Jimin no. Un deseo profundo por abalanzarse sobre aquel diminuto cuerpo frente a él se hizo presente, su frente sudaba y no era precisamente por su temperatura. Su alfa no pudo evitar gruñir luego de imaginarse diversas escenas con aquel omega.
Jimin apretó sus manos en puños sintiendose vulnerable. Aquel gruñido que emitió erizó sus vellos corporales mandando pequeñas descargas eléctricas a todo su sistema.
-¿Puedo preguntarle algo? -habló el omega llevando un trozo de carne a su boca.
Yoongi fue consciente de la manera en que se estaba comportando y desvió su mirada unos segundos antes de volver a observarlo. -Sí.
-Jungkook hyung y usted... -tenía tanta de verguenza de hacer esa pregunta, el alfa podía incomodarse y no quería eso -Quiero decir, Jungkook no tiene alguna marca cerca de su cuello, pero cabe la posibilidad de que ambos esten saliendo aún y...
-No, Jimin. -su tono fuerte y dominante se hizo presente, de alguna manera esperaba esa pregunta. ¿Acaso estaba teniendo interés en él? -Jungkook y yo solo somos amigos, jamás lo he visto de otra manera.
Solo somos amigos resonó en su mente una y otra vez. Sintió alivio al escuchar eso, se quitaba un gran peso de encima si creía que se estaba entrometiendo entre ellos. Aunque no tenía que preocuparse del omega pelinegro, el alfa imponente frente a él debía tener varios omegas detrás de él con sus mismas intenciones.
De solo pensarlo su corazón dolía. Porque desde el primer momento en lo que vio sintió esa conexión especial que sientes cuando crees encontrar a tu pareja predestinada. Y no podía estar más agradecido de pensar que aquel alfa rubio podía ser algo más que solo su vecino.
No pudo evitar reír para disimular todo aquello que le hacía sentir. -Yo... solo tenía curiosidad sobre eso.
Se levantó con torpeza de la silla y tomó los platos. El alfa no dejó pasar la oportunidad de espiar con cuidado lo largas y esbeltas que aquellas piernas se encontraban. Mantenían el mismo color que sus brazos. Una vista exquisita desde su lugar, su miembro dió un tirón como respuesta a todos sus pensamientos sucios.
-¿Que quiere hacer ahora, hyung? -el omega se dio la vuelta con sus manos húmedas por lavar los platos y vasos sucios. Su rostro debía estar enrojecido, se levantó de la silla colocando sus manos al frente entrelazadas ocultando su semi erección.
-Dormir.
-Oh vamos~ -Jimin se acercó hasta él y entrelazó sus brazos con confianza. Demasiada cercanía de nuevo, debía hablar sobre eso antes de que pasara algo peor -Hay mejores cosas que hacer como ver televisión o platicar.
-Jimin, yo... necesito dejar algo claro.
-¿Que pasa? -ambos se acercaron hasta la sala principal. Yoongi fue el primero en sentarse sobre el sofá azul con cojines blancos.
-No me gusta el contacto directo, me gusta mantener intacto mi espacio personal. -explicó esperando que el castaño lo entendiera.
-Pero hyung. -hizo un puchero haciendolo ver más tierno de lo que era y antes de que Yoongi se diera cuenta lo vio sentado sobre sus piernas. Sus ojos se posaron sorprendidos sobre el omega sobre él y apretó sus manos en puños sin saber donde ponerlos.
-Jimin...
-Yoongi hyung~ -se acercó hasta el mayor y reposó su cabeza sobre su hombro. Sus feromonas comenzaron a mezclarse con el aire. No podía alejarlo, sus manos decidieron tomarlo por la cintura apretandolo sin cuidado. Jimin comenzó a moverse de arriba hacia abajo creando una fricción que torturaba y manipulaba la cordura del mayor. -¿Yoongi hyung?
El mayor parpadeó volviendo a la realidad. El resfrío lo estaba afectando tanto que imaginaba ese tipo de cosas. O quizás era el omega frente a él quien agitaba su mano llamando su atención.
-Lo siento, ¿que decías?
-¿Podemos ver películas? -sugirió esperando que aceptase.
-Esta bien.
VCM🍬
Bulgogui* es un plato típico de Corea. El ingrediente fundamental es ternera cortada en tiras y marinada con salsa de soja, azúcar, aceite de sésamo y ajo.
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