Del Autor
Una vez te dije que no solía escribir libros al azar ni destinarlos a personas específicas. Una vez te dije que fuiste mi primera vez.
Antes que «Lexi» existiera, antes que «El Archivo», antes que cualquier cosa en el mundo, siempre fuiste tú.
Ahora será extraño, incómodo e incoherente para ti que, después de uno, todavía tenga que escribir otro. Y otro. Y los que vengan.
Pero es así: toda mi poesía te pertenece, mal hecha pedazos y humildemente, pero es para ti. Si tú la quieres, perfecto, extiende tus manos, tómala y llevátela lejos de aquí a donde no pueda verla. Recuerda que así, lejos e invisible, te llevaste mi corazón hace tantos años.
Si no la quieres, no pasa nada, que no es a fuerza la cosa. Simplemente esconde los trozos de azulejos que te entrego y entierralos hasta que tenga que ir y colocarles flores en su memoria. La memoria de mis anhelos más sinceros y suaves.
No sé, es extraño escribirte una segunda odisea. Es extraño incluso para mí, que no sé donde acabará esto, sabiendo que siempre sé donde llegar, ahora no sepa cual es mi rumbo. No es un reclamo, ni una extraña recopilación de recuerdos. Es quizás solo nuestro álbum personal de memorias que, por los dos, tuve que escribir yo mismo.
Te adoro. Espero que mis palabras lleguen a ti algún día. O tal vez no, como el primero. Que solo lo ignores. Que ignores que te amo aún. Pero es así, simple. Te amo. Todavía, con todo el corazón, aún, siempre, eternamente.
Muchísimo...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top