08

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Durante el transcurso de la semana después de ese evento, todo el equipo se sometió a un entrenamiento intenso para poder adaptarse a su estrategia. Mao había estado pensando mucho últimamente, quizás más de lo que le gustaría. Pensaba mucho en Rin, en que él también estaba en Blue Lock, y en el hecho inevitable de que su posición era más alta que la de ella. Claro, no esperaba ni estar a su altura, pero aún así se sentía inquieta. ¿Qué tanta diferencia había entre ella y Rin? Pero también, ¿qué estaría haciendo ahora? Había una parte pequeña de su ser que se sentía triste de no estar con él, pero cuando recordaba la manera agresiva y cortante con la que le prohibió estar en Blue Lock cuando recibió la carta, se le pasaba.

Tenía... quizás un poco de miedo de ver a Rin a la cara de nuevo. Estaría furioso de ver que desobedeció la orden que le dio y sería aún más duro con ella si llegaban tan solo a verse, o peor, a jugar uno contra el otro. Solo la idea de jugar contra Rin la ponía nerviosa, porque sabía que si llegaba a perder contra él jamás escucharía el fin de ello hasta que muriera. Al final, decidió que pensar en ello no le estaba haciendo nada bien y decidió salir de la habitación del equipo Z, donde la mayoría ya estaban o dormidos o preparándose para descansar. Caminó hasta la cafetería en silencio, sintiendo un remolino de emociones con las que no tenía ganas de lidiar al momento, y le llamó la atención que allí estuvieran Isagi y Kunigami, quienes también notaron su presencia en cuanto puso un pie en la habitación.

— Hola. — saludó, más que nada por educación porque tampoco quería hablar con él conflicto interno que se encontraba dentro de ella, pero para su mala suerte la curiosidad de los otros dos le impidió tener un minuto de paz.

— ¿No has cenado, Mao? — Kunigami le preguntó, haciendo que detuviera sus pasos al momento.

— Sí... ya cené. Estaba caminando; no pensé que nadie estuviera aquí. — se resignó a que no iba a ser capaz de escapar el encuentro social, así que caminó esta vez en su dirección, dándose cuenta así de que Isagi sí estaba apenas cenando, lo cual explicaba que estuviera allí tan tarde.

— Estaba teniendo una charla con Isagi. — Rensuke le explicó con brevedad, como para darle contexto y que no estuviera confundida sobre por qué él no estaba comiendo. — Le agradecía por su pase en el partido, y hablábamos de otras cosas, como por qué jugamos fútbol y eso.

— Hm... veo que Isagi sigue comiendo natto. — no tenía nada que ver, pero el otro tema le pareció aburrido.

— Es lo único que puedo comer siendo casi el último en el ranking... — al escuchar esto, Kunigami caminó hasta uno de los cubículos en la cafetería y escaneó el número de su ranking en la máquina para luego sacar de allí un filete.

— ¿Quieres compartir esto? — los ojos del contrario se iluminaron, su boca casi salivando de inmediato al ver la comida.

— ¡¿Un filete?! ¿Cómo?

— Está escrito ahí; "bonificación de gol". — señaló, haciendo que tanto él como Mao miraran en esa dirección. Venía una lista con varios premios que podían ser intercambiados por una cantidad específica de goles. — Es como un sistema para intercambiar los puntos que ganamos por cosas como estas. Por ahora, me conformaré con la carne, y veamos... el gol... — puso el plato con el filete en la mesa y lo cortó a la mitad con el cuchillo. — Tú mereces la mitad del crédito por eso, así que te daré la mitad de esto también.

— ¡¿Qué?! ¡¿Estás seguro?! — Isagi observó a Kunigami poner la mitad del filete en su plato, y de nuevo comenzó a salivar; sus pupilas dilatadas viendo la comida frente a él. — Oh, carne, cómo te extrañé... no más natto...

— ¿Tanto te disgusta el natto? — Mao le preguntó.

— Es cansado comerlo todos los días.

— A mí me gusta comer lo mismo todos los días; supongo que somos diferentes en ese aspecto. Así no hay sorpresas.

— Ah, Mao es cierto; tú hiciste cinco puntos en el partido. — recordó Rensuke.

— ¡Es cierto! — Isagi exclamó. — Mao tú puedes intercambiar tus puntos por algo mucho mejor.

— ¿Cómo qué?

— La cama premium cuesta cinco puntos. — el de cabello anaranjado volvió a leer la tabla que estaba colgada allí. — Te da justo; podrías esperar a tener diez puntos para ganar un día libre. Oh, también podrías recuperar tu teléfono.

— O conseguir cinco filetes.

— No puedo comer tanto.

— ¡Dámelos a míiii! — poco le importó a Isagi lo patético que sonó eso; ya estaba harto del natto.

— La próxima vez te daré uno. — sus ojos volvieron a iluminarse en cuanto accedió. De no ser porque aprendió la lección la última vez y sabe que a Mao no le gusta el contacto físico, la hubiera abrazado.

— Te quiero mucho, Mao. — las palabras se le escaparon antes de que pudiera pensar en ello. Su cara se puso roja ya procesando lo que le dijo, pero ella no parecía molesta ni nada. En realidad, casi pudo percibir su mirada relajarse un poco. Al parecer apreciaba más las palabras bonitas a que le hubiera dado un abrazo.

— Bueno...

— ¿En qué vas a usar tus puntos al final? — le volvió a preguntar Kunigami, interrumpiendo su momento.

— Es una decisión difícil.

— Deberías conseguir la cama; así dejas de moverte tanto cuando estás dormida. — sugirió, a lo que Yoichi asintió animadamente.

— Está bien, haré eso.

— ¡Bien! Mao nosotros apenas tuvimos para medio filete cada uno; tienes que aprovechar todos los puntos que obtengas ya que tienes tantos.

— Ah, Isagi, antes de que se me olvide te iba a preguntar. — Kunigami volvió a cambiar el tema. — ¿Por qué me pasaste el balón esa vez? Quiero decir, para ser honesto, Raichi estaba en una mejor posición que yo; así que me sorprendió que me la pasaras cuando también estaba siendo marcado por un defensor.

— Ah, en ese entonces lo pensé inconscientemente. — sonrió nervioso, casi avergonzado por sus acciones. — Fue un reflejo, pero ahora que me lo preguntas... si se lo hubiera pasado a Raichi, hubiera tenido que lidiar con Barou, pero aún así era como si pudiera oler el gol proveniente de tu disparo; sabía de primera mano lo poderoso que era.

— "Oler el gol", eh...

— Pero lo que importó al final fue que no pude anotar solo... yo no tengo... ningún arma como esa.

— Nah, yo creo que es increíble como puedes seguir tus instintos así; eso es un verdadero talento. — le contestó el de cabello naranja, dando otro bocado del filete. — Llámalo "corazonada", pero ¿y si tu arma es como puedes "oler el gol"? Mao, ¿lo anotarías?

— Seguro. Me baso mucho en corazonadas e instintos también, así que no puedo negar que es algo factible. Escribiré eso.

— Siento que... confías muy plenamente en mí, Mao.

— Confío en mi corazonada que me dice que confíe en ti.

— ¡Mmm! — Kunigami exclamó, sorprendiéndose ante el sabor exquisito del filete. — ¡Es genial! Come, come Isagi; se va a enfriar.

— Ah- está bien. — Yoichi dio un bocado al filete también y exclamó en satisfacción ante el gusto. — ¡Sabe como el cielo!

— ¡Jaja! ¿Cierto?

—...Gracias, Kunigami. ¡Me siento mejor ahora! Eres un gran chico. — el contrario calló, procesando sus palabras por algunos segundos, y apartó la mirada avergonzado.

— Cállate, no fue nada.

— ¿Eh? ¿Qué fue eso? Espera, no me digas... ¿no sabes cómo recibir cumplidos?

— Ah, eso es todo, me iré a dormir en cuanto termine de comer. Estaremos listos para ganar nuestro próximo partido. — extendió su puño hacia él para que lo chocara, a lo que Isagi respondió animadamente devolviendo el saludo amistoso.

— ¡Sí!

— Mao, tú también. — la mencionada parpadeó confundida, casi habiendo olvidado que existía cuando Kunigami extendió su otro puño hacia ella. — De no ser por ti no hubiéramos estado ni cerca de ganar, y aunque perdimos, has hecho de una buena líder improvisada. Eres increíble. Ganemos esta vez con tu ayuda también, ¿sí?

Mao no logró detener el sonrojo que se extendió en su cara al ser incluida de manera tan amable y con palabras tan consideradas, lo cual, a ojos de los otros dos, solo la hizo verse más linda. La expresión tímida que tenía era adorable de por sí, y casi con cuidado extendió su mano para chocar su puño con el de él de forma rápida. Isagi al darse cuenta de su expresión, sintió en su pecho una pizca de celos que trató de disimular, ya que, ¿de que le servía ponerse celoso? No es como que ellos fueran novios ni nada.

Sin embargo, la vergüenza invadió dos segundos después y antes de que pudiera ponerse más roja decidió irse antes que cualquiera pudiera procesar sus sentimientos demasiado.

— Bueno es tarde, voy a intercambiar los puntos por la cama y me iré a dormir.

— ¡Waaa, mira eso!

La cama por la que Mao intercambió sus puntos llegó con rapidez, y como era de esperarse llamó bastante la atención en la habitación.

— ¡Maomao, tienes una cama! — Bachira saltó a su alrededor, haciendo contraste a la actitud calmada de la muchacha. — ¡Comparte!

— Déjala, Bachira, Mao intercambió sus puntos por esa cama; sería un poco injusto pedirle que la comparta así como si nada.

— Gracias, Chigiri, pero en realidad no me molesta compartir, dependiendo de quién sea. La cama es grande, aunque preferiría tener espacio solo para mí, tampoco quiero ser mala; es solo una cama.

— ¿La compartes conmigo, Maomao? ¡Por favor! Quiero dormir contigo; ¡duermes muy lejos de donde estoy! — le volvió a reclamar Meguru.

— Quisiera decir que sí, pero te mueves demasiado cuando duermes y me vas a querer abrazar.

— Olvida eso, recuéstate en la cama; para eso la conseguiste. — le sugirió Kunigami, a lo que ella estuvo de acuerdo. Se recostó en la cama con cuidado y miró al techo, tratando de analizar qué tan diferente y mejor era del suelo. — ¿Y bien?

—...Es bastante diferente a la cama que tengo en casa.

— Con nada estás feliz, mujer.

— ¿Alguien más quiere probar estar aquí también?

— ¡Yo, yo! — Isagi exclamó casi de inmediato, pero cuando todos los ojos se pusieron sobre él aclaró su garganta y trató de actuar casual a pesar del sonrojo en sus mejillas. —...¿Puedo?

— Está bien.

Yoichi dio un par de pasos tensos hacia la cama, tratando de disimular sus nervios, y se recostó al lado de Mao con el corazón acelerado. La cama era extremadamente cómoda y suave, pero casi no podía concentrarse en ello sabiendo que Mao estaba acostada a su lado. Que bueno que no dormía ahí porque no hubiera pegado el ojo en toda la noche.

—...Se siente como una nube... — opinó. — La cama es increíble; te tengo algo de envidia. — giró su cabeza para mirarla, pero para sorpresa suya ella había hecho lo mismo y ya lo estaba mirando a él, por lo cual sus rostros quedaron a casi solo milímetros de distancia. Sus narices estaban por poco rozando y sentía su respiración suave chocando contra su rostro, el cual en menos de cinco segundos de enrojeció como tomate al ver su expresión. Hermosa, relajada, casi etérea mirada en la que se podría quedar perdido; un minuto más viendo ese rostro y su pecho hubiera explotado por la fuerza con la que latía su corazón. Estuvo a punto de levantarse de golpe cuando fue ella quien se movió, apoyando su brazo a su lado y viéndolo desde encima por menos de un segundo antes de sentarse en la cama.

— Bachira, puedes acostarte aquí mientras no esté si quieres. — el mencionado saltó de emoción, y al ver que la muchacha se levantaba del todo de la cama volvió a saltar al suave colchón junto a Isagi, quien casi salió volando por estar todavía medio en trance.

— ¡Gracias, Maomao!

— Como dije, no me molesta compartir. Solo no me gusta que me toquen.

— Eres demasiado amable con ellos. — le habló Chigiri.

— La verdad... no pensé que estuviera siendo amable, pero si tú lo dices.

Con estos últimos momentos de paz del día, el resto de la noche transcurrió con tranquilidad, y Mao durmió cómoda dentro de lo que cabía en la cama por la que había intercambiado sus puntos. Kunigami no sufrió por ella rodando en su lugar por primera vez, y eso fue una victoria enorme para él, Bachira era feliz porque ella lo dejaba estar en la cama solo si ella no estaba y Chigiri dormía tranquilo sabiendo que la fémina guardaba el secreto de su lesión. El único que quedó inquieto fue Isagi gracias a la interacción que ambos tuvieron antes, pero ya se le pasaría.

⚽️ Dos capítulos en dos días; estoy DE VUELTA. La verdad quiero que termine este arco rápido porque aquí la niña no tiene mucha interacción además de con Bachira, Isagi, Kunigami y Chigiri pero es porque no ha conocido al resto. Le tengo cosas planeadas, créanme.

Besitos en las manos, cuídense y tomen mucha agua.

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